꧞XV. Con una pizca de aliento ꧞
Kim Miyeon
Unos gritos me despertaron. Estaba en una habitación sin ninguna entrada que permitiera ver otra cosa que no fuera paredes blancas.
Recuerdo estar en una cita con Jin. Una chica me atacó y parece ser que estoy aquí por ellos.
Una parte de las paredes se abre, al parecer es la entrada y la salida de este lugar.
—Sueltame, no se como no me di cuenta de tu engaño —Era Jisoo, estaba siendo cargada por una chica. ¿Qué está pasando aquí?
—Callate —regañó— Mira Miyeon, tu hermanita te hará compañía. Deja que Sir Jin se entere de tu mentira JinSi o mejor dicho Jisoo —cerró la puerta tras su última frase.
Jisoo se abalanzó hacia a mi agarrándome de los codos, su rostro emitía preocupación. —¿Te hicieron daño?¿Cómo es que llegaste aquí?
—Él me engañó, me encerró y ni siquiera se el por qué, por suerte no me han hecho nada.
La abracé y rápidamente me alejé al recordar — Tú —la señalé — ¿No estabas en Francia? ¿Qué haces aquí?
—Puedo explicarlo....— se detuvo a mirar el piso— en realidad no tengo explicación. Lo siento te he mentido a ti y a mamá.
—¿Por qué mentiste?
Ella nunca mentía. Desde que eramos niñas siempre iba con la vista en frente, no le tenía miedo a nada y no guardaba secretos.
—No puedo decirte.
—Tú no eres mi hermana —dije decepcionada.
—Es algo muy complicado. Entiendeme, te lo pido— rogó— Ahora debemos estar más unidas que nunca.
—Te perdonaré, pero solo hasta que salgamos de aquí —me senté en una ezquina de la sala.
La de cabellera por los hombros comenzó a mirar alrededor y tocaba las paredes esponjosas como si buscará algo.
—Puedo preguntar qué haces o también es un secreto.
—Buscó un interruptor. Recuerdas cuando eramos niñas y fuimos a la casa embrujada —recogió su pelo en una coleta alta con una felpa que tenía de brazalete.
Claro que lo recuerdo, fue uno de mis mejores veranos. Cuando comenzó la escuela no paré de contarle a mis compañeros todo lo que pasé ahí.
—No, fue hace tanto tiempo — no caería en su juego.Seguro quería que nos reconciliáramos, pero no lo haré hasta saber la verdad.
—Bueno esa casa tenía una sala igual a esta y poseía algo oculto, osea el interruptor.
—¿Para qué sirve eso?
—Para abrir la salida —seguía acariciando la superficie— Lo he encontrado.
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Kim Seok Jin
Muy pocos han visto mi lado oscuro, nunca he creído necesario mostrarlo. No me gusta hacer daño a la gente, pero si me buscan, me encontrarán y conocerán mi verdadero yo, un vampiro.
Cuando Miyeon me traicionó pensé en que más nunca amaría a una mujer, porque ella robó mi corazón como nunca nadie lo había hecho y todavía lo tiene.
—Sir Jin, ¿a qué no sabes? JinSi es la hermana de Miyeon.
—¿Qué?
—Si, la otra yo me reveló todo sin darse cuenta. Es una cazadora de vampiros y vino hasta aquí por ti para saber de Yoo Jimin y ese tal Dimitri. Ni siquiera se llama Jinsi, sino Jisoo. Nos ha mentido a todos.
Otra traición. Creía que ella era buena, sus ojos reflejaban sinceridad, pero ya veo que no.
—¿Donde esta ahora?
Quería acabar con ella. El fuego me subió por las venas y mi lado oscuro salió a la luz.
—Espera, tranquilizate —me retuvó cogiendome del brazo.
—¿Donde está? —grité y con toda mi fuerza en descontrol lancé a Karina lejos de mí.
—¿Qué ha pasado?
Soobin entró en mi habitación con una bandeja, se la quité para luego lanzarla al suelo. —¿Has visto a JinSi? —lo agarré de la camisa.
—No, no la he visto —negó en tono suplicante para que lo soltara.
Con una pizca de aliento la arrinconada en una esquina reveló que la tenía en el mismo lugar donde habíamos dejado a mi exprometida.
—Pero que le haz hecho a ella, no sabes que esta débil.
Ahora el pelicastaño era quien me tenía agarrado de la camiseta —Se ha mantenido en ese cuerpo por ti y mira como la tratas— lo lancé a él también.
—¿Quién te crees que eres para hacerte el fuerte conmigo? Tanto que te he dado, eres un malagradecido.
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Choi Soobin
Con eso abandonó su dormitorio, dejando a sus aliados atrás para ir por su nueva presa.
Con un pie lastimado por culpa de chocar con la cómoda me arrastré hasta Karina, quien estaba peor que yo con la frente ensangrentada.
—Me oyes, ¿Karina? —la sostuve entre mis brazos y la agarré con algo de dificultad.
Miré su herida, por suerte no era nada grave, solo un leve rasguño, pero ella no tenía pinta de sentirse nada bien.
—Veo borroso —advirtió— ¿Sir Jin, eres tú? Si, eres tú ¿Quién más vendría a ayudarme.
Parece que no piensa con claridad.
—Creo que ya es hora de que me vaya. Yoo Jimin no me permite quedarme por más tiempo, pero antes quiero que sepas que te amo. Siempre lo he hecho, a pesar de ser solo para ti una amiga o tu fuente de alimentación. Eres el amor de mi vida, nunca lo olvides. Quiero darte esto como muestra de mi amor por ti.
Con la poca voluntad de su delgado cuerpo atrajo su cara cerca de la mía mientras la miraba inmóvil. Entonces sus labios tocaron los míos y fue después que se desmayó y sabía que sería la última vez que viera a esa chica o por lo menos esa parte de ella.
Kim Jisoo
Corríamos por nuestras vidas, juntas como hermanas a través del bosque acompañadas de un cielo nocturno.
—¿Cuanto falta?
—Casi llegamos.
—No tan deprisa —la figura de Jin estaba detrás de nosotras y eso nos impulsó a correr a mayor velocidad.
—¿Qué le pasa? Parece un monstruo —preguntó la menor de las dos.
—Es un vampiro.
—¿Qué? Ya vez que no me dices la verdad. ¿Yo que tengo que ver con eso? ¡Ay! —resvaló.
Eso ayudó a que Jin llegará hasta nosotras y lo retuvé con la mano —Alto por favor, no le hagas daño. Ella ni siquiera recuerda lo que pasó —supliqué.
—No me importa, tengo que hacerla pagar, lo recuerda todo, lo ha escrito en ese webtoon.
Espera....el webtoon, si, eso nos ayudará.
—Jin, ¿lo leíste completo?
—Jisoo, me parece que no es momento para estas cosas —le indiqué que se callará con la mirada dejándola todavía sobre el suelo lleno de hojas secas.
—No, no podía, era demasiado. Cada momento que habíamos pasado juntos estaba plasmado ahí.
—Pues si no leíste hasta el final no sabes la verdadera razón de que la señorita Cho te haya dejado —enarqué una ceja segura de mi planteamiento.
—¿A qué te refieres? —preguntó.
—Ella fue obligada por su padre a llegar a tu casa como una infiltrada para sacar información sobre ti y tus inventos, pero sin embargo nunca lo hizo, porque se enamoró de ti.
—Mientes —negó con su cabeza —Es mentira ella se escapó con un pirata.
—Otra idea de su padre. La obligó a casarse con uno, porque sino lo matarían. La pobre tuvo que hacerlo, pero nunca te traicionó. Siempre fue fiel a ti —aclaré con firmeza y con mis puños apretados.
Jin miraba a mi hermana con tal vez anhelo, cariño, amor o deseo; solo él lo sabía.
—Lo siento, no quise hacerles daño yo—
La que antes había resbalado fue a abrazar a Jin con fuerza como si fueran su pareja.
—Creó que la otra Miyeon hubiese querido decirte esto...te amo, nunca quise irme de tu lado, pero las cosas se dieron así, nuestro romance no estaba destinado a ser —ambos se miraron profundamente.
—Te amo Miyeon y te extraño. Tal vez si te hubiese buscado, me hubiese ahorrado tanto dolor durante todos estos años. Me siento arrepentido —mencionó melancólico y ella lo abrazó.
Quise preguntarle a la luna llena de ese día si existiera una máquina del tiempo estos dos a lo mejor ¿Hubiesen tenido un mejor final?
Y todo regresó a la normalidad después de ese día. Miyeon escribió la tan esperada segunda temporada de su serie y recibió buenos resultados. También declaró que empezaría a tomar citas a ciegas con varios chicos, alguno de esos tenía que ser el indicado ¿no?
Jin decidió comenzar un viaje por todo el mundo. Intentaba olvidar a su exprometida para poder comenzar una nueva vida.
De Soobin y Sunmi se desconoce su paradero, aunque algunas malas lenguas comentan que el mayordomo se mudó al campo para dedicarse a la agricultura y el ama de llaves era su jefa.
Yoo Jimin había regresado a su cuerpo con mayor fuerza y belleza que nunca, pero antes se tomó unas largas vacaciones en Hawai.
Y yo seguía de cazadora de vampiros con la esperanza de encontrar en algún momento una pista del paradero de Dimitri, pero lo que no me imaginaba que esa pista cambiaría para la ya no tan tranquila vida que llevaba.
Soojin se acercó a mi escritorio y me extendió un documento, la miré confundida —¿Y esto?
Tomó aire—. Han encontrado a tu novio, pero no tengo buenas noticias.
Me levanté por impulsó —¿Qué pasa? ¿Donde esta?
Ella no tenía buena cara— Dimitri no es su nombre real, sino su identidad falsa, todavía se busca su—
—¿Donde está ? —la interrumpí desesperada.
—En la oficina forense, está muerto.
Con eso mi mundo terminó por derrumbarse y todas mis esperanzas desaparecieron, dándome paso a caer en el dolor de perder a alguien que amaba con toda mi alma.
Esta historia continuará.......
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