Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[ 11 - Te están buscando ]


— ¡Ni-ki-yah!

El nombrado alzó la vista con sorpresa, para encontrarse con Jiwoo.

— ¿No puedo tener un sábado tranquilo? — dijo, aunque el tono de broma, no le molestaba que esa chica estaba allí.

— Con lo ocupado que estás dudo que sea así, está tan atestado de clientes— dijo, con una sonrisa falsa, haciendo un ademán al lugar, dónde con suerte llegarían a ser cinco personas haciendo sus compras.

Ni-ki se encogió de hombros.

— ¡Jyu ~! — la voz alegre de Evy, aunque rara para Ni-ki, muy cotidiana para la alfa, hizo que ambos miraran a la sonriente rubia, que llevaba puesto un vestido violeta, del mismo tono que sus uñas, y demasiado corto para el gusto de Ni-ki.

— Para usar eso porqué no sales desnuda — comentó Ni-ki, haciendo que la sonrisa en el rostro de Evy desaparezca.

— Calla— sintió un zape en la nuca por parte de Jyu, frunció el ceño, algo molesto—, como si te vistieras tan bien como mi omma Evy — cubrió con un brazo los hombros de la rubia, quién volvió a sonreír.

Ni-ki rodó los ojos, las chicas decidieron irse y Jyu fue la única que se despidió, al menos de lejos, del rubio, alegando que el olor a café le quedaba bastante bien.

No le dió mucha importancia a las chicas y volvió a ver las páginas de su libro, aunque no leía.

Había pensado visto toda la mañana en lo que había en la televisión, no había terminado de escuchar todo, las charlas de los clientes le han dejado claro que ese tal Park Sunghoon había dado una descripción de Sunoo, su altura y peso, color de su pelo y ojos, y lo que llevaba puesto la última vez que lo visto; para después describir a su forma de lobo, aunque Ni-ki creía que se equivocado completamente, él mismo había visto lo adorable que era el omega en su forma animal, como un cachorrito de pelaje blanco que parecía de unos pocos meses, mientras que, por lo que había escuchado, Sunoo cambiaba a un lobo más adulto pero pequeño y algo delgado.

Y para su mala suerte, también he dicho que el omega tenía más posibilidades de estar en ese mismo barrio.

También se había pedido alerta por si alguien llegaba a sentir el olor a manzanas y caramelo, propio de Sunoo.

Y cuando escuchó el tema del olor, Ni-ki supo que estaba bastante jodido.

Con todo su departamento apestado a Sunoo, que ya de por sí tenía olor fuerte, sumado a que ahora el chico estaba en celo y había incrementado, más que Ni-ki ni siquiera tenía olor propio para al menos disimularlo, y que cargaba con el aroma del omega todo el día por dormir juntos toda la noche... Nada parecían estar a su favor.

Y por más que no quería tocar el tema, porque sabía que a Sunoo le provocaba temor, y que a él tampoco le gustaba la idea de que ocurriera, era algo inevitable.

Debía hablar con Sunoo de qué pasaría cuando ya no pudiera esconderse más.

Terminó su turno y caminó más apurado de lo normal hacia el departamento, sintiéndose casi perseguido, aunque sabía que sólo están siendo paranoico.

Hacía mucho frío, y por más que tuviera varias capas de ropa, este le llegaba a la piel de su cuello, provocando molestias en su garganta.

Y aunque iba con la cabeza gacha para esconder su cuello en la campera, igual alzaba la vista para ver.

Los autos oscuros seguían allí, por cada coche de policía había uno, aunque ahora, esas personas vestidas de traje se veían mucho más amigables que los días anteriores, más sonrientes, desprendiendo olor a confianza.

Creyó ver el mismo hombre del otro día, apoyado a un lado del auto, con un vaso de café en las manos, hablando amenamente con un oficial.

De nuevo, Ni-ki no se quedó mirándolo demasiado tiempo.

Llegó a su departamento igual de apresurado de cuando salió del supermercado.

Pensó que quizás ya parecía un agorafobico para todo el que lo viera andar tan apurado por llegar a su hogar.

— Ni-ki— miró a Sunoo, el omega tenía una sonrisa amplia en el rostro, y de nuevo, tal como siempre pasaba cuando estaba con él, el lobo de Ni-ki volvió, moviendo la cola con alegría al ver al chico.

Ni-ki sólo sonrió un poco.

— Hola, Sunoo.

Vió que el chico estaba cocinando, y que la mesa ya estaba acomodada, menos por los cuencos, que estaban a sobre la mesada de la cocina, esperando a ser servidos.

El olor a la comida recién hecha y el dulce del omega, aunque no tanto como la noche anterior, lo que le hizo saber a Ni-ki que el chico había tomado los supresores que le había dado.

No podía evitar estar un poco nervioso por la presencia del lindo omega en celo que tenía escondido veinticuatro siete en su departamento, aunque era más por el hecho de sólo saberlo, porque el chico parecía estar totalmente normal.

Ni-ki frunció un poco el ceño con curiosidad, acercándose a la olla en la que Sunoo estaba cocinando.

— ¿Ramen?— preguntó, desde hacía bastante tiempo que no comía un verdadero ramen casero, más específicamente, desde hace más de dos años, cuando su madre cocinaba con todo su corazón tanto para él y su padre, como para Heeseung.

Sin darse cuenta, una sonrisa nostálgica se plantó en su rostro, la cual Sunoo vió y lo hizo reír un poco.

— ¿En qué está pensando, hyung?

Ni-ki negó, despejando su mente y borrando su sonrisa.

— Nada, nada...

Sunoo alzó una ceja, sabía que no era nada, pero no quiso insistir.

— Vaya a la mesa, hyung, yo llevaré la comida— dijo el omega, haciendo una seña para que se moviera.

Ni-ki obedeció, se sentó algo de lado para poder ver mejor a Sunoo mientras cocinaba, aunque el omega estaba casi completamente de espaldas a él.

Pensó unos segundos cómo diría lo que había pasado, y cómo harían cuando él ya no pudiera esconderse.

En lo que tardó en animarse a hablar, Sunoo había servido uno de los cuencos.

— Sunoo, hoy... Un chico habló de ti en la televisión— comenzó, el omega hizo un sonido afirmativo para que siguiera hablando—. Y... Ya dijeron que estás desaparecido, alentaron a la gente para que busquen. Saben que estás por aquí y... Todos te están buscando— habló con lentitud—. También hablaron de tu olor y, pues... Cargo con él todo el día, creo que no pasará mucho antes de que alguien se de cuenta, y voy a estar en problemas...

Sunoo había detenido sus movimientos con la última parte, y fue cuestión de segundos para que la mano que cargaba el cuenco que estaba sirviendo comenzara a temblar, derramando parte de la sopa sobre la manito del omega.

Con su lobo preocupado, Ni-ki se levantó de la silla, tomando el cuenco y dejándolo sobre la mesada, para luego tomar la mano de Sunoo con protección.

Vió las lágrimas silenciosas que comenzaban a surcar el rostro del omega.

Ni-ki supo que no iba a ser necesario decir que lo encontrarían pronto.

— Y-yo... Debería irme... N-no quiero molestarte— dijo Sunoo, bastante bajo, pero Ni-ki pudo escucharlo al estar tan cerca.

— Sunoo, no te apresures— dijo el más rubio, el omega bajo el rostro al suelo y tiró la mano para soltarse del agarre de Ni-ki.

Eso lo molestó bastante, y un gruñido salió de lo profundo de su pecho, volviendo a tomar la mano de Sunoo, apretándola un poco más que antes, tomó el rostro del omega con su otra mano y lo forzó a mirarlo.

El miedo del omega se reflejaba también en sus ojos.

Como si un balde de agua helada hubiera caído sobre él, el enojo de Ni-ki desapareció, y se acercó a Sunoo para envolverlo en sus brazos, el chico acomodó su rostro sobre el hombro del mayor.

— C-creo que... Lo mejor sería que me fuera— dijo Sunoo, casi susurrando.

Ni-ki comenzó a negar repetidas veces.

— No, Sunoo, no, tú-

— Es tal como dice — dijo—. Sólo lo metería en problemas, alfa, no puedo ser tan egoísta.

— El egoísta aquí soy yo, Sunoo. Yo no quiero que te vayas.

Sunoo guardó silencio un momento.

— Ni-ki— Sunoo se separó un poco del otro, quedando a unos centímetros del rostro del más rubio, quién no dejó de abrazarlo pero aflojó el agarre—. No mienta, por favor. No me mienta, no me haga creer cosas que no son, por favor— Sunoo intentaba sonreír entre lágrimas, aunque no lo logró—. Usted... No me ve como yo lo veo, alfa, ¿No lo entiende?

Ni-ki frunció el ceño con confusión.

— Usted es mi predestinado, hyung— dijo—, es mi alfa— Sunoo notó la expresión de Ni-ki cambiar con esa última palabra, llevó su pequeña mano hacia la nuca del otro, buscando un poco bajo la remera la marca de la mordida, aunque era una cicatriz, a Ni-ki le pareció doler ese mínimo tacto—. Esa marca no me importa— Sunoo comenzó a trazar círculos, como pequeñas caricias, en el cuello de Ni-ki—. Usted me gusta, alfa— declaró, una una sonrisa.

Ni-ki se sorprendió un poco ante esas palabras, rápidamente, el rubor subió a sus mejillas, aunque era mucho menos que el que estaba en el rostro de Sunoo.

— Pero entiendo que yo no le gusto— la sonrisa decayó, dejando una expresión de pena—. Y no hay una razón por la cual usted quisiera que me quede, Ni-ki hyung. Le pido que no me de ilusiones.

Ni-ki miró unos segundos a los ojos de Sunoo, mientras estos se ponían cada vez más brillosas por las lágrimas.

Su lobo se sentía mal, podía sentir como quería quedarse con Sunoo, y a su vez, cómo estaba odiando a Ni-ki por ser tan idiota de no valorar a omega.

— Escucha, Sunoo— Ni-ki habló bajo, casi serio, y las lágrimas en los ojos del omega se incrementaron—. Quiero que te quedes, no sabes cuánto enserio quiero que te quedes... Y no sé cómo explicarlo, no sé qué pasa, pero...— tomó bastante aire, nervioso, Sunoo esperaba con ojos impacientes—. Me encanta llegar a casa y saber que estás esperándome, me encanta cómo te acurrucas contra mí cuando duermes, tu olor me tranquiliza tanto después de un largo día, que me duermo más rápido y con más paz.

>>Me encanta cómo mí lobo vuelve a mí mismo cuando estoy contigo, nadie nunca hizo nada así... Me encanta abrazarte mientras duermo, y lo tibia que es la cama contigo, y luego, cuando me despierto, puedo verte, aún dormido, y eres tan...— Ni-ki sintió timidez, incluso antes de decir la palabra, Sunoo lo miraba sin piedad, sonriendo, mordiendo su labio inferior- hermoso, Sunoo, y eso también me encanta.

Sunoo no pudo decir nada, bajó la mirada al suelo, se sentía halagado en demasía, la única persona que le había dicho cosas tan lindas era su abuelita, pero no de comparaba el efecto que hacían esas palabras en él al venir de Ni-ki.

— Tengo muchas razones para que te quedes porque me encantas— Ni-ki había dicho esas palabras muy bajo, al punto en que Sunoo tuvo que darse unos segundos para pensar si no las había imaginado.

Luego miro el rostro, totalmente enrojecido de su hyung, su alfa, quién también estaba con una leve sonrisa, casi penosa.

— Ni-ki — el otro sólo lo miró con atención—, si logro quitarme el collar, ¿usted me marcaría?

A Ni-ki en serio le tomó por sorpresa esa pregunta.

— Si al marcarme puede quedarse conmigo, ¿lo haría?

Ni-ki miró un segundo los ojos oscuros de Sunoo, aquellos que le habían gustado desde que los vió bajo un montón de basura.

- Si, lo haría- respondió con firmeza.


Primera nota larga? ❤✨ Gracias por votar y comentar, aunque esta es una adaptación me esfuerzo para se entienda y puedan leer a gusto.

También me demoro en actualizar porque para mí es tedioso adaptar porque es la primera vez que lo hago, además que tengo que estudiar para un examen importante y por eso no puedo actualizar seguido pero me esforzaré para no demorarme mucho, ah y si ven un nombre que no es de la historia es por un error mío :( luego corrijo los errores, los quiero 💕✨

¡Cierto! Hoy enhypen conoció a engene y estoy muy feliz por eso, amen y apoyen a los chicos porfavor, no olviden en votar en cualquier nominación que haya 🙏❤

-mei ✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro