—¿Que tienes en mente, Saeko-chan?

Las dos ancianitas más bajitas tenían curiosidad más sobre el plan que estaban elaborando al paso, únicamente la más alta les dijo que tenía la persona indicada. Pero eso no bastaba para saber en lo que tenía exactamente planeado. Saeko sonrió y mencionó que necesitan llegar a su lugar de reunión lo antes posible.

Una vez que el grupo llegó a su lugar favorito, Chiho se encargó de repartir el pan del día y primero alimentarse y después desenvolver con el chismecito. 

—Cómo iba diciendo, les había dicho que tal vez tengo el plan perfecto para unir a ese par— Ante la afirmación de Saeko, las restantes asintieron.— Bueno, de lo que he escuchado en portería junto a la señorita Kanae. 

—¿Oh, la joven señorita que era la hermana mayor del linaje de los Kocho, cierto?— Comentó con una sonrisa Inazi.— Esa joven enfermera era un amor de persona, si se acuerdan cuando nos fuimos de viaje por ese grupo del ancianato y perdimos un celular, bueno, ella comprende a los de nuestra edad, la próxima me dijo que podemos irnos a las Vegas.— Comentó animosa mientras que las risas no faltaron por parte de las dos restantes. 

Claramente, la hermana mayor de Shinobu llegó a trabajar en el ancianato, pero lastimosamente había renunciado para hacer un masterado, a fin de cuentas, ¿Que tenía que ver la señorita Kanae en todo esto?

—Bueno, ella en algún momento comentó que su hermana menor tenía una amiga que estudiaba en la universidad diseño de interiores.

—Ajá.— Comentaron Chiho e Inazi a la vez. 

—Entonces, juntamos a la chica... Aiko-san con Tanjiro, porque supongo que está en prácticas laborales y puede que le ayude con la remodelación del local. 

Aunque las lentas conexiones electricas entre los axones de las dos ancianitas restantes tardó un poquito, lograron hacer la esperada conexión con el plan un tanto confuso de entender en a la primera. 

—En conclusión, si Tanjiro acepta hacer una mejora a su local, logramos contactar a Aiko-chan para que ellos dos rediseñen el local, al trabajar juntos en el proyecto y así pasaran más tiempo ellos dos y se enamorarán. 

—Correcto.— Afirmó con toda confianza la ancianita. 

—Demonios Saeko, eres una genio— Aclamó Inazi, pero a su vez, le entraron dos dudas super importantes— ¿Pero para hacer remodelaciones en un local, no se necesita de un abogado que los instruya de manera legal para hablar en el Ayuntamiento y permitir las remodelaciones del local? 

—Inazi, Saeko es abogada.— Confirmó Chiho mientras suspiraba.

—Exactamente, aunque jubilada pero aún me acuerdo como hacer ese trabajo.— Respondió la más alta.— Pero con el plan también me surgió otra duda, y es el aspecto monetario, aunque no he hecho proyecciones sobre los costos de la renovación y tampoco es que sepamos como sean los balances y flujos de dinero de la panadería de Tanjiro-san, ¿no resultaría un poco caro hacer cambios de renovación completa?

Las tres meditaron por un tiempo para buscar la mejor solución, pero la más bajita se le ocurrió otra idea para solventarlo. 

—Mi difunto esposo...— Inazi a lo lejos susurró: "Aún está vivo, no le des por muerto, mujer"—Como es dueño de una distribuidora de materiales de cerámicas y demás cosas para construcción, puede que logremos un descuento con él.— Aclaró Chiho, y sonaba como una buena forma de solventar la duda— Y dejenme a mi la parte de encontrar la mano de obra, pues conozco a alguien.— Finalizó con una sonrisa. 

—Bueno, entonces con eso ya estaría solucionado la parte logística del plan.— Mencionó Saeko. 

—Ahora solo falta la parte sentimental y en esos terrenos no podemos ya interferir— Dijo Inazi con la noción de finalizar la junta. 

—Hablando de terrenos, eso me recuerda a mi esposo que me regaló unos cuando era joven y esbelta.—Dijo Chiho con un aire de nostalgia.

—Aún estás en forma Chiho-chan.— Comentaron sus amigas mientras se ponian en marcha a sus respectivos hogares. 

A su vez mientras caminaban, Chiho se encontraba perdida en su mente, como si mirara con felicidad hacia un lugar indefinido. Claramente en la dulce personalidad que irradia la señora rellenita y sus comentarios directos, a veces con tendencias de querer matar a su esposo un poco cascarrabias, se notaba a leguas el amor que aún le tiene, y posiblemente ahora este pensando en él. 

Por otra parte, regresando hacia la protagonista de esta historia. Ya habían pasado varias horas desde que terminó su jornada de estudios y se quedó un tiempo en la biblioteca leyendo acerca de corrientes filosóficas, como créditos extras estaba tomando materias electivas en filosofía, lo cual no recomienda a nadie si no saben que tomar en electivas. 

Supiró nuevamente al ver que su investigación no había avanzado en nada y sus ojos le dolía de leer tan blancas páginas de los libros del lugar, en consecuencia, decidió procrastinar un poco y revisar su teléfono, en ese momento le saltó la notificación de varias aplicaciones como: el correo, la aplicacion del banco por el pago de la luz del mes, un mensaje de texto de sus padres (no era whatsapp porque ellos piensa que eso no es gratis), y varias actualizaciones de manhwas que tenía en su lista de pendientes como de animes. 

"Ya actualizaron Spy x Family, necesito ir a casa"

Aiko se veía entusiasmada con la serie, y claro, son prioridades llegar a casa y acomodarse en su habitación con su computadora de escritorio, sentada en su sillón (no quería admitir que de regalo de cumpleaños sus padres le dieron una silla gamer- aunque no era para jugar videojuegos, era para mayor comodidad al hacer diseños computarizados). En fin, nos fuimos por la tangente. 

Al recoger sus cosas, le llegó un choque brusco al tren de conciencia que le hizo recordar lo sucedido en la mañana. 

"Al-algún dia me gustaría com-probar su pan" 

La vergüenza nuevamente la atacó y la pobre de Aiko quería enterrarse bajo la tierra o que literalmente ser escupida a un lugar recóndito del plantea. La castaña confiesa mentalmente que su intención era decir "Comprar su pan"  aunque eso sonaba mucho más acosador de su parte si se llega a malinterpretar, o peor aún, no quería dejar la impresión de ser una acosadora sexual pervertida ante el panadero. 

—Por favor Diosito, solo escuchame una vez— Dijo con pocas esperanzas la castaña.— Haz que Tanjiro-san no recuerde la sospechosa propuesta indecente que solté por los nervios. 

.

La mañana siguiente Aiko caminaba feliz por la calle hasta llegar a la panadería, espero a que la puerta se abriera y se viera la típica imagen del dueño echando al rubio empresario, pero Tanjiro se dio cuenta de la presencia de ella, por lo cual mandó a volar más rápido al empresario y se acercó amablemente hacia Aiko con una sonrisa amable, por alguna extraña razón ella no se sintió nada nerviosa y es más, Tanjiro lucía como uno de esos principes de los antiguos mangas shojo, su mirada carmín un tanto seductora la comenzó a seguir y eso hizo que se avergonzara. Al estar muy muy cerca, le dio una rosa que no sabe de donde sacó y le dijo.

—¿Eres la acosadora sexual del otro día?

—AAAAAAAAH! —Aiko gritó de la vergüenza y oficialmente quería estar enterrada.

—¡AIKO CONCHETUMADRE CÁLLATE Y DEJA DORMIR!— Al otro lado de la habitación de la castaña, una enfadada Shinobu le gritaba a las 2 de la madrugada.