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Ahora no es tiempo de llorar por las cosas malas que te pasan en la vida....
Sino por la llegada de los exámenes de medio semestre que comenzaban mañana.
¿Podrá Aiko sobre llevar sus sentimientos contra los exámenes de Estadística y economía?
Continúen leyendo para averiguarlo ...
Para su suerte ayer había sido viernes, porque hoy sábado se levantó con la cara hecha un desastre luego de terminar aquel anime. Aiko se desperezó y decidió mirar a su calendario en la mesita de noche, pero sus ojos adormitados se despertaron completamente al ver el círculo gigante rojo que señalaba el día de comienzo de exámenes, la peor semana para un universitario. Nuevamente quiso gritar pero se limitó a imaginarlo, ya que Shinobu por las mañanas con resaca (con más motivo lloró en la madrugada) daba demasiado miedo.
"A veces compadezco a Tomioka-san y Kanroji-san"
La resignada castaña tuvo que organizarse bien para aprovechar y estudiar el fin de semana para presentar y sobrevivir ante la semana del medio semestre. Aunque no era mala estudiante desde la preparatoria/secundaria/instituto/bachillerato, el golpe que recibió cuando entró a su primer semestre fue horrible, el segundo semestre se unió con más fuerza y ahora se supone que debe ser inmune ahora en su tercer semestra para decoradora de interiores, pero tuvo la mala suerte de inscribirse a introducción a la economía con un profesor extranjero e intenso con respecto a las lecturas, trabajos en grupos y debates.... debates y clases de oratoria en pleno siglo 21.
"Y se supone que son las 3 primeras unidades del libro de Mankiw... ¡Qué horror!"
Mientras sus pensamientos se dirigían a acribillarse con sus responsabilidades estudiantiles, nuestra protagonista caminó al baño para lavarse la cara, enjuagarse la boca y tal vez tomar un baño, pero a mitad de su lista de que haceres la voz de su roomie la llamaba.
—¡Aikooo~! ¡Puedes ir a comprar a la tienda un energizante!
— Pero no tengo cambios.— Respondió desde el marco de la puerta del baño.
— ¡En mi bolso está el monedero! ¡Por favor, ve y trae dos bebidas energizantes y una barra de chocolate!
—¡Bueno!
Lo que menos deseaba era salir de casa y tener un montón de pendientes para su preciado fin de semana. Sin embargo, la castaña sabía si que no hacía el favor rápido, Shinobu podía a ser bastante ostigosa.
Aiko salió a los 15 minutos de su departamento, mientras vestia con un sencillo calentador, un hoodie de algunas tallas más grande de la que corresponde y una gorra negra para disimular lo despeinada que estaba su cabello. Además, no se olvidó de tomar las llaves, el monedero y su teléfono por si algo ocurría con su compañera de piso.
Sus almendrosos ojos observaron la recepción y observó a una de las vecinas de los pisos más altos. La señora ya tenía una cierta edad y las canas en su bien cuidado cabello revelaban sus años de experiencia, sin embargo aún se podía apreciar esa esencia elegante en su presencia y su alta estatura.
— Buenos días Müller-san.— La señora se giró y observó con cariño a la joven bajo la gorra.
— Buenas tardes, Aiko-chan— Respondió al saludo.— Sabes que prefiero que me llamen por mi nombre.
—Oh, no podría faltarle el respeto, señora.— Acotó la castaña quien abrió la puerta para que pasara primero su vecina. Pero esta hizo un ademan e insistió un poco más para que ella la llamara por su nombre la próxima vez que se viera— Lo prometo, umm... Saeko-san.
—Gracias Aiko-chan.
Y finalmente, la joven adulta emprendió su aventurada misión hasta la tienda de conveniencia a la cual pensaba ir por la ruta más larga y no pasar por la panadería de la esquina. Mientras tanto, la ancianita se quedó mirando como la figura de la agradable muchacha desaparecía al horizonte.
—¡Oh! Saeko-chan.
—Ya era hora que aparecieran, chicas.— Comentó de buen humor la más alta del grupo, pero se vio interrumpida por la intervención de Inazi y Chiho quienes miraban a sus espaldas la misma figura de la señorita de la puerta/futura prometida del dulce joven Tanjiro.— ¿Que tanto miran?
—¿Acaso no te diste cuenta que es la jovencita de ayer?— Comentó un poco indignada la ancianita de lentes quien se terminó por ajustar el pesado armazón sobre el puede de su nariz.— Entonces si es el Alzehimer.
—No creo que sea eso, Saeko-chan siempre fue despistada desde joven.— Complementó la más bajita del grupo mientras daba la vuelta en dirección a su oficina de juntas.— Debemos movernos antes que las señoras del otro barrio nos ganen el puesto de la banca— Añadió.
Esto provocó la risa para las dos señoras restantes quienes acompañaban complacidas por las ocurrencias de Chiho, sonaba tal y como lo hacían de jovenes, aquellos buenos tiempos dorados.
En el trayecto, las señoras conversaban de algunos temas como los avances de la novela coreana que seguía, después Chiho e Inazi discutieron sobre el caso n°729 de Caso Cerrado se resolvió de manera objetiva con la sapiencia de la Dra. Polo, y los argumentos que Saeko, una estudiada sobre derecho comentaba que el programa a veces no está bien estructurado. (Para no decir que los casos son falsos).
En fin, la dirección de la conversación regresó a su estado original a penas el grupo de ancianitas pisaron el parque Tanuki y se sentaron en su habitual asiento.
—Bien, ahora discutamos sobre ese par de torpes.— Comenzó Inazi mientras sacaba su teléfono y utilizaba la aplicación que su nieta le presentó "grabadora de voz".
— Ese es el ícono de zoom.— Comentó Saeko quien asomaba su cabeza sobre el teléfono de Inazi.
—Sabes que no me adapto a estas tecnologías— Añadió un poco avergonzada la firme personalidad de la mujer de mediana estatura— Aún prefería mi nokia de teclas.
—Pero ese fue el que se te cayó por el barranco cuando visitabamos el mirador cerca del monte Fuji.
— Nos estamos desviando de la conversación— Saeko, quien manejaba un poco mejor las aplicaciones de su smartphone, abrió el bloc de notas y tomo los apuntes que necesitaban para juntar a esos dos y que esa relación funcionen— Comienzo yo, como no me di cuenta que Aiko-chan era la señorita de ayer, tal vez pueda llevarme mejor con ella y convenserla de venir con nosotras a la panadería.
— Eso es una buena ventaja, Saeko-chan.— Comentó Chiho en el otro lado de la banca.— ¿Qué hay de ti Inazi, tu nieta se lleva bien con la hermanita de Tanjiro-san?
— Exactamente, mi niña Aoi suele traer a menudo a la jovencita cuando tienen que estudiar juntas o hacer proyectos. A veces quiero interrumpir pero mi nieta me termina sacando de su habitación. — La señora de los gruesos lentes suspiró y regresó la pregunta a Chiho— ¿y tú Chiho?
—Yo... creo que no tengo conocidos como para llegar a alguien cercano a Tanjiro-san— Sin embargo, la señora se puso a pensar— Pero, podemos hacer lo siguiente, verán...
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Y hasta aquí la mega actualización. Siento cortarlo en un momento como este pero es un secreto lo que planearán estas ancianitas para juntar a Tanjiro con nuestra protagonista Aiko.
Repito, adoro las personalidades de las abuelitas
Oh, por otra parte, recuerdo que no hace mucho alguien me etiquetó en una de sus historias y no recuerdo bien si era sobre esta o la de Inosuke- Enseñame. Pero a esta personita le agradezco por dedicarle un fic a una de estas historias
Finalmente, trataré de mantener más activa las actualizaciones de esta historia. Agradezco muchísimo el apoyo que le brindan UwU
Sin nada más que agregar, me despido.
Att. Mint-sama
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