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Eres el Pasado

Capitulo 22

Eres el Pasado

Hinata se tensó cuando escucho la voz en su espalda y se volteó lentamente a confirmar sus sospechas. Aunque no necesitaba verlo para saber que Toneri estaba allí.

Ella apretó la llave en su mano, se colgó el bolso de la luz en el hombro, y aunque tuvo deseos de encerrarse en la casa y no dejarlo hablar ni nada, ella lo miró directo a los ojos. Levantó la barbilla, sintiéndose segura en su barrio, después de todo estaba la señora Chiyo que siempre estaba viendo lo que hacían los vecinos. Si Toneri intentaba algo raro, ella llamaría a la policía en seguida.

Toneri estaba apoyado con su traje caro en su auto, sus largas piernas cruzadas a la altura de sus tobillos. Tenía los brazos cruzados y un papel que se movía con el ligero viento que había esa mañana. Hinata sabía lo que tenía.

Él divorcio.

Al fin se había terminado hacía sólo unas pocas horas, en la tarde de ayer. Neji la había llamado e ido a la casa para hablar de los últimos arreglos. Hinata sólo había recuperado lo que había llevado antes de casarse y no le pidió nada más. Aún así, Toneri le dió un dinero, una suma insignificante para él, por lo que "aporto" al matrimonio. Hinata pensaba donarlo a la veterinaria local que se manejaba con ayuda del barrio. No quería nada de él.

Había creído que sentiría dolor si lo veía de nuevo, o tal vez odio, por como la había lastimado emocionalmente. Pero sólo sintió un frío gélido en su corazón, como si lo que provocaba los sentimientos por ese hombre, se hubiera muerto y enterrado en algún otro lugar.

Hinata comenzó a caminar a él, su mirada sólo vaciló un segundo cuando volvió a ver sus fríos ojos celestes. Ella recordó vagamente que no siempre había sido así... ¿o había sido algo de su cabeza?

Cuando estuvo a unos pasos se detuvo, aún mirando a su rostro. Notando como de delgado estaba, y pálido... ¿siempre había sido así?¿o se había acostumbrado tanto al bronceado y grande Naruto que ahora Toneri quedaba empañado al lado de él?

Puede que fuera un poco de ambas...

—Hola Toneri— saludo al ver qué él se mantenía mirándola de arriba a abajo.

—Hola Hinata— dijo a su vez.

Ella acomodó mejor el bolso en su hombro, debía estar moviéndose al metro, dónde Naruto la esperaría con un auto para ir a sacar fotos a un parque no muy lejos del centro. Pero no sé movió, una parte de ella, tal vez la masoquista o la que aún aguardaba esperanza de que no haya sido todo malo su matrimonio, le hizo quedarse.

—Así que ¿aquí vives?— preguntó Toneri mirando la casa y luego las aledañas.

Hinata también las miró, sólo amando la casa donde ahora vivía. Podía no ser suya, pero tenía muchos lindo y buenos recuerdos allí. Y también estaba Naruto...

—Si —, contestó mirándolo de nuevo.

Toneri había vuelto a mirarla mientras ella había estado pérdida en sus pensamientos de la casa.

—Ya veo...— susurró él.

Hinata dudo, sin saber que era lo que quería Toneri en ese momento. Pero no llegó a hacer la pregunta cuando él desvío la mirada al bolso que llevaba. Su ceño se frunció.

—¿Te vas?

Hinata asintió.

—Al trabajo. De hecho, estoy llegando tarde— la pequeña indirecta llegando a Toneri cuando alzó las cejas.

Él asintió y se puso derecho, separando su cuerpo del auto y extendiendo el papel en su mano. Hinata miró entre él y el papel y lo tomó,unos segundos después. Ella sólo confirmo que era los papeles de divorcio.

—Oh..— murmuró y luego extendió el papel de nuevo a su ex—. Ya tengo el mío— dijo algo extrañada porque él se acercará hacía ella por eso sólo.

Toneri apretó la mandíbula.

—Lo sé, pero te dejo está porque es lo que querías ¿o no?

Hinata parpadeó y volvió a mirar al papel. Un suspiro salió de ella cuando sus ojos fueron a los glaciares de Toneri.

—Yo quería amor, Toneri— dijo sin miedo—. Era lo único que necesitaba de ti. Tu aceptación,tu comprensión... En definitiva. Amor—, dijo haciendo un bollo al papel.

Toneri frunció el ceño.

—Yo..

Ella lo detuvo cuando agitó la cabeza en negación.

—Ya no es importante ¿no?— murmuró con sarcasmo—. Te pedí algo que no podías darme, ¿y por qué hacernos infelices a ambos? — Decidió ser completamente sincera con él. Ya no tenía el miedo a enfadarlo o provocar que dijera algo hiriente. Después de todo, no puedes lastimar algo que ya no existe—. Él divorcio era lo que teníamos que darnos el uno al otro. Yo no tenía suficiente amor para ambos y sabes, que una forma retorcida te amaba. Pero me había olvidado de mí misma, sólo concentrándome en ti. Ahora volví a pensar en Hinata.

Se sintió algo tonto nombrarse en tercera persona, pero no le importó. Está era ella, la nueva Hinata. Toneri la observó un poco más.

—Yo te amaba— confesó.

—Tal vez, así fue—, le concedió—. Al principio. No sé que te hizo cambiar, ya no es importante sin embargo.

Ella se encogió de hombros, una pequeña sonrisa cínica. Toneri asintió, cuando se movió para subir al auto se detuvo unos segundos para mírala de nuevo.

—Hinata — la llamó— ¿Y si...?

Hinata negó con la cabeza, sin siquiera dejar que terminará su pregunta.

—No volveremos Toneri. No somos los mismos chiquillos que se enamoraron bailando. Somos adultos. Creo que ambos hemos cambiado demasiado. Tu ya no eres el muchacho cariñoso que me cantaba canciones al oído y yo ya no soy la niña enamorada que bailaba a tu alrededor. Démosle a esto el final que necesita. ¿No crees?

Toneri parpadeó, Hinata sabía que estaba asombrado. Ella jamás le había hablado de esa forma, pero después de tres meses de vivir junto a Naruto, Hinata no se guardaba nada. Tal vez no era tan frontal como Naruto, pero había aprendido a decir las cosas que creían necesarias. Y que Toneri entendiera que era su pasado, era lo primordial para ella.

— Ojalá las cosas no hubieran sido así—, siguió ella—. Tal vez, si yo no hubiera sido tan sumisa o tu tan lejano, tal vez, hubiera sido distinto. Pero las cosas pasan por algo. Llámalo destino, suerte o escrito por Dios. Nuestra historia es agua pasada. Comencé a dejarte atrás el día que me fui de casa.

La mirada de Toneri se endureció, pero él no se movió. Él volvió a darle una mirada de pies a cabeza y asintió.

— Tienes razón.

Hinata sonrió, aunque no llegó a sus ojos.

—Que el karma sea bueno contigo, Toneri—, le dijo mientras él subía al auto.

Toneri se detuvo y antes de cerrar la puerta le dedicó una mirada más.

—Que también lo sea contigo, Hinata.

Hinata lo observó irse y sonrió.

—Ya lo es— susurró al viento que movía su cabello.

Continuará...

Puff, no puedo parar de escribir!!

Jaja, aprovechen!!!😉😅

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