Capítulo 8
Un día después del inesperado regreso de la Presidenta Kirari Momobami, se puede decir que todo ha vuelto a la normalidad.
Ahora me encuentro en la oficina, con la cabeza apoyada en los muslos de la Presidenta mientas acaricia mi cabello.
Estamos solos en el sofá, Sayaka nos ha dejado un momento a solas.
— Extrañaba esto — le comento a Kirari.
— Haz sido muy leal a mí (Y/N), no solamente en tu condición como mascota, sino también que no me traicionaste en mi supuesta ausencia.
— Acerca de eso…¿Quién tomó tu lugar en ese helicóptero?, ¿Quién es realmente la Vicepresidenta?, tengo mucha curiosidad por saber.
— No puedo decírtelo — responde firmemente.
— Oh… lo siento.
— Casi lo olvidaba — se levanta y camina hacía un escritorio — esto es tuyo.
Sostiene un fajo de billetes.
— ¿Qué es esto? — me pongo de pie.
— Tu paga, te dije que te pagaría por tus servicios. Hay 3000 yenes, de seguro te serán de mucha utilidad.
— ¡Oh!…gracias.
— Por cierto (Y/N), debes acompañarme ahora en mi duelo contra Yumeko, te aseguro que te divertirás mucho.
— Se está haciendo algo tarde, bueno, no me importa mucho en realidad.
— Esa es la actitud fido — acaricia mi rostro con ambas manos.
Mi rostro se sonroja al sentir sus caricias.
Ambos salimos y nos encontramos con Sayaka. Caminamos juntos hacía una sala que no sabía de su existencia.
La Academia Hyakkaou esconde muchos secretos.
Entro junto a Kirari a la sala; en cambio, Sayaka nuevamente está a afuera, a la espera de Yumeko.
No pasaron ni siquiera 5 minutos cuando ingresa Yumeko guiada por Sayaka y acompañada de Suzui, Mary e Itsuki.
Estoy al costado junto a Sayaka para no ser un estorbo.
— Muchas gracias por estar aquí — agradece la Presidenta a sus invitados.
— Muchas gracias a tí Kirari por invitarnos — responde Yumeko cordialmente a su invitación.
— Dejémonos de formalidades ¿Quieren?, empecemos con el espectáculo, por favor — insiste Kirari — por que no hay forma de que pueda controlarme más… no con tan maravilloso festín en frente de mí.
Tanto Yumeko como Kirari lucen excitadas ante la idea de jugar.
— Desde que te conocí en esta Academia o tal vez antes, no sabes cuánto había esperado por este día, que bueno que la vida nos puso en el mismo camino — Yumeko lleva sus manos a su pecho.
Sayaka tiene una mirada casi de odio contra Yumeko. Conociendo a Sayaka, ella debe creer que se está burlando de su Presidente.
Sin que pudiera determinar de donde salió, Runa aparece en una silla de escritorio. A decir verdad se ve sumamente adorable.
— ¡Claro, claro claro!, pongan atención. Yo Runa Yomozuki, vine a servirles como su referi el día de hoy — se levanta de su asiento y camina siempre acompañada con un dulce en su boca.
Al ver el ambiente, Runa nuevamente habla.
— Ambas se ven muy emocionadas chicas, así es como me gusta, bien, ahora déjenme decirles las reglas. Deben poner todo sobre la línea, lo que significa que deberán apostar algo en específico. — señala a Kirari.
Luego de un breve silencio, Kirari toma la palabra.
— Yumeko, ¿Disfrutas la vida en esta Escuela? — pregunta la Presidenta.
— Así es, mucho — replica Yumeko — una Academia donde todo se define a apostar: el cielo si tu ganas, el infierno si pierdes. Todos viviendo con el riesgo de ser reducidos a ser sirvientes, nunca podrías encontrar un lugar así en otro lado. Podría decirse que la Academia Hyakkaou es como mi Utopía.
— Ya veo, me alegra que te guste.
— Entonces la que pierde no podrá volver a poner un pie en la Academia — aporta Runa de manera sonriente — ¿Les parece bien?.
— Sí — responde Kirari.
— Sí — afirma Yumeko también.
— ¡No puede ser! — exclama Suzui — pero Yumek…
— ¡Presidente! — interrumpe Sayaka notoriamente alterada— ¿No cree que es mucho?
Kirari muestra un brillo intenso en sus ojos contra su secretaria.
— ¿Cree que es lo correcto señora Presidenta? — pregunto con la misma preocupación que Sayaka.
— Deberías estar alegre de que realice esta apuesta (Y/N), si pierdo, podrás obtener tu libertad como mascota.
— ¡¿Qué?! — exclama Mary — (Y/N) dejaría de ser una mascota.
¿Qué está haciendo?, ¿Por qué me diría algo así?, ¿Qué busca esta mujer?, ¿Ponerme a prueba?, ella quiere saber cuál es mi grado de lealtad hacía su persona.
No puedo dejar de pensar que se ha abierto una ventana hacía mi libertad.
Dios… esto no es bueno.
En tanto, Runa le pide cartas de tarot a Itsuki, como era de esperarse ella trae consigo una baraja.
Kirari ha nombrado este juego como las "Cartas del Tarot del Destino". El juego consiste en sacar 3 cartas, de las 22 cartas que serán puestas en una mesa circular. Éstas tendrán un valor del 0 al 21, dependiendo de como las miré este tendra un valor positivo y negativo.
Yumeko tendrá los números positivos, Kirari los números negativos.
La diferencia entre las 3 cartas determinará el ganador, si el resultado final es un número positivo, Yumeko gana, si es negativo Kirari será la vencedora.
Pero hay una carta que podrá definirlo todo: El número 0 , aquel que saque esa carta en posición normal o de cabeza, la jugadora ganará automáticamente la partida.
Las 3 cartas representarán el pasado, presente y futuro, de manera similar a la lectura del Tarot.
— Muy bien, por último tendremos que elegir quién sacara las cartas del destino — comenta Runa muy sonriente.
— Bien, Yumeko sacará el presente, (Y/N) sacará el pasado.
—¡No puede ser!, ¡¿(Y/N) sacará el pasado?! — exclama Sayaka.
La mirada de Kirari es nuevamente fulminante contra ella.
¿Está es la forma de ponerme a prueba?, ella quiere que yo determine su permanencia o no.
— De ser así, quisiera que Suzui eligiera la carta del futuro, por favor — aporta Yumeko.
— ¡¿Qué Yumeko?!, ¡¿Yo?! — pregunta Suzui desconcertado
— No tengo inconvenientes en eso — afirma Kirari.
Ya estamos listos, la cartas han sido puestas en una mesa circular con un gran agujero al medio, por donde Yumeko eligirá su carta.
Mary, Suzui, Itsuki y Sayaka nos están observando desde una especie depalco.
En tanto Kirari, está detrás de mí. Puedo sentir su ojo vigilante detrás de mí.
Me encuentro frente a frente con Yumeko.
— Buena suerte Yumeko.
— Gracias, también para tí (Y/N).
Yumeko empieza, y sin titubear saca una carta que está en frente.
El valor de la carta volteada es de 1.
No ha tenido un buen inicio
— Para un juego en el que estás apostando todo, es un comienzo muy lamentable, ¿No crees? — pregunta Runa.
Ahora es mi turno.
— ¿No crees que esto es muy irónico? — me pregunta Yumeko antes de que pudiera tomar una carta.
— ¿A qué te refieres?.
— ¿Acaso no lo ves?, te propusiste destruir el sistema de mascotas y ahora estás jugando para mantener el status quo.
Mis ojos se abren al darme cuenta de la situación.
He estado tan sumido a este sistema de carácter darwiniano que he olvidado quien soy realmente. Admito que me gusta el trato que he recibido de Kirari, pero no puedo permitirme ser una mascota por el resto de mis días.
Debo aprovechar este momento para acabar con esto, de una vez por todas.
Puedo destruir el sistema desde adentro.
Sin meditar, tomo la carta que está al lado de la que sacó Yumeko.
Saco una carta con valor menos 21.
— ¡Ese es nuestro (Y/N)!, quién diría que sacarias esa carta, que suerte tienes. Kirari está muy orgullosa de tí — menciona Runa.
El puntaje total es de menos 20 puntos.
Ahora es el turno de Suzui que está a un costado de nosotros. Tan sólo debe sacar un número 20 positivo o un 0 positivo para empatar el juego, las probabilidades están en su contra.
— Por favor no te preocupes por mí, solo saca una carta y listo, incluso si perdemos soy yo quien se irá de esta Academia, el riesgo es solo mio, lo único que puedo hacer es aceptar los resultados con calma — pide tranquilamente Yumeko a su compañero.
— Estás equivocada, ya te lo dije, quiero observarte desde el mejor asiento posible, quiero pasar más tiempo contigo, Yumeko, ¡El riesgo también será mío! — Suzui exclama desde lo más profundo de su ser.
Todos estamos sorprendidos al oír lo que pareció ser una declaración de amor.
Itsuki y Mary están hablando de lo ocurrido.
Noto que hay una carta marcada, con lo que parece ser un brillo celeste…¿De la Presidenta?.
Oh no, ahora que recuerdo, Kirari tomó esa carta que representaba el valor 0. ¿Cómo la Presidenta podría equivocarse en algo tan absurdo?… o tal vez, había una carta debajo de esa y en realidad esa carta no es la de valor 0.
Debo alertar a Suzui de que no tome esa carta, o Yumeko se irá de la Academia.
Suzui, nota esa carta y está a punto de sacarla.
— ¿Vas a sacar esa carta? — pregunta Runa desde lo alto.
Suzui, voltea rápidamente a verme, como si yo supiera algo. Admiro la desesperación y la confianza que tiene sobre mí.
Con un gesto disimulado, trato de advertirle que no tome la que está marcada.
Al parecer advirtió mi sugerencia y la deja de lado, rehusándose a sacarla.
Yumeko luce excitada al estar al filo del resultado final.
Se acerca a Suzui y le pide tomar cualquier carta al azar con su propia mano.
Suzui, en un movimiento rápido elige una carta al azar. Los nervios estan presentes, todo se vive muy lentamente.
— ¡Increíble, es una carta de valor 20! — exclamo.
— ¡Es un empate! — grita Runa — y ninguna tendrá que irse de la Academia.
— Presidente… — aparece Sayaka preocupada por Kirari — …Presidente, que alegría.
Syaka está a punto de desmayarse pero Kirari la sostiene.
— Controlate ya Sayaka.
— No…puede… ser — hablo en voz baja, disimulando el resultado de la apuesta.
Tuve la oportunidad de ser libre, liberarme de las cadenas de servidumbre. Tal vez, por ello me habló Yumeko antes de sacar una carta, ella es una apostadora compulsiva, si me involucraba en esto creía que jugaría con todo mi esfuerzo.
Tengo una extraña sensación en mi cuerpo, la angustia se apodera de mí. ¿Cuánto más tendré que esperar para ser libre nuevamente?.
Volteo y miro a Kirari hablar con Yumeko.
En tanto Runa retiró todas las cartas de la mesa y Mary junto a Itsuki tratan de quitárselas por alguna extraña razón.
Camino hacía la salida, sin que nadie lo note.
Ya nadie volverá a quitarme el deseo de ser libre nuevamente…
… Lo juro por Dios.
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