03
Una semana había pasado desde que la muchacha de origen celestial había empezado a trabajar en el horario de la noche, tiempo en el que había evitado a toda costa acercarse al doctor Kim porque su vibra la inquietaba, pero una de tantas noches, Abigor se puso mal, comenzó a vomitar todo el alimento que le daban, y estaba padeciendo mucha fiebre, Taehyung estaba haciendo todo lo posible para estabilizarlo, pero no podía como médico, mientras trabajaba pensó que solo Lucifer podía mantener al bebé sano, por lo que mientras veía al niño, sus ojos se volvieron escarlata, giró para ver a la enfermera y manipular su mente de modo que se fuera.
Sin darse cuenta que en la distancia, Hanielle veía lo que hacía, pero no alcanzó a escuchar nada, ni a distinguir sus ojos rojos, solo le pareció extraño que la enfermera dejará solo al doctor en una situación tan difícil, por lo que quiso hablarle pero al tratar de detenerla, la chica la ignoró como si estuviera en un trance del que no podía salir, de nuevo la inquietante presencia del doctor Kim se manifestó en ella y Hanielle la sintió, pero no podía culpar a Kim de lo que en las noches inquietaba a los niños porque el doctor había llegado hasta hace una semana.
Pensó entonces que era hora de enfrentar al médico que tan perfecto parecía, pero justo cuando se giró para entrar, el mismo estaba parado ahí, frente a ella, era como si hubiera estado escuchando sus pensamientos, la veía fijo y con un semblante serio ─ ¿Qué es lo que haces aquí? ─ preguntó sin cambiar su semblante ─ ¿Por qué Dios enviaría a un ángel a velar en sueño de los niños cuando ya se sabe que todos tienen un ángel de la guarda? ─insistió, quería respuestas, era el señor del inframundo y a él nada se le negaba.
─Podría preguntar lo mismo, ¿Qué hace un demonio en este lugar? ─ alegó la chica que no se intimidó pese a sentir un poder mucho más grande que él de ella.
─No he venido a hacerles daño, al contrario quiero protegerlos... mi trabajo es muy estresante en ocasiones y estoy rodeado de tantas cosas que solo me hacen sentir que mis obligaciones son una carga aunque debo reconocer que muchas veces es divertido, pero cuando estoy aquí es como si volviera al paraíso, como si los niños fueran seres de luz que me dan paz ─hablaba mientras caminaba con dirección a otra de las cunas, una que estaba más cercana a la ventana.
─ ¿Lucifer buscando paz? ─replicó la chica, la verdad es que él tenía razón, los niños parecían darle tranquilidad a cualquiera que disfrutara de su compañía ─ ¿Qué hay con Abigor?, pasas mucho tiempo con él, lo ves con tanto amor como cuando un padre vela del sueño de un hijo ─insistió sin despegarle la mirada sin importar que él le estuviera dando la espalda.
Taehyung la escuchó, no era momento para que un ángel supiera su secreto, levantó la mirada al frente sabiéndose observado por la joven, pensó en su respuesta por un momento y luego se giró ─Abigor está bien, va vivir, la enfermera Celine no va descuidarse de los niños y nuestra hora de descanso ha llegado ─dijo eso una vez que se había volteado, le sonrió y prosiguió ─he visto como vez a los humanos cuando están en sus fiestas, te gusta la danza, por eso quiero llevarte a un lugar esta noche, nadie tiene porque saberlo... no te haré daño, te doy mi palabra ─agregó el doctor que desvió por completo la atención sobre los cuestionamientos que se le estaban haciendo.
Hanielle se vio descubierta y sorprendida, pero también tentada porque siempre quiso hacer lo que ahora le estaban ofreciendo, quería ir, lo sentía en su interior, pero también tenía un reglamento que cumplir, si alguien llegaba a verla sería castigada, pero también pensó que saliendo con él podría entender lo que hacía ahí ─solo si prometes que vas a responder lo que estoy preguntando, todo lo que quiera saber... ─agregó la chica, sin despegar la mirada del hombre con apariencia asiática quien asintió lentamente para darle a ella una respuesta positiva.
─Después de esta noche responderé todo aquello que te genere dudas, pero deberás entender que así como yo guardo tus secretos, tú debes guardar los míos, porque tú sabes quién soy, lo supiste desde el momento en que me viste y has querido permanecer alejada de mí pero saber que esa emoción que te causa el peligro no te lo ha permitido del todo, no te puedo culpar, una vez caí por lo prohibido y ahora tengo más de lo que una vez pude anhelar ─prosiguió el demonio que ahora dejaba que el ángel lo viera con sus ojos en color escarlata y esa aura de poder que solía tener, solo que en esta ocasión era más imponente.
Hanielle no tenía palabras para responder, ella aún era u espíritu joven e inocente que sabía disimular porque eso era parte de mentir y eso no lo aprendía en el cielo, el demonio frente a ella la desnudaba con cada palabra que decía, tenía razón, no iba hacerle daño porque de ser así ya lo habría hecho, Taehyung le sonrió, volvió a su apariencia normal humana y le extendió la mano, supo al ver la duda en ella que la había convencido. Hanielle sintió como la tentación de ir la tocaba, quería hacerlo y si era verdad, nadie tenía porque saberlo, lo vio a los ojos y tomó su mano, así comenzaron a caminar hasta el auto color negro mate que se encontraba estacionado afuera, mismo que ella había visto desde que llegó, dejaron sus ropas de trabajo para cambiarlas por unas de fiestas, Lucifer protegió a su hijo y al mismo tiempo quería conocer al ángel que lo estaba conquistando.
La tentación llegó a Hanielle de la forma en la que ella menos podía esperar, porque es así, la tentación toca a la puerta mediante aquello que más nos gusta, nos enamora y nos pierde, esa noche muchas cosas cambiarían para ambos.
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