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Capítulo 13.

Se tomó un tiempo antes de poder tocar la puerta, respirando profundamente con sus piernas temblando sin piedad, estaba asustado de que la furia de su pareja también lo lastimara, sin embargo tampoco quería ser egoísta, prefería el bienestar ajeno que el propio, de todos modos él mismo no valía lo que ellos sí.

Su puño tocó con inseguridad la puerta de madera, sin recibir ninguna respuesta como estaba predijo, no se rindió, no lo haría pese su alma quería huir por su garganta, repitió el suave golpe dos veces para pedir con su voz, aún temblorosa por el llanto de hace minutos que le dejara pasar, quería hablar con él y ayudarlo.

-- Vete. Ink.

La voz sonó ronca, pero cercana, fue capaz de oírlo gracias a tener el oído pegado a la puerta, Ink estaba desesperado por abrazarlo, no deseaba que los demás conocieran lo que era la tristeza y estar solo, quería ayudar a quienes tanto le habían dado confort, paciencia, el amor que necesitaba.

Intentó hablar otra vez, firme y seguro para darle también la seguridad a su pareja.

-- Por favor... Error... Es muy importante lo que te quiero decir... P-por favor...

La respuesta demoró en ser oída, Ink se iba a rendir, intentarlo más tarde o hasta irse a casa sin sus cosas que estaban en la habitación del azabache, llevó sus manos al pecho para calmar los latidos de su alma para disponerse a irse. Sin embargo, apenas dio un paso para darse vuelta, la puerta se abrió dejando el espacio suficiente para que el menor entrara, y así lo hizo.

La habitación se veía más penosa a como recordaba de hace menos de una hora, la cortina tapaba la luz del sol que quería cruzar de aquel día domingo, y la penumbra apenas permitía ver a Error sentado en la cama con una expresión fría, ocultando sentimientos negativos que Ink fácilmente las reconocía por vivir a diario de la depresión, cerró el umbral para darle el comentario que estaban solo ellos dos, y tras una zancada de voluntad, el menor se acercó hasta quedar a un paso del contrario, se arrodilló para estar a su altura y poder mirar su rostro cabizbajo.

-- Error...

-- ¿Qué quieres?

-- Es sobre-

-- Si es sobre todo esto. Por favor. Toma tus cosas y vuelve a casa. Esto no debe afectarte, esto es entre Geno y yo.

--... No. No lo es. Error. --Interpuso Ink abrazándose apartando la mirada, estaba aterrado de recibir algún golpe.-- Este tema... Geno me lo contó.

-- Y estás de su lado.

-- Sí.

Se oyó un gruñido de molestia por parte de Error, apretando de paso el pantalón donde sus manos reposaban con tensión.

-- Pero por favor... Escúchame. --Rogó Ink. Ahogando un sollozo.-- El asesinato no es verdad. N-Nunca hubo uno.

-- ¿Por qué tengo que creerte? ¿Y qué si Geno te está utilizando para que digas eso? Ink, para.

-- Tienes que...-

-- No. ¡No, Ink! Digas lo que digan ustedes no les creo. ¡¿Dónde están las pruebas, Ink?!

Error se exaltó por la insistencia del ajeno, y al borde de hacer una estupidez nuevamente se levantó, asustando a Ink quien apenas lo vio alzar la voz perdió el equilibrio al brincar de la impresión y caer como si hubiera sido empujado, cualquiera que entrara y viera podía creer que Ink fue lastimado por el azabache.

Ink se paralizó, ver tan amenazante al contrario le hacían recordar cuando su tía también le trataba como si fuera una escoria, un ser que no merecía vivir y que solo estorbaba con la simple presencia. Todo aquello fue tan rápido que apenas el silencio los inundó unas lágrimas se colaron de sus cuencas, deslizándose sin permiso por sus mejillas hasta desaparecer en el vacío de su mentón, Error al darse cuenta que estaba volviendo a cometer el mismo error que con su hermano mayor, bajó la mano que estaba por alzar, y Desvió la mirada pronunciando insultos hacia sí mismo tomando su cabeza, respirando.

El de pupila de estrella también inhaló y exhaló para dejar de ver y pensar en escenas que ya no tenían sentido, secándose con la bufanda para moverse sutilmente y arrodillarse otra vez.

-- Yo soy la prueba... Y-yo soy el testigo de la muerte de P-Papyrus Death. Nunca te conté sobre él... Porque pensé superarlo, sin embargo él y yo éramos muy buenos amigos... Hasta que tras la muerte de mis padres yo ya estaba enfermandome... A é-él le importaba mi felicidad, haciendo actividades... H-hasta que en el río se resbaló en ese tronco... A-Alguien nos vio... C-Creo que era Reaper y me desmayé por el shock de ver a A-Alguien más muriendo...

Error escuchó todo con atención, sintiendo como sus piernas flaqueaban al sentir los pecados sobre él, recorriendo su espalda, se estaba sintiendo muy culpable por no haber creído al menor sobre una verdad que parecía ser cierta, el azabache debía confiar plenamente en su pareja. Pues eso eran los novios ¿no? Tenerse confianza mutua y no maltratar, y eso acababa de hacer, o mejor dicho, estaba por hacerlo.

-- ¿Es... Es eso verdad? --Preguntó sentándose en la cama, estaba devastado, más que nada, también por haber hecho una guerra con su hermano cuando él tuvo la razón todo ese tiempo, había hecho el ridículo, lastimando a su hermano, haciendo toda una unión pedazos por su terquedad.

No quería llorar, no frente a Ink, quería gritar contra la almohada a destrozar algo por la frustración propia, estaba enojado consigo mismo.

-- Sí... N-No podría mentir sobre eso.

El albino se levantó, volvía a ser su turno para darle la paciencia y los mimos que seguro al azabache estaba intentando ocultar en su necesidad, se sentó en su regazo de frente algo tímido para abrazarlo, llevando el cráneo ajeno en su pecho. Para su sorpresa, fue correspondido de inmediato, tardando un insignificante tiempo para dar rienda a su enojo con el llanto, uno silencioso que apenas Ink podía oírlo en su hipo.

Ink pasaba sus manos por la espalda foránea, delicadas caricias hasta en su cabeza intentando hacerle saber que estaba ahí, prestando su hombro.

Se sentía mal, débil teniendo que tirar lejos su orgullo, pero Error ni siquiera supo cuando había comenzado llorar, el menor apenas lo había abrazado brindando su calor y cobijo las gotas cayeron por sí solas, como herida sangrando al instante, sus manos agarraron la tela de la bufanda ajena con fuerza, con tal de no lastimarlo, y apretar la mandíbula con fuerza reprimiendo algún llanto, al menos, Ink lo estaba perdonando por haber sido un idiota todo ese tiempo, quizás si se lo hubiera contado antes... ¿Que ocurriría?

Era un tema bastante fuerte para Ink, y si no fuera que su depresión estaba sanando, había superado la verdad y el recuerdo de una forma indescriptible, sin derrumbarse, manteniéndose de pie incluso teniendo tropezones. Si hubiera sido antes, posiblemente la noticia y razón de la pelea de ellos sería devastante para su salud.

Ambos se quedaron así unos largos minutos, envueltos en el silencio y en la oscuridad de la habitación, Error ya se sentía mejor, el amor correspondiente y su cariño era una cura que realmente era especial, no sabría como describir como se sentía cuando el dueño de su alma estaba junto a él, había sido buena decisión haberse confesado, estar en las buenas y en las malas en cualquier situación, le faltaba por aprender, apenas estaban iniciando la vida, y poco a poco los sentimientos del azabache se hacían más potentes por el menor... Sin él... Posiblemente el enojo no controlado provocaría irse de la casa apenas tuviera la oportunidad.

¿Qué sería de ambos en el futuro? Nunca había podido preguntar al menor de lo que sería para él, estaba consciente de la notas ajenas, bajas y pasando a rastras, quería ayudarlo, pues también supo sobre su año sabático en palabras simples, estaba dispuesto a agradecer la paciencia misma que le entregaron con el doble, hacer feliz, hacer reír diariamente reír a Ink, estaba decidido a aquello.

Alzó el rostro y con cuidado llevó sus manos más ligeras hasta las mejillas de su pareja, y acariciarla suavemente.

-- Gracias... Ink...

El aludido sonrió tímido, sonrojadose por los cariños en sus mejillas, intenciones tímidas del azabache para unirse, juntaron sus labios lentamente, sin hacer nada más que estar compartiendo su lento momento antes de volver a la realidad, que cada minuto hacia terminar un día.

Ink recordó al ver una película romántica que algunos movían la mandíbula para darle más sentimiento al beso, ambos, él y Error eran unos inexpertos, pero quería aprovechar que tenía para sí al ajeno y mucho más tranquilos, para con total nervios para abrir su boca y profundizar un poco en un movimiento torpe pero especial.

El mayor no se lo esperó, su rostro se había pintado de un azul eléctrico, pero por instinto propio sonrió ladino, correspondiendo su gesto en mover la mandíbula al son ajeno mientras abrazaba su cintura brindando mimos por su espalda.

Aquello solamente duró unos segundos, pues el aire ya estaba siendo mínimo para seguir probando y descubriendo sentimientos y sensaciones nuevos, ambos sonrojados se sonrieron, e Ink se levantó.

-- N-Necesito... Necesito un favor... Error.

-- ¿Qué necesitas?

-- Ir al cementerio. ¿Está abierto ahora?

-- Sí. Sé dónde queda. ¿Ahora?

-- Si no es molestia. Quiero... Quiero ver a mi amigo y decirle adiós apropiadamente.

-- Podemos ir en un bus que se dirige allí en... Media hora. Vamos, por ahora necesito aire libre antes de... De... Disculparme, con Geno.

-- Es lo mejor.

Después de darle indicaciones a Ink, ambos bajaron por la escalera, como el azabache no deseaba aún ver a su hermano, el de pupila de estrella se encargó de avisarle de donde iban, que por favor se quedara tranquilo. Geno los dejó ir, pero tenía un mal presentimiento.

La pareja llegó justo a tiempo al bus, y se sentaron juntos con la distancia apropiada para que nadie sospechara de su relación, a Error le daba igual si lo veían, de todos modos ellos no eran quienes para entrometerse en su vida, aún así, no quería que Ink se viera afectado, aún se viera mejor en expresión y personalidad, no haría pública su relación hasta que no viera rastro de su enfermedad.

Pero lo que más le fascinaba del menor, era sus saltos de voluntad a realizar acciones que lo delataba su expresión nerviosa, como buscar la mano del mayor y tomarla intentando que no se viera, permanecieron en silencio, pero Ink ocultaba su sonrojo viendo la ventana, Error sabía que sus nervios también eran por ver la tumba de su amigo, después de no verlo durante años, que alguien cayera al río significaba perderlo de vista, y más si uno se desmaya.

Bajaron soltados, todos se dirigían donde las flores e influenciados ambos también fueron, era el camino más directo para preguntar la ubicación de la lápida, Error detuvo a su pareja a medio camino.

-- ¿Quieres comprarle una flor?

-- No tenemos dinero...

-- Tranquilo, puedo comprarlo yo, me devuelves después.

-- ¿Con besos?

-- Una hora.

-- Se me va a dormir la boca, Error.

-- Todo o nada.

-- ¿de verdad no es molestia?

-- No. No lo es. Antes que me arrepienta y-

-- B-Bueno.

Error, triunfando, compró una de las flores más baratas a petición e insistencia de Ink, blancas que significaban pureza.

Error no se creía que estaba siendo tan cariñoso con el menor, recordaba cuando miraba asqueado a las parejas que hacían acciones bastantes pegajosas en público, pero sabía que no iba a llegar a ese punto, aún así, la necesidad de tener los mimos del menor crecía, realmente le gustaba tener aquel tacto tan delicado que le ofrecían, a veces, Error veía la fragilidad de Ink, parecía una mariposa que al simple toque sus alas cristalinas se rompería en pedazos, su propia hipocresía era desmesurada.

Después de que el azabache preguntara y le dieran un mapa para no perderse, caminaron unos minutos más en silencio hasta que Ink se detuvo al ver a alguien en la lápida que debería ser la de su amigo, y Error al verlo detenido, también se fijó de quien se trataba claramente.

Reaper.

La tan sola presencia de los dos, el de capucha y trajes negros y prestigiosos elevó su cabeza al estar agachado arreglando unas bellas flores, tenía un espacio grande donde también habían otros muertos que Ink no tenía idea de su existencia, y al darse vuelta, Reaper tras los breves segundos de sorpresa, frunció el ceño al ver a quien tantos tormentos le había traído.

-- ¿Qué hacen ustedes aquí? --Preguntó sin titubeo y severo el de capucha, Ink no pudo hablar, después de todo el esfuerzo de hablar con los hermanos ya no tenía las suficientes fuerzas para poder explicarse.

-- Venimos a visitar al amigo de Ink. --Expresó indiferente Error, dando un paso al frente en expresión de no atacar directamente al menor.

El mayor de los tres no aguantó más y soltó una risa sarcástica.

-- ¿El amigo? ¡No me hagas reír! ¡¿Como un asesino le dice amigo a su víctima?! ¿Es que te ha lavado el cerebro que no tienes? Todo este tiempo teniendo que hacerme el que no conocía la verdad de ese crío, haciéndome ver como el malo de la historia, todos me odian por los ciegos que son, por no creerme cuando Ink fue quien lo tiró al jodido río.

Los dos gruñeron, firmes en sus creencias, cuando Ink no entendía por qué Reaper estaba así, él estuvo lejos del tronco cuando este giró botando a Papyrus, pero no podía culparlo, muchas veces en momentos así pierde el control de los sentidos, así como cuando él se desmayó o Error golpeó a Geno, se necesita suficiente paciencia para dejar se sostenerse en la opinión propia y escuchar a los demás, pero todos podían aprender.

Seguramente así sería con contarles a todos sobre su eutanasia...

Reaper se acercó amenazante, dispuesto a golpear a quien tanta desdicha le haba traído con la pérdida de su familiar, la vez que había visto el incidente, juró que Ink estaba planeando todo, Reaper nunca creyó en alguien, no confió y le costó tras el accidente, por eso también amaba a Geno, por darle la oportunidad que necesitaba.

-- ¡Ink no es capaz de hacer algo así! ¡Por dios! ¿Tienes tú cabeza para darle una oportunidad? --No parecía funcionar sus palabras.-- Tocas a Ink y te vas a joder, Reaper.

-- Vete a patear rocas a otro lado Error, tú eres el primero que creyó que yo asesiné a mi propio hermano.

-- ¡pero al menos escuché! ¡He entendido la verdad y es tu jodido turno!

-- ¡Son mentiras! ¡Ink solo te utiliza para que lo defiendas! ¡Los ha utilizado a todos!

-- ¡E-Eso es mentira! --Exclamó Ink tomando el brazo de Reaper antes que bajara a empujar al azabache, pero por la debilidad propia cayó él tropezando con Reaper.

Esta vez no iba a actuar como un niño llorón y mimado, no quería siempre ser defendido por los demás, tenía que valerse por sí mismo y demostrar que estaba siendo fuerte. Antes de caer había agarrado firme el brazo del mayor para evitar caerse, aunque no fue lo ideado, Reaper de lo inesperado se cayó a un lado, y reaccionando se levantó donde Error para evitar que se tirara encima.

-- ¡Ese idiota! --Exclamó Error.

-- ¡No, Error! No empeoremos esto.

Reaper había caído sobre un piedra, pegándole en la boca donde sangró ligeramente, escupió esto y cuando se iba a levantar dando guerra, Ink se acuclilló frente a él.

-- R-Reaper... Yo... Yo entiendo lo que es perder a alguien especial. Perdí a... Perdí a mis padres, también lo perdí a él, fue un accidente... Lo juro, el tronco simplemente... Rodó, y Papyrus cayó... De verdad lo siento mucho... Ambos lloramos por el mismo chico que muchas sonrisas quería de n-nosotros.

Reaper frunció el ceño, no le iba a creer tan fácilmente, se levantó en silencio limpiando su herida con la mano y ver su tumba una vez más, detestaba tener piedad con él, seguía firme en su creencia, mas no iba a hacer un alboroto público, ya algunos curiosos los estaban mirando.

-- Como sea... Si ustedes están acá es porque sucedió algo con Geno. ¿No le hiciste nada, verdad?

-- No te interesa. --Replicó Error levantando a su pareja.

-- Error ya acepta que se equivocó... Después hablaremos con Geno para que se den las pases.

-- Bien.

Reaper no dijo nada más y se fue caminando dirección a la salida, con una caminata algo brusca, pareciera que se había dañado la pierna, una vez solos Ink Suspira y es abrazado por el azabache para un apoyo más, Error se sentía orgulloso del menor, pero estaba preocupado si la caída le había dolido.

-- Qué agresivo eres. --Bromeó Error cuando se separaron.

-- N-No lo soy.

El azabache rió, destensando el ambiente y ofreciendo dejarle las flores que había dejado a un lado para evitar aplastarlas se apartó para darle su espacio, Ink necesitaba ese momento para ver la tumba de quien lo acompañó en toda su infancia.

El menor dejó las flores de tal forma que combinaran en las demás que ya habían, y arrodillado empezó a murmurar, estando feliz de poder verlo nuevamente, y hablarle como si realmente estuviera ahi, contando que su vida estaba mejorando, tenía una pareja a quien quería demasiado, y que lo extraña muchísimo, que nadie podía reemplazarlo así de fácil. No iba a ser la última vez que lo iría a ver.

Sus lágrimas bajaron y empezó a sollozar, recibiendo un abrazo por la espalda de Error y así simplemente ver la lápida donde estaba grabado el nombre de su amigo, estuvieron hasta que dijeron que era hora de la cena.

Volvieron tomados de la mano, Ink concentrado en sus pies para no quedarse atrás, pensativo de todo lo ocurrido en ese día, las peleas que Hubieron, todo el esfuerzo que hizo para no derrumbarse, estaba feliz de sí mismo, y solo quería dormir hasta el siguiente día, al lado de Error.

No habían dormido juntos desde la vez que vio una película de terror.

Tomaron un colectivo para llegar más rápido a la casa, y así dándole ánimos al mayor para tragar su orgullo entraron, Geno estaba sentado solo en el sofá, abrazándose a si mismo mientras veía la televisión, apenas los vio se levantó, hacía tarde, más de las nueve y estaba preocupado por los dos.

-- Geno... --Dijo indeciso el azabache, apretando los labios con la mirada apartada.-- Yo... Yo lamento... Todos los problemas que hice, si tan solo te hubiera escuchado... Ahg.

El de bufanda roja no esperó nada más, con eso le bastaba para abrazar al menor y llorar, Error no procesaba y tenía los brazos abiertos y tensos, pero pronto correspondió.

Ink los dejó solos para entonces sentarse en el sofá, no obstante se quedó dormido cansado de tantas actividades que ya no podía soportar más el sueño, Error después de hacer las pases con su hermano, lo llevaron al cuarto del nombrado para que duerma más tranquilo, esas horas ambos hermanos, más el colado de Fresh tuvieron una agradable charla familiar.

[ Tiempo restante. 1 mes. 12 días.]

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