Seúl, Corea del Sur
13 de octubre 1995
Un pequeño niño de no mas de 6 años de edad jugaba sentado en la tierra del inmenso patio de su casa, acompañado de sus amigos inceptos y algún animal que rondaba. Su muy corto flequillo caía sobre su frente, sus mejillas y frente, sucias por las veces que pasaba inconscientemente sus manos por aquellas zonas y, por sobretodo su gran sonrisa, sobresaliente de esta por la falta de uno de sus dientes.
Poseyendo una energía casi inagotable, se paro del suelo, importa dole poco si su trasero esta todo sucio mientras escalaba la y saltaba la cerca. Como era muy normal en el, corrió lo mas rápido que sus cortas piernas pudieron hasta llegar a su árbol favorito, siendo asi por ser de manzanas, asi, que, usando su mayor impulso y destreza que poseía, subió a este para tomar una manzana roja.
-¡Jimin ven, por favor!- grito su madre interrumpiendo su comer. Tan rápido como pudo bajo de aquel árbol ampolla do sus pies en una de las fuertes ramas.
-Que pasa mami?- pregunté una vez que estuve a su lado.
-papi quiere presentarte a alguien. Acompáñame.- me ofreció su mano y gustosamente la acepté con una sonrisa.
Ya estando del otro lado de la gran puerta de roble barnizada con delicados detalles tallados en ella. La puerta se abrió dejando ver a mi padre con un hombre alto y corpulento vestido totalmente de negro a excepción de su camisa blanca.
Era el, ese hombre que me daba miedo.
Su mirada de hielo chocó con la mía y me encogí en mi lugar.
Apreté el agarre de la mano de mi madre y me escondo detrás de ella.
-Jimin, todo va bien?- la voz de mi padre hizo que levantará mi cabeza y lo observará.
Asentí sin rechistar y me separé un poco de mi madre, pero quitar mi mano de la suya.
-Jimin el es...
Jeon Jungkook
-Un placer conocerte, jimin- el hombre de cabello negro, se acercó a mí y se agachó para quedar a mí altura.
Su mirada seguía siendo fría y vacía, pero con una chispa de fuego en ella. Estiró la mía y me hice para atrás nuevamente.
-Oh, lo siento mucho- se disculpó mi madre- Nuestro hijo es muy tímido con las personas que recién conoce. Pero pronto eso cambiará o no jimin?- mi madre se agachó a mí altura e hizo descubrir mi rostro que yacía escondido en su vestido.
Asentí con los nervios de punta y una vez más hice contacto visual con los ojos de hielo del señor jeon jungkook.
Una corriente fría, invadió todo mi cuerpo. El no me inspiraba confianza.
- Bien jungkook porque no te muestro el vecindario?
La voz de mi padre hizo que jungkook se levantará lentamente y acomodará mejor su vestimenta. Lentamente se dio la vuelta y le sonrió a mi padre.
- Me encantaría.
Perdón por durante tanto
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