-Llegue cariño -dijo al entrar al departamento, dejó sus cosas al lado de la puerta en unos pequeños bancos y se quitó los zapatos poniéndose las pantuflas, camino hasta la sala donde su lindo y pálido esposo descansaba

-Hola -saludo sin despegar la vista del televisor -Jiminie -llamo cuando este bebía agua -Nos han robado

Escupió el liquido y salió corriendo llegando de nuevo a donde su esposo estaba

-¡¿Cómo que nos han robado?! ¿Qué fue? ¿Estás bien cariño? -se subió arriba de él y comenzó a checar su rostro, Yoongi arrugó la nariz -¡¿Por qué estás tan tranquilo?!

-Porque no era algo mío- sonrió- Se llevaron tu caja de herramientas y algunas cosas de la alacena

-Oh no-susurro

-Veamos el lado positivo amor, tú apestas como carpintero, si nos ponemos a pensar en eso los ladrones me hicieron un favor, mi trasero no soporta estar en el suelo por culpa de las sillas que haces -bufó

Jimin sonrió y le beso tiernamente en los delgados labios- Cuando será el día que me recibas con mimos.

Yoongi río tomando las mejillas de su esposo -Sabes que te amo, no lo digo pero te amo -le guiño un ojo -El vago de tu hijo no ha llegado- suspiro -Podemos....ya sabes

Jimin se levantó para tomar en brazos a su esposo y llevarlo a la habitación, una vez ahí se dedicó a besarle y acariciarte con vehemencia. Amaba el cuerpo de Park Yoongi su gruñón esposo.

Ambos se habían conocido en la Universidad, Jimin había quedado fascinado con la belleza del pálido, este era muy solitario, no le gustaba convivir con las personas y aunque sus amigos le decían que estaba loco no desistió en sus ganas de conocerlo. Yoongi era insensible y agresivo pero había sido capaz de ver la mejor versión de él, era amoroso y muy chipil. Amaba las cosas simples y los mimos. Su mayor logro fue casarse con él, aunque bueno no tenían opción, menos cuando Jihoonie hizo su aparición.

Abrazados en la cama Jimin se acercó al oído de su esposo

-¿Quién es Zico?

-El lechero -suspiro

-¿Por qué viene tanto?

Yoongi le miro con una ceja alzada -Porque tú hijo y tú consumen tres botes a la semana -gruñó- Ya debes de eliminar tus celos Park

-Es que eres mío, todo mío- beso todo su rostro haciéndolo reír.-No puedo creer que estemos haciendo esto ¿Qué dirá Jihoon si nos viera?

Yoongi le dio otra calada al cigarrillo- No que fuera droga, es tabaco además el mocoso no está, antes lo haciamos mucho

-Si, eso fue antes de que el bebe llegará

-No es un bebé tiene trece años -sonrió

-En eso tienes razón, aún es extraño como llegó a nuestras vidas

Yoongi le miro- ¿Qué dices? -carraspeo-Teníamos sexo seguido así que...

-Pero tu usabas las inyecciones, es extraño que hayan fallado -relamio sus labios

-¡¿Qué estas insinuando?! ¿Que lo hice a proposito porque tenía miedo de que me dejaras por Taemin quien estaba dispuesto a alejarte de mi?

Jimin le miro extrañado y negó lentamente- No digo eso amor, además no puedo ser mas feliz, te tengo a ti y a mi hijo

-Bien-sonrió cínico

-¿Por qué se casaron?

Ambos dejaron de comer para ver a su hijo de tan sólo trece años mirarlos interrogante. Jimin carraspeo limpiando la comisura de sus labios con una servilleta, Yoongi sonrió esperando a que su esposo respondiera, algo bueno se le debe ocurrir

-Pues....nosotros estábamos muy enamorados y decidimos tener una vida juntos-sonrió haciendo desaparecer sus ojos

Yoongi frunció el ceño -¿De verdad? -llamo la atención de Jimin-Pensé que era por.....-señaló al niño sin que este se diera cuenta

-Fue porque nos amábamos -sonrió tenso

Ambos pelinegros que eran tan similares se encogieron de hombros y volvieron a comer. Jimin suspiro a ese paso moriría muy joven.

-¿Donde estabas esta tarde hijo?

Jihoon levantó la mirada -Por ahí

-¿Dónde es por ahí?

-Jugando videojuegos con el hijo de los kim

Yoongi chasqueo la lengua -Que raro, el niño tiene cinco ¿Eres niñero?  Dime por favor que estas cobrando

-No hablo de esos Kim

Jimin previo el ataque así que se hizo a un lado -¡¿Qué?! ¡¿Estás hablando de Kim KyungSoo?! ¡Me va a dar algo! -comenzó a dramatizar echándose aire con la mano

-Son buenas personas- respondió el menor a pesar de los intentos de Jimin por hacerle callar

-¡Mi propio hijo! Ahí va el dolor y la traición- lloriqueó -¿Qué sigue? Que tu padre me engañe con el negro

-Kai es un buen amigo amor

Yoongi frunció el ceño y se levantó de la mesa -A ver que cenan cabrones

-Tu padre es un caso especial -sonrió Jimin

-De verdad lo amas -bufo Jihoon-Bueno ¿Pizza otra vez?

-Si hijo

A la mañana siguiente Jimin bajaba por el ascensor cuando este se detuvo en la planta baja Jeon Jungkook iba ingresando al edificio

-Hola vecino

-¿Qué hay Jimin? -sonrió cansado

-¿Noche larga?

Jungkook asintió- Ser doctor es un asco a veces, bueno nos vemos después

Jimin asintió y camino hacia el estacionamiento cuando su teléfono vibró dentro de su bolsillo

-¿Bueno?

-¡¡Jimin tienes que volver es urgente!!

-¿¡Yoongi!?

Este ya le había colgado, subió las escaleras corriendo ¿que no tenían ascensor? Se maldijo por dentro, al llegar a su puerta abrió y fue atacado de inmediato por los brazos de su esposo, Yoongi se le lanzó encima llorando

-No está....

-¿¿Jihoon?? ¿Qué pasa?

El pálido se separó- Jihoon no, Kumamon -sollozo -Estaba con la ropa de lavado y ya no está- tallo sus ojos-Tampoco la ropa pero eso no importa

Jimin suspiro -Yoongi, es sólo un muñeco

Se arrepintió de decir eso cuando los fríos ojos de su esposo se posaron en su cuello

-¡No es un simple muñeco! -gruñó pero bajo la mirada -Es el primer regalo que me diste y el primer peluche de Jihoon

Jimin enternecido le abrazo con cariño- Hay amor, lo buscaremos ¿si? Cuando regresé del trabajo les ayudaré mientras tanto ¡¡JIHOON!!-el pelinegro se asomó- Ayuda a tu padre a buscar a Kumamon

-Okey -sonrió

Yoongi se separó de su pecho y sonrio -Te amo-dijo antes de ponerse de puntitas y besarlo cariñosamente

Se volvió hacia su hijo con las manos en la cadera -Muy bien Park manos a la obra

Jimin salió de aquel departamento con una estúpida sonrisa en la cara -Hay como lo amo -suspiro

Lo que los Park no sabían era que no fueron los únicos robados esa semana...