Capítulo 8.
Había decidido dormirse para evitar escuchar las conversaciones que no le correspondían, además del sueño que aún tenía por el horrible Domingo que había tenido por culpa de su tía, y su mente estaba tan distraída por culpa de aquel apretón de manos que tuvo como si fuera un secreto por parte del azabache, su alma había latido mil por hora y sintió sus mejillas arder de tal manera que asustado se había escondido entre sus propios brazos, y así disponerse a alejarse del mundo, Error le estaba protegiendo de alguna forma, y su ser respondía con confusión y una presión en su pecho. ¿Es que iba a entrar en pánico otra vez?
Todo fue un pequeño malentendido de su parte, cosa que le ayudó a conciliar el sueño para despertar cuando la clase estuvo apunto de iniciar. Siempre Geno le despertaba cuando se quedaba suspendido en sus monocromáticas aventuras, y agradecía el gesto aunque su atención nunca se iba a lo que decía el maestro correspondiente, nunca se sintió preparado para decirle a su amigo que se había saltado un curso y por ende poco conocía de las materias asignadas, el momento no lo hallaba y el valor no lo encontraba, sumergiéndose en la impotencia y miedo de no poder decir su desdicha, no lo sentía necesario si iba a ser ayudado, de todos modos no le quedaba mucho tiempo de vida, seguía firme a su decisión.
Lo que había notado después de un tiempo de vagar en la nada misma, se le había antojado repentino, un pequeño papel que sobresalía en su brazo al tenerlo aún doblado, lo abrió con cierta curiosidad y sus cuencas se abrieron como platos por la propuesta que reconocía por parte de Error. ¿Una salida con sus amigos? No podía creer que la petición sea para él, ¿Era posible? No se veía capaz de estar a tal grado de amistad para invitarlo a pasarla con sus amistades, y sentía terror por lo que podrían hacer, si era sincero, sus amigos se veían como bravucones, y seguramente entraría en pánico apenas diera un paso junto a ellos.
Pero había algo que se lo hacía más difícil, estaría él, el responsable de que su sueño aquella noche fuera sin pesadillas, una respiración tranquila y protegida, estaba agradecido, y no sabía como pagarselo, haría un esfuerzo de ir solamente porque estaba el azabache junto a ellos, si no, la oferta estaría rechazada rotundamente. No se veía capaz de verlo a la cara de todos modos para decirle, "acepto ir con ustedes", aún escondía como podía el secreto de su habla, y solo gracias a Geno podía mantenerse callado y ajeno a preguntas con su habilidad de eludir el cuestionario de principalmente Blue. ¿Error seguía capaz de hacer lo mismo para ocultar su depresión con éxito? Dependía de ello para seguir existiendo sin bajones, porque siempre hablar se le era una misión casi imposible, el miedo de fallar, de que sus palabras estaban mal, solo conseguía devolver conversaciones con personas de confianza, como lo era Geno.
Ink quedó suspendido en sus pensamientos hasta el fin de semana. ¿Cómo es que los días habían pasado tan rápido?
Estaba aún planeando qué decir el viernes sentado en su habitual puesto, moviendo sus piernas al compás de una inexistente canción, era un hábito que cuando niño tenía, por su complejo de ser un poco más pequeño a como debiera ser en su edad, golpeando el aire con una sonrisilla y siempre alegre, eso era el pasado, pero no tenía ni idea porqué había reanudado el afán de balancear sus extremidades, se sentía... raro. Sin embargo la voz de alguien le había asustado de tal forma que el papel de la propuesta la había arrugado en un intento de esconder la evidencia.
-- Hey. --Saludó Error, era normal que su primera palabra hacia su persona fueran esas tres letras, Ink vio como andaba vestido, y aunque seguía la combinación de negro y con los colores primario lucía más pandillero con tal chaqueta de cuero, abierta y mostrando una camisa a cuadro, el menor siempre lucía con las mismas prendas sin vida.-- ¿Al final vienes con los idiotas?
Ink antes de responder miró a los lados, ¿Desde cuando todos ya se habían ido? Mantuvo silencio unos segundos, apretando los labios, las palabras no salían.
-- No tienes porqué hablar. --Interrumpió retrocediendo un paso brindando el espacio disponible para que el otro pudiera levantarse y agarrar su bolso.-- Me basta con un gesto de cabeza.
Por ello, Ink asintió con lentitud, casi imperceptible, guardó el papel en su bolsillo y tomó su bolso para pararse y acompañar al azabache hasta la salida.
-- Ok. --Suspiró Error como si intentara librarse de una terrible carga, o preparándose para recibirla.-- Nos buscarán en una hora, así que tenemos tiempo para que dejes tus cosas a casa.
-- ¿Geno sabe...?
-- ¿De las salidas? ¿Y por qué debería? --Se quejó, desviando la mirada, eso le hizo sentir culpable a Ink por preguntar algo quizá indebido.-- No es nuestra madre para estar al tanto de nuestras vidas, ni mucho menos contigo. Tú tienes derecho a juntarte e ir con quien se te da la gana, Ink.
Eso era un punto a favor, mientras su tía no se enojara con sus juntas, cosa que dudaba que sucediera, no habría problemas, su tío también le permitía salir, eso era lo que había dicho, que aprovechara su vida y sus nuevos compañeros, que apreciara su nueva oportunidad de olvidar el pasado, aún no sentía lo que suponía que cambiaría su percepción. Aunque hubiera un cambió, solo eran sensaciones que se irían con el tiempo, sabiendo que no sería posible ni con Geno ni Error que su decisión fuera otra.
Ink pidió a Error que si por favor lo podía acompañar a su casa, no quería tener que ver a su tía y era mejor estar con los hermanos en vez de soportar un terrible bajón que pasaba siempre en su soledad. Error no pidió explicaciones, solo se fueron en el auto de su madre.
La madre de los Crayon había bajado esta vez del vehículo, y llamó a Ink a que le acompañara a su cuarto. El menor, sin entender había ido con ella.
-- Pequeño. --Habló con un semblante cariñoso y maternal, como la habitación era más deshabitada la soledad permitía que su voz se oyera más potente a pesar de ser sutil.-- He estado notando que pasas más tiempo acá... que en tu casa. ¿Se debe a algo? no quiero meterme en tu vida, pero como madre me preocupa que estés evitando tu propio hogar...
Ink estaba delante de la puerta que los separaba del pasillo y el cuarto de la señora Crayon, se sintió igual a una entrevista de un policia con ladrón, él era absolutamente inocente de cualquier cosa que habría hecho en su vida... O eso era lo que quería pensar después de aquel incidente... Bajó la mirada apenado, la mujer estaba con sus mejores intensiones de conocer más su vida, una preocupación de un mayor femenino, una mirada de la madre que hacia tiempo había perdido. Su silencio se extendió hasta el pasar de minutos, y ella parecía tener la suficiente paciencia para esperar su respuesta, teniendo las propias con solo sus expresiones.
-- Mi tía... --Susurró debilitado el menor, sus ojos ardían y el puente de su nariz picaba como nunca, estaba obligado a decir la verdad, y sus piernas flaquearon.-- N-No quiero es..estar con e-ella...
-- ¿Tu tía? ¿Qué hay de tus padres, querido? --Su tono era suave, ya sabía de quién había sacado lo cuidadoso que era Geno, sus palabras parecían en vez de golpearlo con fuerza, rozarle como si fueran plumas. la mujer se habia acercado a Ink, arrodillándose para estar a una similar altura, se le encogió el alma cuando el silencio decía más que mil palabras.-- Oh... lo siento tanto... No volveré a preguntar. Quiero que sepas, mi niño, que esta casa es la tuya cuando gustes, a mis hijos les agradas mucho y podría preparar un cuarto solamente para ti, retoño.
-- N-No es necesario. --Negó Ink, al igual como su cabeza se movía denegando, estaba bien así, de todos modos dormía en la cama de Fresh cuando él se escapaba, aquella mujer estaba siendo incrédula con la verdad de sus hijos, e involucrarse más a su familia estaría en contra de sus metas. Pero... Tan solo pero... ¿Qué pasaría si dejaba abierto su ser? Aceptar la ayuda de sus conocidos, dejarse llevar por sus mimos, ¿Cambiaría de parecer? Lo veía incapaz.
La mayor lo abrazó con ternura, incrustando una llave al contenedor de lágrimas en Ink, quien lloró en el amor de una madre, ajena o no, se sentía bien tener un afecto maternal que le cobijara, estaba la posibilidad que ella fuera su consejera, una segunda madre, aunque pocas veces la vea, tan solo en el auto que le llevaba a su segunda vida.
Quien estaba al otro lado de la puerta, escuchando la conversación como podía, había suspirado con cierto rencor para proceder en volver con los demás.
Cuando se separaron, la Sra.Crayon lo guió al baño y se despidió de todos para trabajar, permitiendo a Ink un momento de soledad mientras se observaba en el espejo.
Su parche otra vez había sido arruinado por las lágrimas, y con el abrazo había sido peor para el estado material, tuvo que quitarselo para que dejara de incomodar, dejando ver otra vez la mancha que le molestaba en su autoestima, parecía como si hubiera pintado con tinta permanente de huesos, un plumón, detestaba y sintió grosero el acto de querer usar uno perteneciente a Geno, era de mala educación aunque tuviera su permiso. Optó por alzar bien su bufanda para cubrir parte de su rostro.
Salió del baño y se encontró con Error saliendo de su cuarto, comiendo una barra de chocolate recién abierta, le ofreció en silencio a Ink quien se negó. Error lo miró un momento y emitiendo un suspiro le indicó a que lo siguiera a su habitación. ¿Es que estaba en un tour de sus moradas? De todas formas no le molestó, aunque no supo por qué quería tal privacidad.
-- Oye. Cualquier cosa, me avisas si estás incómodo con ellos. --Dijo sentándose en la cama, revisando su celular.-- Vendrán en unos minutos. ¿Por qué te llamó mi madre?
-- Nada... en especial...
Error entrecerró sus ojos ante tal respuesta, se había dado cuenta del parche, mas, se encogió de hombros.
-- Me vale. Entonces, estamos claro, si necesitas tiempo a solas, te lo daremos, son buenos, un montón de idiotas y groseros pero son buenos, a su modo. --Ya no le dedicaba mirada a Ink.-- No quiero que pases un mal rato.
-- D-Descuida... Yo podré.
-- De todas formas es un cine, si no quieres ver sangre ni destrucción cierra los ojos y tómate una siesta, yo te avisaré cuando termine la película y ya. Nadie te pide que la veas.
-- ¡Yo puedo con eso! --Refunfuñó Ink cruzándose de brazos, Error nunca había oído aquel tono entusiasmado del menor, aunque solo haya durado segundos la viveza. Sonrió, solo para Ink, solo Ink pudo verlo.
-- Bien por ti. Así no lloras como nena y me y te ahorras mucho peso. No pienso protegerte con ellos. Sé fuerte, manchitas.
-- ¿Manchi...tas?
Ink pasó su mano por su mejilla manchada, y bajó la mirada con un ligero rubor, de alguna forma no se había sentido mal por tal insulto, era una broma, no podía sentirse mal, no podía hacer cambiar la forma de ser de Error por él, si quería acompañarlo, tenía que soportar, porque sabía que si quería una segunda vida no podía decaer, los dos debían dar de su parte para unirse más como amigos. Además, no era la primera vez que recibía ese apodo, se aguantó las lágrimas. No había razón para llorar de su pérdida, aunque lo deseara.
Ambos bajaron cuando recibió un mensaje, e Ink no subió la mirada hasta llegar a la puerta, Error iba adelante, sin mucha expresión ni con deseos de pelear, pero ahí iba Geno como siempre. Haciéndole la vida más complicada.
-- ¿A donde vas que te llevas a Ink? --Preguntó dejando de hablar bruscamente con Reaper.
-- Me acompañará con mis amigos. ¿Y a qué más?
-- No puedes hacerl-
-- Ink aceptó. ¿Y es que te crees su madre diciéndole qué hacer y qué no? --Antes que Geno contestara, alzó la mano insistiendo en el control de la situación, gruñendo.-- Antes que me tires de hostias, hermano, ve el lado bueno, tendrás más tiempo con el estúpido que tienes de parejita. Adiós.
Cerró de un portazo la puerta provocando un estruendo que retumbó en los oídos del menor, temiendo lo peor, no quería más peleas, y no quiso existir por ese periodo de tiempo. Adelante de ellos había una fulguneta capaz de soportar ocho personas, dos adelante y los seis atrás, era un espacio abierto por lo que se sentaban tres a cada lado, quien conducía era Horror y a su lado estaba uno de los que no había cruzado miradas aún, pero su presencia intimidaba, era Nightmare.
-- Tremendo portazo que diste allá afuera, gilipollas. --Se rió Dust en un lado junto a Killer, desde la otra pared estaba Cross, comiendo chocolate que pronto fue arrebatado por Error, se miraron con desdén pero el primero había sacado otro y seguido como si nada, revisando su celular. Quien sabe, hablando con alguien.
-- ¿Es que te peleaste con Geno otra vez? --Preguntó ahora Killer, sin gesto de preocupación, Ink se sentó al lado de Error junto a Cross mientras desviaba la mirada al suelo. El azabache gruñó.
-- ¿Te interesa?
-- No, tío, para nada. --Se encogió de hombros Killer.-- Pero pareces un perro rabioso después de cada conflicto y dañas todo el ambiente.
-- Seguramente no lo hará mientras está con el mudo. --Agregó Horror desde su puesto.
-- ¿Ya cerraron la puta puerta? El cine no nos espera, montón de mierdas.
La voz de nightmare había provocado en Ink un escalofrío, y había cerrado sus cuencas con el intento de no sentirse presionado, le daba incomodidad cuando mencionaba el tema del noviazgo que no poseía con Error, y como única forma de contestar era sumergirse en su mundo, bajando la cabeza como niño castigado. El azabache se removió en su puesto, dándole con el hombro la sien de Ink, pero sin fuerza, solo de tal forma que sirviera como un gesto, palabras mudas. "Tranquilo".
-- Oh, jeeeefe, lo sentimos por ser tan habladores en una junta de amigos. --Acudió al rescate de la charla Cross, no parecía muy interesado en el tema de los demás, quien sabe qué estaba haciendo con todos ahí si pasaba más tiempo con Dream y compañía.-- Pero para eso es.
-- ¡OHH! --Aludieron Dust y Killer a la vez.
Después de risas, Error ya estaba más relajado como notó Ink al ver como destensaba los huesos, se notaba en la forma de agarrar el chocolate y sus movimientos toscos, debía intentarlo, por él, si el azabache estaba conteniendo la ira por los problemas que pasaba y además la constante molestia de sus amigos, ¿Por qué no intentarlo? Ya hallaría la forma de llorar sin que nadie viera, tenía que mostrarse "positivo" después de haber llorado donde la madre de su amigo.
-- Así que, el plan es irnos al cine, volvemos a nuestro lugar secreto, y después nos dejan a casa. --Explicó Nightmare.
-- Conste que la bencina no es gratis, malagradecidos. Así que recuerden pagar sus estúpidas cuotas que no soy taxista por ocio.
-- Lo haremos, Horror. Pero pagando a Lust para que vaya contigo.
-- Killer, ten cuidado, que te parte el cráneo. --Dust susurró.
-- ¡Que se me rompe la cabeza tanto drama con el puto y nuestro amigo! ¡Ya decídete Horror! ¿Cuando vais a dar las paces? ¿O por fin decidirás dejarlo ir con cualquiera de los ilusos? Aunque pensandolo bien, es mejor eso, que el prostituto puede tener enfermedades.
-- ¿Paces? ¿Es que se han peleado? --Cross levantó la cabeza curioso de lo dicho por Killer.
-- Hubo esos dramitas de guadalupe por el tercer intento de pareja con Horror y Lust. --Le explicó Error, Ink miraba de reojo a Dust, quien le miraba con curiosidad.-- Parece que Lust volvió a ser infiel con nosequién de nuestro curso.
-- Ah. Viejo, Lust no vale la pena.
Horror mantuvo silencio durante todo el viaje.
-- Eh. ¿Ink, no? --Habló Dust llamando la atención de la compañía.-- ¿Error te ha violado?
-- ¿¡De que vas, idiota!? --Saltó Error. Ink arrugó el rostro confundido a eso.
-- Tú te callas, rabioso, ¿No ves que quiero hablar con nuestro nuevo amiguito?
-- Seguro tú le robaste la lengua en vez del gato.
-- Buena esa, killer. --El de capucha sonreía con sorna, y palmeó el hombro de Ink teniendo que inclinarse para alcanzarlo.-- Welp, bienvenido al club. Heh. Todos hemos pasado por el Error alguna vez.
-- ¿Ya estás drogado, Dust? --Repelió el susodicho.-- Quizá me confundes con tu pequeñita aventura junto al pobre arándano.
-- ¡Hah! ¡Que no me ha violado! ¡Ya te dije que fueron las bebidas! Tsk. Y déjame decirte, Error, tu aventura parece más interesante. Blue no es tan inocente, pero veo que Ink sí lo es.
-- No lo sé. Es mudo, ¿Recuerdas? No le voy a preguntar si ve porno y se masturba. --Ni lo veía posible, Ink no parecía ser de ese tipo cuando tenía una depresión bastante fuerte, y no respondía con rubor ante sus palabras, aunque sí que parecía una estatua por como seguía mirando el suelo. Tenía que hacer algo.
-- Como su pareja deberías. ¿Qué tal si se empalma al vernos y muestra su verdadero yo, y nos lleve uno a uno a violarnos frente tus narices? los callados son los más peligrosos.
-- Lleva tus charlas de violaciones a otro lado. --Terminó de hablar Error pateando su pies.
-- No sabía eso de tu noche con Blue, Dust. --Se rió Cross.-- Déjame decirle a su hermano a ver como reacciona.
-- ¡DAME ESE CELULAR!
El resto del viaje fueron peleas de Dust y Cross mientras Killer se reía, recibiendo otra queja de Nightmare callándolos de inmediato, Ink estaba tan absorto en su mundo que no se había dado cuenta que apoyó su cabeza en el hombro de Error.
-- Te vas a adecuar a ellos... Eso espero. --Susurró el azabache aún en la pelea.
-- Estoy bien. --Susurró en un hilo de voz Ink, siendo solo audible para su receptor, cerrando sus cuencas para descansar visualmente hasta llegar al cine.
Estaba bien, por ahora no había problemas, si trataba de comprender la forma de ser de sus compañeros se adecuaría a la situación, y si solo hacían comentarios de ser pareja muda de Error podía evitarlo con el silencio, actuar, usar su rostro indiferente, al igual como Error. Parecía tener la misma cara de desinteresados, aunque Ink solo tratase de imitar la inmunidad.
Si estaba con su apoyo, sabía que soportaría esa salida.
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Siento que no subir capítulo esta semana es cruel. Así que aparte del preguntas y respuestas tengan esto. Fufu.
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