Extra 2. Era necesario: Lile
Lile había estado planeando con Ivanna aquella cita por días. Todo debía ser perfecto. La castaña le había ayudado a acomodar la mesa e incluso a cocinar. Estaba nerviosa y emocionada. Procuró evitar a Edward por días lo más que pudo por miedo a que notara algo.
—Te aseguro que no lo notaría incluso si tuvieras una panza enorme— le había dicho su amiga.
Unas horas antes de su cita, dejó una nota en su casa y esperó a que llegara el momento. Se arregló como nunca lo había hecho y se dirigió al lugar de encuentro. Él llegó puntual y a ella le parecía que era el hombre más atractivo del universo, incluso con las ojeras que comenzaban a salir debajo de sus ojos. Ivanna le había dicho que había estado preocupado pensando que ella quizá no lo amaba más. Pero no era así. Ella lo amaba profundamente.
Había planeado cada momento de la cita, incluso el momento en que le daría la noticia de su embarazo; pero, justo antes de poder hacerlo, los demonios irrumpieron en Old Haven. Observó todo sin entender qué sucedía. No sabía qué hacer, tenía miedo de intervenir y lastimar a su bebé en el proceso. Se quedó estoica hasta que vio a Ivanna siendo sostenida por unas bestias enormes. Edward salió corriendo y emprendió el vuelo para intentar alcanzarlos, pero otro demonio lo interceptó y cayó desmayado en el suelo. Ella usó sus poderes y lanzó enormes piedras, árboles y todo lo que se le ocurrió, incluso intentó controlarlos para retenerlos, pero nada funcionó.
Se odiaba por no haber hecho nada útil.
Al día siguiente, cuando Edward al fin despertó en el hospital, intentó darle la noticia de su embarazo, pero el chico estaba muy alterado y hablaba de bajar y recuperarla él mismo. Ethan había estado igual y tampoco supo qué hacer con él. Jacob intentó ayudarla, pero Edward malinterpretó todo y terminó con ella después de decir cosas terribles.
Fue ella quien le sugirió a Ethan el plan para recuperar a Ivanna. Edward se unió en cuanto se enteró y ella, después de tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, se incluyó.
No había día que pasara sin que pensara en su bebé, en lo que pudo haber sido. Ivanna y ella hablaban de ir de compras, dormir en la misma casa para que la castaña se encargara de sus antojos, de preparar el cuarto...
Amaba a ese pequeño ser con toda su alma, pero también amaba a su hermana y no podía imaginar criarlo sin ella a su lado. Se había prometido protegerla y no lo había logrado. Bajar a la Tierra y llevar a cabo su plan era lo menos que podía hacer. Quizá después, cuando las cosas regresaran a ser como antes, podría soñar con esa vida otra vez.
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