Existe algo llamado "Horas cruciales" es el tiempo relevante en donde ocurrirá un suceso impactante cuyo destino será determinado en las primeras horas, lo que hagas alterará el futuro y rumbo de las circunstancias.

Cuando el agua hirviendo se te derrama en el brazo es importante saber actuar para evitar una quemadura, para ello debes lavar con agua helada. Puedes elegir correr al lavabo para curarte o quedarte paralizado por el dolor. La elección que escojas definirá todo.

Jaekyung conocía bien este hecho así que lo usó a su favor. Tan pronto como la noticia salió, la Policía actuó rápido y empezó a crear un plan para atraparlo. En estas horas cruciales era importante cerrar las carreteras, alertar al personal del Aeropuerto para evitar su fuga así al mismo tiempo mantener vigilado cada espacio público desde centros comerciales hasta bibliotecas.

—¿Quieres que ellos te atrapen?— Preguntó Heesung sin entender en su totalidad la loca idea de su Amigo—. Tu estúpido plan consiste en hacerles creer que tú eres el líder de todo esto, no le encuentro lógica, tenemos las pruebas para meter al Doctor a Prisión y para que investiguen el caso, no hace falta que hagas algo tan sin sentido.

—No es tan sencillo como suena. Mira la situación Heesung, ¿Te parece que el Doctor es un hombre simple de tratar y meter a la cárcel con facilidad? ¿Crees que habría llegado tan lejos sin nadie que lo respalde? ¿Tú cómo crees que evadió las leyes hasta ahora? ¿Por pura suerte? ¿A base de puros sobornos? ¡No! Tiene a toda una red de personas detrás de esto; Judiciales, federeles, tal vez jueces encubriendo sus delitos. No hablará si lo entregamos, y más tarde será liberado por "Falta de pruebas"
Podrían llegar a destruir la evidencia, entonces todo estará perdido, Jamás recuperaremos a Kim Dan y peor aún; esta red de Trata de personas seguirá por el resto de los años.

—¡¿Y entonces por qué crees que si tú te sacrificas las cosas serán diferentes?!

—Porque soy Joo Jaekyung.

—¡No es tiempo para tu Narcisismo!

—¡Es el significado de mi nombre! Soy Joo Jaekyung, el emperador de las artes marciales mixtas, no soy solamente una Celebridad en mi País, soy una leyenda a nivel internacional del mismo modo que lo es Messi. Un escándalo mío y de inmediato estaré en el ojo del huracán. Todo mundo esparcirá mi historia aún si alguien trata de silenciarla será del todo imposible, en cambio si el Doctor es el afectado cubrirán cada rastro de él, pues al fin y al cabo no es nadie relevante. ¿Lo entiendes? ¡Debo ser yo! Debo de echarme la culpa para que todo mundo se involucre en este caso, los policías serán presionados a dar una respuesta, los corruptos no se atreverán a alterar las pruebas por temor a ser atrapados con tantos ojos mirando, y aquellos con deseo de saber la verdad llegarán hasta el final. No me importa si la gente me odia o me desprecia por esto o incluso si hundo mi carrera... Haré todo por recuperar a Dan.

Heesung enmudeció por un corto tiempo, todo era demasiado como para procesar, pero entendía que era a causa del amor que Jaekyung sentía por Dan la razón principal por la que estaba dispuesto a cometer una locura.

—¿Entonces te entregarás a la Policía?

—No, debo proteger a mi Hámster.

—¿Y Cómo harás eso?

—Tú me ayudarás— Le pasó el celular del Médico—. Te harás pasar por el Doc, avisa a todos sus contactos que empecé a sospechar del secuestro de Kim Dan así que me "tendiste" una trampa para incriminarme de modo que todos pensaran que soy el Líder de esto.

—¿Y cómo les haremos creer eso?

—¿Todavía tienes el contacto de la reportera Hee?

—Sí.

—Perfecto, ella es de confianza. Haremos pasar el celular del Doctor como si fuera el mío, se lo darás a ella, le contarás que encontraste contenido delicado y quieres delatarme. Cuando vea de que se trata alertará a todas las autoridades. No perderá la oportunidad de hablar de este tema en televisión, es la cereza del pastel, le podrían dar un aumento por semejante noticia así que las cosas saldrán como quiero. Iran a mi casa a buscarme, y hallarán cosas que me incriminen. Moverán mares, montañas, y volcanes por hallarme.

—¡Si te atrapan estás acabado!

—¡Esa es la idea, deben atraparme!

—¡¿Qué?!

—Si me atrapan encontrarán el lugar donde Kim Dan está secuestrado. No me entregaré a la policia, me esconderé en donde lo tienen atrapado. Gracias a los mensajes del Doctor sabemos en donde lo tienen encerrado, podríamos ir para rescatarlo pero esa no es la solución, el tráfico de Personas continuará, y tal vez regresen para matarnos. No dejaré que Dan pase su vida temiendo que afuera hay personas que buscan lastimarlo. Le daré un futuro en donde pueda salir a la calle sin preguntarse todo el tiempo si será capaz de volver a casa. Voy a erradicar esto desde la raíz.

—¡Estás jodidamente loco!— Heesung alzó sus palmas para posteriormente dar vueltas en la habitación como si tratara de tomarse un minuto para pensar con claridad.

—Necesito que apoyes mi plan.

—No.. Esto es... Demasiado para mi..

—Heesung— Lo detuvo en seco—. Eres mi amigo, y aunque una parte de mi te quiere romper la cara por ocultar a mi precioso chico, voy a perdonarte, ahora bien si quieres compensar tu error lo único que debes hacer es apoyarme. Te necesito, este plan no funcionará sin ti. Se lo debes a Dan, no te atrevas a huir de esto, no lo abandonáremos ¿oíste?

El rubio cambió de expresión, pasó de incertidumbre a serenidad, asintió con determinación.

—¿Qué quieres que haga?

—¡Alto ahí!

La voz del Guardia de seguridad resonó fuerte y claro. La luz del poste apenas si podía iluminar los dos cuerpo varoniles en esa zona desértica y lúgubre. Todos los locales de la zona estaban rayados con aerosol, algunos otros desechos, en su mayoría olvidados e inservibles. Tal sitio solía ser un Centro comercial que fue abandonado debido a que quebró. Como ahora era Propiedad privada era ilegal entrar, así que nadie lo hacia o al menos eso se creía.

En la escena apareció un hombre encapuchado empujando un diablito; una carretilla de carga en donde lleva una enorme caja de madera con hoyos. El Guardia que cuida la entrada de este Centro Comercial abandonado impide el acceso, cruzándose en su camino.

—¿Quién eres?—Preguntó.

—El Doctor me envía, ya sabes como es esto, dijo que un cliente pidió a último minuto un "manjar" para esta noche— Dijo el encapuchado.

—Abre la caja— Ordenó sacando una pistola de su bolsillo para apuntarle.

El encapuchado obedeció. Lentamente abrió la tapa de la caja, el guardia se asomó con cuidado para encontrarse con un hombre desmayado y cubierto por vendas a la mitad del rostro. Sus músculos sobresalían de su camiseta, en base a su físico asumió que debía pesar demasiado.

—El Doctor siempre viene personalmente a dejar sus entregas, jamás ha confiado en nadie para que haga algo tan importante como esto— Continuó apuntando con su arma.

El Encapuchado suspiró exasperado.

—¿Sabes qué? Si quieres desconfiar y no dejarme pasar, entonces hazlo. Pero si el cliente pregunta en donde está su orden, tú te encargarás personalmente de explicarle la razón, y suerte con que no te haga ocupar su lugar. Escuché que le encanta vomitar dentro de las bocas de sus parejas sexuales— Dio la vuelta.

Con semejante confesión consiguió espantar al Guardia, sabía que no era descabellado aquella Parafilia pues al trabajar tanto tiempo en aquel lugar conoce todo tipo de enfermos mentales, por ende nada es imposible. No quería ser el suplente, prefería hacer la vista gorda antes de ser una víctima.

—¡Espere!— Pidió—. Puede entrar.

El Guardia guio al encapuchado dentro de las instalaciones, todo estaba oscuro, vacío tal como se lo imaginaba, un par de plantas marchitas, macetas rotas, bancas despostilladas, cristales en el suelo, el abrumador olor a polvo en el aire. Pese a todo esto, el camino que tomaron estaba despejado, libre de cualquier objeto o suciedad.

Subieron a un elevador y en cuanto las puertas se abrieron todo tomó color. La luz irradió en sus cuerpos y delante de ellos se reveló una escena glamurosa. La segunda planta fue decorada con la temática de casino clásico, lleno de una que otra maquina, juegos de apostar, el bar ubicado en una esquina, amplios y cómodos sillones concentrados todos en una zona donde los invitados se podían relajar para charlar o cometer actos de lujuria contra los meseros que servían sus bebidas.

Habían varios clientes disfrazados con antifaces para cubrir su identidad, en base a su vestimenta elegante podías deducir la riqueza que poseían. Casi no charlaban entre ellos, compartían una que otra carcajada al contar un chiste o quizás por estar bajo los efectos de las drogas y el alcohol. Había algunos más moderados que otros, tres personas del grupo no eran ni capaces de caminar correctamente sin tropezarse, otros se podían tomar una botella completa de Vodka sin perder la elegancia de sus movimientos.

A pesar de todos pertenecer al mismo "Club social" podías percatarte que el rango difiere uno del otro. Lo notabas por la jerarquía, los que poseían mayor poder (por ende riquezas) se apartaban del resto manteniendo su discreción, y centrándose únicamente en su objetivo de la reunión. Los que poseían menos se encargaban de lucir ostentosos a la vez de alardean sobre sus maravillosas hazañas, llegándose a convertir en una competencia por quien es más Refinado.

Uno de los de menor rango cometió el error de tirarle encima una bebida a un Hombre en la sección VIP, se burló de él e incluso estuvo dispuesto a iniciar una pelea a pesar de él cometer el error. El Cliente VIP chasqueó sus dedos, y con eso bastó para que un par de guardias arrastraban al hombre problemático hacía el elevador de salida.

—¡Suéltenme! ¡Pagué por mi lugar! ¿No saben quién soy? ¡Haré que paguen por esto! ¡Vendrán a mi a suplicar piedad!— Rugió descontrolado, como una bestia.

Todos hicieron caso omiso, continuaron con la fiesta mientras que el cliente VIP se mantuvo en su sofá hasta que uno de los anfitriones del lugar se acercó para ofrecerle un cambio de ropa, él rechazó su cortesía dado que poseía un segundo vestuario en el maletero de su auto. Le ordenó a uno de los guardias que fuera a buscarlo mientras tanto disfrutaría de su coctel.

El Encapuchado tuvo que apartar la mirada de la escena cuando cruzó por un pasillo muy alejado de todo el caos. El Guardia abrió la puerta de un local muy pequeño, pasó hasta adentro para encender la luz y le dio instrucciones.

—Aquí deja la caja, yo me ocuparé de esposar al humano que está dentro, en unas horas el cliente vendrá a recoger su mercancía.. Por cierto ¿A nombre de quién está el pedido?

¡CRACK!

La tapa de la caja fue abierta de una patada, el hombre que yacía dentro se abalanzó contra él como una bestia despiadada, el guardia no tuvo tiempo de gritar cuando Jaekyung le lanzó uno de sus más mortales golpes causándole la perdida de conciencia. Cayó al suelo,
rápidamente el encapuchado tomó una cuerda que había dentro del cuarto y le ató las manos al guardia.

—Rápido hay que meterlo a la caja.

No fue difícil para dos hombres fuertes cargar su cuerpo y encerrarlo dentro. Durante este movimiento la capucha se cayó revelando su cabellera rubia.

—¿Crees que se despierte pronto?— Preguntó Heesung con la respiración acelerada y entrecortada.

—La última vez que golpee a alguien de esta manera, despertó después de diez días, no te preocupes por si despierta, preocúpate si no lo hace— Cerró la caja.

Un pensamiento repetino llenó la mente del actor, como si fuera una Premonición, no podía ignorarlo y supo de inmediato que debía intentarlo.

—Jaekyung, hagamos un cambio de planes. Tengo una mejor idea pero para lograrlo necesito que me impregnes de tus feromonas, no te midas conmigo, tu aroma tiene que cubrir todo mi cuerpo.

—¿Qué?

—Sólo hazlo!

No sé cuanto tiempo ha transcurrido, sé que no ha pasado ni siquiera un día, no obstante es el día más eterno en toda mi vida. Mi secuestro fue esta mañana o al menos esta mañana es cuando me enteré que seré subastado junto con otros Híbridos, por eso hemos sido exhibidos en un tubo de cristal.

La rutina se repetía, pasabas veinte minutos dentro de ese tubo para que los clientes hicieran con tu cuerpo lo que desearan, después eras llevado de regreso al cuarto durante dos horas, ya pasado ese tiempo te volvían a meter al tubo de cristal. Los clientes solamente pueden tocar, no hacer nada más con nuestros cuerpos y el tiempo es de tres minutos por cliente para que todos los presentes tengan la "oportunidad" de probar la calidad de la "mercancía" o así nos suelen llamar los secuestradores.

Escuché que hacían esto para generar mayor interés de parte de los clientes, si los dejas con las ganas de querer tocar un poco más no tendrán de otra más que comprarnos.

Hasta hace apenas una hora crearon un nuevo "negocio" que consiste en que si desean tenernos por diez minutos más, tendrán que pagar una cuota. Una vez hecho llevarán al Hibrido a un cuarto privado donde podrán hacer con él lo que deseen a excepción de la penetracion pues todavía serán subastados una vez llegada la noche.

Algunos de los Híbridos seleccionados regresaban llorando, no podía verlos por obvias razones, pero no tenía que mirarlos para saber las cosas horribles que pasaron. Por el momento rezaba para no ser elegido.

Pero....

—Kim Dan, fuiste seleccionado— De pronto sentí dos brazos elevándome del suelo, solté la respiración, mi corazón se aceleró del miedo y las lágrimas se deslizaron por mis mejillas.

El mismo hombre al cual le derramaron alcohol entró en el baño para cambiar su camisa, los guardias se demoraron en conseguirle su cambio de ropa por lo cual apenas terminaba de abotonarse las mancuernas de las mangas.

Apunto de salir, entró apresurado al tocador un hombre con capucha. Sus pasos eran inestables por lo cual puso las dos palmas de las manos en la barra del lavabo. Pensó que se trataba de un ebrio hasta que percibió las feromonas. ¿Estaba en celo? La respuesta era obvia.

No poseía un aroma común, ni menos abrumador, era un aroma excitante y estimulante, capaz de poner a cualquier Omega de rodillas. El hombre no era la excepción, era un Omega dominante, y a pesar de tener mayor resistencia ante las feromonas de los Alfas no fue capaz de controlar sus instintos sexuales. Se cayó de rodillas, gateó hasta el Alfa en cuestión, tocó sus piernas y le suplicó que lo hiciera suyo.

Heesung esbozó una sonrisa, sabía que las cosas funcionarían como él quería.
El Omega dominante se abalanzó sobre él para besarlo y deslizó ambas manos hacia los pantalones del hombre. Choi
forcejeó un poco por la sorpresa de tal atrevimiento. Afortunadamente tomó el control de la situación, se metieron en el ultimo cubículo del baño, el Omega lo empujó contra la tapa del inodoro para sentarse encima suyo y comenzar a mover sus caderas en movimientos sugestivos.

—Ah~ Rápido, entra en mi.

El Omega no era capaz de razonar, fue inducido al celo por las feromonas del Alfa, y la única manera de volver a sus cinco sentidos era a través del sexo de lo contrario sufriría mucho.

Choi lo inmovilizó, tomó una de sus muñecas, acercó su boca y presionó sus dientes contra la carne blanca. Sangre broto, lentamente el Omega perdió la visión hasta desmayarse. Choi Heesung sonrió, revelando sus lindos colmillos de serpiente. Inyectó veneno en el cuerpo del Omega al morderlo.

—Maldito Jaekyung, sus feromonas casi provocan que me violen— Maldijo.

Rápidamente lo sentó en la tapa del baño, y comenzó a desnudarlo. Le robó su ropa, su máscara y su identidad. La misma que usaría Jaekyung para poder hacerse pasar por uno de ellos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

✍🏻Cada día más cerca del final.

Ojalá pasara eso :)

¿Hasta ahora que opinan de la obra?