Casamiento.
Habían pasado ya dos años desde el nacimiento de los gemelos, a los cuales llamaron Lucían y Samuel. Ambos pequeños crecían alegrementes, ignaramtes de lo que le sucedia a su madre, pues a este no lo habian visto desde que cumplieron su primer año.
El demonio después de que tuvo a sus bebés, se los habia arrebatado a su ángel, desde ese día lo a obligado a tener mas niños, lo cuál habia corrompido la mente del menor. Ya que no solo tenia a los gemelos sino a dos pequeños más, que al igual que los anteriores se los habia quitado apenas cumplieron el año.
Allí los cuidaba una loba que el había poseído. Estaba sin alma alguna, cuidaba con mucho amor a los cuatro pequeños, en otro sector de aquel bosque.
Narra Mikey.
Dos años y mis hermanos aun no nos allan... Y ahora estoy aquí de nuevo por tener a un nuevo pequeño.
Ya ni se si Raphael aun vive en ese cuerpo, tan solo veo dos orbes rojas llenas de amor... Jaja, que hipócrita como puede demostrarme eso cuando me arrebata lo mas preciado para mí.
Narrador.
Pensaba el quelonio mientras acariciaba su abultado abdomen, en el cual llevaba a un nuevo pequeño.
Le quedaban unas semanas o días para tenerlo y la verdad es que era lo menos que deseaba. Pues no queria perder a otro hijo mas.
Eso entraba alegre al cuarto donde estaba su angelito, se sento en la silla junto a la cama y le tomo la mano.
Raph: mi hermoso Ángel, ya tengo todo listo para nuestra boda -decia emocionado-
Mikey: bo-boda?
Raph: si, en dos semanas nos casaremos y sera alli donde te dejare ver a tus hermosos hijos -sonrie viendolo con mucho amor-
Mikey: d-de verdad? -sin poder creer aquello-
Raph: si, luego de la boda. Te llevare a nuestro nuevo hogar, donde estan nuestros hermosos retoños -suave le besa la mano- y en donde nuestra familia crecera aún más.
Aquello último hiso temblar al quelonio, pues no estaba interesado en darle mas hijos. A parte de que aun tenia la leve esperanza de que su familia los salvara.
Tres días antes de la boda el quelonio menor habia dado a luz a un hermoso bebito, aunque aun seguia sin comprender el porque tres de sus hijos tenian ojos rojos, cuan ellos solo tenian ojos celestes y verdes.
Esta vez el ente le quito el niño al siguiente día pues no queria ninguna interrupción en la boda. Al proximo día, Miguel Ángel estaba siendo vestido con un hermoso vestido blanco.
El demonio, hacia ya un largo tiempo que le habia arrebatado todo lo que le identificaba como un ninja.
Las lobas que estaban arreglando al menor, le habian colocado un poco de perfume y algo de brillo en los labios, cosa que ruborizo al chico, pues realmente se veia como una chica.
Narra Mikey.
No... Él... Él me esta volviendo realmente una novia... Por favor... No quiero esto.
Narrador.
Aquel simple pensamiento habia echo llorar al menor, el cual no pudo evitar caer de rodillas, al ver en lo que se estaba convirtiendo.
Aquello esperaba impaciente a su futuro esposo, pues controlar a todos esos sujetos era algo complicado y la verdad ya se estaba cansando.
Luego de unos minutos, el quelonio bajo, llevando un ramo de rosas blancas con un liston naranja. Aquello dejo maravillado a Raphel quien no se contuvo y lo abrazo.
Raph: realmente has sido echo para mi -suave le besa la mejilla- vamos amor.
Tranquilo le llevo a una carroza que era tirada por dos caballos negros, y guiados por otra loba. Una vez que subieron, el transporte echo andar.
Aquello no podia aguantarse, por lo cual, habia echo que su ángel le diese una mamada, realmente amaba verlo beber su semen. Eso le exitaba como nunca, aunque no paso mucho para que llegarán, justo unos minutos antes de detenerse se corrio en la boca de su futuro esposo. Quien trago todo con tal de que le dejase en paz por un largo rato.
El ente acomodo su ropa y luego la de la novia, le volvio a poner un poco de brillo en los labios y luego bajaron. Juntos fueron hasta el altar. Allí les esperaba un cura, junto a unos documentos. Antes de que iniciara aquello, el demonio le hizo firmar los ducumentos, los cuales ya tenian su firma.
Michelangelo estaba impaciente quería ver pronto a sus hijos, pero para eso debia hacer lo que le demandaba eso, aun cuando no quisiera.
La unión fue rapida y de nuevo estaban en aquella carroza, Raphael tenia a su esposo sobre su regazo y le acariciaba con insistencia, amaba aquel cuerpo y ahora podria hacerle lo que deseara.
Narra demonio.
Al fin eres mío, y ya nadie te alejara de mí. Mi bello ángel.
???: te lo dije, una madre hace lo que sea por sus hijos -viendo con arrogancia al quelonio-
Raph: -lo mira y solo suspira-
???: animate, al final estaras con él -rie antes de dejarlo solo-
Narrador.
Luego de un rato llegaron a su nuevo hogar. El menor miraba todo con asombro, no esperaba que eso construyese algo así.
Juntos bajaron y el ente llevo a su esposo a dentro, le enseño la casa por completo y luego le llevo al patio. Allí estaban los pequeños, tres de ellos siendo acunados y dos jugando tranquilos.
Michelangelo no pudo contenerse y solo lloro, mientras se acercaba a ellos. Todo ese tiempo habia deseado tenerlos de nuevo y ahora podría hacerlo o al menos fue lo que creyo antes de caer y sentir como aquel hermoso vestido era rasgado.
Aquello también deseaba pasar un rato con sus pequeños. Por lo cual siguio a su esposo, pero sin querer habia pisado su vestido, haciendolo caer y rompiendoselo.
Miguel Ángel por instinto se cubrió viendo muy rojo al mayor, eso solo rio un poco y quitandose el saco lo cubrio y llevo a dentro.
Raph: lo siento, no fue intencional -sonrie dejándole en la cama- dejame ver que te puedes poner -llendo al armario-
El menor miro aquel mueble y pudo ver que estaba lleno de ropa para chica. Mordio su labio ante la impotencia, odiaba esa ropa. Odiaba a ese maldito demonio.
Una vez vestido, aquello le permitio estar con los niños. Mikey los lleno de besos y abrazos, realmente habia esperado mucho por ese momento.
Paso todo el día con ellos, ya no le importaba estar vestido de mujer o si el demonio le besaba. Solo queria estar con sus bebitos.
Al caer la noche Raphael llevo a su esposo a la azotea, donde se podia admirar una parte del bosque, con un cielo completamemte estrellado. Era algo que Mikey admiro mucho, suave se apoyo en su compañero, disfrutando de aquello.
El demonio lo miro un momento y un suave sonrojo se apodero de sus mejillas, no sabia porque pero solo deseaba estar de esa forma con su esposo.
Esa noche ambos durmieron apegados. El demonio, no lo tomo como siempre hacía y Miguel Ángel no se disgustó al tenerlo junto a él.
Narra Raphael.
De acuerdo ese fue un punto para ti, pero desde ahora no sera asi. Me pongo a meditar y una pequeña sonrisa se formo en mis labios al lograr lo que por dos años intentaba.
Raph: al fin, ya crei que nunca podria verte -sonrie mientras se le escapan unas lágrimas- papá
Splinter: Raphael -le abraza emocionado, también llorando- mi niño, al fin pude allarte
Raph: papá escuchame bien, deben ir al bosque en la zona este -se queja leve- ya se dio cuenta -susurra- zona este, cerca de la cascada -dice de prisa antes de dejarlo-
Maldito seas, pero ahora estas acabado. Sonriendo muy leve.
Narra demonio.
Que habra sido eso, por un momento crei que este sujeto estaba ganando terreno, pero parece que solo fue un error.
Bueno aqui tiene otro capitulo.
Feliz navidad hermosuras!
Nos vemos ❤
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