Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Falsos y Villanos

Capitulo 10

Falsos y Villanos

POV Naruto

Mi primera novia fue un desastre. Estaba enamorado, tanto como puede estarlo un chico de 17 años.

Ella era la chica que siempre había querido, fuerte, inteligente, bonita y segura. Nos conocimos en una competencia entre escuelas. Ella competía contra mi mejor amiga, Sakura. Pero no pude evitar deslumbrarme al verla. Su cabello largo, lacio y rubio. Sus ojos violetas inteligentes. Su piel blanca y sonrosada por el ejercicio de correr.

Mi primera intención era alentar a Sakura, pero termine festejando cuando ella ganó. Me había flechado con la primera sonrisa competitiva que le había visto. Creí que la amaría por siempre y para siempre...

Aprendí a los golpes, que no siempre eres el mejor, por más que lo intentes...

Pero también aprendí que los golpes te enseñan mejor que nada, y puedes levantarte determinado a ser una mejor versión tuya cada día.

No por los demás, sino para ti mismo.

Fin POV Naruto.

.

Naruto estaba más que ansioso. Su pie golpeaba nerviosamente el piso del auto de su amigo de infancia.

—¿Podrías apurate Teme?— preguntó con un deje de impaciencia.

—No servirás a nadie si te mueres en un accidente de auto, Dobe.— Dijo calmadamente el azabache mientras giraba lentamente en una esquina.

Naruto resopló y miró nuevamente la pantalla del celular.

Se había sorprendido al recibir la llamada de Hinata, luego se había asustado, enojado y enfurecido. Si Sasuke no lo hubiera detenido, él habría corrido hasta llegar a la ojiperla. Hubiera bajado la puerta a golpes y después de darle una buena lección al tonto de su marido, la llevaría lejos de él para siempre.

Con un suspiro, volvió a revolverse el cabello y el pie volvió a golpear el piso. Le había pedido a Hinata que le mandara un mensaje o lo llamará si volvía a intentar entrar al baño. Aún no le había dicho nada y sólo por eso estaba tranquilo... mas o menos.

—¿Cuál es el plan?

Naruto parpadeó y miró Sasuke.

—¿Qué plan?

El azabache suspiró mientras se detenía en una luz roja.

—No puedes llegar simplemente y tirar la puerta abajo y llevarte a... — hizo una mueca—. La chica.

Las cejas de Naruto se fruncieron en concentración. No se le podía ocurrir nada como un plan. Ambos sabían que Sasuke era el estratega y Naruto el de acción. Siempre había sido así.

El auto volvió a andar y Sasuke suspiró con hastío. Sólo a él se le ocurría dejar que Naruto viviera en su apartamento hasta que consiguiera el suyo... Aunque prácticamente le había obligado su novia. Y sólo a Naruto le pasaba hacerse amigo de una chica que necesitaba ayuda. Aunque eso no tenía nada que ver con el complejo de héroe que tenía el rubio.

Ya estaban cerca de la casa de la chica y Sasuke suspiró, ya que su cabeza ya se estaba formando un plan.

Ninguno de los amigos podía evitar ser como eran.

.

.

.

Hinata seguía en el baño después de más de media hora.

Estaba sentada en el extremo opuesto de la puerta del baño. La casa estaba silenciosa, pero podía escuchar la televisión abajo. No se había animado a abrir la puerta, además que Naruto le había dicho que lo esperará y ella lo haría.

Pegó un pequeño salto cuando su celular vibró en su mano.

—¿Ho-ola?

—Nena ¿Estás bien? ¿Todo tranquilo?

Respiró relajada cuando escuchó la voz de Naruto del otro lado. Se lo escuchaba preocupado.

— Si, creo que está mirando televisión.— susurró levantándose lentamente, con las piernas algo dormidas.

— Bien, escucha bien. Ahora sonará la puerta, y quiero que salgas y vallas a tu habitación. Agarras sólo lo esencial, lo que no puedas comprar inmediatamente y bajas. ¿Ok?

Hinata dudó, no sabía que le esperaba del otro lado de la puerta y el miedo se asomó al darse cuenta que después de esto, nada sería igual.

—¿Hinata?

Ella tragó saliva y caminó lentamente a la puerta, sólo eran cinco pasos, pero para ella era un largo camino. Esos pasos significaban que dejaría atrás la vida que había conocido hasta ahora.

— ¿Hey? ¿Nena? ¿Estas ahí?— susurró la voz ronca de Naruto del otro lado del aparato.

—S-si—, murmuró una vez que llegó a la puerta. Miraba fijamente el picaporte y no fue consciente cuando había empezado a respirar con fuerza.

— No te preocupes, Hinata. Todo estará bien.

Hinata tomó una profunda respiración y asintió aunque él no la veía.

—¿Estás lista?

— Si.

.

Hinata escuchó el timbre y los pasos suaves de Toneri en la casa. Estaba tan concentrada que lo escuchó caminar desde el sofá, escuchó cuando camino a la cocina y como se movía en la casa antes de dirigirse a la puerta de entrada.

Naruto le había dicho que esperará que él abriera la puerta para moverse. Y así lo hizo.

.

.

Naruto se sonaba las articulaciones de los dedos, era un tic nervioso que había tomado en su adolescencia, cuando la adrenalina subía y sabía que vendría una pelea. Miraba fijamente la puerta, aunque Sasuke estaba entre él y la casa. Movió sus brazos, agitandolos, sacándose contracturas, movió las piernas y la cabeza de un lado a otro hasta que sonó su cuello. Cualquiera que lo mirará pensaría que era un boxeador, preparándose para una pelea.

Sasuke le había advertido que no pelearían, pero Naruto sentía cada vez más fuerte el fuego de la lucha creciendo en él.

—¿Podrías quedarte quieto? Maldición—, murmuró su amigo mirándolo de soslayo.

Naruto lo miró seriamente y antes de contestar la puerta se abrió. Ambos amigos miraron al frente para encontrarse a un hombre, de contextura delgada y alta. Naruto miró de arriba a abajo al marido de Hinata. Era apuesto, pero el rubio pudo notar la frialdad y el vacío en la mirada del hombre.

—¿En qué puedo ayudarles?— Preguntó Toneri al ver a dos desconocidos en la puerta de su casa.

Naruto abrió la boca para provocar al de pelo plata, pero Sasuke no dejaría que se metiera en sus planes.

— Buenas tardes, señor Otsutsuki. No queremos molestarlo...

Sasuke se interrumpió cuando se escuchó un leve ruido de dentro de la casa. Naruto miró adentro de la casa, lo que le dejaba ver el cuerpo de Toneri. El marido de Hinata también escuchó el ruido y su ceño se frunció mirando sólo un momento para atrás de él.

Naruto volvió a escuchar esta vez un fuerte golpe, como si cayera un cajón al suelo de madera. Dió un paso, poniéndose a la misma altura de Sasuke.

Toneri volteó hacia ellos con una sonrisa falsa y tensa.

— Disculpen, necesito ir a ver...

Intentó cerrar la puerta, pero el rubio dió un paso más cerca de la puerta y la detuvo con la mano. Toneri lo miró con una ceja alzada y Naruto frunció su ceño a él.

— Venimos a buscarla.

El peli plata lo miró sin comprender por un momento, hasta que se percató de lo que hablaba.

—¿Qué haz dicho?— le pregunto abriendo la puerta de nuevo.

Naruto apenas fue consciente de la negación de cabeza de su amigo cuando se paró en toda su estatura, inflando su pecho y separando las piernas. Estaba listo para los golpes en ese mismo momento, sólo esperaba un mal movimiento de Toneri.

— Lo que escuchaste. Vinimos a buscar a Hinata.

.

.

.

Hinata corría de un lado para otro, buscando otra muda de ropa y colocándolo en la cama. Cuando tuvo tres, corrió al otro lado de la habitación agarrando su bolso grande. Metió todo como pudo, las ropas terminarían arrugadas, pero lo más importante era que tenía que salir de allí lo más rápido posible.

Se colgó el bolso al hombro y miró en la habitación, pensando en otra cosa que se estaba olvidando y después de agarrar sus documentos y el cargador, respiró hondo para poder enfrentar a Toneri cuando bajará.

Estaba cerca de la puerta cuando escuchó un gran estruendo abajo. Con el corazón golpeando fuertemente en su pecho la abrió rápidamente y corrió a las escaleras. Lo que miró abajo la dejó con la boca abierta y congelada.

Toneri y Naruto estaban enfrascados en una pelea. Les hizo acordar cuando dos perros se peleaban. Sus movimientos eran rápidos y fuertes.

Hinata se llevó la mano a la boca cuando vio que Toneri pudo darle un puñetazo en los riñones al rubio. Y el aliento se le fue cuando Naruto golpeó a su marido en la mejilla.

Cuando Naruto empujó a Toneri en contra de la pared pudo moverse. Sus piernas como gelatina bajaron como pudo las escaleras. Se sostenía por el pasamanos con fuerza, intentando llegar antes de que se mataran entre ellos. Cuando estaba cerca del pie de la escalera pudo escuchar que mientras peleaban discutían.

— Muéstrame lo macho que eres, gilipolla.

—Vete al diablo.

—Maldito cabrón. Te haces el fuerte con mujeres.

— Chúpame la polla, nunca la toque.

— Cierra el maldito hocico, hijo de perra.

Hinata no fue consciente cuando empezó a llorar. Ella no era participe de la violencia, nunca había presenciado una en realidad. Tenía miedo, pero no por ella, tenía miedo que alguno de los dos se lastimara. Toneri era su esposo y aunque quería separase, no le deseaba el mal. Y Naruto se había convertido en alguien importante para ella.

—Basta...— susurró, pero ninguno de los dos la escuchó.

Naruto logró darle un puñetazo en el estómago a Toneri, doblandolo del dolor. Así aprovecho para tomarlo de la camisa y encastrarlo contra la pared.

— Mírame, maldito bastardo.— Dijo el rubio buscando la mirada celeste hielo del peli plata.

Hinata se llevó una mano temblorosa al pecho cuando Toneri levantó la vista. De su ceja derecha bajaba un pequeño hijo de sangre, su mejilla estaba magullada y en la esquina de su labio inferior tenía sangre. Ella retrocedió un paso inconscientemente cuando dislumbró su mirada tan llena de odio y rencor.

Su marido era conocido por su mirada de hielo, sus ojos celestes claros, casi plata, dejaban a todos temblando cuando estaba enojado.

—No te acerques a ella. ¿Me escuchaste?— Con su agarre en la camisa, Naruto lo golpeó contra la pared de nuevo.

—Naruto...— apenas pudo escucharse ella misma.

—Hinata, ven aquí.

Los tres miraron hacia la puerta y Hinata se asombró al ver a Sasuke, el amigo de Naruto allí. Ella volvió su mirada a los dos hombres que se peleaban por su culpa y ambos la miraban.

A Naruto sólo pudo verlo de perfil, su ojo derecho celeste cielo ablandandose cuando la miró, una pequeña sonrisa de costado y señalándole con la cabeza que fuera.

Hinata miró a Toneri y no supo que hacer. Él la miraba casi suplicándole que se quedará.

Tragó saliva con dificultad y saltó cuando sintió una mano en su brazo. Miró asustada a Sasuke. Él sólo le sonrió de forma comprensiva y tomó el bolso de su hombro, tomándola del brazo y casi obligándola a caminar hacia la puerta.

—¡Hinata!

Ella se detuvo al escuchar el llamado del hombre que una vez había amado más que ella misma. Cerró los ojos con fuerza y respiró hondo, para seguir caminando, lejos de una persona que ella sabía que nunca había sentido nada por ella.

.

.

Naruto sonrió de lado al ver salir por la puerta a Hinata son volver a mirar atrás.

—¡¡Hinata!!

El rubio hizo una mueca por el gritó de la ex pareja de la ojiperla y con su mano libre le volvió a darle un puñetazo en el estómago, sacándole todo el aire de sus pulmones.

Toneri ahogó un grito e intentó introducir oxígeno por su boca, aunque el aire casi no le entraba.

Naruto puso sus labios a la altura del oído del otro hombre y le murmuró mientras esté tosía.

— Llego a enterarme que la molestas de nuevo, o que sólo le levantas la voz. Te partiré la maldita cara, cabrón.

Naruto lo soltó haciendo un gesto de asco cuando esté cayó al suelo arrodillado, sin poder recuperar el aire aún. El rubio comenzó a caminar a la puerta de la salida cuando escuchó que Sasuke encendía el auto.

—Esto... — se detuvo y miró sobre su hombro al ex marido de su amiga. Éste estaba con sus manos apoyadas en el suelo, respirando hondamente y tosiendo a la vez.— Esto no... no se quedará ... así...

Naruto sonrió de medio lado y caminó los pocos pasos que faltaban para la puerta. Cuando se dio media vuelta para cerrarla, miró nuevamente a Toneri. Este lo observaba como si pudiera matarlo con sus propias manos.

— Tenlo por seguro. Esto no terminó aquí.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro