Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16


Topkapi
1558

Selim se encontraba a solas en sus aposentos tentándose a beber como solía hacerlo, ver a Nurbanu le había causado un gran conflicto pues se sentía culpable de la manera en la que aquella mujer había sufrido por su amor, pero ¿Qué podía hacer? Su corazón había sido atrapado por la hermosa Francesa quien alguna vez se llamó Camille, la adoraba más que a nadie en ese mundo.

-Príncipe...-Sin tocar, Fakria entró a los aposentos reverenciandolo.

-Señorita, que mi esposa te aprecie no te da el derecho de ingresar de esa manera.-Regañó dejando la copa de lado.

-L-Lo lamentó...-Se veía nerviosa y pudo escuchar su voz algo rota.-Pero no podía esperar, su hijo-

-¿Que ha sucedido?-Se apresuró a la mujer quien temblaba.

-Han atentado en contra de la vida del príncipe Mehmed, las doctoras están haciendo toda por mantenerlo con vida.-Sollozó.

El príncipe no dudó ni un segundo en correr, su hijo menor estaba peleando por su vida, ¿Quien podría hacer algo así? ¿Como estaría su amada Azra con la noticia? Tenía millones de preguntas atormentandolo, pronto llegó a los aposentos del niño.

-Amor mío...-Ahí estaba la de rubios cabello sollozando mientras sostenía la mano de su hijo.-¿Como te sientes?

-¿Mami?-El alma le regresó al cuero cuando escuchó la débil voz de su pequeño.

-Mehmed.-Selim susurró.

Su hijo mayor acudió a su lado, notaba la angustia y preocupación en su rostro.

-Padre.-Saludó.

-¿Que ha ocurrido?

-Lo han envenenado, envenenaron a mi hermano.-Retuvo un suspiro.-Han conseguido el antídoto pero... Mehmed está muy débil a penas está consciente.

-Ve y dile a todos los guardias del castillo que encuentren a quien hizo esto, tú abuelo el sultán debe enterarse de esto.-Habló reteniendo su furia.

Sin más se acercó a su esposa quien no paraba de besar la pequeña mano de su hijo el cual miraba el lugar con sus ojitos achinados, ni siquiera parecía reconocer dónde estaba.

-Azra, mi sultana...-La arropó entre sus brazos escuchando su llanto.

-¿Por qué?... ¿Que daño les ha hecho mi príncipe para que le hicieran esto?-Sollozó escondiendo su rostro en el pecho de su esposo.

-Calma, encontraremos al culpable de esto y te juro que no tendré piedad.-Murmuro en su oído.-Pero tienes que estar bien, nuestro Mehmed debe saber que sus padres están aquí y que todo estará bien.

-Papá...-Ahí estaba de nuevo la voz de su hijo quien parecía estar repitiendo palabras sin pensarlas antes.-Papá, ¿Mi abuelo vendrá pronto? Prometió darme dulces.

-Mehmed, mi pequeño príncipe.-Selim acarició el pálido rostro de su hijo.-Cuando mejores te daré todos los dulces de Estambul.

-Pero yo quiero dulces ahora.-Sollozó adolorido.

Azra no pudo escuchar la voz de su hijo, necesitaba aire, sin prestarle atención a su esposo se marchó de los aposentos tambaleante, apenas podía mantenerse en pie. Como pudo se apoyó a una de las paredes llorando en silencio, ni siquiera se reverenció cuando la Sultana Hurrem fue anunciada entre los largos pasillos.

-¿Azra?-Escuchó la voz de la mujer.

No la escucho, solo levanto su mirada, una mirada con los ojos enrojecidos por el llanto, una mirada de una madre que estaba viendo a su pequeño hijo sufrir por culpa de alguien.

-¿Usted lo hizo no es así?-Sentía que había perdido su cabeza, pero en ese momento a penas y podía mantener la cordura.-Mi hijo, es solo un niño... Han intentado matarlo incluso antes de nacer... Pero eso a usted no le importa.-Sollozó.

-¿De que hablas?-Tan pronto como la escucho se enfadó.

-Todo este tiempo he sido su títere, hizo de mi lo que le convenía...-Tomó su postura firme sintiendo el enojo que solo ella podría sentir en esa situación.-En su corazón solo abunda la venganza, me envió a Manisa para deshacerse de Nurbanu y quitarle poder... Nunca le importó su hijo, mucho menos su nieto, solo le importa usted misma.

-Que osadía, conoce tu lugar porque si llegas a perder el camino yo misma me encargare de ti.

-¿De eso se trata no?-Soltó una sonrisa cínica.-Lo único que quiere es arruinar la vida del príncipe Selim-

Una fuerte bofetada se escuchó y la sultana Azra sujetó su rostro, aunque Hurrem no había sido la culpable por aquello le dejó en claro algo, la vida en el harem nunca había sido color de rosa como pensó durante años, la manipulación, la mentira dominaba los terrenos de la capital y ella había sido solo una pieza más del juego, el débil peón al que arriesgarían sin importar que, ese día los ojos de Azra se abrieron, no podía seguir siendo esa sultana inocente a la que todos manejaban a su antojo, ya no más.

Nurbanu se había mantenido en sus aposentos, asustada y arrepentida de lo que había hecho.

-¿Que ha sucedido Canfeda?-Se apresuró hablar al verla ingresar a sus aposentos.

-El príncipe despertó, su alteza Selim ha mandado a buscar al culpable y parece que Camille acaba de ser encerrada en sus aposentos luego de levantarle la voz a la sultana Hurrem.-Explicó apresurada.

-Niña estúpida.-Negó repetidas veces.-El frasco... ¿Lo metiste en las cosas de una criada?

-Si sultana, no tardarán en decapitarla cuando registren su colchoneta.

-Bien, nadie debe saber lo que ocurrió...-Murmuró.-Pero tenemos que hacer lo posible porque Mehmed no despierte.

-Sultana-

-El no puede ponerse de pie.-Amenazó.

Canfeda agachó su cabeza aterrada, no podía ponerle las manos encima al príncipe, luego de tantos años junto a Nurbanu empezó a sentir el miedo, miedo de ser descubierta y perder la vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro