Capítulo 4 : Caídas y verguenza
-Aahhhh - se escucho gritar a Esmeralda cuando cayó del caballo al suelo cayendo de culo. Se llevo las manos al trasero agarrándoselo, de fondo podía oír la carcajada burlona de Sebastian. Ciel estaba subido en su caballo, vestía su ropa de montar de cuero , su caballo era un pura sangre español de color negro con la crin blanca observándola con una expresión neutral.
-Definitivamente parece que montar no es lo tuyo - dijo con una media sonrisa con un pizca de burla Ciel mirando a la chica - No sé cuantas veces ya te has caído del caballo
Esmeralda soltó un pequeño gruñido bajo mientras se sobaba su ya dolido trasero por su octava caída. Si seguía así no se iba a poder sentar en al menos unos días de lo amoratado que tenía ya sus glúteos- Vamos una vez más
-Eso lo has dicho antes ,¿de verdad piensas seguir hasta que no puedas sentarte? - pregunto sin dejar su sonrisa de lado el demonio
-¡Calla, tú no tienes problemas debido a lo que eres, en cambio yo -al apretarse de más sin querer soltó un pequeño aullido de dolor -¡Como duele!
-¡Mejor déjalo por hoy o no te podrás sentar en un buen tiempo!
-Pero ¿que clase de caballero sería si no sé montar a caballo?
-¡Cada cosa a su tiempo, no te impacientes! - dice con calma ,tono neutral el joven Conde- Siendo impulsiva a la hora de pelear no sirves ,¿entiendes?
-Si, señor - soltó un suspiro de alivio cuando sintió hielo que le ponían por la zona del trasero pero luego sus pantalones empezaron a mojarse y sintió frío por esa zona haciéndola titiritar -¡Ahhh que frío! - a su lado escucho la risa de Sebastian mientras la señalaba -Tú,maldito bastardo
-Gracias por el cumplido - en ningún momento el demonio dejo de sonreír ,Esmeralda se puso roja de la furia y empezó a perseguirlo. Ciel observó desde su sangre pura como su mayordomo huía sin ningún problema de la que en privado consideraba como hermana y amiga.
-Ven aquí ,maldito - grito Esmeralda sin dejar de correr, estaba tan furiosa y avergonzada por sus pantalones mojados que parecía haber olvidado el dolor - ¡Te vas a enterar por haberme mojado los pantalones!
-Eso es si me pillas - se cebo el mayordomo corriendo a velocidad super humana-¡Eres humana ,nunca podrás alcanzarme! -estaba al menos a un 1 km de donde se encontraba ella, se paro con una sonrisa y se cruzo de brazos mientras esperaba a que llegara. Cuando la chica lo hizo se llevo las manos a las rodillas y jadeo de agotamiento - ¡Te lo dije! - la señala sin reparo- Yo no estoy nada cansado pero tú pareces como si acabaras de correr una maratón.
-Ah ah no no es justo - hablaba entre jadeos - Tú tienes mucha más ventaja que - soltó otro jadeo mientras recuperaba el aliento -yo por tu condición -
El cielo empezó a nublarse y unas gotas de agua cayeron en el rostro de Ciel - ¡Sebastian ,parece que va a llover!- le dice desde su caballo, tomó las riendas y se giro -¡Encárgate de llevarla al interior ,cúrale ese moratón y dale un baño! ¡Es una orden!-
Sebastian inclino la cabeza y cerró los ojos mientras se llevaba una mano al pecho con una media sonrisa -Yes My Lord- el joven Conde se alejó montado en dirección a los establos.
-Aire ,aire necesito ai- se calla al ver como de repente Sebastian se agachaba hasta quedar algo arrodillado con las manos hacia atrás -¿Que quieres que haga? -
-Súbete a mi espalda .Tengo que llevarte al interior antes de que pilles un resfriado- ella dudo un poco antes de colocarse en posición como si la llevara a caballito como una niña pequeña. Se agarró con fuerza a su cuello mientras sentía como las mejillas se le ponían rojas al sentirse como una niña siendo llevada por su padre en un parque de atracciones- ¡Agárrate fuerte!- las gotas cada vez caían en mayor cantidad mientras el mayordomo corría a toda velocidad con Esmeralda a su espalda sintiéndose entre agradecida, avergonzada y protegida por este peculiar demonio sirviente del Conde de Phamtohive.
Cuando entraron en el interior de la mansión , Ciel ya se encontraba allí estando nada mojado al contrario que Sebastian y Esmeralda cuyas ropas estaban completamente empapadas. Esmeralda se puso más roja si cabe aunque por el contrario el demonio seguía sonriendo aunque más de la cuenta si lo observabas bien al mirar un rato a la chica que seguía subida en su espada.
-¡Si que os habéis empapado! - observo el oji azul mirando a ambos -Está bien ,daos un baño
-¿Que que ?- se puso roja como un tomate -¿Con él ?- señalo al mayordomo , su cabello negro le caía un poco por la frente
-¡Si, no veo cual es el problema! - dijo sin comprender por la verguenza de su amiga
-¡Que soy una mujer!- casi chillo con la cara roja completamente -Y él es un hombre
-¡En realidad soy un demonio!-le corrige Sebastian con su media sonrisa aunque esta era algo pícara mientras la miraba
-Da igual, en el género humano eres un hombre y - Ciel la corta levantando una mano
-¡Bañate con ella, es una orden! Es para que te trate bien las heridas que has recibido por las caídas de caballo , nada más -le explica a la chica con la cara roja.
-¡Yes, My Lord!- antes de que la chica pudiera protestar , el demonio ya había subido casi corriendo las carreras mojando un poco el suelo por donde pisaba
-¡Meirin limpia esto!-ordeno con firmeza Ciel , al momento la mujer se aproximo con tímidez.
Ya dentro del baño , Sebastian empezó a llenar la enorme bañera con agua caliente. Esmeralda se había bajado y titiritaba de frío pero además le seguía doliendo el trasero. El mayordomo se había quitado la chaqueta mojada y la había colocado en una cesta. Se encontraba arrodillado mientras comprobaba la temperatura del agua.
-¡Está perfecta, templada, 22 º grados exactos!- se había quitado el guante de la mano derecha para comprobar la temperatura. Esmeralda aún seguía con todo lo que llevaba , titirito más si cabía y empezó a estornudar.
-¡Señorita quítese la ropa!-le aconsejo mientras él con calma y sin dejar de mirarla se quitaba el otro guante donde se veía sus uñas negras y la marca del contrato - No quiero que -empezó a desanudarse la corbata - pille una pulmonía y me haga más complicado el trabajo- ella se giro cuando le vio llevarse las manos a los botones de su camisa y empezaba a desabrochárselos hasta que quedo con el pecho pálido desnudo. Ella seguía sin moverse, el demonio se aproximó y la abrazó por detrás haciendo que ella diera un pequeño respingón -No me obligues a quitártela yo mismo humm- ella asiente mientras finalmente se gira ,tomo aire y empezó a sacarse la ropa, rápidamente se sacó la chaqueta negra que llevaba y la dejo en la pila cerca de las prendas del demonio semidesnudo.
Se quito la camisa junto al sujetador quedando en las mismas condiciones que Sebastian , se llevo las manos a los pechos cubriendo la marca de su tortura con verguenza - ¡No no me mires ahí,por favor! ¡Es horrible!
La mirada pícara del demonio se suavizó unos segundos antes de llevar sus manos y retirar las manos de los pechos de Esmeralda -No los escondas , no me voy a reír. Lo prometo
-No no es eso , es que la marca es muy fea -
-¡Ya la he visto antes! No seas tonta, te estás poniendo algo roja y puedes coger fiebre - sin decir nada más le quita el resto de prendas dejándola desnuda- Métete en el interior de la bañera aprovechando que el agua está caliente
-Si - con cuidado metió un pie y luego el otro hasta que estuvo completamente dentro de la bañera con agua caliente donde se relajo cerrando los ojos. Segundos después escucho como otro cuerpo más grande se situaba detrás y empezaba a frotarla con jabón aromático -Humm- le gustaba lo que estaba sintiendo, siempre soñó con esto pero una cosa era soñarlo y otra que pasara de verdad y ¡estaba pasando, Sebastian le estaba bañando! - ¿Sebastian? -
-¿Que quiere señorita Esmeralda?- en ningún momento dejo de enjabonarla ,la giro hasta que ambos quedaron cara a cara. Ella se puso roja al ver en primer plano su pecho desnudo. Él contuvo una risa para no avengonzarla más de lo que estaba.
-¿Te ... te lo has quitado absolutamente todo?
-Por supuesto,señorita. Si no,¿como quiere que la bañe ?- la miro alzando una ceja y una sonrisa de burla y picardía -¿No me diga que nunca ha visto un hombre desnudo antes?
-No no nunca - agradecía que las burbujas cubrieran las partes inferiores de ambos si no estaría más avergonzada que antes -
-¿Soy el primer hombre que ves desnudo?
-Si si -
Hubo un momento de silencio antes de que el mayordomo empezara a enjabonarle los pechos con cuidado, apretó un poco uno de los pezones y ella contuvo un gemido - ¿Lo estoy haciendo bien, Esmeralda?
-Si si ,lo haces muy bien - se puso más roja si cabe cuando él la puso en su regazo y se quedo muda al sentir como ambos pechos se tocaron . Sintió que las sales de baño aromáticas la adormilaban y se apretó más si cabe contra el enorme cuerpo del mayordomo. Cuando menos se lo espero se quedo dormida apoyada en Sebastian.
-¿Que eres Esmeralda? ¿Por que a veces me siento diferente alrededor tuyo? -se pregunto para si mismo el demonio mientras de manera inconsciente acaricia un cabello de la chica- ¿Estará empezando a gustarme - niega después de un rato -No , imposible. Soy un demonio , de los más poderosos e hijo del gran rey Lucifer. Los demonios no amamos.
''¡Te equivocas , los demonios si pueden amar''-dijo una voz desconocida de pronto en la cabeza de Sebastian Michaelis , este se extraño unos segundos antes de que la voz siguiera hablando - ''Es raro y escaso pero si pueden ,si tu mate acepta tu verdadera forma natural de demonio, entonces la bestia podrá amar a la bella''- después de eso no se escucho nada más.
-¿Que fue eso? - el demonio miro en todas partes pero no había ni sentía a nadie -¿La bella y la bestia?- suelta una risa baja sarcástica por lo bajo , antes de coge a Esmeralda en brazos en estilo de novia , sale de la bañera y con la ayuda de sus poderes coloca una bata a ambos además de secarlos - ¡Eso son cuentos de niños, yo deje de serlo hace muchos siglos! ¿Alguna vez fui un niño? Mejor no pensar más en eso , yo he venido al mundo humano a por la alma de ese niño no a enamorarme. Ni siquiera se que es eso del amor y el cariño, patéticos sentimientos humanos inútiles - sin añadir nada más sale cerrando la puerta del baño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro