33
Annie daba vueltas por todo el lugar, sólo escuchaba que todos decían cosas que la frustraban más. ¿Dónde puede estar? ¿Quién le pudo hacer daño? ¿La última ubicación que marcó el rastreador?
Sólo escuchaba y escuchaba que decían tantas cosas y eso la molestaba, porque no podía ayudar en nada. Sólo estaba esperando a que alguien le dijera que estaba bien y que simplemente había sido un berrinche suyo, que acabó por preocuparlos. Soltó un suspiro y revolvió su cabello, en señal de frustración. Se puso a pensar en los posibles sitios en donde podría estar y después de un rato, se dió un golpe mental y concluyó que era bastante lógico que todo eso, fuese obra de Slade.
En cuanto pensó en eso, no esperó nada para salir de esa casa e ir a la de su padre biológico, para interrogarlo. Escuchó que Adele gritó su nombre y le preguntó a donde iba, sin embargo, no se detuvo y siguió con su camino.
Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron y al ver un taxi, hizo una seña para que parara, subió y le indicó al chofer que fuera lo más rápido posible a la dirección dada. Tomó su celular y marcó el número de su padre, pero este no contestaba.
—Maldición — Murmuró con molestia.
Después de unos segundos, recibió una llamada de Tim, a lo que respondió.
—¿Está todo bien?
—N-no lo sé — Respondió mirando hacia la ventana. Estaba cerca de esa casa. —. Creo que... creo que Slade podría tenerlo... es lo más obvio, estoy llegando a su casa.
—No debiste ir sola, iré con Adele hacia...
—Agradezco tu preocupación, pero no creo que sea capaz de herirme.
Colgó la llamada y al llegar, pagó y bajó rápidamente.
—Señorita Wilson, bienvenida — Saludó Lincoln, que estaba fuera de la residencia.
—¿Dónde está tu jefe? — Preguntó con molestia.
—Debe estar trabajando.
—¿A dónde se lo llevó? Debes saberlo.
—No sé a que se refiere señorita — Annie alzó una ceja y apretó los puños.
—¿Qué haces aquí? ¿No se supone que mi padre te ordenó hacer algo? — Habló Rose, interrumpiendo la conversación. El mayor asintió y se retiró. —¿Por qué has venido? Creí que no te agradábamos.
—Y no lo hacen, pero...
—¿Buscas a Damian? — De inmediato, la joven asintió. —. Puedo decirte donde está... pero tienes que ser muy rápida, de lo contrario, lo va a matar... suponiendo que no lo ha hecho ya.
Al darle la información que necesitaba, le agradeció y dió la vuelta, para ir a la dirección dada, cuando se encontró a Dick junto a Tim y Adele.
—¿Está todo en orden? — Cuestionó la menor de los Wayne.
—Si... ya sé dónde está — Informó un poco aliviada.
Caminaban sigilosamente, Annie no quiso quedarse y los acompañó; iba al lado de Dick, quien le pidió que por nada del mundo se alejase de él... pues si le pasaba algo malo y Damian se enteraba, lo mataría.
—¿Sabes? He empezado a estimarte como si fueses una hermana — Le dijo el mayor con una sonrisa amable.
—¿Por qué? — Preguntó curiosa, mientras seguía caminando.
—Eres la novia de Dami y él te ama como no tienes idea, lo cual me hace pensar que eres especial, pues te ganaste su corazón — Explicó sin dejar de sonreír. —. Y a pesar de todo, sigues a su lado y lo quieres.
—Bueno... supongo que es bueno saber que le agrado a uno de los hermanos de mi novio — Respondió con una sonrisa de lado.
—Le agradas a todos... — Volteó a verla y colocó una mano en su hombro. —... ¿y sabes por qué?
—¿Por qué?
—Porque eres la única con la capacidad suficiente para soportar sus ratos de grinch — Ambos soltaron una pequeña risa por eso.
Siguieron con su camino, de vez en cuando, hablaban y hacían pequeños comentarios. Después de unos momentos, Annie dejó de caminar al lado de Dick y decidió tomar un rumbo distinto, pues algo había llamado su atención.
—¿Y me dirás como es que se atrevió a confesar sus sentimientos? — El chico no se había dado cuenta de que la peli-negra había desaparecido. Al no obtener respuesta, dió la media vuelta y abrió los ojos ampliamente—. Voy a morir, si le pasa algo.... definitivamente este es mi fin — Murmuró preocupado.
Mientras tanto, Annie había logrado hallar la habitación en donde Slade estaba a punto de clavarle su espada a su novio.
—¡DETENTE! ¡¿Qué haces?! — Gritó corriendo para interponerse. —. ¡Ni se te ocurra!
—Annie, ¿qué haces aquí? — Cuestionó el mayor con el ceño fruncido y molestia, porque su hija menor no había permitido cumplir su deseo de matar a Damian. La chica no respondió y se arrodilló, para sostener el rostro del de ojos color esmeralda.
—¿Estás bien? — Mencionó en cuanto hicieron contacto visual. —. Pero que pregunta tonta es esa... ¿cómo se me ocurre preguntar si estás bien, cuando tienes el rostro lleno de heridas?
—¡Hey! ¿Debería ofenderme? — Dijo reincorporándose. —. ¿No has visto como lo dejé a él?
Larsson frunció el ceño y miró a su padre biológico.
—Véte — Murmuró con los ojos llenos de lágrimas. —. Véte... ¡y no vuelvas en el resto de la miserable vida que te queda!
—Annie, te...
—¡Te digo que te vayas! ¡No necesito nada de ti, porque no eres mi padre! — Chilló levantándose. —. Y no te atrevas a acercarte a mi... no intentes volver a "ganarte mi cariño", porque no quiero nada de ti... te quiero lejos de mi vida.
—Debes escucharme... ese muchacho no es bueno para ti, ya te lastimó una vez, ¿crees que no lo volverá a hacer? — Dejó a un lado sus armas y se acercó a ella, para tomarla de los hombros.
—Véte ahora, tal vez evites tener una pelea con la Bat-Family — Contestó de forma fría.
—Escúchame bien... no creo que valga la pena hacer a un lado a tu padre, que haría lo que sea por ti y elegir al chico que te botará en unos días.
—Te estoy haciendo a un lado a ti, no a mi padre... espera... — Soltó una pequeña risa y continuó. —. ¿Tú crees que te veo como a un padre,
—Annie, te lo advierto — Tomó un tono de voz más serio y la miró con molestia. —. Si lo eliges a él, estarás eligiendo a su familia y a todo lo que lo rodea, siendo así, estarás enemistándote conmigo y no quieres eso.
—¿Me estás amenazando? — Alzó una ceja y apretó los puños. —. ¿Cómo un padre puede atreverse a hacerle eso a su hija? ¿Ah?
—Decide ahora — Dió un paso atrás y abrió la puerta de la habitación. —. Tomas su mano y elegirás ser mi enemiga... o vienes conmigo y te convertiré en una guerrera — Estiró su mano para que ella la tomara. —. Elige... sólo tienes una oportunidad. Puedes estar segura de que yo jamás te abandonaré, de él no lo sabes.
Annie miró a Damian unos segundos, el cual se notaba preocupado por la respuesta que su novia daría. Y después miró a Slade, que esperaba a que tomara su mano.
Si elegía al chico, probablemente estaría poniendo en peligro a sus padres y hermana; además, Slade tenía razón en que no sabía si Damian la botaría pasado un tiempo. Pero si elegía a su padre, estaría garantizando ser una criminal como él, pero también podría encontrar la manera de ver a su familia a salvo.
Soltó un suspiro y los miró a ambos, a la vez que mordía su labio interior.
—Se agota el tiempo... elige ahora.
Pero Damian prometió cuidarla a pesar de todo y ella había depositado su confianza en él. Y cuando había tratado de conocer a su padre, este la había decepcionado con su manera cruel de ser.
—Seremos enemigos, entonces — Dió un paso atrás y tomó la mano de Damian. —. Sin importar cuantas veces preguntes, siempre lo elegiré a él por encima de ti... "padre".
—Atente a las consecuencias — Empuñó su espada y se acercó peligrosamente a la pareja.
—No me asustas... — Se acercó más a él y lo miró retándolo. —. Asesina a tu propia hija, no tienes problemas con eso, ¿cierto?
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