Capítulo 2
Una vez había terminado con pasar un tiempo en compañía de los monstruos borrachos y perros de la guardia que siempre terminaban mordiéndose las patas al pelear se despidió saboreandose sus colmillos aun por la rica comida acompañada de mucha mostaza.
Tenía que trabajar al menos unos dies minutos de las cuatro horas que le pedía su hermano hacer de patrulla, así que sin apuro camino tranquilamente saliendo del pueblo para adentrarse al bosque, de paso hacia la digestión en lo que miraba de vez en cuando a los alrededores.
Había llovido un poco por la zona notándose por los árboles húmedos, pero pronto empezaba a nevar de nuevo cubriendo las hojas de blanco, todo iba normal hasta que a lo lejos vio venir a alguien corriendo, era raro que fuera un monstruo, a no ser que sea un habitante de la ruinas...
Pero al final eso que venia corriendo no era un monstruo, era un niño humano, este se detuvo jadeante y tembloroso frente suyo, parecía que había sido atacado por la sangre y raspones en su cara y piernas demás de estar sucio, pero entonces de la maceta que este sostenía salió una flor amarilla igual de lastimada que empezó a gritar.
-¡NO FRISK! ¡TU SIGUE CORRIENDO!-
-¡¿Que mierda están haciendo, tu, flor monstruo por que estas con este humano?!-
Entre su sociedad si alguno veía un humano era obligatorio atraparlo y llevarlo ante el rey para que este lo mate, pero todo era confuso y estaba pasando muy rápido. El humano le habló directamente pidiéndole ayuda lo cual le desconcertó aún mas.
-¡Por favor ayúdanos! Un sujeto está matando a todos atrás nuestro...-
Entonces el niño se acercó para ocultarse detrás suyo por ver que a la lejanía la puerta de la ruinas era destrozada por una explosión, Fell fruncio la mirada sintiendo el aire frío chocar contra el después de esa explosión y del interior de las oscuras ruinas salía un sujeto.
Sintió frío el esqueleto de colmillos por ver a ese desconocido con una capucha cubrirle la cabeza y en su mano tenia unas telas rojas y negras. Era un vestido con el símbolo de la runa delta de su raza, y en lo que este se acercaba caminando hacia el vio de reojo a la flor salir de su maceta y ponerse a un lado suyo con una mirada determinada.
-Frisk tu vete, yo lo detendré lo suficiente para que llegues a la barrera...-
Dijo la Flor sacando ramas de espinas a su alrededor, el niño entre llantos no quería irse y dejar a su pequeño amigo pero ls mismas ramas de este lo empujaron para que se vaya de una vez. Obviamente el pequeño entre llanto volvió a correr queriendo pedir más ayuda en el camino.
El problema era el desconocido ahora que, aún que este a poca distancia seguía sin verle el rostro bajo esa capucha. Este miró un momento el vestido para luego tirarlo a un lado sobre la nieve y ahí pronunció unas palabras.
-que pena que en este universo tampoco haya monstruos fuertes, todos son débiles y faciles de aplastar como hormigas-
Entonces Fell pudo ver en la pupila del otro una vista azul y roja, descubrió solo un poco su capucha para que pudiera mirarlo y otra vez quedo perplejo de ver a un esqueleto igual a el, era casi como verse en un espejo, volvió a fruncir su mirada hacia el otro cayendo en que todas sus teorías eran ciertas, sus investigaciones y proyectos eran para descubrir otras líneas de tiempo y universos distintos al suyo, y ahora estaba todo claro. Todo era cierto.
-¿Como llegaste hasta aquí? ¿Que es lo que buscas?-
Cuestiono al otro que solo sonrio burlonamente.
-Eso no te incumbe, tampoco hace falta que lo sepas aún que...solo te diré...que seré rápido en esto~ No te preocupes.-
En un segundo unos huesos atravesaron a Flowey destruyendo sus raíces y pétalos de tal manera que lo mato al instante, el solo pudo girar su vista hacia esto quedando helado con la velocidad de ataque de esta versión, pero no pudo ni alcanzarlo al responderle también con un ataque que este literalmente salto detrás suyo y lo golpeó en la nuca haciéndole perder control en sus huesos y cayó a la nieve sintiendo que en cualquier momento se desmayaria, antes de eso el desconocido se agacho un poco para mirarle.
-Te espero en la sala para mi juicio~-
Esas palabras sonaban tan siniestras, tan oscuras que deseo no desmayarse en ese momento, debía detenerlo...debía hacerlo antes de que...
Luego de una media hora despertó de un salto apenas y empezar a levantarse con un jadeo que empezaba a hacerse más fuerte, ¿acaso eso fue un sueño?
No, todo la tensión volvió a sus huesos al ver cerca suyo el vestido negro sobre al nieve todavía. No importa que, empezó a moverse a base de atajos hacia el pueblo.
Esto debía ser una pesadilla.
El pueblo en la nieve pasó a estar totalmente en silencio, una leve ráfaga le hizo ver el polvo entre la nieve y las ropas de lo que quedaba de sus conocidos. Pero su mente entraba cada vez en pánico siguiendo su camino.
Encontró la armadura y el pañuelo rojo de su hermano afuera del pueblo y apenas tuvo un momento en que se hecho sobre la nieve y agarro el pañuelo apretandolo contra su pecho siéndole imposible no soltar unas lágrimas sin darse cuenta entre el trauma visual que estaba teniendo.
Solo podía recordar de a poco las palabras del sujeto...
Y como vio matar a la flor al lado suyo.
El causó todo esto, el los estaba matando a todos, ¿como se atreve? ¡¿COMO SE ATREVIA A MATAR A SU HERMANO?!
-AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH ¡¡¡MALDITO!!!-
Apretó sus colmillos hasta hacerlos rechinar en furia y entre lágrimas su magia actuó haciéndolo avanzar rápidamente no queriendo mirar la masacre a su alrededor, sus amigos, sus rivales, su familia... todo estaba envuelto en polvo y silencio.
Su respiración agitada y furiosa era lo único que oía hasta que llegó a la sala entrada a la sala del rey. Ahí miró el suelo y estaba el cuerpo del humano que apenas conoció, atravesado en el suelo por huesos, más adelante de este estaba aquel asesino haciendo un sonido de tintineo con el tridente del rey en sus manos.
Los había matado a todos, menos a el.
Ninguno dijo nada una vez se volvieron a mirar de nuevo entonces empezó el de ardiente mirada rojiza.
-...Desgraciado hijo de perra, ¿Por qué haces esto? ¡¿QUE MIERDA GANAS CON ESTO?! ¡¡MATANDO A TODOS!!-
Dust soltó una risa pequeña por ese enojo y furia proveniente de su otra versión, se le hizo adorable.
-Me alimento de mis víctimas, mientras más mate, más poderoso me vuelvo y por eso en unos minutos asesine a todos aquí, de verdad fueron muy débiles pero no te enojes así~ los mate de forma rápida como te dije y no sufrieron-
-...¡Si es así!..¿por que no me mataste a mi también? Si me dejaste inconsciente!-
-Por que quería dejar lo mejor para el final~ tengo la leve esperanza de que me darás un poco de pelea. Todos los Sans tienen esa pisca de poder aguantar más que los inutiles de los demas monstruos. Vamos gatito suelta esos rugidos tuyos con ataques.-
No había más que decir, Fell estaba explotando en furia y venganza que en seguida empezó una batalla entre ambos, atacando y esquivado dejando todo a su alrededor en escombros.
Esta era su pesadilla hecha realidad, cada movimiento, cada ataque y cada herida que recibía era como si ya la hubiera vivido y ahora más que nunca debía matar a este desgraciado que le había arruinado la vida en unos minutos.
Había visto las lágrimas en la cara del otro en lo que seguían peleando pero poco le importaba eso ahora, solo quería matarlo y destruirlo pero era más rápido que el, sus ataques más poderosos y estaba dando todo de él para hacerle frente. Pero la pelea fue tan intensa que no podía seguiré el ritmo por mucho tiempo más.
Al final no pudo esquivar que iba directamente a su pecho pero previno que este le atravezara con una coraza pequeña de sus huesos que logró invocar en ese segundo y salió disparado hacia una pared aún en pie.
El impacto fue grande que lo dejo caer al suelo y desorientado lo cual aprovecho Dust en tomarlo del cuello y inmovisarlo.
En ese intercambio de jalones y golpes limpios que empezaron a darse en el suelo el contrario no iba a dejar de ahorcarle y se hizo imposible cuando lo inmovilizo del todo con más huesos.
No podía creer que su existencia terminará así de una forma tan miserable y injusta.
No importaba cuantos ataques por fuera le diera a este para que le soltara, los resistía todos y ni se inmutaba más bien empezó a reírse de una manera demente en lo que seguía ahorcandolo.
Todo había terminado cuando ya empezó a ver borroso y después...todo oscuro.
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