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Ella vió lo que quedaba de Ralsei allí en el suelo, para acto seguido... caer de rodillas. Ella ya no podía soportarlo, odiaba estar ahí, odiaba perder a un amigo, odiaba a Frisk, odiaba a todo y a todos...

Entonces, ella pudo ver una extraña energía de color verde, al mismo tiempo que todo lo demás se volvía un vacío oscuro donde ella empezó a oir una risa que hizo eco por todo el lugar, al mismo tiempo que una... cosa, se manifestaba frente a la chica usando la misma energía que la había rodeado anteriormente, a lo que ella se levantó y vió al sujeto con hostilidad, a pesar de no tener mas armas que sus propios puños

- ¡Woa! Tranquila niña, no vine a hacerte daño. - dijo la criatura mientras empezaba a cambiar de formas; primero un triángulo con tres ojos y un brazo más largo que el otro junto con un sombrero de copa en la cabeza, luego a una masa glitcheada que parecía un líquido extraño, después un sujeto con una bata que contenía nubes y una máscara con forma de espiral que se centraba en su ojo derecho, y para acabar, un monstruo similar a Susie, casi como una versión masculina suya; pero a pesar de todas las formas que tomó, todas tenían en común una cosa: eran de color verde.

- ¿Qué CARAJOS se supone que eres? - preguntó la monstruo sintiéndose hasta un poco perturbada por tantos cambios y las formas bizarras que el sujeto había tomado antes de parecerse a ella (en serio, el parecido era tal que cualquiera lo confundiría con un hermano gemelo pintado de verde)

- Aw, no te alteres, pequeña. ¡Me llamo Ragnarök! Y soy la fuerza del odio... No, no soy el dios del odio, sólo soy la fuerza de manera independiente. - explicó él antes de abrazarla con sólo un brazo y apuntarla con el dedo índice del otro, haciendo notar que él era ligeramente más alto que la chica - Y puedo saber que tu, mi querida amiga, estás justamente llena de odio y Oscuridad, ¡Yo también surgí a base de ella! Pero a lo que voy es que puedo solucionar todos tus problemas. Puedo acabar con los dioses, puedo traer de nuevo al pueblo, puedo traer de vuelta a Ralsei y a Kris. Y puedo darte un poder ilimitado... -

- ¿Cuál es el truco? - preguntó ella sabiendo que tantas propuestas probablemente vendrían con un costo muy elevado de su parte, a lo que Ragnarök dió un par de risas llenas de maldad mientras soltaba a la monstruo y le daba la espalda

- Eres divertida... Bueno, digamos que los dioses poseen sus propias fuerzas, como lo son El Origen, la Esperanza, la Reconstrucción, la Guerra, etcétera, etcétera. Verás, yo no puedo hacer todo lo que te dije sólo, necesito un portador, y las Entidades Antiguas no responden a mi llamado de darme una vasija perfecta para mi, y sé que no lo hicieron contigo porque claramente no eres una portadora perfecta, aunque tranquila, soy alguien conformista en cuanto a ese tema. - explicó la fuerza, aunque evidentemente la chica no pudo entender lo que dijo con claridad

- ¿Antiguas Entidades? ¿Qué se supone que es eso? - preguntó la monstruo nuevamente, haciendo que el Ragnarök se golpee la cara ante esto, ¿Qué mente no conocía a las Antiguas Entidades? Una de monstruo, por supuesto

- Ah... Las Antiguas Entidades son los seres más antiguos que existen en el Ultraverso, tengo entendido que sus poderes son quizás infinitos, y su influencia sobre la existencia ilimitada. No sabemos dónde residen, y muchos dudan de que siquiera existan, pero no dejaré que el desconocimiento de esos fracasados influya en mis ideales, soy un fiel creyente de las Entidades. - dijo él para luego volver a la chica a la cara - En fin, de vuelta al trato; puedo darte lo cualquier cosa que quieras, lo único que tienes que hacer es darme la mano... y liberarme de mi prisión y vasija actuales. -

- ¿Prisión y vasija actuales...? ¿Dónde quedan? - preguntó la monstruo mientras veía a la fuerza a la cara, a lo que la misma adoptó la forma de un Espectro Oscuro que sacaba humo tanto por los hombros como por los ojos, todo de color verde - Creo que lo entiendo... -

- Bien... ¿Tenemos un trato? - dijo el Ragnarök mientras volvía a la forma con la que copiaba a Susie antes de ofrecerle su mano rodeada de un fuego de color verde, cosa que extrañó a la chica mientras recordaba algo

- Esta imagen me es familiar... - pronunció ella al mismo tiempo que la imagen de un triángulo/pirámide 2D cíclope pasaba brevemente por su cabeza

- No pienses en ello, ¿Responderás mi pregunta o no? - tras dar esa otra pregunta, la monstruo decide darle la mano a la fuerza, cerrando así el trato que ambos hicieron, a lo que la fuerza continuó hablando - Muy bien. Y recuerda: áradeuq eip ne adan séupsed ,sámed y sesoid soL .odaznemoc ah lanif le ,soac euq sám adan yah oN -

Después de decir estas peculiares palabras, la fuerza del odio desapareció sin más, como si se hubiera desintegrado justo frente a la chica, al mismo tiempo que tanto la energía que la había rodeado como el espacio en negro a su alrededor se desvanecieron lentamente, permitiendo que la chica vuelva a su triste y algo solitaria realidad, a lo que decidió levantarse nuevamente para luego subir por las escaleras del castillo mientras sus piernas temblaban por alguna razón, haciéndole perder el equilibrio por unos instantes y casi causando que se caiga en más de una ocasión; y al mismo tiempo que se centraba en subir, pudo ver a través de las ventanas que, en el exterior, estaba ocurriendo una relajada pero muy fría nevada que pegaba sus copos de nieve a las mismas ventanas, aunque al mismo tiempo enfriaban el interior del castillo, incomodando de gran manera a la chica, aunque esto no la detuvo de seguir caminando por el hogar de la diosa Cainhurst, el cual parecía mucho más tranquilo y relajante, ya que ella no estaba teniendo encuentro alguno con los espectros de antes ni tenía a nadie que la molestara en general, por lo que el recorrido se había vuelto practicamente un pequeño paseo en la oscuridad para ella.

Sin embargo, ella eventualmente acabó llegando a una enorme librería bastante bien iluminada por distintos tipos de velas, candelabros, entre otros objetos de iluminación, a lo que por estos ella encontró una escalera de mano que llevaba a, por lo que alcanzaba a ver, a una habitación por encima de las estanterías. Ella subió por las escaleras ni bien pudo alcanzarlas, llegando a una especie de azotea dentro de la librería que tenía no sólo mas libros e iluminación, sino también una puerta de madera bastante bien hecho, abriéndola poco después de haber llegado allí

Una vez abrió el portón, pudo salir al techo del castillo, metiéndose en medio de una gran tormenta de nieve que no le permitía ver mucho, además de restringirle la velocidad de forma considerable, sin embargo aún pudiendo avanzar con mucho cuidado, pues sus pies estaban pisando constantemente la nieve que, si perdía el equilibrio, la haría caer desde una altura seguramente mortal

...

Ahí estaba, de pie sobre las nubes de su tormenta, sosteniendo su lanza-espada eléctrica y con su corona de próximo rey, dejando que su largo cabello albino se mueva junto al poderoso viento de la zona, y aún manteniendo su armadura dorada de escamas de dragón del mismo color. Él observaba al templo que estaba escondido entre las tormentas del lugar, para luego darse la vuelta pues había sentido la presencia de la monstruo que trataría de enfrentarlo algunos pocos segundos después

- Has llegado, chica... Dime, ¿Cómo se siente... ver lo que amas desaparecer? - preguntó al mismo tiempo que volteaba a ver a la otra - Es una pregunta que a veces me hago, y aprovechando que estás aquí, me gustaría que la respondas... Incluso si no puedes oirme por la tormenta. -

Susie, enojada por la presencia al otro lado, sacó la guadaña que antes pertenecía a Friede y lo vió de manera amenazadora, a lo que él volteó a verla, manteniendo una mirada seria a pesar de que la tormenta evitaba que ella lo viera

- Lo sé, lo sé... No viniste para hablar. Quieres matarme de alguna forma, incluso si tu arma no tiene poder alguno para lastimarme, vas a seguir intentando, pues tu crees tener determinación suficiente para vencer a un dios... - pronunció él mientras hacía que su arma empiece a iluminarse de un color amarillo, y no especificamente por los rayos eléctricos que había en la misma - Escúchame... Undyne, no estás preparada para este enfrentamiento. Regresa por donde viniste, o... sufrirás el poder de Vanik, el dios de la Esperanza. -

Y al mismo tiempo que esto sucedía, el sujeto que estaba mirando a Susie se levantó de su trono e iluminó el filo de su propia guadaña con un color entre el rojo y el naranja, preparado para pelear al mismo tiempo que la tormenta se iba

Continuará...