Para desgracia o fortuna seguía en la misma iridiscente habitación. No había sido trasportada "mágicamente" a otro sitio.

En dicho capítulo se leía el título "Información general" y decía:

*Ante todo, nunca pierdas el "objeto" (interprétese celular en este caso) a través del cual podrás ir avanzando a en los diferentes capítulos/secciones de este libro laberíntico, pues te quedarás a oscuras, sin saber qué hacer y te perderás de esta gran aventura.

*En cada capítulo/sección encontrarás una encrucijada que resolver, donde se pondrán a prueba tus conocimientos, destrezas y habilidades. Cumplir la misión te permitirá seguir avanzando. Incumplirla, o hacerlo de modo incorrecto, te hará retroceder.

*El manuscrito laberíntico cuenta con un total de siete capítulos/secciones (+ anexos) que se irán habilitando paulatinamente para ser "transitados", a fin de evitar que te veas tentado a hacer trampa. ¡No habría diversión alguna si lo hicieras!

*Cada vez que te sientas agobiado o desconcertado puedes dirigirte a la sección de "Ayuda" donde encontrarás información extra que facilitará tu comprensión.

*Cuando llegues al capítulo/sección final, recuerda dejar tu firma y un comentario donde narres cómo fue tu experiencia en esta travesía y si obtuviste alguna enseñanza.

¡Buena suerte!

Era el final de ese capítulo y vale mencionar que a esa altura había pasado del pánico a la conmoción, la sorpresa, la incredulidad y finalmente la aceptación de mi posible estado de locura.

"Como sea, si estoy alucinando o todo esto es verdad, una cosa tengo clara: para salir de aquí, debo seguir las indicaciones y llegar al final. En teoría eso tendría que devolverme a la realidad." Recapacité.

Entonces, volví al "Menú" y vi que, a parte de las secciones ya recorridas, se habían desbloqueado las opciones: "Índice" y "Ayuda", además de la del "Capítulo I".

Esta última fue la escogida.