14 de diciembre de ****

“No te rías. En serio, no lo hagas, tengo algo que confesar.

Resulta que, sin yo poder evitarlo, me he terminado enamorando de ti. Sí, de nuevo, te pido que no te rías Kang Taehyun.

Me enamoré de ti hace tiempo, no es que mágicamente estos últimos días hubieras hecho algo que me abriera los ojos —todos los días, en cada encuentro, haces algo que me pone ansioso—. Tengo que rendirme ya.

Es mágica la manera en la que sanaste todas las heridas que otros causaron en mi, solo siendo tu; estando a mi lado. Entraste sin necesidad de tocar.

No eres, precisamente, el tipo de persona que me gusta. En otro contexto —no tratándose de ti— una persona demasiado intelectual, con ego, y que no tiene pelos en la lengua, sería el tipo de persona que desapruebo. Pero tu, vuelves todas esas cosas en mis cualidades favoritas para apreciar. Es decir, lo vuelves todo cool, todo precioso, hasta el punto de que me hace enojar lo flexible que puedo ser tratándose de ti.

No me siento tonto estando contigo, me siento curioso, como un niño descubriendo el mundo adulto. Aunque tu no seas un adulto con todas sus letras. Siempre te molesta cuando te digo que eres como un maestro, porque te consideras aprendiz.

Me vale, eres bueno sin tener intensiones de serlo.

Quizás no estoy siendo objetivo, y te doy el derecho de reclamarme por ello, pero, estoy enamorado, y las personas enamoradas tienden a glorificar al receptor de su amor. Hay ratos en los que no puedo creer que estés en mi vida, pero tu me enseñaste que soy merecedor de todo lo bueno que pase en ella.

Y sí, tu también tiendes a hablar demasiado bien de mi, incluso cuando la cago, sobrevaloras mis buenas intenciones y mi esfuerzo. Me apoyas con tu manera rara de dar afecto a la que tanto me he acostumbrado.

No me quiero desacostumbrar nunca”

PD: Llámame en cuanto leas esto.

Tu no llamaste.

Tu fuiste a mi casa y me diste un beso sin dejar que terminara de abrir la puerta.

En el momento en el que escribí mi declaración parecía tan ilusionado. ¿Cómo haces para que esa ilusión no se vaya? Incluso cuando mucho tiempo ha pasado, sigues mostrándome el mundo; el que está afuera, y el que te conforma.

Me sigue pareciendo alucinante tu complejidad. Tu humor amargo. Tu mirada dulce.

Son muchas cosas, tantas que me agobian y me hacen decir lo de siempre, lo que te saca sonrisas.

No te daré en el gusto esta vez, solo diré que es difícil.

(PD: Tu sabes que en realidad no lo es: te quiero)