Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S: Final.

El vídeo es un acompañamiento estupendo para comprender más a fondo este capítulo ♡
Canción: I'll be good de James Young (tratad de comprender la letra para poner el soft mode on)

17 de noviembre


Hola, Jimin

Imagino que te estarás preguntando el porqué de esta carta... Bueno, ni siquiera yo estoy seguro. Sinceramente, no sé ni por dónde empezar, pero supongo que podría rogarte en primer lugar que la leas aunque sea una sola vez. Después, puedes hacer con ella todo lo que te plazca: quémala, tírala a la basura o guárdala en una caja polvorienta. Me da igual. Solo pido que des una oportunidad a las palabras aquí escritas.

Me disculpo por adelantado si encuentras el contenido algo desordenado (ya sabes que no soy nada bueno explicándome), pero confío en ser capaz de plasmar todos y cada uno de los pensamientos que cruzan este jodido abismo infernal que tengo por cabeza recurriendo al papel y la tinta. Suele ser, por lo general, un método que me funciona mejor, ya que puedo pausar cuando lo necesite, corregirme o reflexionar.

Dicho esto, allá voy:

Quería que supieras que he estado pensando mucho desde que hablamos por última vez. En serio, mucho. Creo que no tiene sentido pedirte perdón por esa llamada telefónica tan penosa, porque la palabra ya habrá perdido significado para ti de tantas veces que la he usado descuidadamente, creyendo que sería suficiente para deshacer el mal que he causado durante todos estos años. Admito que he abusado de ella, al igual que de tu confianza.

Desde el principio supe que esto terminaría así. Supe que podía hacerte daño y que lo acabaría haciendo, porque me conozco demasiado bien. Y permití de todas formas que te quedases, porque soy un puto egoísta. Siempre lo he sido.

Tal vez te resulte un poco cobarde por mi parte decírtelo a través de la tinta, pero dudaba mucho que quisieras verme. A decir verdad, me daba vergüenza aparecer ante ti después de la escenita tan pésima que monté. No creas que no pensé en llamarte, en contactar contigo de alguna forma para que hablásemos y pudiéramos reconciliarnos, porque, por costumbre, había asimilado que solo habíamos tenido una de nuestras múltiples peleas, una más sin importancia que añadir a la lista. Cuando mis recuerdos se tornaron nítidos, tuve claro que no podía estar más equivocado. Me di cuenta de que, volviendo a ti, no estaría haciéndote ningún favor. La historia se repetiría una vez más, y otra, y otra, y eso solo puede conducir a la locura. Yo soy una persona que ya está jodida de por sí, pero tuve un momento de lucidez y caí en que tú no tenías por qué terminar como yo, no era justo que te arrastrase conmigo. Creo que esa fue la primera vez en la que pensé concienzudamente en tu bienestar en vez de en el mío.

¿Ves a lo que me refiero cuando digo que soy un egoísta?

Desde que te conocí pude comprobar que, por mucho daño que te hiciera, tú siempre ibas a estar dispuesto a permanecer a mi lado, y eso era algo que no podía comprender. No entendía por qué perdías tu tiempo conmigo, por qué insistías tanto en ayudarme, por qué siquiera te fijaste en mí cuando yo no era nadie. Perdóname, porque no pude comprenderte por aquel entonces, y todavía me cuesta hacerlo. No obstante, por lo menos ahora soy consciente de todas las heridas que he ido abriendo, cuando antes era un completo necio cegado por mi arrogancia y prepotencia.

Tengo un pasado amargo, Jimin, ya lo sabes. Nunca me han puesto fácil las cosas. Con esto no estoy tratando de justificar mi comportamiento ni mucho menos, sólo quiero aprovechar esta oportunidad para sincerarme contigo y compensar así todas esas veces en las que no lo hice. Al fin y al cabo, te lo debo.

Mis intenciones jamás fueron hacerte daño y, sin embargo, tengo las manos manchadas de sangre. Crucé tantas veces la línea que todavía no puedo creer que aguantases durante tanto tiempo junto a una persona con mi perfil; conflictiva, huraña y dependiente. Debiste alejarte cuando tuviste la oportunidad, cuando todavía me resistía a dejarte entrar en mi vida. No me pareciste un problema cuando te conocí, porque imaginaba que te acabarías dando cuenta de que no merecía la pena quedarse conmigo. A día de hoy, sigo sin saber si te subestimé o te sobrestimé.

Recuerdo haber pensado que, si sufrir era amar, entonces el amor era el invento más estúpido del universo. Aún trato de comprender qué es el amor exactamente, todavía estoy en busca de una respuesta, aunque intuyo que tú me has dado un adelanto sin ser yo consciente.

Lo cierto es que llegaste en el peor momento de mi vida, pero también en el mejor, porque ahora sé que, para lograr un cambio, este debe partir de mí mismo.

Te echo de menos, pero lucho por encadenar mis deseos de ir a verte con el fin de no perjudicarte más.

No cambiará nada que lo diga, y de todas maneras necesito decirlo. Quiero sacar de mi pecho todos los remordimientos que han ido acumulándose, uno tras otro, hasta cubrir el tope del frasco de la impunidad: me arrepiento de haberte tratado mal, me arrepiento de haber marcado tu piel con mis ataques de ira, de haberte echado de mi lado en vez de tomar tu mano tendida, de pagarla contigo porque estaba frustrado conmigo mismo. Te pagué con violencia y te saqué infinitas lágrimas que, definitivamente, no me merezco.

Lo que tuvimos siempre será un estigma que llevaré a la espalda como una señal de advertencia en mis peores momentos, para tener presente que no puedo permitirme repetir mis errores y recordar así la clase de persona que no debo ser.

Por todo esto y para demostrar que mis disculpas no caen una vez más en vano, prometo (y lo dejo por escrito) convertirme en otro hombre, en uno mejor que aprenda a amar el mundo que le rodea en vez de despreciarlo cada día de su vida.

Aprenderé a valorar las acciones ajenas, a las personas que comparten su sabiduría y experiencia, a la humanidad en general.

Aprenderé a apreciar cada amanecer, cada lugar que visite, y cada cultura habida y por haber.

Aprenderé a dar las gracias por estar vivo y a pensar que estoy aquí por un motivo.

Aprenderé a tener empatía, a vivir en paz y a tolerar.

Saldré ahí fuera, dejando atrás mis miedos e inseguridades, para hallar mi redención.

Pero, como he dicho antes, para lograr todo eso, primero debo empezar por mí, y esa es la parte más compleja; aprender a amarme a mí mismo.

Quiero pensar que es difícil, pero no imposible. ¿Crees que todavía tengo remedio? Yo tengo mis dudas, pero no me quedaré con la intriga. No me importa si tardo meses o años. Sé de sobra que, lo que me estoy proponiendo, es un proceso lento y costoso, pero también merecedor de mi tiempo. Esto no es algo que haya decidido de la noche a la mañana. He tardado algo más de un mes en reunir el coraje suficiente para dar un paso al frente, y, no voy a mentir: estoy asustado por lo que pueda depararme el futuro.

Pero quiero llegar a los treinta y sentirme orgulloso porque he logrado algo grande, ya sea en lo personal o lo laboral, gracias a mi ambición. Quiero explorar nuevos ámbitos en vez de consumirme en la pena. Quiero cumplir todos esos sueños que me acompañaron durante mi infancia y adolescencia, y que enterré impulsivamente bajo un mar de pesimismo debido a todas las veces que me empujaron y me di de bruces, antes de levantarme un día, mirarme al espejo y ver que los años me pesan, que mi vida ha pasado en un pestañeo, y que no he hecho nada más que drogarme, beber y quejarme.

Me niego a darle la razón a mis padres, que jamás creyeron en mí y son los responsables de que hoy día se albergue tanto rechazo y rencor en mi corazón. Me niego a convertirme en un fracaso. Es más, tomaré esos sentimientos inculcados tan cruelmente y les daré una nueva forma para poder afrontar los problemas desde la otra cara de la moneda, los transformaré en la fuerza que necesito para salir del bache.

La noche en la que cortaste conmigo al fin comprendí algo muy importante, y es que mientras que no me acepte tal y como soy, no mereceré estar contigo. Si algún día decido ser valiente, volveré a tus brazos, pero no daré por hecho que vayas a sostenerme.

Eres un buen chico, Jimin, y sé que te hice sentir como una mierda. En ese momento, quería hacerte creer que lo eras, porque no me sentía (y sigo sin sentirme) a gusto conmigo mismo y envidiaba tu forma tan simple de ver las cosas. Quería ser como tú, pero no sabía cómo a pesar de que me diste la solución miles de veces.

He sido un envidioso, y te pido perdón por ello.

Lo siento. Sé que decirlo no arreglará  nada, pero necesito que sepas que mis disculpas, esta vez, parten desde lo más profundo de mi corazón.

Tengo planeado viajar y ver horizontes nuevos. Hacer como un "reset" en mi cabeza para desintoxicarme de todo el veneno que me han estado inyectando a lo largo de mi travesía vital. Necesito ser más fuerte, crear mi propia coraza en vez de respaldarme en la de otros. En resumidas cuentas, forjar una actitud.

Sé que este mundo tiene mucho que ofrecerme fuera de Corea, y pienso aprovecharlo.

Esta será la última noticia que recibas de mí, lo prometo. Se acabaron las llamadas de madrugada, las súplicas y las disculpas. Saldré de tu vida con el fin de que puedas reconstruirla y seguir adelante.

Espero no haber dejado tantos desperfectos en tus muros como me temo que he hecho, porque, a pesar de que tú has sido alguien que ha dejado huella en mí, es necesario que tú sí me olvides para que tu mente y corazón sanen y tú alma, a la que he atormentado tanto, al fin descanse.

Si realmente tiene que suceder, nuestros caminos acabarán encontrándose de nuevo y, para entonces, espero ser mucho mejor y estar a años luz del Yoongi que conociste.

Lucharé contra mis demonios y me convertiré en un buen hombre. Mañana seré mejor que hoy.

Gracias por todo y perdón por el tiempo que te hice perder.

Ahora sí, te deseo lo mejor, pelirrojo.

Con cariño,

-El chico underground,
Min Yoongi













Nos vemos en el epílogo ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro