Capítulo 26
— 5…4…3…2…1, ¡Finalmente soy libre! — Exclamo de forma solitaria en uno de los pasillos del segundo piso, mirando con alegría mi teléfono celular.
Ya ha terminado un nuevo día lleno de clases, y por supuesto, de apuestas.
Ingreso a uno de los múltiples camerinos que tiene esta escuela, junto con mi mochila y un saco protector para mi ropa que traigo conmigo para esta ocasión especial.
Luego de cambiarme el uniforme por unos pantalones azules y camisa blanca elegante, guardo todo mi atuendo escolar la funda protectora.
Ahora, camino hacía los lavamanos que están al otro lado de los camerinos para arreglar mi presentación personal.
— ¡Wow!. Me veo bastante guapo — Toco mi cara después de lavarla con agua.
Desde el segundo piso observo el paisaje desde la ventana que tiene este camerino.
El atardecer se ve hermoso, nunca dejaré de contemplar los bellos atardeceres que nos entrega la naturaleza, es una experiencia magnífica.
Doy un respiro profundo, tomo mis cosas y salgo de ese lugar.
Afuera, todo está tranquilo, no hay nadie deambulando por aquí.
Bajo por las escaleras al primer piso.
Posteriormente me dirigo a una de las oficinas que dispone el Comité de Elecciones para guardar aquí mi uniforme escolar, mi mochila, y el uniforme de color morado que me identifica como miembro de este Comité.
— Bendito sean los beneficios de esto — Cierro con llave la oficina.
El código de vestimenta es muy estricto en la Academia Hyakkaou, no se permite ningún otro atuendo que no sea el uniforme. Pero claro, si eres miembro o un sub-miembro del Consejo Estudiantil, esta regla puede pasar por alto en algunos casos.
Pero lamentablemente, todo tiene un costo: Como dejé mi uniforme aquí, tendré que llegar mañana muy temprano para vestirme y evitar ser visto por otros estudiantes con tal de dar el ejemplo.
Aunque es un costo muy menor que debo "pagar".
La puerta ya está cerrada, guardo mis llaves en mi bolsillo y estoy listo para salir.
Camino con tranquilidad hasta alcanzar la salida de la escuela.
Hoy, es una tarde especial.
Hace días, luego de una inesperada apuesta contra Yumi Totobami le prometí que tendría una cita con ella por dos horas.
Esa misma tarde tuve una idea, la llevaré a un restaurante de tipo Takiniku que se encuentra cerca de mi apartamento en donde vivo.
Le escribí a Yumi que me había entregado su número, y al consultarle sobre la idea, ella estuvo de acuerdo.
"Te veré a la salida de la escuela ese día"
Fueron sus últimos mensajes que recibí de su parte. Pero por supuesto, seguimos teniendo contacto, al día siguiente ella me sorprendió junto a Terano cuando me disponía a espiar a Batsubami, luego fui juez en el duelo entre Sayaka y Yumeko, lo demás, es historia.
Salgo afuera de la Academia, y tal como lo prometió, Yumi estaba ahí.
— ¡(Y/N)!, ¡Que alegría verte! — Saluda con efervescencia la chica del Clan Momobami.
Para mi sorpresa, Yumi no luce su uniforme habitual de la escuela. Ella está vestida con un vestido de diseño chino de color rojo y de detalles amarillos que no cubren el total de sus piernas.
Evitando mirarla por mucho tiempo como si fuera un depravado. Llevo la mirada a su cabello que lleva consigo unas coletas amarradas que no impiden que pueda lucir el largo de éste.
— Te…te…ves bien — Estoy asombrado al verla.
— ¿En serio lo crees?, a mí me gusta mucho también — Sonríe de alegría.
— ¿Estás lista? — Pregunto intentando recomponer la compostura.
— ¡Cuando tu quieras! — Ofrece su mano para que pueda tomarla.
Con nerviosismo, entrelazo mis dedos junto a los suyos, y caminamos como si fuéramos una pareja.
— Nuestra cita comienza a partir de ahora — Yumi me indica la partida de esta cita.
— Esta bien…
Mientras caminamos juntos, mi cabeza se centra en sus manos. No puedo evitar sentirme nervioso ante el contacto de sus dedos junto a los míos.
En especial, por que este pequeño acto de intimidad me recuerda a una chica muy especial para mí…
— Es una linda tarde, ¿No lo crees? — Yumi interrumpe mis pensamientos.
— Lo es, es bastante hermosa.
— Amo los atardeceres, son muy bellos — Mira hacía el cielo, admirando el color anaranjado que nos cubre.
— Pienso lo mismo, me encantan — Intento estar en confianza.
Mientras caminamos, Yumi me cuenta su experiencia en la Academia y de lo interesante que ha sido todo esto para ella.
Estaba tan interesado en su conversación que omití opinar para no interrumpirla. Pero para mi mala suerte no pude terminar de escucharla, ya que sin darme cuenta ya habíamos llegado al restaurante.
El cielo ya estaba oscuro, y las luces de los faroles se encendieron.
Caminamos hasta la entrada, donde alguien nos recibe con una tablet de alta tecnología.
— Tengo una reservación para dos personas a nombre de (Y/N) — Entrego mi identificación.
Luego de corrobar los datos en su dispositivo, nos permite pasar:
— Todo está en orden, vaya a la mesa 5 por favor. Espero que pueda disfrutar su estancia junto a la bella dama.
— Gra…gracias — Titubeo ante sus palabras.
— Muchas gracias — Yumi responde cálidamente, sin dejar de soltar de mi mano.
Al llegar a la mesa, ambos estamos en frente del otro, separado por una mesa redonda con una parrilla insertada en su centro.
— Es un hermoso lugar — Yumi mira con deleite todo a su alrededor.
Me alegra escucharla decir esto, sabría que le gustaria, aquí hay mucho que mirar, hay muchos vidrios y paredes limpias de madera que combinan con todo el ambiente.
Pero por sobre todo, no hay muchas personas aquí, por lo que no será una velada tan bulliciosa.
— ¿Qué van a pedir estimados? — De sorpresa aparece un camarero de aspecto joven que no debe superar los 30 años de edad.
— Pues si estamos aquí, creo que lo mejor será degustar sus mejores carnes — Evito sonar como alguien multimillonario.
— ¿Estás seguro? — Mi acompañante me observa con inquietud.
— Todo está bien, no te preocupes, pide lo que quieras.
— Mmmm…de ser así, pediré lo mismo, y también quisiera una gaseosa de naranja.
— También quiero una — Miro a los ojos del camarero.
— A la orden señor — El sujeto anota con rapidez.
Posteriormente se marcha con nuestros pedidos.
Pasaron algunos segundos, tenía la intención de iniciar una nueva conversación con Yumi, pero como en un duelo de vaqueros, ella disparó primero:
— Dime (Y/N), ¿Has tenido novia?
Mi cara se vuelve roja con su inesperada pregunta.
— Pues…no…jamás… —
Me vuelvo intranquilo al responder. Como una especie de mala broma, mi cabeza me lleva a un recuerdo reciente: El beso que le di a Ririka, pero no es todo, recordé que incluso le pedí que fuera mi novia, aunque ella no me dio una repuesta en ese momento, siento que debo esperar todavía — ¿Qué me dices sobre tí?, ¿Has tenido novio alguna vez?
Hablo con bastante rapidez.
— No, nunca. Lamento si mi pregunta fue un poco incómoda, es que la idea de que alguien como tú no tuviera novia, se me hacía un tanto extraño — Sus mejillas se tornaron rojas y evitó mirarme por unos segundos.
— No tienes de que disculparte, nunca me habían preguntado eso antes, fue extraño, y…
Mi garganta se cierra por un instante, otro recuerdo viene a mí: Precisamente, uno vinculado con una chica a quien amé en mi anterior escuela…
— ¡De verdad lo siento mucho! — Junta la palma de sus manos en señal de disculpa al ver que me quedé en silencio.
— Por favor, no actues así — Trato de no verme triste, muestro una sonrisa para ganarme su confianza — Ven, hazme otra pregunta y te responderé, no tengas miedo.
— Esta bien, esta bien — Reflexiona por unos segundos — ¡Ya sé!, ¿Por qué decidiste ingresar a la Academia Hyakkaou?, ¿Vienes de una familia millonaria?
— No, solo soy alguien de clase media que ingresó por una beca que gané en mi escuela, en mi tierra natal. Lo cierto es que quiero convertirme en juez y que mejor lugar que este, donde las influencias políticas y económicas sobran.
— ¡Vaya!, ¡Que fascinante! — Sus ojos brillaron por algún motivo — ¿Por qué razón quieres convertirte en juez?.
Sostiene su mentón con ambas manos, con los codos apoyados en la mesa en señal de interés.
Tomo mi tiempo para responder, la verdad es que mi respuesta está relacionada con su primera pregunta. Vine a la Academia Hyakkaou para encontrar a quien considero como mi primer amor, fue una decisión arriesgada de la cual no me arrepiento de nada.
Aunque no la he llegado a encontrar, la idea de acabar con el sistema de mascotas será mi motivación para seguir en la escuela, es algo que debo hacer.
Pero, no pretendo hacer de esta cita algo incómodo, con historias personales que harían llorar a cualquiera, así que respondo lo que ya todos saben en realidad:
— Mi abuelo era juez en donde yo vivía, jamás pude conocerlo muy bien, él falleció cuando yo tenía 7 años. Recuerdo que era muy querido por todos, la gente prefería resolver sus conflictos con él que en la gran ciudad, con ello podían abaratar los costos que significaba trasladarse.
— ¡Eso es asombroso!, es una causa muy noble de tu parte.
— Lo es — Llevo mi mano detrás de mi nuca un tanto avergonzado.
Antes de que pudiera realizar otra pregunta, el camarero trae la orden que pedimos con rapidez, además de todo lo necesario para encender la parrilla.
Con la experiencia que debió haber adquirido en este restaurante, logró encenderlo sin problemas, colocando también las carnes que pedimos junto con algunas verduras.
— Espero que disfruten de su comida — El hombre se retira de nuestra mesa, dejando los otros trozos de carne en una bandeja de plata y entregando palillos para comer.
— Pues bien — Levanto mi brazo con mi bebida en mano para brindar — ¡A comer!
— ¡Estoy de acuerdo! — Toma sus palillos y se dispone a comer también.
Mientras comemos, hay muchas preguntas que se me vienen a la cabeza sobre Yumi Totobami, ella parece ser diferente en comparación a los del Clan. No parece ser muy rígida, es más bien una chica alegre y muy amable al hablar.
Esta es mi oportunidad de obtener información que pueda ser de utilidad:
— ¿Sabes?, al conocerte un poco mejor, he notado que eres muy distinta a Terano. ¿Segura que son hermanas? — Digo en tono de relajo.
Las facciones entre ambas hermanas son muy opuestas entre sí.
Yumi dejó de comer de un segundo a otro, y elevó la mirada para mirarme fijamente:
— La verdad…es que soy huérfana — Muestra un sonrisa de incomodidad.
Mierda, metí la pata…
— ¡Cuanto lo siento! — Junto mis manos para disculparme, sin importar que haya dejado caer mis palillos — Solo era una broma…ya sabes…ambas no se parecen mucho…y…
— Creo que ahora estamos a mano — Su voz cambió a su habitual tono risueña.
— ¿Eh?
— Ambos preguntamos cosas que no deberían hacerse, son errores involuntarios. Me alegra que podamos compartir este hermoso momento juntos.
Sus ojos verdes se iluminaron. Ella solo transmite alegría, es como si fuera un verdadero ángel que ilumina todo a su alrededor.
Retomamos nuestra comida en silencio, saboreando cada carne que nos ofrece este elegante restaurante.
Minutos más tarde, colocamos las otras carnes a la parrilla. Mientras esperamos que se preparen, me animo a continuar con algunas preguntas.
— Dime algo, ¿Cómo es que Kirari se convirtió en la líder de su Clan?, es curioso, pero algo me dice que no existe mucha química entre ustedes.
— Sí, podría decirse que no nos llevamos muy bien. Nuestras familias llevan luchando entre sí por generaciones, ¿Cómo es que Kirari se convirtió en la líder del Clan? — Bebe un sorbo de su bebida antes de seguir — Recuerdo aquel día, yo era niña, Rin y Kirari jugaban a las cartas, era el último turno, en él se decidía quien guiaría a nuestra familia junto con un gran premio de un millón de yenes. En aquel turno, Kirari pudo ver la trampa que ocultaba Rin, él tenía dos comodines que le aseguraban la victoria, pero una de esas cartas no debía estar allí, fue puesta para que él pudiera ganar con una buena mano, sin embargo a pesar de todas las trampas, Kirari pudo desenmascarar su truco y quedarse con el liderato.
— Es una historia muy genial, eres excelente narradora — No dejo de mirarla, soy como un niño que escucha con detención su cuento favorito.
— ¿Lo dices en serio? — Se avergüenza ligeramente por mi cumplido — Conté lo necesario para no extenderme.
— Lo digo en serio, eres muy buena — Retiro un trozo de carne de la parrilla y la llevo a mi boca.
— ¡Que alivio!, creí que te aburrirías con mi historia, no sabía si debía extenderme o no.
— Lo hiciste muy bien la verdad — Llevo un trozo de carne a mi boca — Dime una cosa más, ¿Qué clase de relación tienen los del Clan Momobami con Batsubami?, ¿Por qué alguien como ella trabaja para todos ustedes?
— ¿Qué?, ¡¿Estás interesada en Rei?! — Exclama casi alarmada.
— ¡No!, ¡No es eso! — Bebo un poco de mi bebida — Es una relación muy extraña entre ustedes, tengo curiosidad, es todo.
Procuro medirme en mis palabras.
— Mmmm…¿Por dónde empiezo?…¿Por dónde empiezo? — Lleva su dedo a su mentón, mirando hacía el Techo como si pudiera encontrar una respuesta allí — Es una historia muy larga, no sé muy bien cuando comenzó, pero la familia Batsubami siempre ha servido a nuestras familias, tengo muchos recuerdos con Terano y con Rei también.
— Ya veo…
Evito realizar más preguntas, no pretendo incomodarla. Esa era la pieza restante de mi rompecabezas, todo está más claro. Ahora, soy un espectador V.I.P de este juego llamado Rei Batsubami.
Ella tal vez no lo sabe, pero podría decirse que ya sé como todo esto terminará, no es una obra tan difícil de entender y de predecir.
Pasados los minutos, nuestra cena transcurrió con total calma. Nuestras conversaciones se fueron diluyendo a temas muy banales como la escuela, los exámenes y el clima. Posterior a mi interrogatorio, no había nada allí que me fuera de utilidad. Aunque logramos conectarlos emocionalmente, yo luchaba para mantener la distancia entre los dos.
—(…)Aquí tiene la cuenta señor — El excelente mayordomo me indica el monto a pagar.
De mi bolsillo, tomo mi billetera, pero de golpe me veo interrumpido por Yumi:
— Por favor (Y/N), permíteme pagar, me sentiría muy mal si lo hicieras.
— ¿De qué estás hablando?, no dejaré que lo hagas, ni lo sueñes — Sonrío con orgullo y un poco en broma.
— En efectivo — Cancelo una suma considerable de dinero, gracias al pago que recibí de Kirari cuando fui su mascota personal.
Logré darle un buen uso a ese dinero.
Después de ello, ambos nos retiramos satisfechos del restaurante.
Afuera ya es de noche, las luces de los edificios están encendidos y hace un poco de frío en los alrededores.
Reviso mi teléfono y todavía resta de media hora de mi cita con Yumi.
El tiempo ha pasado mucho más rápido de lo que imaginé.
— ¿Cómo sabías de este lugar (Y/N)?, todo era hermoso y la comida sabía deliciosa — Me pregunta con curiosidad, interrumpiendo mi vista a mi teléfono móvil.
— Vivo cerca de aquí, en un apartamento. Veo el restaurante todos los días al ir a la escuela, pero no quería visitarlo solo — Me avergüenzo un poco de mis palabras, me hace ver como alguien solitario.
— Oh…
— Nos queda media hora. Vivo a pocos minutos de aquí. ¿No te gustaría beber algo de café?, hace algo se frío esta noche.
— Rechazaré tu oferta (Y/N), ha sido una cita hermosa, podemos dejarla hasta aquí…
— ¿Qué hay de nuestro trato? — Interrumpo — ¿No querías que fueran dos horas?, todavía hay algo de tiempo.
— Sí, lo sé. Aunque dudo que podamos hacer mucho en media hora, si hubieras ganado, no habría protestado en ir a tu apartamento — Guiña su ojo.
Procesando su mensaje, demoré un poco en entender:
— ¡Espera!, ¡No!…no es lo que crees…yo…este…el clima…ya sabes
— ¡Solo bromeo!, ¡Solo bromeo! — Libera una risa infantil.
No puedo creer que haya caído ante ella. Me siento bastante torpe.
— Puedo llevarte a tu casa si quieres.
— No, iré sola. No quiero tomar más de tu tiempo, tienes un arduo trabajo que hacer mañana como observador de las elecciones — Sonríe — Fue una gran cita, lo pasé muy bien.
Camina unos pasos dispuesta a marcharse.
— Espera…
— ¿Uh? — Mira sorprendida.
— ¿Por qué quisiste salir conmigo? — He tenido esta duda desde que la vi antes del juego "La tentación del contribuyente", una chica como ella no me buscaría así por que sí — Sé que mi pregunta puede sonar tonta u incómoda, pero si no pregunto, viviré con esta duda por mucho tiempo.
— ¿Por qué no lo haría?— Se me acerca hasta estar frente a frente — Eres un chico muy especial(…)
Besa mi mejilla con suavidad.
—(…)Adiós (Y/N), nos veremos mañana en la escuela — Mueve sus manos en señal de despedida a medida que se retira.
— Hasta mañana… — Sigo sorprendido por su respuesta y su inesperado beso.
La veo alejarse poco a poco.
Luego de algunos segundos, comienzo a mover mis pies.
Una parte de mí está felíz por que me siento apreciado. Sin embargo, la idea de que me vean como un casanova me aterra por dentro, en lo más profundo de mi ser.
Es una especie de maldición que jamás he querido aceptar.
Por ello, la respuesta de Yumi no era la que yo esperaba.
— Por que soy alguien "especial" — Susurro.
Es un halago que no suelo recibir a menudo.
Muchas cosas vienen a mi cabeza en este instante: Ririka, la Academia Hyakkaou, La Presidenta del Consejo, Yumi, y mi anterior vida antes de ingresar a la prestigiosa escuela.
Tengo mucho que ordenar dentro de mi cabeza, cada día me siento más disperso en mis ideas.
Necesito relajarme y pensar las cosas con tranquilidad en su debido momento.
No quiero arruinar este bello recuerdo que atesoraré junto a Yumi Totobami.
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