Capítulo 15| El lobo y el Hámster
—Más te vale que sea importante— Jaekyung entró al cuarto de hotel de Heesung luego de que Papita le abriera la puerta.
—¿Por qué llegaste tan tarde? Llevo horas llamando, no sabía que hacer, ni a quien contactar, me trajiste de un día a otro a Nueva York para recuperar a tu Hámster y...
—¿Por qué me llamaste?
—Es Heesung— Como si recordara la razón salió corriendo hacia el cuarto de baño, tomó el picaporte con cierta duda y luego de armarse de valor lo giró.
La expresión del luchador no cambió mucho, usualmente no era un tipo muy expresivo, era lo que la mayoría de las personas llamarían "Póker Face", no era fácil deducir que estaba pensando. Pero por su ceja ligeramente levantaba se podía decir que no se esperaba para nada lo que se encontró en el suelo.
—¿Qué carajo es eso?
—Creo que es Heesung— A Papita se le cortó la voz a la vez que estrujaba sus manos sudorosas con angustia.
Mantuvo sus ojos en el animal que se arrastraba por el suelo y se enrollaba como una manguera sobre si mismo como si buscara protegerse. Poseía un color extraordinario; un brillante azul, mucho más hermoso que un diamante.
—Siempre supe que era una víbora— Comentó Jaekyung con indiferencia.
—¿Qué hacemos con él? No sé que está pasando, no tenía ni idea de que era un Híbrido y mucho menos que se podía transformar, se supone que eso no es normal. ¡Voy a volverme loco!— Papita se jaló los cabellos con mucho odio.
—Por ahora llamaré a mi Doctor personal, él sabrá que hacer, tú baja a buscar a Kim Dan, está esperando en el lobby, le dije que se quedara pensando que esto no demoraría mucho, pero al parecer pasaremos toda la noche aquí.
—¿Eh? ¿Kim Dan? ¿Qué hace Kim Dan en Nueva York?— Ladeó su cabeza.
—No hagas preguntas, ve por él.
Papita no se atrevió a seguir indagando, menos a quedarse otro segundo ahí con un animal venenoso. Rápidamente fue a buscar al fisioterapeuta, para cuando volvió encontró a Joo Jaekyung en una videollamada con el Doctor desde su celular.
—Esto es mucho más grave de lo que pensé— Dijo el Doctor desde la pantalla quien por cierto usa pijama indicando que le marcaron cuando ya estaba durmiendo.
—Es tu chamba, resuelve.
—No me digas que hacer— El doctor se frotó los ojos con cansancio—. Para ser francos en la Universidad la materia de transformación jamás la impartieron a causa de que era inútil, como te dije mil veces; Desde hace un siglo dejaron los híbridos de regresar a su forma animal. Es como con los Dinosaurios; sabes lo básico de su historia, no obstante si te encuentras a uno de enfrente no tienes idea de que hacer.
—Entiendo..— Acto seguido volteó a mirar a los dos chicos—. El Doctor dice que no hay que pueda hacer, así que la única salida es asesinar a Heesung. Dan tú ve por los cuchillos y Papita trata de borrar los videos de seguridad, nadie debe enterarse que entramos en su habitación.
—¡Espera! ¡¿Está Kim Dan ahí?!— El Doctor alzó la voz en un tono lleno de sorpresa—. ¿Puedo hablar con él?
A jaekyung no pareció gustarle la idea.
—¿Para qué quieres hablar con él?
—Tú pásamelo.
A regañadientes le entregó el teléfono, más sin embargo permaneció al lado del más pequeño, para cerciorarse de que su conversación fuera acerca del caso.
—¿Qué pasa, Doctor?
—Kim Dan, esto es importante, necesito que contestes con toda sinceridad, ¿De casualidad entraste en contacto con Heesung? ¿Pasaste tiempo con él en tu estado animal?
—Sí, algo así, estuvimos todo un día juntos, ¿eso qué tiene que ver?
—Tiene todo que ver, ahora entiendo. Heesung es un Híbrido Serpiente, es su naturaleza sentirse atraído por las presas indefensas, sin darte cuenta activaste su instinto de caza y perdió el control de su cuerpo. Hagamos ahora un experimento ahora, acércate a la serpiente, te reconocerá aún en tu forma humana.
—¿Te volviste loco? ¿Quieres que mande a Kim Dan con esa serpiente? ¿Qué pasa si trata de morderlo? ¡No! Es arriesgado— Jaekyung sostuvo a Dan de la cintura demostrando su oposición a dejarlo ir.
—Jaekyung es importante que Dan lo haga para encontrar una manera de regresarlo a su forma humana, y más importante este tipo de experimentos me ayudarán a encontrar una manera de evitar que los Híbridos sufran los cambios de la transformación. Podría otra vez volver a repetirse la historia de hace un siglo, y desatarse un caos si la sociedad lo descubre además de que los Híbridos estarían en peligro. Dan, esto queda bajo tu poder.
El Hámster sabía cuales eran los temores del Doctor, hace un siglo los Híbridos eran comercializados como mascotas, no poseían voz, ni voto. Sus derechos no existían, su única función era servir a sus amos. Al ser capaces de transformarse eran comprados en base a sus habilidades, por ejemplo: las aves trabajaban para espiar a los enemigos de sus amos o llevar mensajes mientras los más feroces como los tigres eran empleados en batallas sangrientas.
Los antepasados de Kim Dan eran empleados como mascotas de algún niño rico mimado. Conocía la historia de su familia gracias a su abuelita. No fue una época maravilloso, fue cruel y despiadada. Los de su especie eran los menos afectados pues al ser criaturas adorables eran adorados por los hijos pequeños de los Alfas. Pero otro no corrían con tanta suerte...
—De acuerdo, lo haré— Kim Dan camino hacia la puerta, Jaekyung lo trató de detener, pero tan pronto se abrió, la serpiente se lanzó sobre Kim.
¡¡!PUFFF!!!
El alto cuerpo del Fisioterapeuta se desvaneció en el aire acabando toda su ropa en el suelo. Papita pegó un gritó de señora que fue escuchado hasta por los sordos. Dos orejas peludas se asomaron por la grande camiseta seguido de su encantadora carita. La víbora siseó de emoción para acto seguido envolver el cuerpo del roedor con su larga cola.
Papita no pudo más, era demasiada información para procesar por lo que del shock se desmayó. Jaekyung no hizo nada por tratar de ayudar, ni siquiera se preocupó, lo dejó tirado en el suelo.
—Tal como lo pensaba— Habló el Doc—. Kim Dan es la razón por la que no pueden controlar su naturaleza, es su punto débil. Si tuviera que darles una referencia fácil de entender es como si ustedes fueran zombies hambrientos, y Dan un trozo de carne jugoso. Ustedes perderán la cordura una vez que estén cerca de él. Es un impulso.
El lobo interior de Jaekyung gruñó cuando vio como la serpiente frotaba cariñosamente su cabeza contra las esponjosas mejillas del animalito. El reptil al darse cuenta de la presencia hostil del lobo le mostró los colmillos como señal de amenaza.
—Basta ya, no toques a Dan— Alargó su mano para tratar de liberar al roedor, fue gracias a sus reflejos que consiguió quitarla a tiempo antes de que fuera mordido.
¡¡¡SSSSSSSS!!!
La serpiente se irguió enfadado, no iba a permitir que el lobo se llevara Kim. El Hámster en cuestion lloraba en silencio temiendo por su vida, y rogándole a los Dioses de los Hámster que no sufriera una mordedura o sus huesos fueran triturados por la fuerza del reptil.
—Jaekyung te aconsejo que no lo hagas enfadar, ahora mismo Heesung no tiene el control total de su cuerpo, actúa por instinto, y eso significa que si valora a Kim Dan entonces no le hará daño, lo tratará como si fuera lo más preciado para él— Comentó el Doctor.
—¿Y tú por qué mejor no intercambias lugares con Dan y me cuentas como es tener una serpiente enrollando todo tu cuerpo?
—Solamente mantenlos vigilados unas horas, observa su reacción o mejor aún graba un video para que lo analice. En estos momentos voy de salida para allá, aguanta mientras tanto Doctor Kim, y tú Jaekyung no te pongas celoso.
—¡¿Quién está celoso?!
—Adiós— Colgó.
Los siguientes minutos Jaekyung tuvo que ejercer todo su autocontrol para no ceder a la tentadora idea de lanzar por el escusado a la serpiente. Ganas no le faltaron, especialmente cuando veía lo intimo que se comportaba con el mini Dan. La serpiente acunaba con el largo de su cola al roedor como si lo tratara como un pequeño bebito que quisiera cuidar. No tardó en hacer efecto, Dan frotó sus ojitos llenos de cansancio con ambas patitas hasta finalmente caer en un sueño dulce. Heesung lo colocó con suavidad en una almohada que cayó de la cama. Se sintió tan cómodo que todo su cuerpo se hizo bolita mientras de su boca escapaba un ligero suspiro. Choi arrastró su cara muy cerca de él para deleitarse con la bella imagen de Dan durmiendo.
«¡Mátalo!» Gritó el lobo interior de Jaekyung con un ferviente deseo de despedazar con sus dientes la piel escamosa de la serpiente.
Jaekyung—quien se hallaba sentado en la espalda de la papa aún desmayada— sintió un ligero dolor de cabeza, como si le hubieran lanzado una piedrita del tamaño de un dedal. Era una señal de que su Alfa luchaba por salir y tomar control de su cuerpo.
«Está contaminando a nuestro Dan, ¿Cómo puede creer que es digno de siquiera respirar cerca de él? Es un pecado permitirle mirarlo, debería arrancarle los ojos. Esa arrastrada y Nefasta vibora quiere llevarse lejos lo que nos pertenece» Escupió con desprecio cada palabra.
Una llama brotó de su pecho quemándole desde adentro como una antorcha recién encendida, eran las garras de la bestia desesperada por tomar el control de la situación.
—Estás siendo irritante— Respondió apretando el puño en un intento por controlar sus emociones aunque lo único que logró fue poner sus nudillos blancos.
«¡Y tú eres un cobarde! ¡Te haces llamar el campeón, pero para mi no eres más que un perdedor! Dejas que esa víbora te pisotee y robe a nuestro Hámster. No se lo permitiré, nadie en esta vida nos puede arrebatar lo que por derecho es nuestro. No me estorbes, déjame salir»
Colocó una mano sobre su pecho al notar una presión como si alguien desde adentro empujara, no era una sensación agradable, era escalofriante. La resistencia de Jaekyung no era tema a debatir, pese a la fuerza del Alfa él no lucía muy afectado. Si estuviera en vía pública nadie notaría que hay algo mal en él. Por supuesto entre más tiempo pasaba, más enfurecida se volvía la bestia.
En un intento de distracción posó sus ojos en el Hámster, pensó que tal vez se relajaría con ver su dulce carita, pero lo que vio tuvo un efecto contrario. En sus ojos se reflejó la figura de la serpiente azul la cual utiliza su lengua bifurcada para lamer la boquita del roedor. Algo estalló dentro de Joo, algo siniestro y perturbador consumió su alma.
¡CRACK!
¡TRASH!
¡CRASH!
Un sin fin de sonidos homicidas despertaron a la papa desmayada sobre el suelo, debido a sus párpados pesados empezó a parpadear en un intento por tratar de descubrir de donde provenía el escándalo. En el primer parpadeo vio
un pelaje extraño color oscuro seguido de una cosa con escamas. En el segundo
enfocó con mayor claridad a un gigante e imponente lobo gruñendo a una larga serpiente la cual al sentirse amenazada le mostró sus colmillos venenosos. En el tercer parpadeo el lobo ya mordía la cabeza de la serpiente sacudiéndola tal cual perro con su juguete, la pobrecita cola de la serpiente volaba de un lado para el otro como si fuera una cuerda.
«Que extraño sueño» Pensó Papita antes de volver otra vez a caer rendido en los brazos de Morfeo
El Hámster que terminó atrapado en el medio de la pelea de los dos animales salvajes entró en estado de shock total causando que casi tuviera un infarto. Él era una cosita chiquita por ende estar en medio de dos enormes fieras era el equivalente a una estampida. Dancito se echó en el suelo mientras cubría su cabecita con ambas patitas como si esa fuera su única manera de protegerse.
Cuando finalmente Jaekyung soltó a la serpiente, dicha lo atacó colgándose de su cuello lo cual no duró mucho pues el Alfa lo logró tirar de nuevo al suelo. La batalla era tan feroz que ni cuenta se dieron que pisaron en repetidas veces a Kim Dan provocando que chillara. Pero sus gruñidos y siseos eran más altos por ende no lo escuchaban.
«Alfa, me duele mucho»
La línea de sus pensamientos se conectó con la del lobo provocando que por fin cesara sus ataques contra el reptil. Joo buscó desesperado por el suelo a Dan el cual halló hecho bolita mientras todo su cuerpo temblaba como gelatina. Hasta ese segundo se percató que un arañazo se extendía a lo largo de la blanda piel del roedor. Accidentalmente cuando lo pisó, una de sus garras afiladas de sus patas lo había cortado provocando que sangrara.
El corazón del Alfa punzó de dolor y culpa. No quería asustar a su Hámster, mucho menos que resultara lastimado, su intención era protegerlo de Heesung no dañarlo. La serpiente que notó que los ataques de su enemigo cesaron trató de agarrarlo con la guardia baja, por lo tanto se arrojó contra él para tratar de morderlo.
¡¡¡GRRRR!!!!
El alfa que era un experto en ataques sorpresa se defendió tomando con sus colmillos al reptil y azotándolo contra la pared para hacerlo perder la conciencia. El ruido del golpe hizo saltar al pequeño roedor que una vez más lloró con fuerza.
«Lo siento» El Alfa se acercó a su pequeñita masita de pan para lamer sus heridas y limpiar la sangre que mancha su pelaje.
El Roedor siguió llorando sin poder dejar de temblar, estaba muy asustado y las acciones espontáneas del Alfa lo aterraban aún más. Sentir su lengua pasar por su piel lo hacían pensar que se lo comería de un bocado.
«No me toques» Le suplicó.
El Alfa obedeció mientras soltaba un chillido culpable como un perrito que es regañado por su amo y busca con desesperación su perdón. El Hámster huyó de él hacía abajo de la cama para refugiarse. El alfa no estaba tranquilo por lo que lo persiguió. La base de la cama era baja por lo que únicamente podía asomar su cara para vigilar al Hámster. Desde su posición solamente podía ver la espalda del pequeñito que se sentó sobre el suelo, no debía ser un genio para saber que estaba llorando.
¡Hick Hick Hick!
Con ambas patitas suaves frotó sus ojitos de donde caen lagrimas del tamaño de un pedacito de azúcar. Al Hámster no le gustaba mostrarse débil delante de los demás, por lo que era un habito huir a un lugar desolado para llorar.
El Alfa sacó su cabeza, y corrió con torpeza hasta la puerta del tocador la cual abrió empleando la boca, en un par de minutos volvió a salir con un botiquín de primeros auxilios. Empujó la caja por debajo de la cama para que el Hámster la recibiría. El roedor saltó de su lugar al ver el enorme objeto, al inicio pensó en volver a huir, pero al descubrir de que se trataba su corazón se ablandó.
De nuevo el lobo metió la cabeza por debajo de la cama para asegurarse de que el Hámster usara correctamente el botiquín. Las patitas del pequeñito no tardaron en abrir la caja de donde sacó un pedazo de venda gigante, sus pocas fuerzan le impidieron cortar un trozo de tela por lo que el Alfa le prestó sus colmillos afilados.
—Gracias— Agradeció el Hámster.
Dado que la botellita de alcohol era muy alta a comparación de su cuerpo, el lobo le permitió que se subiera sobre su cabeza para que alcanzara la tapa. Con ayuda de sus habilidades consiguió destaparla. Acto seguido tomó una gota de alcohol que se pegó a la tapita para untarla sobre su herida.
¡¡Hickkk!!
El contacto de la piel abierta y el ardor del alcohol lo hizo chillar de dolor. Pero era necesario desinfectar la herida por lo que trató de resistir. El lobo lleno de preocupación no quería más que tomar a su bebito y llenarlo de caricias para consolarlo, pero tuvo que contenerse, no quería ser más odiado por él.
Con el trozo de tela cortado enrolló su cuerpo, apretó y ajustó correctamente para finalmente asegurarlo con un clip que encontró en la caja. Posteriormente se bajó de la cabeza del Alfa.
«¿Me perdonas?» Preguntó el Alfa con las orejas hacia abajo y una expresión muy arrepentida.
«No» El Hámster le dio la espalda.
El Lobo con la cola entre las patas se fue alejando, saliendo poco a poquito de debajo de la cama para irse a un rincón a reflexionar sobre lo que hizo mal.
«¡¿A dónde vas?!» El Hámster movió ambas patitas en protesta para que no se marchara.
«No quiero incomodarte, me voy»
«¡¿Vas a dejarme así sin más?! ¡Eres el peor Alfa! Lo que debes hacer en estos momentos es rogar por mi perdón y mimarme. No tienes derecho a irte, te ordeno que me consientas» Demandó.
Tal vez el Hámster era muy miedoso, llorón y sensible, pero en el mundo de los Hámsters también era un principito mimado que deseaba ser atendido de pies a cabeza. Necesita amor, mucho, mucho amor.
¿Cómo su Alfa podía ser cruel?
¿Acaso estaba ciego? ¿No veía lo adorable que era? ¡Su alfa debía de arrastrarse en el suelo por él no al revés! ¡¿Enloqueció por completo?!
El Alfa de nuevo meneó la cola contento por tener su aprobación de consentirlo. Llenó su pelaje de lengüetazos seguido de muchas caricias. El Hámster estaba feliz, así era como debía funcionar su relación; El Alfa humillándose ante el gran patrón.
«Te amo»
—Dijo su alfa.
Una palabra tan dulce que nunca pensó escuchar. Dan sabía que el Alfa lo decía de corazón, pero también sabía que esa declaración de amor no le pertenecía, era para su lado animal...
Pero.. Tal vez... Solamente tal vez.. Ese "Te amo" también venga de lo profundo del corazón de Joo Jaekyung, tal vez sea capaz de tener su final feliz con él...
Luego de pensarlo tanto se decidió, le confesaría sus sentimientos, le pediría que saliera con él no por un contrato, por amor. Podía hacerlo el hombre más feliz, eso podía asegurarlo, solamente necesitaba una oportunidad.
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