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Patrick sonreía satisfecho al ver cómo su plan comenzaba a dar frutos. Esos ángeles asquerosos pagarían por todo.
Vio una vez más el cuerpo del ángel y la pluma que tenía en su mano. Suspiró y se sentó en la orilla del edificio. Aún no podía comenzar. El rey le había dado órdenes precisas y tenía que acatarlas. Pero un poco de diversión no le haría mal a nadie, ¿o sí? No, claro que no.
Ethan e Ivanna salieron a la azotea del lugar en el que se celebraba la fiesta del lanzamiento de la campaña publicitaria en la que habían estado trabajando. Jacob, Lile y Edward iban detrás de ellos. Giraban discretamente, a todas partes cada cinco segundos. No les habían dicho al castaño y la chica, pero no tenían noticias de Joseph desde hacía dos días y eso no podía significar nada bueno.
Todos los presentes charlaban animadamente, mientras tomaban algo. Jack Hunter tomó el micrófono y comenzó a dar una pequeña introducción para atraer la atención de todos para comenzar con la presentación oficial de la campaña.
—Vayamos al grano. La razón de que estemos reunidos hoy es para presentar, oficialmente la campaña Demon-Angel, el primer paso del lanzamiento del nuevo perfume titulado con ese nombre. Me complace tener el honor de inaugurarla, así que, sin más preámbulos, damas y caballeros, les presento a Demon-Angel por Scott Dean y Max Carter.
Los flashes y aplausos se hicieron presentes justo después de que Jack descubriera el cartel principal de la campaña dejando al descubierto la imagen de un ángel mitad obscuro, con alas negras, y mitad blanco, con hermosas alas de ángel. De fondo había un lago y un cielo estrellado. El ángel-demonio estaba sentado a la orilla, viendo su reflejo en el agua.
La celebración continuó y la gente, incluyendo a los dueños del perfume, comenzaron a felicitar a Ethan y su equipo por su estupendo trabajo.
En medio de las charlas y el bullicio, algo captó la atención del chico. Se disculpó con los presentes, incluyendo a Ivanna, y se dirigió en dirección al lugar donde se encontraba la persona que había visto.
Ivanna siguió al chico con la mirada y no pudo distinguir qué era lo que lo tenía tan intrigado, no había nada al frente. Le pareció un poco extraño, así que lo siguió.
Ethan seguía caminando, hipnotizado, hacia la persona que veía parada en un rincón de la azotea, como si estuviera olvidada. Muchos pensamientos se agolpaban en su mente. La persona sonreía y lo llamaba.
La chica percibió un aura extraño y comprendió lo que sucedía. Apresuró el paso. El chico solo estaba a unos metros delante de ella. Comenzó a llamarlo, pero no la escuchaba. La gente le cerraba el paso, como si no la notaran. En medio de su frustración y preocupación, comenzó a empujar a todos en su camino de una manera muy salvaje. Tenía que alcanzarlo inmediatamente.
La persona tendió una mano al castaño y éste la miró aún desconcertado.
—¿Lily? — preguntó.
Y justo cuando iba a tomar su mano, Ivanna lo jaló por detrás, alejándolo de la ilusión que tenía frente a él.
Ethan salió de su transe y parpadeó unos momentos. Lily había desaparecido.
—¡Qué demonios se supone que hacías!
—¿Perdón? — preguntó desconcertado.
—¡Estabas a punto de ser capturado por un demonio!
—¿Qué?
—Estabas siguiendo una ilusión.
—Yo... juro haber visto a Lily.
—¿Lily?
—Sí. Mi hermana aquí en la Tierra. Murió hace unos años en un accidente automovilístico.
—No era tu hermana, era una ilusión creada por un demonio llamado Patrick.
—¿Cómo lo sabes?
—Lo sabe porque conoce mis trucos— dijo Patrick apareciendo en la negrura de la noche—. Es una desgracia que mi plan no funcionara. Maldigo el día en que pisaste el infierno por primera vez, Ivanna— la chica agarró a Ethan con más fuerza. Aún estaba un poco desconcertado, debía protegerlo—. Cuánto tiempo sin vernos, querida amiga. Veo que tus amiguitos te han devuelto tus recuerdos. Es una lástima. Era divertido tenerte de mascota.
—¿Qué haces aquí?
—Solo vine a divertirme un poco, pero arruinaste mi diversión antes de que comenzara. Tu novio tiene la mente muy débil. Ahora entiendo por qué el rey te raptó a ti y no a él— dijo deteniéndose de golpe. Frunció el ceño—. ¿Qué demonios...? — Patrick retrocedió—. Es mejor que me vaya. Pero no se preocupen, nos veremos pronto. Por cierto, no se angustien por su amigo Joseph, lo estoy cuidando bien. Nos estamos haciendo buenos amigos. Incluso aceptó participar en mi siguiente plan. Sus poderes mentales son de mucha ayuda— sonrió y desapareció. Debía informar al rey Shemihaza, necesitaban preparar contramedidas contra esa aberración. Si Ivanna realmente estaba albergando al Elegido en su vientre, debían actuar rápido. No podían dejar que ese bebé naciera. Su existencia sería un punto decisivo para la lucha que planeaban. Joseph podría encargarse de los ángeles en su ausencia.
Lile, Jacob y Edward se acercaron a Ethan e Ivanna rápidamente. Ethan comenzó a hablar con Lile y Edward, que pedían explicaciones acerca de lo que había pasado. Ivanna los escuchaba, pero no entendía lo que decían. Estaba en shock. Jacob se acercó a ella, dejando a los demás a un lado.
—¿Estás embarazada? — preguntó. Lile había actuado igual cuando él le dio la noticia de su embarazo. Después de haber dejado la manada, había comenzado su entrenamiento como enfermero prospecto a doctor en El Hospital. Había ayudado a Lile a mantener sus exámenes sanguíneos y revisiones en secreto.
—Es imposible. Seguramente es alguna broma de Patrick. Revisa y dime que no es verdad.
—Ivanna...
—Por favor, Jacob.
Jacob puso una mano en el vientre de Ivanna y cerró los ojos—. Esto es...
—¿Qué ves?
Abrió los ojos y apartó la mano de su vientre—. Estás embarazada, Ivanna. Ethan y tú serán padres.
—¡Pero eso es imposible! No se supone que podamos reproducirnos. Yo sigo teniendo forma de demonio.
—E Ethan de ángel. Es muy posible. Dejó de ser humano hace un tiempo, solo está en una forma semi-terrenal. Sin embargo, este bebé es diferente. No parece tener características terrenales, crece a una velocidad asombrosa. Seguramente darás a luz en unas semanas. Está muy desarrollado y sigue creciendo.
—Esta es una mala broma.
—Tenemos que irnos— anunció Lile. Observó el rostro de Ivanna y frunció el ceño. —¿Qué te sucede, Iv?
—Hablaremos cuando lleguemos a casa— interrumpió Jacob—. Vamos, Ivanna.
Todos se despidieron de Jack Hunter y, después de agradecerles por el gran trabajo que habían hecho con la campaña, se fueron.
Nadie habló durante el camino. Next Year de Foo Fighters llenaba el aire. Edward, ajeno a la situación, tarareaba en voz baja.
La chica de cabello negro miró su vientre y éste se infló un poco. "Esto no puede estar pasando" pensó. Sabía que no era un buen momento para tener un bebé. La Lucha por la Supervivencia, de la que Shemihaza tanto hablaba, podría desatarse en cualquier momento y un bebé solo les estorbaría... pero era su bebé después de todo. De Ethan y suyo. No podía deshacerse de él.
¿Cómo había pasado eso? Solía soñar con tener hijos junto a Ethan, pero no se sentía preparada para tenerlos aún, le daba un poco de miedo. No quería que su hogar fuera destruido y tuviera que pasar por lo mismo que ella y Lile pasaron con el incendio. Lágrimas silenciosas comenzaron a correr por sus mejillas. Ethan, que iba a su lado, lo notó.
—¿Qué sucede, mi amor? — preguntó dando un suave apretón a su mano. Ivanna limpió sus lágrimas.
—Nada. Yo solo...
—¡Sujétense! — gritó Edward haciendo que el auto se moviera bruscamente.
Dio un giro rápido esquivando a Joseph, o lo que solía ser Joseph, que apareció de la nada frente al camino. Por reflejo, Ethan puso su brazo frente a Ivanna para evitar que saliera volando y Jacob, que estaba en lado contrario, se apresuró a ponerle el cinturón de seguridad.
Joseph solía ser un tipo muy apuesto y simpático. Tenía la piel blanca como la nieve, cabello cobrizo, ojos avellana, labios delgados de color rosa y una hermosa sonrisa. Ahora, sin embargo, su piel lucía bronceada, al igual que la de Ivanna, sus ojos eran negros, como dos agujeros, su cabello había obscurecido por completo y sus labios habían perdido todo color. Lucía justamente, como un súbdito de demonio. Alguien lo estaba controlando.
Lile pudo distinguir ojeras enormes bajo los ojos de Joseph, que los seguía de cerca intentando volcar la SUV en la que viajaban.
—Tienen una pluma de Joseph. Lo están controlando por medio de ella— dijo Lile.
—¿Cómo lo sabes? — cuestionó Ethan.
—Por sus ojos. Tiene ojeras, lo que significa que está luchando para liberarse.
—Sé que hacer. Puedo salvarlo— indicó el rubio.
—Es demasiado arriesgado, Jacob. En este momento, tú eres nuestro integrante más capacitado para cualquier emergencia. No podemos perderte— dijo Edward sorprendiendo a los demás. Era el primer comentario amable que hacía sobre él.
—Será peor si perdemos a Joseph. Él es el único que conoce el procedimiento para...
—¡Calla Jacob! — ordenó el chico de rulos—. ¡Estás hablando de más! Mejor dinos qué tenemos que hacer para liberar a Joseph.
—Tenemos que arrancarle una pluma e iluminarla.
—¿Estás demente?, ¿no has visto cómo está? — cuestionó Ethan.
—Es la única manera. Iré por ella— dijo saliendo por la ventana del auto en movimiento.
Edward dio vuelta a la camioneta de forma brusca provocando que Ivanna se aferrara al brazo de Ethan. Comenzaba a marearse y vomitaría en cualquier momento si su hermano no dejaba de manejar tan bruscamente.
Ethan sintió el abdomen abultado de Ivanna y se desconcertó. La miró y pudo ver cómo ponía todo su empeño en no vomitar. Frunció el ceño. ¿Qué estaba sucediendo?
—Cuida el auto, Lile— dijo Edward.
Se quitó el cinturón de seguridad después de detener el vehículo y salió para ayudar a Jacob. Saltó hacia donde se desarrollaba la reciente pelea. Si tenía suerte, Joseph no lo vería venir y podría arrancarle una de sus plumas.
Normalmente las plumas de los ángeles se desintegraban cuando las arrancaban o se caían, pero sucedía lo contrario cuando un ángel las arrancaba. Solo ellos podían hacerlo sin causarles daño alguno. No entendían cómo los demonios habían logrado conseguir la pluma, era prácticamente imposible.
Edward se lanzó sobre Joseph, que estaba hecho una furia. Si había algo más peligroso que un demonio en su forma de bestia, era un ángel que estaba siendo controlado por demonios. El chico giró cuando lo sintió cerca de él y lo golpeó con su brazo, mandándolo a volar varios metros. Jacob aprovechó esa oportunidad y arrancó una pluma de sus alas, haciendo que éste emitiera un gutural grito de dolor.
Ethan se quitó su cinturón de seguridad y bajó del auto ignorando los gritos de Lile para que se quedara con Ivanna. Tenía que ayudar a los chicos. Vio cómo Joseph se giraba hacia Jacob e intentaba abalanzarse sobre él, así que se apresuró y lo tacleó. Una vez en el suelo, lo inmovilizó.
—¡Date prisa, Jacob! ¡Ilumina la pluma!
Lile, que había ocupado temporalmente el asiento del conductor de la camioneta, vio cómo Ivanna se quitaba el cinturón de seguridad, abría una de las puertas traseras y bajaba del vehículo. Se apresuró a bajar y detenerla antes de que hiciera algo estúpido, pero se desconcertó en el momento en el que la vio aproximarse a un arbusto y vomitar.
—Oh, no— dijo.
Edward se acercó a Jacob y ambos concentraron sus poderes en la pluma de Joseph, iluminándola por completo. Jamás habían visto una iluminación que necesitara de tanto poder, pero, debido a que la sumisión había sido realizada por un demonio poderoso, era necesario.
Una vez purificada la pluma, se acercaron a donde Ethan tenía inmovilizado a Joseph e insertaron la pluma en su pecho. Poco a poco vieron cómo regresaba a la normalidad, acompañado de gritos de dolor por el gran esfuerzo que significaba la transformación. Al terminar, Ethan lo soltó y Jacob, junto a Edward, lo ayudaron a caminar para regresar a la camioneta. Vieron a Lile acariciando la espalda de Ivanna mientras ésta vomitaba en un arbusto.
—Tenemos un problema— informó la rubia.
*Método mediante el cual los ángeles usan sus poderes para purificar objetos.
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