Capítulo 3: Yasu y Nezuko
En la mansión del lobo.
-Eduardo- Yasu, me iré a una misión junto a la pilar de hielo y de luna, te encargo de la finca y entrena-decía el a la peliblanca con flequillo rojo.
-Yasu-Enterada Edu-decía ella afirmativamente.
-Eduardo-Bueno te cuidas Yasu y cuidas a los cachorros-decía el a su alumna.
Ella asie te afirmativamente.
-Eduardo-Vamos Laika-decía el llamando a su compañera y ambos salen de la finca de lobo y Yasu se va a entrenar las posturas de la respiración de lobo.
Unas horas uno de los que ayudan a los cazadores y que limpian todo el desastre tienen a Nezuko y el otro tiene la caja en donde se encuentra Tanjiro.
Piden permiso en donde ella dice que pasen y la dejan en una habitación de la finca para que pueda descansar y que se pueda recuperar de las heridas de la batalla.
Contra la familia de demonios araña, ahí.
Ya estando en la habitación de recuperación Nezuko se encuentra acostada descansando y recuperandoce.
Mientras tanto.
-Yasu- Respiración de lobo-decía ella preparando la katana de madera-oncebaforma.
La peliblanca ataca al muñeco de entrenamiento.
-Yasu- Aullido de la luna-decía ella acercándose un golpe en el tratami.
Mientrasta tanto que Yasu seguía entrenando.
Nezuko abrió los ojos lentamente, sintiendo un dolor leve en la cabeza. Miró a su alrededor, confundida, y vio que se encontraba en una habitación desconocida. Intentó sentarse, pero un dolor agudo en el pecho la hizo jadear.
-Nezuko-¿Dónde... dónde estoy?-preguntó ella con voz débil.
Una figura se acercó a ella, sonriendo suavemente.
-Yasu-Nezuko, estás en la mansión del lobo. Estás a salvo aquí-decía Yasu, sosteniendo una taza de té.
Nezuko miró a Yasu, confundida.
-Nezuko-¿Qué pasó? ¿Por qué estoy aquí?-preguntó Nezuko, intentando recordar.
Yasu se sentó a su lado, ofreciéndole la taza de té.
-Yasu-Te trajimos aquí después de la batalla contra la familia de demonios araña. Estabas herida y necesitabas descansar-decía Yasu suavemente.
Nezuko tomó la taza de té, sintiendo un calor reconfortante en sus manos. Miró a Yasu, agradecida.
-Nezuko-Gracias... gracias por cuidarme-decía Nezuko, sonriendo débilmente.
Yasu sonrió, poniendo una mano en el hombro de Nezuko.
-Yasu-No hay de qué, Nezuko. Eres nuestra amiga y siempre estaremos aquí para ti-decía Yasu, sonriendo.
Nezuko asintió, sintiendo un sentido de pertenencia y gratitud hacia Yasu y los demás.
Después de un rato, Nezuko se sintió lo suficientemente bien como para levantarse y caminar un poco. Yasu la acompañó, asegurándose de que no se esforzara demasiado.
Mientras caminaban, Nezuko preguntó sobre Tanjiro y los demás. Yasu le informó que estaban bien.
Nezuko se sintió aliviada al saber que su hermano estaba bien. Sin embargo, también se sintió un poco frustrada por no poder agradecer al pilar por defender a ella y a su hermano.
De repente, Nezuko escuchó un ruido proveniente de fuera de la habitación. Se detuvo y miró a Yasu con curiosidad.
-Nezuko-¿Qué es eso?-preguntó ella.
Yasu se encogió de hombros.
-Yasu-No lo sé, pero voy a ir a investigar-decía la peliblanca, sacando su katana de madera.
Nezuko asintió y se quedó donde estaba, esperando a que Yasu regresara con noticias.
Después de un rato, Yasu regresó con una expresión seria en el rostro.
-Yasu-Nezuko, tenemos un problema-decía Yasu, su voz baja y urgente.
-Nezuko-¿Qué pasa?-preguntó Nezuko, sintiendo una sensación de inquietud.
Yasu respiró profundamente antes de responder.
-Yasu-Han llegado algunos demonios a la mansión. Parecen estar buscando algo... o a alguien-decía Yasu, su mirada fija en Nezuko.
Nezuko se puso tensa al escuchar las palabras de Yasu. Sabía que no estaba en condiciones de luchar, pero no podía dejar que los demonios atacaran a sus amigos.
-Nezuko-¿Cuántos demonios hay?-preguntó Nezuko, intentando mantener la calma.
Yasu miró a su alrededor antes de responder.
-Yasu-No estoy segura, pero parecen ser unos cinco o seis. Están rodeando la mansión-decía Yasu, su voz baja y seria.
Nezuko asintió, pensando rápidamente.
-Nezuko-Debo ir a ayudar-decía Nezuko, intentando levantarse.
Yasu la detuvo, poniendo una mano en su hombro.
-Yasu-No, Nezuko. No estás en condiciones de luchar. Déjame a mí-decía Yasu, sonriendo suavemente.
Nezuko se sintió un poco frustrada, pero sabía que Yasu tenía razón. Asintió, y Yasu se dirigió hacia la puerta.
-Nezuko-Espera-decía Nezuko, recordando algo.
Yasu se detuvo y se volvió hacia ella.
-Yasu-¿Qué pasa?-preguntó Yasu.
Nezuko pensó por un momento antes de responder.
-Nezuko-El poder de la sangre de demonio... puedo sentirlo. Está cerca-decía Nezuko, su voz baja y seria.
Yasu se puso tensa, su mirada fija en Nezuko.
-Yasu-¿Qué significa eso?-preguntó Yasu.
Nezuko se encogió de hombros.
-Nezuko-No lo sé, pero creo que debemos tener cuidado-decía Nezuko, su voz llena de preocupación.
Yasu asintió, su expresión seria.
-Yasu-Lo tendré en cuenta. Ahora, déjame ir a ayudar a los demás-decía Yasu, sonriendo suavemente.
Nezuko asintió, y Yasu se dirigió hacia la puerta, lista para enfrentar a los demonios.
Ya estando afuera Yasu ve a los demonios y se prepara para atacar.
-Yasu- Respiración de lobo-decía ella sosteniendo su katana nichiri-
Octava postura.
Le cortan las cabezas de loa demonios que atacan la mansión lobo con ráfagas forma de garras.
-Yasu-Rafaga-decía ella apareciendo del otro lado de los demonios derrotandolos con facilidad-Son demasiados tontos en atacar un lugar que esta asociado a la compañía de cazademonios.
En eso una demonio poderosoaparece enfrente de la cazadora de demonios.
-Yasu- Ya no avances demonio-decía ella sosteniendo su katana.
El demonio poderoso sonrió, mostrando sus dientes afilados. Era un demonio de rango alto, con una aura oscura y amenazante.
-Demonio-¿Quién eres tú para ordenarme que me detenga?-preguntó el demonio, su voz profunda y resonante.
Yasu se mantuvo firme, su katana lista para atacar.
-Yasu-Soy Yasu, cazadora de demonios y protectora de esta mansión-decía Yasu, su voz firme y segura.
El demonio se rió, una risa que hizo que la tierra temblara.
-Demonio-¿Una cazadora de demonios? ¿Y qué crees que puedes hacer contra mí?-preguntó el demonio, su aura oscura creciendo en intensidad.
Yasu sonrió, una sonrisa fría y calculadora.
-Yasu-Te mostraré lo que puedo hacer-decía Yasu, y con un movimiento rápido y preciso, atacó al demonio con su katana.
CONTINUARÁN
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