Capítulo 16
Sigo los pasos de Ririka que corre a una velocidad media detrás de Mary.
Noto que tiene dificultad para moverse.
Aumento un poco la velocidad hasta alcanzarla.
— Dame eso — Quito la caja de votos de sus manos — Ve por ella.
Sin comentar nada, ella logra moverse más cómodamente hasta alcanzar a Mary que corre de forma segura como si conociera el camino.
Ahora el esfuerzo de alcanzarlas recae sobre mí.
Pasado algunos minutos, Mary se detiene en una gran puerta, observando como segundos después Ririka llega también.
Con un retraso de aproximadamente cinco segundos, logro alcanzarlas con un gran cansancio. Estos votos si que molestan.
— Llegas tarde, no tengo tiempo que perder — Mary me regaña con irritación.
— Gracias (Y/N), estoy en deuda contigo — Ririka recibe la caja de votos con su voz robotizada.
Ambas ingresan a esta sala y cierran la puerta para evitar que otra persona más ingrese.
— No puedo irme, algo interesante está ocurriendo allí. Si me voy jamás lo sabré y posiblemente me lamente.
Mientras miraba por los pasillos en busca de algo interesante para perder el tiempo, me di cuenta que la puerta en donde se encuentran Mary y Ririka está ligeramente entreabierta.
Me acerco para mirar disimuladamente.
Veo a Mary y a Suzui sentados en una mesa uno en frente del otro.
— ¿Qué está haciendo Suzui en este lugar? — Susurro sorprendido.
También, hay dos chicas más que se miran entre sí, ambas chicas se me hacen un tanto familiares.
Finalmente, está la Vicepresidenta que carga los votos recién ganados por Mary Saotome, y sorpresivamente la obsevadora de esta partida es Runa Yomozoki.
Si ella está aquí, de seguro debe tener sospechas o desconfianza de alguno de los integrantes de esta mesa, de otro modo no me explicaría su presencia.
—(…)primero, este antídoto vale 100 votos y la otra regla es que cualquiera que se retire o que saque más de nueve deberá pincharse el dedo con estas agujas — Escucho una voz femenina.
— Esas deben ser… — Oigo decir a Suzui.
— Estas agujas fueron bañadas con el mismo veneno que está atormentando a Yumeko(…) — Responde la chica de largo cabello negro.
¿De qué está hablando?, ¿Veneno?. ¿Yumeko se encuentra en peligro?.
En un vistazo rápido veo que Yumeko está recostada y jadeando. Parece tener mucha fiebre.
Mis impulsos me dicen que al verla en ese estado, debo llevarla directamente a la enfermería, pero con Runa presente, de seguro que impedirá mi actuar.
Me alejo de la puerta, trago algo de saliva y respiro profundamente para contener esta impotencia.
Nuevamente doy un vistazo rápido.
"Boooong"
El ruido de un bong resuena desde el otro lado.
— La segunda ronda va a comenzar(…) — Oigo la voz de Runa.
Será mejor que me aleje un poco. Esperaré aquí, necesito saber el desenlace de todo esto.
Pero por sobre todo, no quiero interrumpir este duelo.
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Mientras estaba sentando en el piso observando mis zapatos, siento la puerta abrirse.
No han pasado más de 10 minutos desde la última vez que miré.
Veo salir de aquella puerta a una chica alta. Desde más cerca puedo detallarla mejor: tez blanca, con maquillaje rojo, cabello largo y negro. Además, carga a su espalda a la otra chica, de estatura más baja, pero de similares características faciales.
Al verlas con mayor precisión, logro reconocerlas: Ellas son parte del Clan Momobami.
No quiero parecer un metiche, así que no preguntaré por qué está cargando a la otra chica.
Inmediatamente, veo a Suzui salir de la sala cargando de la misma forma como lo hacía la otra chica, pero con Yumeko.
— ¿Cómo está Yumek…? — Trato de decir pero soy ignorado por completo.
Había olvidado completamente su estado de salud. Pude haber hecho algo más y preparar una cama.
¡Dios!, me odio. Estoy actuando de forma bastante perezosa y con falta de iniciativa.
Mary y Ririka salen también y corren detrás de ellos, Mary carga con la bolsa que contiene la medicina que vi y Ririka lleva consigo la caja de votos.
— ¿Qué pasó allí…?
Una vez más, soy ignorado.
Me pongo de pie, creo que no hay nada más que hacer aquí.
Pero antes de que pudiera marcharme, veo que la puerta está abierta.
Respiro profundamente y con algo de valor ingreso. Posiblemente pueda deducir que fue lo que pasó.
Tal como vi anteriormente, hay una mesa aquí, pero encima hay varias cartas de tres colores y de tres números que van desde el uno hacía el tres, además llama mi atención que hay un objeto con muchas agujas.
Acerco mis dedos para tocarlas.
— Si fuera tú no haría eso — Interrumpe Runa mi concentración, ella está sentada en el mismo sofá en donde se encontraba Yumeko — Esas agujas están envenenadas.
— Casi cometo un error — Alejo mi mano rápidamente ante su advertencia.
— ¿Te divertiste hoy? — Cambia de tema — ¿Disfrutaste tu primer día como espectador?
— Esto es más difícil de lo que creía, tu filosofía es muy complicado de aplicar, debes controlar tus impulsos naturales y esperar a que todo se desenvuelva de manera natural.
— Ese es el espíritu de la neutralidad — Ríe de forma sumamente infantil.
— Dime, ¿Qué fue todo eso?, ¿Por qué escuché algo sobre un veneno?.
— Me parece que estuviste espiando ¿Eh?.
— No quería, pero las circunstancias me obligaron a hacerlo, aunque odio admitirlo, pero tuviste razón una vez más. La Academia Hyakkaou es bastante interesante a medida que te involucras. Por ello he decidido aceptar tu oferta, me gustaría ser parte de tu equipo de observadores.
— Creí que te tomarías tu tiempo en pensarlo, pero por mí está bien. ¡Bienvenido al equipo (Y/N)!, mañana iniciarás tu trabajo oficial como miembro del Comité de Elecciones — Sonríe de forma muy amable.
— Gracias, haré justicia en este lugar. Seré lo más imparcial posible durante las elecciones.
— Sé que lo harás bien.
Camino hasta el sofá y me siento al lado de Runa. Mis piernas están agotadas.
— Ahora dime, ¿Qué fue lo que pasó aquí?.
Al no recibir respuesta alguna por parte de ella, la miro para insistir, pero me doy cuenta de que sus mejillas están algo rojas y que además estamos muy cerca uno al lado del otro.
— Tierra a Runa, ¿Estás ahí? — Muevo mi mano por delante de sus ojos.
— ¿Ah?, lo siento me distraje — Lleva su mano a su nuca y muestra sutilmente su lengua.
— ¿Puedes decirme que pasó?
— ¡Claro!, todo inició cuando Miyo y Miri, integrantes del Clan Momobami apostaron contra Yuriko,…
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