"¿Te sirve llorar?"

Cada noche se acumulan palabras que quiero decir y no puedo, quedan flotando en el aire preguntas, respuestas, momentos por contar que no le interesan a nadie. Cada noche solo pienso, analizo y lloro.
¿Te sirve llorar? Lloro quizá porque soy la más sensible del mundo, mas sin embargo me gusta hacerlo, sacarlo todo, no guardarme nada para el mañana.
Lloro personas, situaciones, pasado, presente, futuro; tanto, que pareciera que mi vida es demasiado trágica. A cada paso intento acoplarme con la soledad pero como a todos, llega la crisis, la necesidad de un refugio, unos brazos, unas palabras, una compañía incondicional, alguien que se emocione tanto por aquello que te emociona tanto más ti. Y no existe, no hay alma, pero sí las ganas que van y vienen, que juegan conmigo.
Estoy en busca de mi estabilidad, porque es horrible depender de alguien; en algún momento el paraíso de ciento veinte días de desvaneció a pedacitos y con ello parte de mi vida; y lloro.
¿Te sirve llorar?
Lloro cada noche tan profundamente que me doy cuenta que soy todo lo que no era, que se fueron mis fuerzas, que soy vulnerable. Lloro hasta que la apnea me abraza, pues no alcanzo el oxígeno, se me marcan las venas mientras  junto toda mi energía en ambos puños, y suelto poco a poco, hasta quedarme dormida.
¿Te sirve llorar?
Al amanecer sientes cómo todo se renueva, la energía, las ganas, la mirada, las fuerzas. Un reinicio para sobrellevar las horas de rutina, y disfrutar la marca que distinga ese día, para con la luna terminar igual.
Me sirve llorar.