Lo siento, pero debo confesar que conozco a una persona más lista que tú. Y sí, soy muy consiente de que detestas darle una ponderación a las personas «él es más, el otro es menos» o cosas así, lo sé, pero tu estarías de acuerdo conmigo si te dijera que Yeonjun hyung es más listo que la mayoría de las personas.

Para ser justos, él es tu mejor amigo, y el hecho de que decidieran ser el mejor amigo del otro es una advertencia de que los dos tienen un coeficiente intelectual por encima del promedio.

No lo menciono solo porque yo sea tu novio, para nada.

No soy fan de las citas dobles, me resultan incomodas la mayoría de las veces, pero cuando Yeonjun y Soobin hyung nos invitan a salir, me es muy difícil negarme.

Hubo una cita en específico, cuando fuimos al bosque a acampar un fin de semana, que tuve una conversación interesante con el hyung de cabello rosa. Tu fuiste con Soobin por madera y me dejaste a cargo de armar las carpas, algo en lo que soy bastante malo, pero alguien tenía que hacerlo.

Yeonjun hyung y yo acabamos con nuestra tarea a duras penas y nos sentamos a comer gomitas. Él se quedó con las azules y las moradas, y yo con las amarillas y las rojas. Afortunadamente nuestros sabores favoritos no coincidían, porque no me apetece compartir mis gomas rojas si no es contigo.

Él preguntó de la nada:

—¿Qué pasaría, Beomgyu, si en este momento todos en el resto del mundo murieran y solo quedáramos nosotros cuatro en medio de este bosque?

—Entraría en pánico.

—¿Y después?

—Pues... Sobrevivir.

—¿Y...?

—¿Y... vivimos felices para siempre? —dije con cuidado, porque no quería sonar demasiado estúpido—. Usted tiene a Soobin hyung, y yo a Taehyun. Nos tenemos los cuatro, no sería tan solitario.

Eso me hizo recordar algo.

En más de una madrugada me he quedado pensando qué haría si fuera inmortal, si mis años de vida fueran infinitos. En las películas, aquellos que poseen esta bendición terminan considerándolo una maldición, por motivos sentimentales; lo que conlleva la soledad. En mi caso yo solo tendría un problema con la existencia perpetua: no encontrar a alguien para vivirla conmigo.

Lo visualizo como el ADN.

Sí fuera un vampiro, un dios, o cualquier otro ser inmortal, mi única petición sería tener un compañero que también lo fuera. Por ley, no nos llevaríamos bien toda la eternidad, habrían lapsos de tiempo —años, siglos— en los que cada uno se iría por su cuenta, hastiado del otro, pero también nos reencontraríamos, destinados a converger, porque nadie más que nosotros comprendería lo que significa avanzar en paralelo con algo tan abstracto.

Un amor de cualquier tipo o simplemente compañía asegurada. Eso es todo lo que se necesita, seas inmortal o mortal, es lo que buscamos todos ¿no? alguien que complemente lo que somos en base. Nucleotidos pequeños unificándose para formar algo más grande.

¿Cómo no ponerse existencial si te das cuenta de que todo es más de los mismo, desde lo que eres por dentro hasta los misterios más grandes del universo?

Volviendo a la conversación con hyung. Nos determinamos a acabar la bolsa de gomitas antes de que ustedes llegaran.

—Creo que debes disculparme —dijo él, sonriendo ladino.

—¿Por qué?

—Porque estaba probándote.

—¿Cómo?

—Pues, no dijiste nada sobre repoblar la tierra, cosa que obviamente no podríamos hacer entre hombres. Lo redujiste a ser felices, ni siquiera te molestaste en proponer que emprendiéramos una búsqueda por el mundo buscando a otros humanos. Me hiciste pensar en el decrecimiento.

Iba a preguntar qué era el decrecimiento cuando tu y Soobin volvieron. Se unieron a nuestra conversación y supe el significado de la palabra, pero también, que yo no necesito ser tan listo como ustedes, seguramente para eso están en mi vida, para complementar los campos en los que no me especializo.

Me daré una palmada en el hombro. Antes de dormir esa noche, juntos en la tienda de campaña, te pregunté qué tenía que ver el ADN con el elixir de la juventud eterna. Respondiste: «lo mismo que un pájaro y un escritorio».

Yo también tomo decisiones inteligentes, elegí tenerte en mi vida.