—¿Dónde está mi hija? — Preguntó totalmente alterada, Jessica, mientras llegaba al lado de Damian.
—La están atendiendo... dicen que estará bien — Respondió levantándose.
La verdad es que estaba asustado, temía perder a la única chica de la que se había enamorado por completo. Suspiró frustrado y miró a Adele, quien lo había acompañado al hospital junto a Dick.
Todos quedaron en silencio, a la espera de las noticias que daría el médico.
Scott se quedó mirando fijamente a Damian. Hacia un tiempo que miraba algo en él, tenía una ligera sospecha que le preocupaba un poco, pues su hija estaba relacionada con ese chico. Se sentó junto a él y con una ceja alzada, habló:
—Siempre me ha parecido muy curioso que cuando Annie se encuentra en peligro, tú eres el primero en enterarte — Posó su mirada hacia en frente, se cruzó de brazos y continuó hablando. —. De una u otra forma, siempre te enteras primero y llegas a salvarla... te agradezco por eso, sin embargo... no quiero que la metas en problemas, como un padre que quiere lo mejor para su hija, te pido que no dejes que tu doble vida la lastime.
El joven lo miró con el entrecejo fruncido. ¿Su doble vida?
—No sé a que se refiere con...
—Sí sabes, vas a negarlo y es por obvias razones... creo que lo sé desde hace un tiempo, no le diré a nadie — Sonrió de lado. —. No haces tan mal trabajo, tal vez por esa parte es que mi hija puso sus ojos en ti... me agradas, parece que no, pero en verdad lo haces.
Ninguno de los dos dijo algo más. Pasaron unos minutos de largo silencio, el médico llegó a informar que Annie estaba bien y que podían pasar a verla.
—Estábamos preocupados por ti, ¿segura que te sientes bien?
—Sí, mamá, ya estoy mejor — Respondió sonriendo para tranquilizarla.
—¿Nos dirás que es lo qué pasó? Porque realmente no entiendo como es que llegaste hasta ese lugar — Exclamó Jessica con confusión.
—Uhm... — Miró a otro lado y mordió su labio inferior. Realmente no sabía que contestar ante eso, no quería mentir, pero tampoco podía decir lo que en verdad pasó, sería mucho que explicar. —. Yo... creo que no entiendo tampoco... es decir, vi a una amiga en el parque y luego, esos hombres llegaron y... yo desperté en ese lugar...
Trató de explicar una parte de la verdad y verse confundida, para que no hicieran más preguntas, aunque su padre que ya sabía parte del secreto que su hija y su novio ocultaban, entendió un poco de lo que ella dijo. Scott le dedicó una mirada seria al chico, para luego acercarse a su hija y besar su frente.
—Está bien, cariño, será mejor que descanses — Acarició su cabeza y le sonrió. —. Tú estás bien y eso es más que suficiente.
Volvió a besar su frente y luego hizo una seña a su esposa e hija menor para que salieran y la dejaran a solas con su novio.
—Es la primera que quieres que estén solos y eso me sorprende — Comentó Jessica antes de salir de la habitación.
Cuando por fin se quedaron a solas, Damian se acercó y tomó su mano.
—Casi me matas del susto, Larsson.
—¿Asustado, tú? No lo creo — Respondió juguetona.
—Hablo enserio — Frunció el ceño y eso hizo que la sonrisa divertida de la peli-negra se esfumara.
—Lo siento... no pensé que tu mamá siguiera detrás de mí — Hizo una mueca —. Ya me acostumbre, de hecho, estoy esperando su siguiente ataque... ¿qué crees que preparé está vez para mí?
—Yo espero que por el momento nada.
Se miraron por unos segundos, sonrieron y se dieron un corto beso.
Annie sería dada de alta por la mañana, así que esa noche dormiría en un hospital. Damian por ningún momento quizo apartarse de su lado, por lo cual se quedó a velar su sueño.
—Deberías irte, sabes que ella no te quiere ver — Habló el de ojos color esmeralda, al notar que un hombre había entrado a la habitación.
—No me dirás que hacer, ser su novio no te permite tomar decisiones por ella.
—Es eso lo que ella decidió.
—Aún así no pienso irme.
—Tendrás que hacerlo — Se puso de pie, apretó los puños y frunció el ceño.
—Fui yo quien la salvó, vine a ver como está, no la voy a lastimar — Se acercó hasta donde estaba la chica, sonrió al verla, acarició su mejilla. —. Es muy linda, siempre he dicho que se parece a su madre...
—Véte...
—Lástima que no se conocieron bien... — Dejó de hablar y se dedicó a ver a su hija. Damian estaba atento a cualquier movimiento por parte de Slade, no quería que hiriera a su novia. —. Siempre que lo necesites tu papá estará contigo — Le susurró el mayor a Annie.
Le dió una última mirada a ambos, tomó el pomo de la puerta y antes de irse, habló:
—Voy a buscar a tu madre, por lo que le hizo a mi hija.
Abrió y se fue. El chico gruñó, miró a su novia que había abierto los ojos y escuchado todo.
—Annie...
—Sabía que él había llegado a salvarme, pero no quise pensar en eso — Confesó con la mirada perdida. —. Le agradezco su ayuda, pero aún así eso no cambiara el hecho de que lo detesto.
Se acercó a ella y acarició sus mejillas, sus ojos color chocolate estaban llenos de lágrimas.
—Me hace sentir mal tener ese sentimiento, pero... creo que es lo mínimo que merece, ese hombre es de lo peor.
—¿Por qué nunca le preguntaste de tu madre?
—¿Qué caso tiene? No puede responder a mis preguntas o decirme algo... aunque supongo que era una buena persona, porque me alejó de ese hombre.
—Yo no te lo dije, pero... la encontré, si quieres puedo llevarte y hablarte de lo que encontré — Exclamó acariciando su mano.

—Era una persona normal, con una vida normal que se enamoró de un asesino, dejó todo por él y finalmente descubrió que no quería estar para siempre con él, sin embargo, se embarazó y llevó a su hija con alguien más — Annie frunció los labios y miró la lápida. —. Después de todo estaré eternamente agradecida con ella, por haberme alejado del hombre que me tocó por padre.
—Era una buena persona, por eso eres así.
—Con el hecho de haberme dejado con Scott y Jessica, se demuestra su bondad — Hizo una mueca y miró a su alrededor. —. Quiero irme... no me gusta estar aquí.
—De acuerdo — Tomó su mano y le dió un ligero apretón. Empezaron a caminar hacia el auto en que habían llegado.
—Gracias por traerme, no sé si ella se moleste, pero voy a imaginar que nunca me enteré de la verdad.
—¿Por qué?
—Porque me gusta pensar que mis papás biológicos son Scott y Jessica... — Infló sus mejillas y recordó que Rose quería conocerla y que por lo menos fuesen amigas. —. Voy a intentar imaginar eso.
—Bien.
Llegaron frente al auto, Damian besó su frente y le sonrió.
—Tendré una misión hoy, ¿qué dices? ¿Me ayudas con las cámaras?
—Por supuesto, ¿vendrá Johny?
—Ah, ¿ahora lo llamas así? ¿Qué clase de relación tienen?
—¡Bah! Sólo somos amigos — Sonrió juguetona y picó las mejillas de su novio. —. Sabes que eres el único al que amo muchísimo.
—Soy perfecto, es obvio que me amas.
Ella golpeó su brazo de forma divertida y rió.
—Te habías tardado en soltar un comentario egocéntrico.

Espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo...
Los siguientes capítulos serán como una especie de extra y en verdad, espero que puedan seguir leyendo hasta que terminé oficialmente de escribir esta historia.
Muchísimas gracias por sus votos y comentarios...
¡Les mando un enorme abrazo!
❤️❤️❤️