Capítulo 10 (Parte 2)
Despierto abruptamente al sentir a alguien abrazarme.
Mis ojos todavía se encuentran cubiertos por la tela que amarró Yumemi.
El tacto es mi única amiga en éstos momentos.
Siento como si una figura femenina me abrazara, sus manos se encuentran en mi espalda y su cabeza apoyada en mi pecho.
— ¿Kirari? — fue lo primero que pregunto.
La mujer, sin decir nada retira la tela que me impedía ver a mi alrededor.
Mis ojos se nublan brevemente al ver después de un largo tiempo la luz ambiental y mi visión retoma a la normalidad.
Para mi sorpresa veo que la figura que me ha estado abrazando es ni más ni menos que Kirari Momobami. Lo primero que observo es su cabello de color blanco y sus dos trenzas que permiten sostener el diseño de su extravagante cabello.
Mis mejillas se tornan rojas, no puedo decirlo con certeza, pero luce muy diferente de lo habitual.
Kirari me libera de los grilletes, que al parecer no necesita de una llave para abrirse.
Como era de esperarse, caigo debido a que mis piernas han perdido estabilidad.
Mis brazos están adormecidos y la sangre circula lentamente por mi cuerpo.
Kirari baja de la silla donde se encontraba y trata de levantarme.
— (Y/N), ¿Te encuentras bien? — oigo un tono suave en su pregunta.
Me siento hipnotizado ante su belleza, su piel blanca y sus facciones perfectos no dejan de cautivarme.
— ¡Lo siento Kirari! — sujeto sus hombros con mis manos no tan adormecidas — ¡no debí traicionar tu confianza!, ¡Por favor perdóname!
Algunas lágrimas salen por mis ojos. No recuerdo haberme humillado de esa forma antes.
— Ya basta (Y/N), no debes comportarte así — Kirari trata de calmarme.
Sin pensarlo, tomo sus mejillas y la beso como nunca antes había besado a alguien en mi vida.
La misma chispa fluye por mi cuerpo al besarla como aquella vez que se fue de la Academia, es una sensación bastamte agradable.
Tímidamente acaricia mi rostro y permite que mi lengua ingrese a su boca. La húmedad de nuestras lenguas hace que nuestros cuerpos entren en una fase de excitación.
Podría estar así toda la noche. No había sentido el amor de una chica de hace mucho tiempo. Siento una conexión maravillosa con Kirari.
Inesperadamente, detenemos nuestro acto de amor al oír una vez más la puerta abrirse.
Primero ingresa Sayaka con una maleta, seguido de Runa y finalmente…¿La Presidenta?
Miro a la chica a quién besé y puedo ver que la expresión de su rostro a cambiado radicalmente a uno más vergonzoso, llevando así sus manos a la cara.
Estoy sumamente confundido.
— Eres tan predecible — se acerca la Presidenta que ingresó recientemente en dirección a su "doble".
La toma de su mentón y adopta una expresión tenebrosa en sus ojos celestes.
— ¿Realmente pensaste que creería tu excusa, Ririka Momobami?
Espera, ¿Qué?, ¿Ririka Momobami?… ¡Dios!, todo tiene sentido ahora…
"Por Favor (Y/N), no vengas a la Academia el viernes por la noche, tu libertad está en juego"
— RM
"RM", si ella escribió esa carta, no entiendo, por qué la hermana de Kirari me alertaría de no venir a la Academia esta noche.
— Yo…puedo explicarlo — la impostora trata de calmar la situación.
— No es a mí, a quién debes dar explicaciones, sino a (Y/N) — voltea a verme con una sonrisa extraña.
Ririka antes de hablar, desenreda su cabello, haciendo que éste caiga con bastante naturalidad.
Me siento un tanto nervioso al ver ante mis ojos a la mujer más hermosa de la Academia, ¿Dónde estuvo todo este tiempo?, ¿Por qué nunca supe de su existencia?
— (Y/N), primero quiero que sepas es que yo soy la Vicepresidenta del Consejo Estudiantil y como te habrás dado cuenta, Kirari y yo somos gemelas(...)
Respira profundamente antes de continuar.
—(…) fui yo quien te envió la carta que encontraste en tu casillero, además he seguido todos tus pasos desde que ingresaste por primera vez a la Academia Hyakkaou.
— Siempre supe que alguien estaba detrás de mí — comento.
— Haz olvidado, lo más importante Ririka — Kirari insiste.
— Yo…yo, fui quién informó de tu plan con las mascotas de la Academia.
— ¡¿Por qué?! — ya nada me asombra a éstas alturas.
— Por que…me gustas mucho — Ririka se sonroja un poco más.
— Eso no tiene sentido — comento.
— Quería protegerte de ésta Academia y la única forma de que estuvieras a salvo era convirtiéndote en la mascota personal de mi hermana.
— ¡¿Por qué lo hiciste?!, ¡¿Crees que no puedo valerme por mí mismo?!.
— No…no es lo que tú cres, tan solo yo…es que… todos los estudiantes que ingresan a la Academia, entran con un sueño, pero a medida que pasa el tiempo, se olvidan de ello, las apuestas y el dinero los consume. Muchos quedan en el camino y terminan expulsados o con grandes deudas. Es por eso que no quería que terminarás como ellos.
— Valoro mucho tu ayuda pero fue completamente innecesaria.
Observo a Ririka bajar la cabeza.
— No digas esas cosas (Y/N) — Kirari interviene — Ririka tiene razón, no habrías tenido ni la más mínima oportunidad de sobrevivir en ésta escuela sin la ayuda de mi hermana, deberías estar agradecido con ella.
— ¿Por qué debería estarlo?.
— Por que de ser por mí, te habría expulsado desde que me enteré de tu plan. Habría destruido todos tus sueños y habría hecho de tu vida un infierno, tal como pienso hacerlo ahora.
— ¿Qué dices Kirari? — pregunta Ririka alarmada.
— No me he olvidado (Y/ N) que decidiste traicionar mi confianza en durante el duelo contra Yumeko. Señalaste a Suzui de que tomara otra carta y no la marcada como estaba planeado.
— Pero… dijiste que no le harías daño— Ririka trata de revertir la situación.
— ¡Basta!, creo que es hora de deshacernos de (Y/N) de una vez por todas.
— ¡¿Qué quieres decir con eso?! — pregunto con mucho temor.
— Llamaré a Midari, ya es hora de cumplir su sueño de morir. Estará de acuerdo en morir junto a tí, (Y/N), por una bala disparada por mí — comenta Kirari con bastante tranquilidad.
— ¡No lo permitiré! — Ririka se antepone ante su hermana — no dejaré que le hagas daño.
— ¡Oh!, eso no me lo esperaba — comenta Runa que ha estado muy callada.
— ¿Que pretendes Ririka?, ¿Tanto significa (Y/N) para tí?.
— No lo entenderías… por eso… ¡Quiero que lo decidamos con una apuesta!.
— ¡Vaya!, debes estar bastante enamorada como para desafiarme a una apuesta. Acepto, si ganas tendrás el plan de vida de (Y/N) — pasan algunos segundos y Sayaka saca de su maleta mi plan de vida — pero si pierdes, deberás dejar tu puesto como Vicepresidenta del Consejo, abandonar la Academia y olvidarte de (Y/N) para siempre. No habrá otra opción, (Y/N) morirá está noche.
— ¡Está bien! — responde Ririka sin titubear.
— Yo seré la juez de éste encuentro — se acerca Runa para supervisar.
No tengo palabras para describir cuánto admiro a Ririka. Sin saber nada sobre mí está decidió desafiar a su hermana para salvar mi vida.
— Jugaremos tu juego favorito Ririka: El juego de la moneda. Ya conoces las reglas, sencillamente debes adivinar en que mano se encuentra la moneda y ganarás — Kirari saca de su bolsillo con su mano derecha la misma moneda con la cual apostamos la primera vez.
Inmediatamente lanza la moneda por lo aires y nuevamente en un rápido movimiento de manos me impide ver con que mano la ha atrapado.
— ¿Izquierda o Derecha?.
Ririka toma su tiempo para observar detenidamente.
En cambio, yo también observo la partida. Sé que hay un truco en todo esto y que no pude ver en nuestra apuesta.
Al igual que la otra vez, Kirari aprieta ligeramente su mano izquierda.
Ririka parece estar convencida de que la moneda se encuentra allí.
Lleva su mano hacía la mano izquierda de Kirari para descubrir la moneda.
Sin pensarlo dos veces tomo la mano de Ririka y la llevo a la mano derecha de Kirari.
— ¿Qué haces? — Ririka se sonroja al ver mi mano sobre la suya — la moneda no se encuentra allí.
— Lo está, confía en mí.
Kirari abre su mano y como era de esperarse la moneda efectivamente se encuentra allí.
— ¡Y la ganadora es Ririka Momobami! — grita Runa con alegría.
— ¿Cómo? — pregunta Ririka sorprendida.
— Era bastante obvio — comento sin soltar su mano — no pude notarlo la vez que aposté contra Kirari, pero es un simple truco de magia. Nunca lo hubiera sabido si no fuera por qué la hija de uno de los mayores fabricantes de juguetes del país era miembro del Consejo Estudiantil. El truco es bastante sencillo, en efecto hay dos monedas, Kirari siempre muestra la moneda con su mano derecha haciendo que nos fijemos solamente en esa mano, ignorando que en su mano izquierda tiene otra moneda. Al momento de cerrar sus puños para que podamos elegir la moneda, aprieta ligeramente su mano izquierda como distractor, ¿El secreto?, esa moneda se desvanece con la presión de las manos y no deja rastro alguno, haciendo que el rival se equivoque al elegir. Es un truco muy sencillo, pero dificl de descifrar para un novato.
— No debí subestimarte (Y/N), eres un chico bastante listo… Ririka tiene un buen gusto con los hombres. Sayaka, por favor entrega el plan de vida a la Vicepresidenta del Consejo Estudiantil.
— ¡Como usted diga Presidente!
Ririka recibe temblorosa mi plan de vida.
— Bueno, creo que nos iremos — Kirari se retira de la sala junto a sus acompañantes, quedando solamente Ririka y yo.
— (Y/N)…
— ¿Qué ocurre?.
— Tú mano…
Miro sutilmente que todavía no he soltado la mano de Ririka desde la partida.
Retiro la mano y me sonrojo notoriamente al igual que ella.
El silencio de la sala es abrumador.
Lo primero que hago es colocar mi camisa y mi chaqueta, no quiero contraer un resfriado.
— Bueno, ahora tienes mi plan de vida Ririka, soy todo tuyo — le guiño a la chica se cabello plateado.
Mostrando un evidente sonrojo Ririka se dispone a hablar.
— No…no es así, eres libre — rompe con sus dos manos las hojas de mi plan de vida y la arroja por los aires.
Mis ojos se abren al ver frente a mí la ansiada libertad que tanto soñé.
— Ririka…
Sin decirme nada, deja caer los restos del plan y sale corriendo de la sala.
Mi cuerpo está paralizado.
Francamente no entiendo nada.
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