No temas Ser Feliz
Capitulo 29
No temas Ser Feliz
Hinata miró algo escéptica a sus amigas mientras entraban a la tienda de ropa luego de salir de su turno de cafetería. Tenten prácticamente la arrastraba para que entrara a la tienda, mientras Ino ya estaba revisando algunas perchas. Hinata sintió su cara caliente cuando le mostró un conjunto de ropa interior, blanco, pequeño y transparente.
—¿P-para que m-me pondri-ia eso?— susurró sin poder evitar el tartamudeo.
—Ino, eso no cubre nada— dijo riendo Tenten.
—Si que lo hace—, se defendió ella poniéndolo sobre su pecho—. Esto da la ilusión de desnudes...
—Estaría prácticamente desnuda con eso— siguió divertida Tenten.
Ino hizo un puchero con los labios.
—¿Quieres calentar a Naruto para que intenté besarte de nuevo? Pues, usa esto— dijo extendiendo la pequeñísima prenda.
Hinata hizo una mueca y ni siquiera estiró su mano para tomarlo.
—Ino, Hinata quiere que la besé, no que la folle—, susurró Tenten.
Ino bufó.
—¿Cómo crees que se empieza?
Hinata rió un poco mientras negaba con la cabeza.
Les había contado a sus amigas la extraña relación que estaba teniendo con Naruto y como se había animado a decir sus sentimientos. Sumado al hermoso beso que habían compartido. Pero cuando al otro día, Naruto había intentado besarla, había movido el rostro por simple inercia, la costumbre que él besara su mejilla y no su boca. Hinata se había sentido tan avergonzada, que no había tenido cara para decirle a Naruto que no había querido correr el rostro.
Desgraciadamente, él no había intentando de nuevo hacerlo.
Las chicas la habían visto tan decaída, que la habían, prácticamente, obligado a que les contará todo. Para luego intentar hacer un plan para lograr que Naruto quisiera besarla una vez más.
Tenten la soltó para acercarse a una de las perchas y tomar un conjunto un poco más recatado. Una especie de vestido, Hinata creía que lo llamaban babydoll. De un color rosa claro y de seda. Hinata lo tomó del borde y acarició la suave tela con las puntas de sus dedos. Se imaginó en el y negó la cabeza con fuerza. La tela no era tan holgada como a ella le gustaría y se apretaría en sus michelines.
Tenten suspiró y lo volvió a dejar cuando Ino llegó con otro conjunto, no tan revelador, pero si trasparente. Hinata hizo una mueca y negó de nuevo. Con eso se notaría sus estrías y aunque tal vez Naruto no las notará, ella sabía que estaban allí.
Ino frunció el ceño y se volvió, Tenten mostrando ahora otro bebydoll más holgado, pero por que tenía dos tajos, una en cada lado y un escote pronunciado.
—No—, susurró Hinata.
Tenten esta vez llegó preparada, porque le mostró la otra percha que tenía en la mano.
Hinata ladeó la cabeza, viendo un estilo musculosa color rosa chillón con un pequeño shorts del mismo color brilloso. Hinata lo tomó, pero se mordió el labio sin saber si se animaría a ponérselo.
—¡Oh no! Eso no te pondrás— dijo indignada Ino, mientras se lo arrebataba y le mostraba su conjunto—. Esto es perfecto—, afirmó con una sonrisa.
Hinata abrió sus ojos asombrada y tomó la prenda en seguida. Acarició la tela, amando la suavidad, el color tranquilo y no tan chillón. Tal vez no era tan holgado como le habría gustado, pero tenía un hermoso motivo floral y unos pequeños volados que le llegarían hasta arriba de las rodillas.
—Esto será perfecto para ti. Dice "Mírame" en todo él, pero no vas a parecer una desesperada. Te aseguro que Naruto delirará.
—Tienas razón, Ino—, sonrió Tenten al ver el camisón por encima de la ropa de Hinata mientras la rubia lo sostenía en su lugar—. Serás una mujer fatal en eso Hina. Naruto no podrá resistirse.
—No sé... —, dudó por un momento.
—Lo sabes. Él te respeta mucho para volver a intentar besarte de nuevo. No es la primera vez que le corres la cara, tonta—, la regañó suavemente Ino—. Pero cuando te vea en esto y le digas lo que sientes, ¡no podrá resistirse!
— Pagaría por ver su expresión cuando te vea en esto—, susurró con complicidad Tenten.
—¿Puedo ayudarlas en algo?— preguntó de repente una mujer de cabello oscuro, la vendedora.
—¡Oh, si! Queremos llevarnos éste— sonrió Ino dándole la percha a la dependiente.
—Claro—, sonrió la mujer. Luego miró a Hinata—¿Es para ti?
Hinata no llego a contestar, porque lo hizo Ino por ella.
—Si, es para ella. Le quedará perfecto ¿o no?
La dependiente miró a Hinata de arriba a abajo para mirar a la prenda.
—Creo que esté talle no es para ti, corazón. Uno más pequeño sería perfecto—, sonrió.
—Oh, no no. Está bien así—, se apresuró a decir Hinata.
La dependiente dudó, pero terminó asintiendo.
— Cualquier cosa puedes cambiarlo, cariño— dijo mientras se movía a la repisa.
Las amigas siguieron a la mujer morena, pero Hinata no podía dejar de pensar cómo se vería en eso y si de verdad se animaría a ponérselo.
Era viernes y, la costumbre de Naruto y Hinata, era que una vez que ella llegaba del trabajo comían comida comprada y veían alguna película o serie en Netflix. Generalmente ambos estaban en pijamas, prácticamente era un pijamada entre ellos.
Se volvió a morder el labio mientras ahora Ino revisaba las cosas para comprarse algo ella.
No podía negar que tenía algo de miedo y no por Naruto, sino por los sentimientos. Él había sido paciente con ella, había esperado y aguantado todos los miedo y tropezones que había pasado. Entonces, se comenzó a preguntar por qué no podía ser feliz con él. Después de todo, estaba muy contenta con su nueva vida, las nuevas amistades y, hasta la nueva relación que tenía con su familia. Naruto le había dado mucho más de lo que ella nunca podría, y no por eso quería intentar el amor con él de nuevo.
No, sus sentimientos eran más profundos que eso, más profundos que agradecimiento, más profundos que una atracción física.
Era uno nuevo. Uno que nacía de muy dentro de su ser.
Pensar en él, ya le hacía sonreír. Naruto le daba tanta comprensión y paciencia. Ella había necesitado eso, pero estaba en una etapa que quería un Naruto más lanzado. Uno como el que ella había conocido la primera noche. Que la miraba intensamente, tan caliente que ella había hecho cosas vergonzosas pensando en él, en su contacto y en su voz profunda.
La otra noche se había despertado llena de sudor y excitada por un sueño con él. Flashes de imagines calientes, de Naruto y ella juntos, besos y manos, caricias y gemidos.
Hinata necesitaba desesperadamente tener otro contacto con él, tal vez no llegaría al sexo, pero no le importaba. Tampoco se quejaría si llegaba a pasar, estaba segura que no podría detenerlo si él lo intentaba.
Continuará...
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