國ᐢㅤ𝐝ㅤ ִֶָ el chisme
Johnny estuvo inquieto todo el camino, pero no fue sino hasta que estuvieron a un kilómetro de distancia que comenzó a sentir el llamado en su pecho.
Un aullido bajo, lleno de pena. Sabía que no era su lobo, y que era de Ten. Al entrar a la casa no vió mucho más allá de la puerta de la sala, importándole muy poco el mundo.
Podía sentir el olor de Ten, cerca, fuerte. Se olvidó de todo, del dolor de su cuerpo, o de su cabeza, su cansancio pareció desparecer, sólo recordó al gruñido que le había dedicado a otro chico que olía un poco a Ten, pero no le dió importancia. Tenía que ir con su omega. Pareció que hubiera estado ciego todo el camino hacia aquella habitación, porque no fue sino hasta que vió la cama, y el bulto en esta, que reaccionó.Sus ojos se aguaron.
—Alfa...
Johnny se apresuró, casi corriendo hacia la cama, hasta subirse en ella, y en un movimiento rápido, tomando el cuerpo de Ten, abrazándolo con fuerza contra sí.
Johnny lloraba, de alivio, de alegría. Llevó su nariz hasta el cuello de Ten, aspirando su dulce olor.
El omega hizo lo mismo, con las mejillas húmedas y una sonrisa, frotando su rostro en el cuello del más rubio, dejando pequeños besos, embriagandose en su aroma. Ten dejó de sentir frío, calentándose con a presencia de su alfa y su abrazo, como si de una estufa se tratara.
Ten rió un poco, con alegría, y eso hizo sonreír al otro. Johnny se apartó un poco para mirar su rostro, su sonrisa, sus ojos, besó su frente, sus mejillas, su nariz y sus labios, con gusto algo salado por las lágrimas, pero lleno de felicidad. Las manos de Johnny bajaron al cuello de Ten, preguntando con la mirada.
—Sí— dijo, con seguridad—, sí, por favor...
Johnny dejó un casto beso en sus labios antes de mirar la curva entre su cuello y hombro, libre, ya sin ningún collar en el medio, dejó un par de besos hasta llegar allí, quería darle el cariño que se merecía y hacerlo suyo al mismo tiempo, abrió su boca, acomodando sus caminos sobre la piel.
Sintió a Ten tomar aire, buscó su mano y la apretó, al mismo tiempo que enterraba sus dientes en el omega.
Escuchó un jadeo, con algo de dolor en él, sostuvo su mano más fuerte, el sabor metálico de la sangre lo hizo asquearse un poco.
Pero por fin estaba pasando, y no podía sentirse mejor, la felicidad tapó ese sabor. Sus corazones comenzaron a latir al mismo ritmo, sus pechos se llenaron de la mezcla de emociones, de alegría, de alivio, de paz, de amor, de ambos.
Johnny desenterró sus dientes, lamiendo varias veces la marca, hasta que está dejó de sangrar. Miró a Ten a los ojos, tomando las sonrojadas mejillas, amando su sonrisa, dándole una, besando sus labios con intensidad.
Ahora compartían todo, ahora estaban completos, sus miradas lo confirmaban, y la marca del lazo también.
— Te amo— declaró Johnny, sintiendo en su pecho tanto su amor, como el sentimiento correspondiente de Ten.
—Te amo— repitió el omega.
Aún segundos después de que aquel rubio entrara al cuarto de Lee Ten, Jaehyun seguía en el mismo lugar, sin saber porqué ese gruñido lo había intimidado tanto.
Soltando el aire, Jaehyun quiso avanzar hacia donde se había metido aquel desconocido, pero una mano atrapó su muñeca, haciéndolo girar, fue empujado hacia la pared, y el castaño miró con ojos abiertos de más al rubio frente a él.
Jungwoo negó.
—Déjalos sólos.
Jaehyun se mantuvo quieto hasta que Jungwoo lo soltó, para luego envolverlo en sus brazos. El beta se sorprendió un poco, y quiso mantener la compostura, pero no tardó en ceder, devolviendo el abrazo a Jaehyun.
—Te extrañé— murmuró Jaehyun, al oído del otro, Jungwoo no respondió.
Un carraspeo los hizo separarse, ambos miraron al pelirrojo, unos escalones más abajo del primer piso.
—Jung Jaehyun, ¿No pensabas decirme que iba a ser tío?
El castaño tartamudeo un poco, el tono de Tae Il había sido bastante amenazante.
—No contestabas las llamadas para que te lo cuente tampoco— dijo finalmente.
— Jungwoo tiró mí celular por la ventana del auto.
Jaehyun frunció el ceño, se volteó a mirar al beta.
— ¿Por qué?
Jungwoo pasó su mano por sus rubios cabellos con nerviosismo.
—Es una larga historia y-
— No quiero escucharla —dijo el alfa, en tono duro, conocía a Jungwoo lo suficientemente para saber que habría sido por una estupidez y le diría mil y una escusas para justificarse, no iba a perder el tiempo en eso—. Te compraré otro, Tae Il.
El pelirrojo sólo asintió, miró la puerta al final del pasillo, se dijo a sí mismo que los dos que estaban adentro iban a tardar, suspiró.
—Esperaré en tu casa para hablar con Johnny— anunció, volteando para bajar las escaleras, llendo hacia su sillón favorito de la sala.
Jade puso la llamada en altavoz, mientras pintaba sus uñas de un nuevo tono de lila que había recibido como recompensa de ir a ver a Suh Johnny.
—¿Jade?
—JuJu~— habló con alegría.
— ¿Por qué estás tan alegre a estas horas de la noche?
—Ni son las once, abuelita— dijo la rubia—. Estoy feliz porque te voy a contar el chisme, ¿No viste la tele?
—Mmm~ Nop.
—Siempre tan informada— Jade rodó los ojos—. Mí marido, el sonrojado musculoso ese con culo de oro-
— Jung Jaehyun, sí, sigue.
—Anunció que no iba a comprometerse con Lee Ten— sonrió ampliamente, y su alegría también se notó en su voz.
—Ajam— dijo.
—¿Sabes por qué? —Jade hizo una pausa, aunque Jun no habló.
—. Porque a Lee Ten ya está unido a Suh Johnny.
—¿Cómo?
— Ese rubio que va a a quedar calvo por el decolorante, el que va a dormir la siesta en donde trabajas-
— Si, si, si, si... ¿Pero cómo lo sabes?
—Oh, ¿Recuerdas que me quejaba que la jefa me había mandado a cuidarlo hoy en la tarde? — recibió un "Ajam" como respuesta—. Bueno, cuando estaba allí, llegaron al rato su hermano, el cabeza de naranja, y otro rubio que seguro te gustaría, también era lindo-
— ¿Tiene algo que ver que sea lindo con lo que me quieres contar?
— Nada— Jade se encogió de hombros—, pero ese chico lindo le decía a Suh que tenía que ir con ellos, y él no aceptó hasta que este chico le dijo que lo llevarían con Lee Ten. Lo dijo así, con nombre y todo. "Te llevaremos con Lee Ten".
—Ohhh~
— Y casi salió corriendo cuando dijeron el nombre de ese omega, me obligó a irme del departamento, y él se subió a un auto con los otros dos y yo tuve que volverme a mí hogar.>> Y ahora que enciendo la tele, Jaehyunie anuncia que no se comprometerá con Lee Ten. Obviamente no dijeron si Min lo marcó o no, pero estoy totalmente segura, sólo que no pueden decirlo.
— Ajam— Jun hizo una pausa—. Que hermoso chisme.
— El mejor que te he contado.
—¡Jade~~!
—Momento, Jun— la rubia se giró, mirando a la cocina, donde su hermano estaba preparando la cena — ¡¿Qué?!
—Te dije hace como quince minutos que pongas la mesa, ¿Quieres que comamos con la mano desde la olla? — Su hermano alzó una ceja.
Jade le hizo una mueca de enojo.
— Te tengo que dejar, JuJu-
— Ahora, Jade— insistió el pelinegro, sin darle descanso.
—¡Ya va! — Jade resopló— Adiós, Jun.
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