"Cuando ya no seas amigo de alguien, respeta sus secretos que compartió contigo" 

La miro, es cuando suelto un sonoro y pesado suspiro. La agente Carson me ve con tristeza y un tanto de pena, pero aun así me da la confianza de hablar con ella sobre todo lo que paso... o al menos lo que logro recordar.

- ¿Por dónde quieres que empiece? - se queda pensando un poco antes de hablar.

- Desde el momento en que se conocieron, quizás existe algo que estamos pasando por alto y es de importancia para lo que estamos investigando- asiento y comienzo con mi historia.

10 años antes

Estoy en la preparatoria, es mi primer día, es algo difícil para un nerd como yo hacer amigos y sobre todo cuando cualquier cosa te puede causar ansiedad o un ataque de pánico, todas las personas que se acercan a mi es porque quieren o necesitan algo, quizás es algo a lo que ya me he acostumbrado.

Llego al salón y todos están haciendo un ruido que me molesta demasiado, al grado de que me empieza a doler la cabeza al instante, busco en la bolsa de mi pantalón el ácido acetilsalicílico adicionado con cafeína, que siempre traigo para momentos como este.

Alguien me empuja por detrás y tiro mi pastilla que ya estaba a punto de tomar, bajo la mirada buscando el analgésico, la persona que estuvo involucrada en mi incidente también me ayuda a buscarla, ambos estos arrastrándonos en el suelo, hasta que el sujeto me da un paquete plateado con la pastilla.

-Perdón, no me di cuenta por donde caminaba, creí que se me hacía tarde y por esa razón entre corriendo- lo volteo a ver de manera indiferente y me levanto al instante, para después sacudirme el pantalón.

No le digo nada y camino a mi lugar que está en el rincón del salón, el chico es bastante insistente que me sigue a mi lugar, al momento de sentarme lo volteo a ver con cara de pocos amigos, el extraño me regala una sonrisa amigable, antes de hablar.

-Me llamo Jonathan Morgan, soy nuevo en el instituto y pensé que podrías ser mi amigo- continúo viéndolo con indiferencia antes de mover mi mochila y dejar el asiento a lado de mi libre para que él se siente.

-Dante Williams- en el fondo me encuentro sumamente emocionado de tener por fin un amigo, pero como soy muy orgulloso para admitirlo en voz alta prefiero que piense que me da igual. Suelta una risita y niega con la cabeza

-Eres un hombre callado, eso es tan enigmático que solo me dan ganas de conocerte más-

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-Señor Williams, no creo que sea necesario regresar tan atrás de la historia, más bien yo me refería a un año más o menos- la detective Carson me interrumpe, al instante me estira un pañuelo desechable.

-Hubiera empezado desde ahí, usted no especifico la época- asiente de manera pensativa

-Touche- comienza a reír -Continua con tu narración o busca la época donde todo cambio-

Me la pienso un poco, pero después recuerdo que John se puso raro dos años antes de su muerte, para ser especifico cuando entre a trabajar a la universidad como profesor de física avanzada en la facultad de física e ingeniería.

-Señorita Carson- ella levanta la mirada del folder que está leyendo, asiente para que continúe -Usted, ¿Qué tanto sabe de mí? - se queda callada, mueve las hojas que tiene sobre la mesa, antes de levantar la cara.

-Si le soy sincera, no sé nada de usted, más allá de que mato a su amigo- desvía la mirada y se le nota un sonrojo en la cara, creo que esta apenada por lo que paso.

-Entonces le voy a empezar a contar sobre mí, así podremos saber si algo cambio en la rutina de John- Carson saca una libreta pequeña de su abrigo, busca una hoja en específico antes de empezar a mover de forma nerviosa su bolígrafo azul.

-Está bien señor Williams- me quedo viendo un punto fijo antes de continuar con la narración

3 años antes

Me encuentro a punto de tocar la puerta del director de la universidad a la que aplique para formar parte de su plantilla de profesores, estoy sumamente nervioso, es la decimoquinta entrevista a la que voy, en todos los empleos a los que voy no me aceptan por la falta de experiencia laboral.

En mi defensa, es que los empleos actualmente son una mierda, quieren que tenga 25 años, con casi 10 años de experiencia en el área, esto es algo imposible si lo vemos de manera literal, creo que en un futuro le van a pedir a los niños que tengan experiencia laboral desde antes de nacer.

Suspiro antes de golpear a la puerta, sale un hombre un tanto anciano, con un traje tan pulcro de color azul con una característica corbata roja, cuando alzo la mirada es el padre de John.

Me quedo son palabra alguna, pero al instante trato de mantener la compostura y regalarle la mejor sonrisa que tengo.

-Buenos días, señor Williams, entre a mi oficina- camino de manera mecánica al interior de la oficina.

-Le voy a dar el empleo sin la necesidad de hacer entrevista. En primera porque mi hijo es amigo suyo. En segunda, conozco su historial académico, puesto que yo le pague la universidad y estoy seguro de la educación que recibió-

Habla tan rápido que apenas soy capaz de entender que ya tengo empleo en la mejor universidad del país.

-Le prometo que no lo voy a defraudar señor Morgan- estrecho su mano, él me sonríe y me jala para abrazarme.

-Lo sé mi niño, eres mi orgullo- ese comentario de cierta manera me incomodo, porque era padre de John, no el mío, ¿Cómo podía un padre no estar orgulloso de su propio hijo?

-Sabes que John siempre fue un desastre y que si no fuera por ti él no hubiera salido ni de la preparatoria, por eso y muchas cosas más te estoy eternamente agradecido- asiento y le entrego el folder lleno de papeles que llevaba en mi portafolio de cuero café.

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-Déjame entender, ¿El padre de la víctima te dio empleo en la universidad, te pago tus estudios? – ruedo los ojos, creo que esta chica es muy tonta o no logra comprender todo por completo es algo que le acabo de decir.

-Agente, es evidente mi respuesta, le acabo de decirle que me pago todo, deje que continúe con la historia-