Me llamo Mónica guitierrez, tengo 16 años, vivo con mis padres ; tengo el cabello castaño, ojos negros y profundos y mi piel es trigueña.
Mamá después de la muerte de mi abuela, decidió vender la casa que ella le había dejado al sentir que ella nunca había abandonado la casa; papá estuvo de acuerdo, ya que dijo que "necesitamos otro aire". Me moleste, ya que dejaría atrás muchos recuerdo en la casa; empacados todas nuestras cosas y esperamos afuera a los compradores que compraron la casa, luego nos subimos al auto y partimos nuestro viaje hacia la casa nueva.

Me moleste al saber que viviríamos en un apartamento pequeño, ya que aquí no habría espacio para lo que yo había planeado; le reclamé a mis padres, y ellos solo me dijeron que teníamos problemas de dinero.

-lo siento hija- comento mirándome -  por ahora este será nuestra casa

-¡Pero es muy pequeña!- reclamé enojada mientras me sentaba en el sillón con los brazos cruzados

- ahora más que nunca tenemos que cuidar el dinero- comento mi madre sentándose junto a mi, y tomando mi brazo delicadamente. - este es el único lugar que nos alcanzó, no olvides que tu padre aún no tiene empleo

No quería oírlos más, así que tome mi maleta y fui a la primera habitación la cuál sería la mia de ahora en adelante; me lanze a la cama y puse mi rostro contra la almohada, ya estaba casada de esta casa aunque se hubieran mudado hoy.

[.....]

-mmmm ¿Será aquí?- se pregunto la muchacha buscando la puerta indicada- apartamento 316......-

La muchacha se puso de espaldas buscando en la parte de atrás la puerta con ese número, aquella puerta que buscaba la muchacha se encontraba abriéndose detrás de ella provocándole un escalofrío en la espalda.

- será mejor que me vaya- la muchacha estaba por bajar la escalera, cuando unas manos la tomaron, una por la cintura y la otra cubriéndole la boca; la muchacha intento gritar, pero nadie parecía oírla.

Las manos la fueron arrastrando hacia la casa, mientras la muchacha intentaba resistirse con todas sus fuerzas; cuando la joven entro a la casa,  la puerta se cerró misteriosamente dejando ver el escalofriante “316” en ella.

Continuará