Tal vez parezca que este será un juego sencillo, pero no lo es.

A la primera, lo más lógico será llevar todas las monedas a la alcancia del fondo de los impuestos, pero esta lógica pierde sentido. Si todos son ganadores, no habrán suficientes votos para pagarles a todos, el total sería de casi 500 votos, y Terano solo dispone de 130.

Los participantes ya se dieron cuenta de esto, e intentan planificar alguna estrategia.

Al fín y al cabo eso es lo que busca Terano, que peleen entre sí, para expulsar a un participante y llevarse todos sus votos.

Es una forma pasiva de obtener votos, sumado además de si alguien no logra reunir cuarenta monedas, deberá cederle todos los votos que hayan obtenido hasta ahora.

Bastante inteligente y creativo a decir verdad.

Por un lado, observo a Batsubami, ella mira a cada uno de los participantes antes de que comience la primera ronda.

Me pregunto en que estará pensando.

De acuerdo al sorteo, este será el orden en el que entrarán a repartir las monedas: Sumeragi, Miroslava,  Yumeko, Ibara y finalmente Manyuda.

Mientras los jugadores ingresan uno por uno, Yumeko intenta hablar con Manyuda.

— ¿Qué pasa?, dime — Kaede pregunta al verla tan cerca

— ¿No te divertiste con la apuesta que tuvimos? — Yumeko se sonroja al recordar ese momento — Los jugadores dejamos todo en el campo de batalla, y hasta Sumeragi apostó todo lo que tenía, ¡Fue un momento maravilloso!. Espero que este juego sea igual de placentero

— ¿Que nunca dejas de divertirte? — El chico de cabello blanco denota molestia — ¿Cómo puedes atreverte a decirme algo así?…Tú misma lo dijiste, aposté todo y perdí, es verdad. Pero dime algo, el placer que te pone en manos de la suerte y que en ocasiones hunde a tus oponentes en la desesperación, ¿Alguna vez haz sentido remordimiento por las vidas que has destruido?

— Pues…la verdad es que me siento algo culpable…por no sentir remordimentos…

¡Espera!, ¿De verdad escuché bien?

— ¿Acaso estás demente? — Batsubami abre los ojos y se acerca a Yumeko — ¿Aún sabiendo aquellos que sufren en la desesperación?… ¡¿Cómo puedes?!, ¡¿Qué diablos te sucede?!

Vaya, Batsubami está a punto de perder los estribos.

— ¿Eso es algo con lo que te identificas? — Yumeko contrapregunta serenamente — ¿Con alguien que se ha hundido en la desesperación?

Los ojos de Rei se abren, tal como lo hizo conmigo. Yumeko acaba de dar en una fibra sensible para ella.

— Rei… — Ordena Terano.

— Me disculpo — Retoma la compostura y hace una reverencia.

— ¿Qué pasa?, ¿Están peleando en medio de una apuesta? — Ibara se pone de pie en los asientos superiores del salón — Ya relájate Batsubami.

Ibara camina hacía Manyuda y le incita a apostar contra Yumeko para saldar cuentas.

De pronto, la puerta se abre, Sumeragi ingresa al salón.

En tanto los participantes hablan entre sí, observo a Batsubami. Su respiración es controlada, intenta controlar su ira que la invade por dentro.

"Hundido en la desesperación", jamás habría pensado en ese término, ¿Es así como se siente Batsubami?. Debo saber un poco más, ahora que tengo una pista acerca de su móvil para actuar.

Pasado los minutos todos ingresaron a la cámara.

Rumia extrae de la alcancia del fondo común las monedas.

Hay 20 monedas allí, por lo que éstas se multiplican por todos y se reparten. Lo que significa que cada uno obtuvo 8 votos.

Pero hay algo más, eso significa que alguien puso todas sus monedas en su fondo personal e igualmente recibió del fondo común.

Ahora viene lo bueno…

Hay un pequeño alboroto entre los participantes, ya hay un traidor entre ellos.

Rumia mira con regocijo esta escena, sabe que aquí la confianza es clave para triunfar. La sensación de injusticia predomina este juego, todos fingirán ser inocentes y se aprovecharán de los demás.

Si quieres lograr tus objetivos tendrás que tejer la confianza entre los demás, es un trabajo lento e incluso tedioso, pero al final, todo valdrá la pena.

Cruzo fugazmente la mirada con la mediadora, esto es un frenesí. Ver el caos surgir entre los cinco nos llena de un placer culpable.

En tanto, Yumeko tiene un plan. En cinco hojas, escribió cinco números  aleatorios. Cada uno deberá tomar una hoja y depositar en la alcancia de los impuestos la cantidad que se indica allí.

Prácticamente es una estrategia Caza-Bobos…

Rumia interrumpe el tiempo de planeación, para que empiecen la segunda ronda.

Uno por uno, comienzan a ingresar a la habitación.

La tensión se puede sentir en el ambiente.

Terano, Batsubami y Yumi se muestran un poco tensas al ver como cada participante se encuentra  centrado en sus pensamientos, buscando la forma de cómo ganar.

Ya todos ingresaron a la habitación.

Es el turno de que la mediadora cuente las monedas de la alcancia de los impuestos.

En esta segunda ronda, hay 13 monedas en total, lo que significa que cada uno recibirá 6 monedas.

La reacción de todos es de confusión.

Otra vez todos discuten al ver el monto. Yumeko calculó que la suma de todas las hojas sería de 21, por lo que no hay un solo traidor, ahora son dos.

En un acto de furia, Ibara acorrala a Yumeko con su pie.

— Oye, ¿Ya habías estado pensando en esto?, ¿Qué dos o más personas traicionarían al grupo?

— Correcto, así es — Contesta tranquila, y con razón. Alguien ha mordido el anzuelo — Los papeles no eran mas que una carnada, es más fácil localizar a tu presa cuando muerde el anzuelo y comienza a moverse, ¿No lo creen?

— Confié en tí y seguí tus instrucciones, pero tan solo me usaste.

— Fue para descubrir la verdad y la prueba es que sabemos que hay más de un traidor en el grupo.

— ¡Ah!, ya veo, ahora entiendo todo. Esos papeles son la prueba de que tú, nos engañaste. ¡Ser  honesto no nos sirve de nada!, ¡Las mentirosas como tú no deberían existir!

Ibara patea la madera de los pupitres con rabia.

Miroslava le pide calma. Ella concluye que los dos traidores están trabajando juntos.

Sumeragi acusa a los del Clan Momobami de estar confabulados entre sí.

Todo se vuelve una discusión aquí.

Yumi ríe al  ver este alboroto. Comprende la naturaleza de esta apuesta.

— ¿Es divertido no lo crees? — No puede dejar de reír a carcajadas.

— Bastante — Sonrío al ver como todo se derrumba.

— ¡Vaya!, ¡Tenemos tanto en común (Y/N)! — Rodea mi brazo en una suerte de abrazo.

— Eh…sí…claro — Titubeo ante su impredicible actuar.

Pero en tanto, algo dentro de la apuesta se vuelve interesante:

Kaede señala y acusa a Yumeko de traición.

Escencialmente la acusa de estar confabulada con Terano antes de iniciar la apuesta.

Al parecer, tal conclusión de Manyuda le molesta a Sumeragi. Ella cree que las habilidades deductivas de Kaede ya no son como las de antes de perderlo todo, lo acusa de tener una mente débil por deducir tal barbaridad, la mente de Yumeko se rige por el placer de apostar, no por la de ganar unos simples votos.

Con aquellas palabras, recordé lo que me dijo Saotome de Yumeko, que ella vive de la adrenalina de apostar, vive la emoción de lo que es el juego.

— El tiempo de planeación terminó, es hora de la tercera ronda — Interviene Rumia en un buen momento.

Todo se empieza a desmoronar lentamente.

La desconfianza se dejar sentir.

Esto se pone cada vez mejor.