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Fantasmas

Capitulo 14

Fantasmas

POV Hinata

Si bien nuestra familia era grande, nosotros éramos muy unidas con un sólo primo, Neji. El siempre había sido sobreprotector con nosotras y prácticamente éramos como hermanos. Él era el único hombre con el que hablaba y no tartamudeaba.

Neji siempre había sido frontal y demasiado sincero, algunos los consideraban algo altanero. Él era un genio, con un alto potencial para el estudio. Había terminado llendo a una escuela especial de súper dotados, porque se aburría en una escuela común. Pero siempre había sido amable con Hanabi y conmigo.

Cuando se enteró de Toneri insistió en conocerlo y hablar con él en privado. Nunca supe de lo que se habló en esa conversación, Neji había dicho que solamente le había había aclarado unos puntos y Toneri siempre evitaba contarme lo que había pasado. Finalmente había dejado de insistir. Pero siempre me quedó esa duda.

La última vez que había visto a mí primo, nos habíamos peleado. Lo recuerdo muy bien. Fue unas de las últimas cenas que habíamos tenido en familia, después de la muerte de mamá.

Toneri había dicho una broma, una sobre mí peso cuando Hanabi había preguntado qué había cenado la noche anterior porque estaba algo descompuesta. No había notado, encerrada en mí dolor, cómo las caras de mí hermana y mí primo habían cambiado.

Cuando me fui a la cocina a buscar algo para mí malestar, Neji fue tras mío.

— Hinata, ¿qué significó eso?

Yo lo miré sin comprender y su rostro, siempre tan apacible, se había transformado en feroz.

¿Dejarás que hable así de ti?

—¿De que hablas primo?

— Tu esposo—, su boca en una mueca como si hubiera comido algo asqueroso—. No permitas que digas esas cosas de ti.

— No sé de qué hablas—, me voltee, ocultando la expresión de dolor.

Sabía perfectamente de lo que hablaba, simplemente no quería que él viera que me afectaba. Intentaba hacerme la fuerte, que nuestra relación era perfecta.

Mí primo no era fácil de convencer.

—¿Me lo dices en serio?...— Un silencio pesado se instaló entre nosotros y él dijo algo que de verdad me dolió, más de lo que me había dicho mí marido—. Si la tía estuviera viva, estaría tan decepcionada de ver a lo que haz llegado.

Me voltee furiosa. La muerte de mí madre era un tema demasiado reciente para que él lo abordará para mí.

— N-no sabes nada de mí, Neji. Te crees tanto, ¿eres pe-perfecto?

Por toda respuesta, el alzó su barbilla, mirándome desde su alta estatura. Me sentí pequeña y enojada, dije algo que aún hoy me arrepiento.

— Te cr-crees un sabelotodo, y no sabes n-nada. Te encierras en los libros y n-no dejas a n-nadie entrar a tu vida. Mí tío estaría tan decepcionado d-de ti, sólo con tus libros. ¿S-sabes lo que es el amor? N-no s-sabes lo que tener u-una madre, n-no ha-ables de la mía.

Después de escupir todo eso me dí cuenta lo que había dicho cuando observé la mirada dolida de mí primo. Él rápidamente la cambio a una fría y simplemente me miró antes de darse media vuelta.

— Neji...

El se detuvo, pero no se volteó.

— Disculpa si me he metido en tu vida, Hinata. A veces olvidó que ya eres mayor.

Mí primo se marchó sin esperar ni dejarme disculpar por mis palabras hirientes. Neji nunca había conocido a su madre, ella había muerto cuando él nació y su padre había muerto cuando él tenía 17.

El nudo en el pecho siempre lo tengo cuando pienso en él.

Si lo hubiera escuchado, si hubiera visto lo que no quería ver.

Mí familia siempre estuvo de mí lado, queriendo destapar mis ojos. Pero no hay peor ciego, que el que no quiere ver....

Fin POV Hinata

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Hinata no estaba muy segura de hacer ésto.

Miró fijamente el celular en su mano y aunque tenía la desición tomada, le costaba hacerlo.

Cansada de su miedo, dio un suspiro y apretó la pantalla, puso el celular en su oreja y escucho el sonido de marcación.

¿Hola?

Hinata sintió su corazón tronar en su pecho, y aunque había pensado detenidamente sobre qué le diría, le costó contestar.

— Buenos días, primo Neji.— Del otro lado de la línea recibió solo silencio. — Habla Hinata.

— Sé que eres Hinata... prima. Buenos días para ti también.

Ella jugó con el borde de su remera mientras se mordía el labio. Hacia mucho tiempo que no hablaba con su primo y no podía olvidar que la última vez había sido una pelea.

—¿Puedo ayudarte en algo?

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Ya habían pasado una semana de que había hablado con Hinata y Naruto caminaba hacia la casa de Tenten. Debía hablar con ella antes de tiempo porque la propietaria del departamento quería su respuesta para el fin de semana. Estaba a jueves y quería darle a Hinata un día más para pensar sobre ese arreglo.

Si bien Sasuke no lo había echado y sabía que Tenten no tenía prisa para que se fuera Hinata, le costaría encontrar otro departamento a ese precio y con dos habitaciones. Además que estaba cerca de su trabajo y más cerca de la cafetería donde trabajaba Hinata.

Se detuvo en seco cuando vio en la puerta del departamento de Tenten a Hinata. Pero lo que lo sorprendió fue verla abrazada con un hombre.

No conocía muy bien a Hinata, pero estaba segura que ella no se abrazaría con un desconocido en la calle y que era imposible que haya tenido un amante mientras estaba con su marido. Ella era demasiado sincera, era inocente y tierna.

Naruto negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia la pareja que seguía abrazos. Algo en su pecho se removió al ver la familiaridad, pero lo empujó a bajo. Los fantasmas de los celos y la traición hacia mucho que no lo amenazaban.

Carraspeo para llamar la atención cuando estuvo a pocos pasos. Hinata abrió sus ojos rojos y vidriosos. Naruto se puso tenso en seguida, listo para golpear si este muchacho había lastimado de alguna forma a su amiga. La pareja se separó y el rubio no pudo más que asombrarse cuando el muchacho se dió media vuelta para ver quién los había interrumpido.

Ojos perlas, iguales a los de Hinata lo miraron, estudiándolo.

—N-Naruto—, Hinata sonrió a pesar de las lágrimas y tomó al hombre de su lado del brazo.—¿Cómo estás?

Naruto intentó sonreír mientras miraba entre ambos, el parecido con los ojos y la piel blanca, inconfundibles.

— Te presento a mí primo, Neji.— Hinata miró a su primo y sonrió casi radiante—, Neji, él es Naruto.

Neji asintió sin apartar la mirada del rubio y extendió su mano libre. Naruto se golpeó mentalmente para poder reaccionar y sonrió estrechando su mano. Cuando se soltaron los tres quedaron en silencio y cuando logró dejar de mirar los ojos de Neji, su mirada se desvío a Hinata. Está lo miraba curiosa, dándose cuenta que no la había saludado y sintiéndose algo torpe, se acercó y la beso en la mejilla.

—¿Cómo estás, Hinata?— Se rascó la nuca y unas ansias terribles de huir subió por su estómago— Humm.. ¿Está Tenten arriba?— balbuceó y apenas Hinata asintió, corrió al interior del edificio mientras le decía al primo:— Un gusto conocerte Neji.

Hinata parpadeó mirando la ancha espalda de Naruto desaparecer dentro del edificio y frunció el ceño. Naruto nunca había actuado así, generalmente era confiado y alegre. Miro a su primo y sonrió, olvidándose momentáneamente del rubio y contenta de haberse arreglado con Neji.

— Bueno Hina, ya debo irme. Pero me alegra verte de nuevo y saber que te haz librado de tu marido— Una sombra de sonrisa apareció en el rostro de su primo.— Empezaré con el papeleo y voy a mandar el documento a Otsutsuki cuando lo tenga listo para que lo firme. Si las cosas se ponen difíciles o si te manda msj no los borres. Necesito evidencia si él quiere hacerlo de la forma mas larga.

Hinata asintió y no pudo evitar abrazar nuevamente a su primo.

— Gracias Neji, por todo.

Neji acarició la espalda de Hinata y sonrió. Esta vez se aseguraría de que Toneri Otsutsuki entendiera el mensaje que le había dado cuando empezó la relación con su prima.

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Naruto respiró profundamente cuando cerró la puerta del departamento de Tenten. Todavía no entendía qué había pasado con él para reaccionar de esa forma. Primero sintiéndose traicionado y cuando se dió cuenta que Hinata sólo estaba abrazando a su primo, se sintió estúpido. La vergüenza lo hizo correr, se dió cuenta mientras caminaba al interior del departamento pasándose una mano por la cabeza.

—¡Hey Naruto!— Tenten lo llamó desde la cocina. Él comenzó a caminar hacia ella—. Hinata estaba abajo, ¿la viste?— Él asintió después de saludarla con un beso en la mejilla.

Se sentó al lado de Tenten con un suspiro involuntario. Hacia mucho tiempo que no sentía esas cosas y lo dejó asombrado ver cómo había reaccionado tan fuerte. Los recuerdos lo golpearon como un tsunami, encerrándolo en los recuerdos dolorosos.

Agitó la cabeza para despejarse y fue consiente de que Tenten le hablaba mientras había empezado a moverse por la cocina.

—...¿Me preguntó si Hina me lo dirá? Su primo está para comerlo a bocados, los hombres de pelo largo no me parecían atractivos, pero ¡Diablos! Ese chico está que raja la tierra...

Naruto sacó su celular al darse cuenta que Tenten hablaba más que nada para ella misma. Fue directo a la aplicación de Facebook y abrió en las solicitudes de amistad. Desde hacía unos meses tenía una que no había aceptado ni rechazado y, sólo para atormentarse. Miró fijamente la foto de la chica. Cabello rubio como el oro, ojos violetas y brillosos, la piel limpia y clara. Se preguntaba cuándo dejaría de ser tan linda y negó con la cabeza. Él sabía que debajo de esa cara bonita había una mentirosa traicionera. Pero no podía rechazar la solicitud, no podía entrar en su muro. Simplemente veía su foto de perfil para recordarse que las mujeres no siempre son como aparentan.

Su miedo latente le hizo preguntarse si Hinata sería así. No podía negar que había empezado a sentir cosas por ella, cosas mucho más fuertes de lo que había sentido por Shion. Pero si dejaba entrar a Hinata y ella le mentía como lo había hecho su ex, no creía poder sobrevivir al dolor. Hinata le estaba golpeando duro y rápido, se había metido bajo su piel. El trabajo y el departamento, sólo una escusa para poder conocerla mejor.

Creía que esa herida había sanado, cicatrizado, pero aún palpitaba. Era como cuando te lastimas un hueso, sana y puedes andar normalmente, pero cuando el clima se pone húmedo o va a llover, te ataca el dolor. Y Naruto sentía que una tormenta se acercaba.

Tal vez deba alejarme ahora, huir antes de sufrir, pensó desanimado.

Frunció el ceño al darse cuenta de lo que estaba pensando. Negó con la cabeza y salió de Facebook. Él no era cobarde y no iba a desaprovechar una oportunidad de ser feliz con otra mujer.

No encasilles, Naruto. Se dijo.

Sabía que Shion había sido un golpe duro, pero él quería volver a confiar en una mujer. Hinata también estaba lastimada y su idea era enseñarle que podía ser feliz, primero con ella misma y después podía buscar un hombre. Si soy yo, mejor, sonrió ante su pensamiento, sintiéndose más alegre.

No debía adelantar las cosas e ir tranquilo.

Simplemente caminar, a ver a dónde le llevaba la vida.

Y si mí camino me junta con Hinata... Aprovecharía en demostrar que un hombre puede ayudar a hacerla feliz.

Continuará...

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