❄ Día 25 ❄
—¡Dou! —escucho el grito de mi hermanita—. Es navidad, los regalos, ¡despierta!
Empieza a tocar la puerta haciendome levantar a abrirla. Apenas la abro un poco ella entra y salta en en mi cama.
—Dana, no. Puedes caerte, vamos —me acerco y la cargo. Bajo con ella en mis brazos y nos sentamos junto a los regalos debajo del arbol. Mis padres, Marie y Blake ya están aquí.
—Este es para... Douglas —lee mi padre y me extiende uno grande y algo pesado.
—Dana, cariño, este es tuyo —le dice mi mamá señalando.
Abro el mío y me quedo paralizado. Es la última edición de los libros de Harry Potter ¡completa! Y también hay una pulsera con el escudo de Hogwarts. ¡Es increíble!
—Y... ¿Te gusta, bebé? —me pregunta mi tía Marie.
—Me encanta, gracias tía.
Ella me sonríe y me guiña un ojo.
Dana suelta un gritito y la veo romper rápidamente el papel de regalo. —¡Me encanta!
Cuando lo termina de sacar veo lo que es y entiendo su emoción; es una gran casa de Polly Pocket, cabe destacar que a ella le encanta Polly, tiene casi todos los juguetes y ahora tiene una más.
Dana se levanta y corre a abrazar a mamá.
Seguimos abriendo los regalos y para cuando terminamos hay un mar de papel en el piso. Ayudamos a limpiar y vamos a desayunar.
—No quiero.
—Termina tus pancakes, Dana —ordena mi papá.
—Ahg, déjala, es Navidad —le dice mi madre, Dana se levanta de la silla y sale corriendo, de seguro a jugar con sus nuevos juguetes.
Termino el desayuno y ayudo a mamá a recoger los platos.
Subo a mi habitación y me siento en la cama a revisar mi teléfono. Tengo varios mensajes sin leer; de Marcus, Sammy, y uno que otro de mis compañeros del colegio. Los contesto todos y me quedo mirando el chat de Grace, vacío, ni un solo mensaje. No puedo evitar hacer una mueca con la boca, me gusta Grace y en serio me hubiese gustado completar mi plan, quería más de ella... La amo, la amo y ¡Dios! Me duele que se haya rendido. Yo no lo hice, no me rendí y no esperaba que ella lo hiciera.
Pero me he dispuesto a olvidarlo, a olvidar que esto pasó, y simplemente disfrutar de esta Navidad con mi familia, mis abuelos llegan en un rato y la verdad es que no me gustaría estar triste esta noche. Quiero solo disfrutar y olvidar.
Me quito la pijama y tomo un baño. Me visto y bajo de nuevo a la cocina.
—¿A qué hora llegan los abuelos?
—Ya tu padre fue a buscarlos, en un rato ya están aquí —responde mi tía.
Al cabo de mas o menos media hora la puerta se abre y la voz de mi abuelo llega a mí.
—¡Llegó su Navidad!
Camino hasta la sala a recibirlos, nos damos un fuerte abrazo y, por supuesto, ellos me entregan mis regalos. Dana también llega con Blake y saludan a los abuelos.
—¿Y este quien es? —pregunta mi abuelo señalando a Blake.
—Mucho gusto señor, soy Blake, el novio de Marie —se presenta estrechando su mano.
Mi abuelo hace un raro sonido con su boca y sigue su camino a la habitación de abajo.
—No le hagas caso, es un gruñón —le dice mi abuela dándole un abrazo. Mi abuela es un amor con todos. Cuando deshace su abrazo con Blake, toma a Dana y le da un fuerte abrazo—. A tí te extrañé mucho, pequeña.
—¡Mamá! —grita mi madre llegando a nosotros, es inmediatamente recibida por los brazos de la abuela.
Luego de mas o menos media hora en la que nos terminamos de saludar y los abuelos se acomodan en la habitación, ya estamos sentados en la sala de estar poniéndonos al día. Mis abuelos tienen mucho que contar, tienen más vida social que yo, y no estoy exagerando. También abrimos los regalos que nos trajeron a todos, menos a Blake.
El transcurso de nuestro día es así, solo hablar con los abuelos, jugar una que otra partida en uno de los juegos de mesa que recibí como regalo y más charla. Eso hasta la tarde, porque empezamos a preparar lo que será nuestra cena de Navidad. Mis padres, como tradición, se encargan de preparar el plato principal, o sea, el pavo asado, mientras que mi tía Marie, Blake y mis abuelos ayudan a preparar lo demás; patatas asadas, los piggys in blancket, tambien devils on horseback, y la deliciosa salsa de pan que prepara Marie.
A mi me corresponde poner la mesa y conseguir las bebidas(cosa que ya hice ayer). Por lo que ahora estoy solo ayudando a algunas cosas en la cocina, como pelar las papas y cosas así.
¡Rico! Ya empieza a oler el pavo.
***
Cuando termino de acomodar la mesa mi familia empieza a llegar. Todos vistiendo hermosos; mis padres, Dana y yo vamos combinados todos de rojo, al igual que mis abuelos de verde y Marie y Blake de blanco. Nos acomodamos en la mesa.
—Vamos a iniciar esta deliciosa cena como debe iniciarse —Mi abuelo se levanta y cierra sus ojos—. Damos gracias porque hoy nuestra familia está reunida, sana y completa, juntos celebrando lo que es esta hermosa época del año. Damos gracias por los alimentos que hoy cubren nuestra mesa, que sean benditas las manos que los prepararon. Amén.
Una vez mi abuelo termina de dar las gracias empezamos la parte genial; a comer.
No puedo decidir que es lo que está más rico, todo está totalmente delicioso, el pavo, la salsa, las patatas...todo. Cenamos entre risas, historias y anécdotas sobre otras navidades. Nos llenamos, sí, tuve que soltar mi correa porque sentía que me sofocaba. Además de que no podía dejar el postre; el delicioso pudín hecho por mi madre.
Nuestra noche se va así, entre risas y muchas fotos, un buen momento familiar. No solemos acostarnos tarde, por lo que ahora ya me estoy quitando el atuendo y poniéndome la pijama. Me acuesto y tomo mi teléfono para ver si tengo algún mensaje, solo he recibido dos fotos que me mandó Marcus de él y su familia y una con Sammy, le respondo y guardo el teléfono debajo de la almohada para ya acostarme.
Entre sueños escucho un molesto sonido y siento mi almohada vibrar, lo saco y sin ver quien es contesto esta inoportuna llamada.
—Douglas —escucho una voz en susurro que reconozco de inmediato—, sé que probablemente estés molesto conmigo, pero quería decirte una cosa antes, bueno realmente no es solo una, el punto es que me gustas en serio, Douglas, y siento mucho lo que hice, sé que fue estúpido, pero quiero en serio que me perdones. Douglas, sé que esto debí decirlo tal vez esa primera vez que me dijiste que yo te gustaba, no sabes lo rápido que latió mi corazón al escucharte decir eso, debí decirlo en ese momento, pero en cambio te lo digo ahora y espero que lo aceptes. Estoy enamorada de tí, te quiero, Douglas.
Respiro realmente hondo mientras me siento en la cama, analizando la situación. ¿Grace acaba de llamarme? ¡Tengo a Grace en el teléfono justo ahora! Y me dijo que me quiere, ¡por Dios! Dijo que me quiere.
No soy capaz de emitir alguna palabra, miro el reloj en mi mesita y noto que aún falta para la media noche.
》¿Douglas? ¿Sigues ahí?
—Yo... Ah, sigo aquí, sí —balbuceo.
—Me estoy congelando aquí afuera...¿podrías abrirme la puerta?
Nisiquiera le pregunto qué hace ahí a estas horas, solo soy consciente de que me pongo mis pantuflas, camino hasta la puerta y la abro, aún con el teléfono pegado a la oreja. Ella está justo ahí, parada delante de mi puerta, con una linda pijama de Hello Kitty y con su pelo luciendo rebelde. Me mira con esos dulces ojos azules mientras quita el teléfono de su oreja, sonríe solo un poco.
—Antes de que digas cualquier cosa déjame hablar primero —Da un paso más cerca y respira hondo—. Douglas, me gustas desde que tengo trece años, quizás nunca te diste cuenta de como te miraba o como actuaba a tu alrededor, pero la verdad era esa, me gustabas y aún me gustas. Primero me enamoré de tu cabello castaño rebelde, después de tus lindos ojos color miel, me enamoré de tu bella sonrisa, de tus gestos, de tu timidez... y luego descubrí que me mirabas de la misma forma, me emocioné, no sabes cuanto.
Suelta una risita.
》Les enviaba fotos tuyas a mis primas. Sé que fue muy loco y tonto armar todo esto, no sé en qué estaba pensando. Mis primas como locas aceptaron y me entusiasmé. Luego me dí cuenta de que nada de eso tenía sentido y quise confesartelo todo, pero entonces tú te fuiste sin decir nada. Creí que lo había arruinado, me sentí tan mal que no salí de mi habitación en todo un día.
》Lo que quiero decirte, Douglas, es que me des una oportunidad, si estoy aquí casi a media noche y temblando de frío, es porque te quiero en serio, Douglas, lo hago.
No hago más que solo mirarla sorprendido, sé que ella espera mi respuesta, pero ¿cómo quiere ella que yo hable? Me ha dejado sin palabras. Sonrío, y sé que no tengo que hablar cuando veo que ella hace lo mismo.
—Grace —empiezo, doy un paso hacia ella. La miro directo a los ojos—. Ya no quiero más mentiras, no más juegos y no más fingir. Te quiero a tí, conmigo, juntos. Grace, ¿te gustaría ser mi novia de verdad?
Su sonrisa crece mientras intenta controlarla mordiéndose el labio.
—Lo acepto, Douglas. Acepto ser tu novia de verdad.
Como dos tontos enamorados empezamos a dar pasos, acercándonos cada vez más, hasta que estamos justo debajo del marco de la puerta. Nos miramos durante casi un minuto, sonriendo. Parecemos dos idiotas. Grace sube la mirada y su sonrisa crece.
—Estamos debajo del muérdago —Muerde su labio inferior y yo subo la mirada.
—Sí, lo estamos —afirmo sonriendo.
Nos acercamos un poco.
—Supongo que deberíamos bersarnos.
—Eso dicen —digo mientras bajo mi rostro. Rozo nuestras narices y poco a poco pego nuestros labios de forma breve. Levanto de nuevo el rostro y ahora es ella quien me sostiene de la camisa de pijama y me jala hacia ella. Acaricia mi cabello antes de empezar a besarme de manera suave y dulce.
—Fuiste mi Desafío Navidad ¿sabías? Grace —le digo cuando nos separamos. Ella acaricia mi cabello.
—No, tú fuiste el mío —replica.
Ruedo los ojos y dejo un pequeño beso en su mejilla.
—Al parecer ambos fuimos nuestro Desafío Navidad. Te quiero, Grace.
—Yo también te quiero, Douglas.
Fin.
❄❄❄
Y... ¡Terminó!
¿Qué les pareció el final?
Sí, este es ya el capítulo final, pero en unos días subiré el epílogo así que no se desesperen, eh.
Cuéntenme cuál fué su experiencia con esta historia, vamos, ¡los leo!
De acuerdo... Hasta el epílogo.
¡FELICES FIESTAS!
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