1
Esta es la historia de un chaval,
no tan joven como puedes pensar,
pues ya en su treintena
tan solo recuerda
de su vida la dureza.
Todo empieza a las afueras de Berlín,
con la mayor certeza,
a finales del cuarenta
ya, en plena guerra.
El niño de diez años
no entiende muy bien que está pasando,
por mucho que se lo hayan explicado
¡todo es tan raro!
El pobre chico, no puede ni caminar
por las calles de la arrasada ciudad.
Ni la escuela es segura ya,
de este tipo el único lugar
que queda es la casa con sus papas
Él, siempre solitario,
metido en mil libros
sin tan siquiera amigos,
solo cuenta con todos enemigos,
siempre se ríen de él
¡que duro es!
sueña con ser como un caballero
uno, de los que sabe del medievo
ganar mil batallas
luchar por una dama,
a la que de verdad ama,
ella Beatriz se llama.
¡Ay Beatriz!
¡cuánto te quiero yo a ti!
estoy seguro, nunca voy a aspirar
tan siquiera a poderte hablar.
La única distracción que tenía
era idealizar a esa chiquilla,
la única, del horror que a diario vivía.
Los chicos mayores le hacían la vida imposible,
no eran pocas las veces que deseó morirse
Un día alguien nuevo llegó
al colegio berlinés
del todo le cambiaría la manera
de las cosas ver.
Doce años ¡que mayor!
al mundo se había abierto
mal este lo estaba recibiendo.
Aún en guerra estaba viviendo
y ya de ella entendía el sufrimiento
y en las calles ya iba solo,
observándolo todo,
con tal cuidado que se tiene a la porcelana
para no romper más de su ciudad destrozada.
Su relación con aquel chico, no era muy distante,
con él quería hablar cada instante,
era el mejor maestro,
el único que al verdadero conocimiento
poseía las llaves.
Al volver juntos de la institución
esas charlas de noche
se convertían en su inspiración
su manera de escape en la situación.
Un día hablando de la vida con su amigo,
este fue capaz de enseñarle
tanto que hoy no ha caído en el olvido.
¡Uy! soy muy olvidadiza,
su amigo a Johann contestaba.
Johann contaba: - ''¿Sabes? existen dos mundos,
uno es como el día claro, otro la noche, oscuro,
en el primero, todo marcha bien
mucho cuidado has de tener
en el segundo no puedes caer.
El otro curioso muchacho
se quedó anonadado
con tal afirmación,
en secó se paró
¿por qué? preguntó,
ya que tan raro le resultó.
No creía en nada,
con el tiempo había aprendido a desconfiar,
y eso que el sabio compañero le enseñaba,
era muy chocante,
para un niño convertido en hombre,
por la situación tan grave
que aun vivía.
- Johann : eso es porque
No conoces ese mundo, malo
muy extraño,
donde solo se mueven sombras a tu alrededor.
- Lo conozco mejor que nadie, te lo digo yo,
estuve allí durante mucho tiempo
- J: ¿tú?, pequeño
- Sí, mientras conmigo se metieron
no veía ningún atisbo de felicidad,
bueno al llegar a casa, con mi mamá.
- J : No recordaba, es verdad
solo estabas la primera vez
que ha avistarte llegué
- Tú, fuiste mi salvador
como es de los cristianos el señor
el que me sacó del hoyo,
de un modo u otro.
Además en esta situación
que hoy vivimos
estando contigo
de ella me olvido.
- J: gracias por ese privilegio,
que se bien que no lo es,
que soy el único que está contigo.
mas así lo quiero,
porque, si no, quizá hubieras pasado al mundo
de lo malo, de modo más profundo.
- Eso nunca lo sabremos,
aunque eso sí, siempre me creía bueno
más ahora no estoy seguro
quizá sea ese mundo escuro.
yo en la esencia de mi ser
- J: eso ya no lo conozco
lo que descubrir,
por lo que depende de ti
- Pero serás mi guía
en este, el periplo
del conocimiento propio
o, ¿acaso de dejaras
en manso del peor enemigo,
nuestro destino.
- J: te prometo intentare ayudarte
siempre, que pueda
pero, recuerda,
no siempre estará en mi el enseñarte
tu has de recorrer parte de la senda
sin nadie para darte la mano
si te caes de bruces
para alumbrarte cuando no hay luces
- En eso esto de acuerdo,
aunque en esos momentos
te eche mucho de menos
he de ser fuerte, lo confieso.
Así, a los veinte minutos,
como siempre, llegaron frente al viejo portón
del bloque de pisos del mayor.
Los dos chicos se despidieron con un simple adiós,
para el protagonista,
de esta larga historia
era momento de reflexión.
Pensando animadamente por la vía
de la ciudad berlinesa,
sonó la sirena antiaérea
corrió con miedo y angustia
hacia un refugio cualquiera.
Esa jornada
en su cabeza quedó clavada
tras la explosión
cuando a su casa volvió
de él se adueñó el llanto,
pues otra bomba la había destrozado.
En vez de correr despavorido,
se llenó de valor
y a la escena del crimen pasó
lo que allí dentro vio,
fue el mayor horror
de sus familiares, los cuerpos,
tantos presentes como muertos.
Unas horas después
una banda de soldados
llegaron a por él.
- ¿Dónde me llevan? - pregunto asustado
- A un sitito mejor, estate calmado
- Que puede haber mejor
que este sitio, donde he crecido yo,
aunque no me queden padres,
ni ningún hermano
es oro lo que aquí he pasado.
- Chico, no lo entiendes
aún muy joven eres,
más donde te llevamos
estarás bien cuidado.
Temiéndose lo pero el chico
acertó a decir:
- A un orfanato no,
os lo pido por favor.
Nada pudo hacer contra la autoridad,
consiguieron que a él volviera la soledad.
Un día se llevó una gran sorpresa,
ya que su amigo cumplió la promesa,
de nunca dejarle solo
los padres de su amigo llegaron
a ese antiguo edificios
sin saber que estaban destinados
a adoptar al recién llagado.
Así los dos niños se hicieron adolescentes
bajo el mismo techo, las mismas reglas,
apoyándose sobre el otro siempre.
Uno de ellos ese día
se volvió abrir, y el otro el porque sabia
pues sobre el protagonista,
miguel hacia magia.
Entre conversaciones mucho aprenden,
sobredoro, de ambos el más ignorante,
abrió mucho su mente,
a las enseñanzas de se hermando adoptivo
su antiguo amigo.
Unos días después retoman el taman
ese que los dos saben y esperan
los dos lados de la creación,
eso tan interesante veo yo,
El primerizo después del verano
empieza la secundaria,
el otro los mismo
mas lo envían a un internado
temiendo sea mala influencia para su hijo.
En el internado sueña, se aleja de la realidad
como no había hecho antes, jamás.
Allí dentro, posteriormente conoció a un chaval,
uno en la vida más veterano
tan solo por unos años,
la bebida va a probar
¿acaso esta mal?
En clase de biología
le enseñan la destrucción,
entonces recuerda todo lo que pasó
aun así sus penas aun hoy ahoga en alcohol.
4 años más,
ya mayor de edad
a punto de la universidad
aun no tiene idea de lo que va a estudiar.
Encuentra un hombre
que ronda las 50 primaveras,
carai cuatas de ellas
sabrá mucho, piensa el joven.
Se acerca, ya que el señor,
esta tocando una canción,
le hecha un poco que dinero,
porque le llega al corazón
El hombre al terminar la actuación,
le pregunta al estudiante
- Porque esperaste?
A lo que el joven contesta-
- Un amigo me dijo de dos mundos,
quiero aprender de un sabi
si eso so es real, o un truco de su inventario.
- El señor dijo.
caro que es verdad
¿cómo puedes dudar?
era se una vez hace mucho tiempo
cuando yo aun era pequeño
mi padre me enseño los dos mundos,
el disfrute y el placer,
siempre decía para el segundo
has de romper la lay, te has de esconder.
- Ya lo logré comprender- comento
el recién graduado colegial-
cuando yo hacía mal
en beber a escondidas del profesor
era el mundo del placer, ¿no?
- Si, hijo mio, efectivamente
peo no es así siempre
en ese caso, hasta la mayoría de edad,
esta verdaderamente mal,
prhibido por la autoridad
a partir de lso 18
ya es más fácil toto,
te lelga la libertad
Pero a cambio nuevas obligaciones,
como ira trabajar.
Contento el chaval,
ya sabe que quiere estudiar,
ciencias ¡imposible!
mejor historia para no repetir los errores.
Ese pequeño que vivió en guerra
aún cicatrices le quedan
nunca va a olvidar,
que mataron a su núcleo familiar,
eso lo hicieron por placer
muy bien lo sabe
ahora, mejor que antes.
El daño causado
por aquellos solados
le hicieron odiar su sueño,
cuando vió de cerca lo que era serlo
en un régimen opresor.
Hasta aquí la historia,
del único sobreviviente,
de su familia, el que tuvo suerte.,
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