Capítulo 16| Año nuevo
El tiempo pasó rápido en Nueva York. Muchas cosas habían sucedido durante su estancia como revelarle a todos que Kim Dan era capaz de transformarse en un Hámster, por supuesto Heesung era ahora uno de los suyos. El Doctor voló a Nueva York para investigar el caso, y de paso hacerles unas pruebas. Se suponía que para cuando regresaran a Corea los resultados ya estarían listos. Jaekyung decidió quedarse todo diciembre en Nueva York dado que era la primera vez que Kim Dan viajaba a otro país ¿Y qué mejor que tener recuerdos lindos que en víspera de navidad?
Obviamente Heesung tuvo que revelar que no tenía heridas graves. Jaekyung influenciado por Kim Dan le ofreció al Director de Cine una propuesta que era imposible de rechazar, a cambio de que permitiera que Heesung participara en su próxima película él accedería a salir en un cameo. Esto como disculpa por haberle arruinado su oportunidad de participar en una película extranjera. Honestamente no lo hubiera hecho, le daba igual si le arruinaba la carrera a Heesung, pero su Hámster insistió.
Su plan original era mostrarle la Ciudad a Dan, pero al plan se sumó Heesung en compañía de papita. Entonces se volvió en una salida de amigos, y una galería llena de fotos que más tarde subieron a Instagram. En una de las fotos aparece Heesung subido a la espalda de Joo en una posición muy amigable mientras que la cara del luchador opina todo lo contrario, parece gritarle que se baje o lo mata a puñetazos.
Otra de las fotos es patinando todos juntos, es una secuencia contando una historia, entre más deslizas las fotos más te vas enterando de lo que sucedió. Primero estaban patinando en la pista, Papita se resbaló, Jaekyung miraba de lejos a un grupo de hombres jugando Hockey sin percatarse que Kim Dan lo
miraba repleto de celos pues pensaba que le interesaban los extranjeros de cuerpos atléticos en lugar del partido. Heesung aprovechando la oportunidad se llevó al Hámster a patinar en pareja tomados de la mano. Si haces zoom a la fotografía notarás que detrás de ellos los viene persiguiendo a toda velocidad Joo Jaekyung con un palo de Hockey. La siguiente imagen es del actor atado de manos y pies a las porterías de Hockey mientras una larga fila de adolescentes esperan su turno para golpearlo con el Puck (disco), Jaekyung dijo que les daría cinco dólares a cada uno si le atinaban a sus partes intimas.
La foto favorita de Kim Dan, y la cual recibió muchos likes en su instagram, fue una que se tomó en la biblioteca sobre la quinta avenida, sentado en la silla 378 mientras Jaekyung se inclina ligeramente detrás suyo para apoyar su barbilla sobre la cabeza del Doctor.
El día de navidad Heesung se disfrazó de Santa claus, Papita de reno, Dan de elfo y Jaekyung de Jaekyung, no había manera de que se humillara con un traje ridículo. Ese fue el único día que la pasaron encerrados en la habitación de hotel jugando juegos de mesa.
Unas horas antes de año nuevo Dan salió de ducharse para encontrarse en la cama una enorme caja de regalo de color negro adornado con un enorme moño rojo pasión. Al levantar la tapa se encontró con un Smoking blanco junto con una notita que decía "Más te vale usarlo", no necesitaba más para saber de quien provenía el regalo. Sonrió al imaginar al lobo interno de Jaekyung regañándolo por escribir palabras tan rudas mientras el luchador le pedía que se callara. Era lindo, demasiado lindo.
Cuando Dan se miró al espejo no se reconoció, la talla era exacta, y el color hacía resaltar su hermosa piel blanca. Se sentía como cenicienta, esta era su noche especial, cuando el reloj marque las 12:00 un nuevo año comenzará, y tal vez sea un nuevo inicio para él. ¿No era Nueva York el lugar donde los sueños se hacen realidad? Dan era un soñador al igual que todos, pero su deseo iba más allá del dinero o la fama, lo único que anhelaba era poder ser amado por un hombre cuya naturaleza es despiadada.
Cuando bajo al lobby descubrió que ninguno de sus amigos se encontraba ahí, con anterioridad los había buscado en sus habitaciones en busca del éxito no obtenido optó por llamarlos. Cuando estaba por marcar recibió un mensaje de texto de parte de un lobo.
«Sube al último piso, ahora»
Acató la orden, presionó el botón del elevador y empezó a subir con cuidado. Durante ese corto tiempo se revisó en el espejo del elevador si su cabello estaba bien peinado, para su suerte lucia bien.
¡Ding!
El elevador se detuvo, las puertas se empezaron a abrir revelando un cuarto oscuro y siniestro. Pensó que quizás se equivoco de piso pero al mirar vio que el botón presionado era el último. Con ciertas dudas bajó del ascensor, una vez su pie tocó el suelo la habitación brilló en una luz cálida, revelando su interior. En el centro del lujoso salón se hallaba una cama redonda cubierta con suaves sabanas de tonos beige, café y blanco. Arriba de esta estaba suspendido en el aire un Dosel sobre la cual se colgó un cortinaje sobre las cuales se tejieron un par de rosas blancas. Un pasillo de mini farolas se extendía hasta el elevador.
Dan suspiró maravillado. Como toque final los enormes ventanales de cristal permitían ver el paisaje de los copos de nieve cayendo en un cielo nocturno. El Doctor empezó a avanzar por el lindo camino de farolas hasta llegar frente a la cama donde se percató que había una nota.
«Mira tu celular.»
Cuando lo hizo recibió un archivo, era un video de parte de Joo, al hacer click sus ojos se cristalizaron. La persona que apareció en el video era su linda abuelita sentada en un hermoso jardín botánico junto con un par de amigas de su humilde barrio. Todas saludaban a la cámara agitando sus manos. La abuelita fue la única que habló.
—Dancito, mi niño. He visto tus fotos en Nueva York, escuché que es muy fría la ciudad en estas fechas, abrígate bien. Tu amigo Jaekyung hizo lo posible por traer el jardín que tanto amaba visitar al hospital, también vinieron algunas viejas amigas a saludar. Dale las gracias de mi parte, y feliz año nuevo. Quisiera poder estar contigo, pero sabes que mi condición me impide viajar por ahora. Pero te prometo que el próximo año mejoraré, y pasaremos el año nuevo juntos, los tres. Te quiero mi dancito.
Cuando el video se terminó las lagrimas comenzaron a fluir, mismas que fueron limpiadas por el pañuelo del hombre detrás suyo. El Doc dejó caer el celular a la cama, giró sus talones rápidamente, atrapó las mejillas de su hombre y de puntitas le plasmó un beso con sabor al primer amor, fue su primer beso con él.
A pesar de haber tenido sexo antes, no se habían tocado los labios, todavía no habían llegado a ese nivel de intimidad. Por supuesto este beso tenía significado, quería expresar sus sentimientos. No se podía contener más, se desbordaba de amor al igual que el agua fluyendo de sus ojos.
Amaba a Jaekyung, era un hecho innegable y muchos menos irreversible. No era un sentimiento fácil de apagar o desechar. El amor que sentía por él ya había echado raíces en su corazón, iba creciendo al igual que un árbol, y si lo trataba de "arrancar" su corazón ya no volvería a ser el mismo, se llevaría un pedazo de él.
Cuando sus labios se separaron ninguno de los dos quiso romper la distancia, simplemente permanecieron lo más cerca posible mientras Kim Dan lloraba en silencio.
—No llores— Jaekyung acunó su rostro con el suyo en busca de darle consuelo.
—Gracias...
Expresó con un nudo en la garganta su gratitud por todo lo que hacía por él y su abuelita. A su lado sentía que las manijas del reloj volvían a avanzar, el tiempo que parecía haberse congelado por años volvía a fluir. No cualquiera podía entregarte ese regalo valioso: El darle sentido a tu vida, y alegrar tus días.
Con Jaekyung todo se sentía posible, todo parecía tan fácil como si su lugar en el mundo fuera a su lado. No había espacio para la soledad, ni la tristeza, la locura y los imprevistos inofensivos eran los protagonistas. Era igual que vivir una película juvenil donde el verano parece nunca acabar.
Una vez que estuvo más calmado, se atrevió a iniciar una conversación.
—¿Dónde están los demás?
—Les mandé mensaje diciendo que nos encontrábamos en Time Square, así que fueron a buscarnos.
—Deberíamos apresurarnos.
—No, quédate conmigo.
Una vez más volvieron a besarse saboreando el dulce sabor del amor inexperto. Las yemas de Jaekyung se hundieron en la cabellera castaña del Doctor rehusándose a dejarlo escapar de su lado aunque no debía hacerlo, Dan no se iría a ningún lado.
El suelo del precioso salón se decoró con dos smoking color blanco y negro seguido de las ropas interiores Calvin Klein, zapatos de marca y una sabana que se resbaló de la cama. A un lado se hallaba una pequeña mesita vacía con sobras de langosta, pastel y espagueti.
Sobre la cama yacían desnudos dos cuerpos masculinos, el más delgado saltaba encima del otro buscando llegar a la cúpula del placer, volviéndose con cada embestida más dócil y sediento del semen de su Alfa. Era una imagen de lo más excitante con sus ojos llorosos por tanto gozar, sus mejillas sonrosadas en conjunto con sus hombros, sus labios hinchados, y manchas cubriendo toda su piel bañada en sudor.
El Alfa que lo embestía alargó su mano para rodear la pequeña cintura de su amante de cama, ayudándolo a bajar para que recibiera por completo su largo falo, de arriba a abajo. Dan gritó dejando caer su cabeza hacía atrás. Joo jadeó por la manera en que lo apretaba.
—10..— Susurró..
—¡Ah, más rápido!
—9..
—Jaekyung..
—8..
Siguió contando a la vez que aumentaba la penetración, y los gemidos de su Híbrido subían de tono.
—3..
—2...
Dan tomó una bocanada de aire, curvó la espalda y abrió los ojos en grande a la vez que vaciaba su semen sobre el pequeño de su Alfa. Clavó sus uñas en la espalda del más alto dejando marcas de medias lunas.
¡BUM! ¡BUM! ¡BUM!
—Feliz año Nuevo, mi Hámster.
¡BUM! ¡BUM! ¡BUM!
El cielo nocturno se coloreó de resplandecientes chispas violetas y azules seguido del grito celebre de miles de personas que festejaban en las calles la llegada de un nuevo año. Dan fue capaz de presenciar la belleza de la pirotecnia desde lo más alto del hotel, y lo mejor de todo en los brazos del Alfa. Parecía irreal de lo hermoso que era.
El Hibrido parpadeó exhausto, apenas podía mantenerse despierto del intenso ejercicio que relajó cada músculo de su cuerpo. Con la respiración acelerada y la garganta seca respondió..
—Feliz año nuevo, mi lobito.
Jaekyung lo recostó sobre la cama para continuar follando en busca de llegar al orgasmo. Dan no se lo impidió a pesar de estar muy cansado ya.
Jaekyung sonrió con cierta timidez, lo que sea que había dentro de su cuerpo lo forzaba a convertirse en alguien que no quería ser. Vivir con lobo interno lo hacía sufrir una crisis de identidad, no se reconocía ni mirándose al espejo, no sabía cuales eran sus sentimientos con exactitud y cuales le pertenecían a su inquilino. Cada vez que se comportaba de manera cursi con Dan se lamentaba al día siguiente. Desde la llegada de su lobo interior se sentía como estar bajo los efectos del alcohol; hacía cosas que normalmente no haría para al siguiente día terminar con cruda moral. Odiaba estar bajo la influencia de alguien más.
¿Qué era real y qué no? ¿Cuáles eran sus verdaderas emociones y cuales les pertenecían a la cosa viviendo dentro de él? ¿Dónde empezaba esto y dónde terminaba? No lo sabía, no lo entendía, pero sí sabía lo que quería: Regresar al pasado. No se sentía como él mismo. En el pasado jamás se hubiera saltado un entrenamiento por volar a Nueva York para rescatar a Dan, hubiera mandado a su entrenador para que lo buscara o alguna otra persona. Muchos menos se hubiera quedado en la ciudad casi todo un mes para pasar año nuevo al lado del Hámster. Perdió muchos días que pudo usarlos para entrenar en juegos tontos y paseos. Sentía que desperdició mucho tiempo por estar atado a Dan.
—¡Ahh, Jaek.. Jaekyung!
Mirar su precioso rostro lo confundía así que le dio la vuelta para tenerlo en cuatro, y empujó la cara Dan contra la almohada para impedirle que mirara sobre su hombro. No quería verlo, no le gustaba la reacción que provocaba en él cuando sus ojos se encontraban. Lo único que quería hacer era correrse cuanto antes e irse antes de que sus pensamientos intrusivos continuaran.
—Jaekyu~ Mhg~
Se aferró a las cobijas casi rompiéndolas, la cama se sacudió bruscamente con cada movimiento de cadera, dando en el punto exacto de Kim. Si de algo estaba seguro— y quizás era lo unico— es que su compatibilidad en el Sexo era superior a la que tenía con otros. Dan lo enloquecía, era un manjar para su exigente paladar.
Lo pensamientos intrusivos volvieron a sucumbir, ordenándole que posara sus ojos en el cuello expuesto del Híbrido. El mensaje era claro, sus instintos más salvajes le rogaban que lo mordiera, y lo marcara como suyo. Consumido por la influencia de sus pensamientos bajó la cabeza, sacó sus colmillos y...
—¡¡Te amo!!
Se detuvo.
En realidad todo se detuvo.
El salón se sumió en silencio, las dos siluetas oscuras con el fondo del cielo nocturno permanecieron inmóviles a la par que los copos de nieve caían como cascada detrás del cristal creando una escena bellamente romántica, pero en realidad era el inicio de un conflicto.
—Te amo.. Te amo..— Murmuró.
Dan luchó por no quedarse dormido, por supuesto fue una lucha que perdió, sus párpados se cerraron del cansancio. Jaekyung salió de él, sacó el condón de su falo, hizo un nudo y lo tiró al suelo. Se sentó en la cama con ambas rodillas flexionadas, se pasó una mano por el cabello y suspiró con pesadez.
No dijo nada.
Ni tampoco quiso pensar en nada.
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🍓 DANONINOS Y PAPITAS 🍟
Nos estamos acercando al final de esta historia, calculo unos siete capítulos más para cerrar con broche de oro.
Recuerden que tengo más historias de JINX, solamente vayan a mi cuenta y ahí las encuentran. 💖
Recuerden seguirme ya que hago anuncios para avisarles sobre nuevos libros que escribo o si hay una actualización de los fanfics. 🦭
Este capítulo es dedicado a:
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