Capítulo 4
- Creo que tendré que acostumbrarme a esto - me comento nuevamente a mi mismo - no tendré amigos en esta escuela, mi condición de mascota personal de la presidenta es una barrera ante los demás.
Estar solo en una de las mesas del casino de la Academia hace que me deprima mucho más.
Todavía están en mi mente la expresión de todos que me vieron ingresar al salón con mi collar de mascota.
Aquellas personas que traté de ayudar. Pude ver la desilusión en sus rostros al verme en esta condición, algunos creyeron en mí y yo los defraudé.
Llevo mis manos a mi rostro para evitar llorar.
-¡ Oye!, ¡Éste no es un buen momento para llorar! - distingo la voz de Midari frente a mí.
Elevo lentamente mi cabeza. La actitud de uno de los miembros del Consejo, era de evidente enojo.
Además de ella, Midari está acompañada por una de sus dos asistentes.
- ¿Qué quieres? - pregunto controlando mi enojo debido a su interrupción.
- Ya es hora, tengo un trabajito para tí - inclina su cuerpo - quiero que me traigas información de ella.
Midari apunta a mis espaldas. Al voltear, reconozco a la mujer a que se refiere.
- ¿Yumeko Jabami?, ¿La chica nueva?- pregunto confundido - ¿Qué quieres de ella?.
- ¡Todo! - exclama excitada - quiero saber todo sobre Yumeko: sus gustos, sus sentimientos y su vida.
- ¿Por qué tanto interes si se puede saber?.
- ¡Quiero que ella sea mi verdugo! - muestra una expresión bastante aterradora.
- ¡¿Qué?!, ¡¿Estás loca?!, ¡¿Cómo puedes decir semejante barbaridad?!
- Yumeko es todo para mí, ayer tuve la oportunidad de morir en sus manos en una apuesta de ruleta rusa, pero se negó a mi petición y eso me pone triste - lleva sus manos a sus mejillas sonrojadas, al igual que una tímida colegiala.
- No puedo creer que estoy escuchando esto - apoyo mi mano en mi cabeza ligeramente inclinada.
- Por eso quiero que vayas y me traigas toda la información que puedas acerca de Yumeko Jabami. Necesito saber todo, necesito conocer a mi nueva obsesión.
- ¿Es en serio?, pareces una psicópata.
- ¡Oye!, esto te beneficia mucho más de lo que crees.
- ¿En qué sentido?.
- Ahora podrás hacer amigos - se acerca hacía mí y me susurra al oído- he escuchado que Yumeko planea retar a la presidenta en una apuesta, de seguro te aceptará en su grupo si muestras tu collar.
Toma mi collar de mascota y juega brevemente con ella.
- Está bien - me levanto de mi silla - con tal de no hablar ni un segundo más de tus extrañas apuestas, lo haré.
- ¡Eso es! - oigo su exclamación de felicidad mientras me dirijo a la mesa donde se encuentra Yumeko acompañada de otros dos chicos.
Mientras camino, toco mis bolsillos en busca de mi teléfono celular, es una extraña manía que he adquirido con el paso del tiempo.
- ¡Hola! - saludo alegremente al grupo.
Hay un silencio incómodo entre nosotros. Creo que no fue una buena idea estar aquí.
- ¡Hola!, ¿Que tal? - Yumeko junta sus dos manos como señal de alegría.
- Hola - saludan al unísono los acompañantes de Yumeko
- Soy (Y/N), ¿Les molesta si tomo asiento?.
-Claro que no, adelante - asiente la chica de cabello negro - soy Yumeko Jabami, y ellos son Mary Saotome y Suzui Ryota.
- Mucho gusto - sonríe el chico.
- Lo mismo digo - comenta Indiferente la chica rubia.
- ¿Qué es eso? - se acerca Yumeko a mi cuello sin que me diera cuenta - parece ser un collar de mascota, pero éste es muy diferente a los demás.
Se detiene a observar las letras de color celeste.
- Es un collar... soy la mascota de la Presidenta del Consejo Estudiantil, Kirari Momobami.
- ¡Eso es magnífico! - exclama Yumeko con evidentes rasgos de excitación - perder una apuesta y convertirte en una mascota personal, tuvo que ser un duelo excitante ¿No crees?.
Vaya, esta chica está realmente loca al igual que Midari, ahora entiendo la atracción por ella.
- ¿Y qué apostaste? - oigo una voz femenina.
Mis ojos se detienen al ver de mejor manera a la chica rubia con dos coletas a los lados. Sus ojos de color café llamaron mi atención, es una chica bastante atractiva.
- Aposté el fín de este circo en la Academia Hyakkaou, si ganaba, Kirari eliminaría el sistema de donaciones y condonaría la deuda de todos los estudiantes. Lamentablemente perdí al no elegir bien en que mano estaba la moneda.
- Así que tú eras ese extraño chico misterioso del que todos hablaban - Suzui me dirige la palabra.
- ¿De qué estás hablando?.
- Se decía por los pasillos que alguien reunía a las mascotas y las hacía jugar sin apuestas de por medio, con tal de practicar para poner fín a sus deudas con el Consejo.
- Ese era yo - comento un tanto avergonzado.
- Realmemte eres una basura.
- ¿Qué dices? - volteo al oír las extrañas palabras de Yumeko.
- En un mundo sin apuestas, donde nadie pierde nada, las cosas serían muy aburridas y monótonas. Luchar por el instinto básico de sobrevivir es la esencia de esta Academia. Lo que hace mucho más interesante a esta escuela.
- ¿Qué cosas dices Yumeko? - Suzui trata de intervenir.
- No es nada, solamente fue un momento de sinceridad - Yumeko parece haber vuelto a la normalidad.
- Bueno, creo que es hora de irnos - habla Mary.
- Cierto, las clases van a comenzar, lo había olvidado - Suzui ve la hora.
Los cuatro nos levantamos y antes de que pudiera despedirme, toco mis bolsillos en busca de mi teléfono.
Ya sé...
- Yumeko, ¿Te importaría si te tomo una foto?.
- ¿Qué pretendes pervertido? - oigo a Mary susurrar.
- ¡Claro!, será un placer ser tu musa de inspiración.
Yumeko adopta una pose sencilla mientras tomo la fotografía.
- ¡Listo!.
- Fue muy interesante hablar contigo (Y/N), espero que nos volvamos a encontrar pronto - se despide Yumeko.
-Adiós - les digo mientras se retiran del lugar.
Camino de regreso hacía Midari, que luce totalmente despreocupada en el mismo lugar en donde la dejé.
- ¿Cómo te fue? - pregunta Midari desinteresada por mi presencia - ¿Pudiste saber algo más acerca de Yumeko?.
- Para serte sincero, olvidé preguntar - sonrió bobamente.
- ¡¿Qué?!, ¡Eres un bueno para nada!, ¡Un idiota que no puede seguir una simple orden!...
- Tranquila, antes de que sigas con tus regaños, tengo algo para tí.
Muestro la foto que tomé de Yumeko a Midari. Como era de esperarse, la expresión de su rostro era de plena alegría.
- ¡Ven! - toma mi celular con su mano, mientras con la otra toma de mi muñeca y me arrastra junto con ella fuera del casino, dejando atrás a su asistente.
- No puedo entrar allí - comento al ver la puerta del baño de mujeres.
- No seas idiota, ¡Entra! - empuja la puerta del baño y de inmediato ingresa a uno de los cubículos junto a mi teléfono.
Se siente extraño estar en el baño de chicas, nunca había entrado a uno antes.
Me miro de frente al espejo del lavamanos, pero antes de que pudiera hacer algo más oigo como Midari juega consigo mismo con la imagen de Yumeko en mi teléfono.
- Esto es desagradable - me comento mientras los sonidos de Midari aumentan.
- ¡Dios necesito salir de aquí! - llevo mis manos a mis orejas para no escuchar.
De inmediato, como si fuera una señal divina. Veo a la Vicepresidenta ingresar.
- Kirari necesita verte - comenta con una voz robótica a través de su mascara.
- ¡Claro!, con no estar ni un segundo más aquí - salgo a toda prisa del baño, dejando sola Midari junto a mi teléfono.
- Me haz salvado, estoy muy agradecido contigo.
Ella sin decirme nada, se adelanta y camina.
- ¿Sabes?, no he tenido la oportunidad de hablar contigo - camino a la misma velocidad que ella.
La Vicepresidenta, no deja de caminar. Me siento totalmente ignorado.
No pasaron muchos minutos antes de que ambos llegáramos a las afueras del mismo lugar donde se efectuó mi apuesta con Kirari.
- Justo a tiempo - Sayaka abre la puerta para recibirnos.
Al ingresar, la Presidenta se encuentra sentada tranquilamente en el sofá.
- Me alegro que hayas venido (Y/N), tenía tantas ganas de verte. ¿Cómo estuvo tu día con Midari?.
- No quiero hablar de eso, si no fuera molestia.
- Ya tendrás tiempo para hablar de ello, ¿Sayaka?, ¿Podrías por favor dejarnos solos?, hay algo que debo hablar con (Y/N) y la Vicepresidenta del Consejo Estudiantil.
- Lo que usted ordene - Sayaka se despide realizando una reverencia.
Después de unos segundos. Kirari vuelve a hablar.
- Ven, no quiero que estés de pie. Debes cumplir tus labores como mascota, necesito acariciar tu cabeza. - me indica con su mano su regazo para que ponga mi cabeza allí.
Lentamente me recuesto en el sofá donde ella se encuentra y bajo mi cabeza hasta sentir el contacto de sus frías pantimedias.
- Eso es, relájate, hay algo de que quiero contarte - me dice mientras me acaricia el cabello.
- Dímelo todo, tengo todo el tiempo del mundo - le digo con total despreocupación, producto de sus caricias.
- Me iré por un tiempo de la Academia, tengo algo muy importante que hacer (Y/N).
- ¿Cuándo te irás?.
- Esta noche y no quiero que le cuentes a nadie de esto, ni siquiera a Sayaka, será nuestro secreto.
- ¿Y qué será de mí?.
- No te preocupes por eso, terminarás tu semana con Midari y la siguiente estarás con Yumemi. Si no regreso, la Vicepresidenta cuidará de tí.
- No tendría problemas con ello - comento en un estado somnoliento a medida que sus dedos se arrastran por mi cabeza - sería una buena instancia para conocer a tu mano derecha.
- ¿Oíste eso? - Kirari comenta a la chica de la máscara - creo que alguien quiere conocerte.
La Vicepresidenta no responde.
- Debes irte (Y/N), adoro éstos momentos de calidad contigo. Pero necesito preparar mi viaje. - toma mi cabeza para que pueda adoptar una postura normal.
- Claro, yo también lo disfruté. Debo buscar a Midari, tiene mi celular consigo y no quiero pensar que estará haciendo con él - me levanto y camino hacía la puerta.
- Y no lo olvides, no debes decir a nadie acerca de esto, ¿Entendido?.
- Por supuesto - hago una reverencia y me marcho del lugar.
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