16: La primera nevada del invierno
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Fueron a dormir calentadas por la piel de la otra, descansaron con una sonrisa en los labios.
La mañana les regaló nieve, despertándose demasiado temprano para el gusto de Chaeyoung al sentir el golpe de esta en su ventana, acompañada por el viento fuerte, con sólo ver esa tormenta Chaeyoung supo que el supermercado no abriría, era la primera nevada del invierno y tendría todo el día para quedarse en su departamento, con Mina.
Le encantaba esa idea, así que sonrió mientras se desperezaba y despertaba a Mina en el proceso, en cuanto la omega alzó la visita hacia la ventana y vio la nieve, sonrió también.
—Unnie— la llamó—, ¿Podríamos salir a ver la nieve?
Chaeyoung sintió su corazón derretirse por lo adorable que era aquella chica, estaba más feliz que de costumbre por tenerla a su lado.
— Claro, pero quiero ducharme primero, y tú tambien deberías— dijo—, ponte ropa, ve al baño y luego a la cocina, cambiaré las sábanas— añadió, aunque no se levantó hasta que la linda omega desapareció tras la puerta del baño.
Había terminado de hacer la cama cuando Mina salió del baño, Chaeyoung llevaba puesto sólo los boxers y notó cómo la omega se quedaba viendo su cuerpo un momento en su camino hacia el baño, por el momento la loba de Mina estaba tranquila por el celo, pero no duraría mucho tiempo hasta que tuviera ganas otra vez.
Se lavó el cuerpo rápidamente con la ducha, se vistió con ropa limpia y fue hasta la cocina, con toda la intención de esforzarse un poco y preparar un buen desayuno para las dos.
Así que usando su minima habilidad culinaria, preparó unas tostadas y unos huevos revueltos, su estómago gruñía del hambre por tanta acción del día anterior, terminó preparado un café para ella y un vaso de leche con chocolate para Mina.
La omega sonrió encantada ante esa atención, y agradeció y felicitó a Chaeyoung por el desayuno, el lobo de la mayor se sentía como si hubiera hecho algo de lo cual estar orgullosa, aunque Chaeyoung sabía que eso solo era lo mínimo que podía hacer por la omega, al terminar de comer, dejaron lo que habían usado remojandose para aprovechar que la nieve se había calmado para salir afuera.
— Iremos a la terraza del edificio— dijo Chaeyoung, mientras sacaba ropa de abrigo para las dos; suéters, buzos, un par de guantes y su única bufanda que fue para Mina—. Nunca sube nadie, y menos si está nevando.
Mina asintió, colocándose uno de los buzos, y ya bastante abrigado, con al menos tres capas de ropa, necesitó ayuda de Chaeyoung para acomodar la bufanda alrededor de su cuello, ya que no podía levantar sus brazos del todo.
Chaeyoung estuvo lista un poco después, colocándose su campera de abrigo y un barbijo antes de salir, fijándose que no había nadie en el pasillo, antes de tomar la mano de Mina, la omega se ruborizó ante eso, aunque parecía que Chaeyoung lo había hecho de forma inconsciente.
— Vamos a por las escaleras, son las únicas que llegan a la terraza— dijo, doblando hacia el fondo de otro pasillo, para comenzar a subir las susodichas.
En todo el camino hasta la terraza, Chaeyoung no soltó su mano, lo que hizo que Mina tampoco dejará de sonreír, no fue sino hasta que llegaron a la terraza, que Chaeyoung la soltó para abrir la puerta hacia el exterior, que necesitó de ambas manos para abrir la puerta.
El viento frío y la brillante nieve blanca hizo que ambas se cubrieran el rostro con el brazo por un segundo, luego, Chaeyoung miró a Mina antes de salir afuera.
La omega respiró hondo, inhalando todo el aire posible, del exterior, a pesar de que su naricita se congeló por eso, disfrutó poder respirar aire nuevo.
Se arrodilló para tocar la nieve, suave, recién caída, hundiendo sus manos con facilidad, dejando los guantes en sus bolsillos para sentir el frío directamente sobre su piel.
Armó una bola y la arrojó hacia Chaeyoung, que se giró con lentitud, y expresión seria, alzó una ceja, en gesto desafiante, sólo fue la primera bala de la guerra, porque Chaeyoung no se contuvo en atacar.
Entre risas y golpes de nieve, corrieron por toda la terraza para huir o lanzarle a la otra, se arrojaron nieve hasta que no sintieron los dedos por el frío y las risas se mezclaban con los grititos y los pedidos de piedad de la menor.
Mina sonrió mientras alzaba sus manos en un gesto de que se rendía, recuperando el aire a bocanadas, mirando al cielo, aún nublado, con ligeros copos de nieve que caían sobre su rostro.
Chaeyoung no estaba segura si el paisaje que Mina veía era tan lindo cómo lo que ella estaba viendo en ese momento, su linda omega sonriendo hacia el cielo con un par de copos blancos sobre su rostro, con la nariz y las mejillas enrojecidas por el frío, su loba estaba feliz, moviendo su rabo y dando vueltitas mientras la miraba.
A Mina no le tomó mucho tiempo notar la mirada de Chaeyoung sobre ella, y ese ligero brillo en los ojos de la chica, el mismo que había visto durante la noche, no pudo evitar reír un poco al recordarlo, con felicidad.
— Chaeyoung Unnie...— la voz de Mina sonaba tímida, la nombrada sólo hizo un sonido afirmativo para que hablara—, ¿Podría... Quedarse quieta?
Ante la pregunta la otra ladeó un poco la cabeza, confundida, su loba le hizo caso y Chaeyoung casi la pudo ver dentro de su mente, sentada y esperando.
La omega estaba ruborizada, mas no era por el frío, se acercó a ella lentamente, el mundo estaba en silencio y sólo se escuchaban sus pasos sobre la nieve y sus respiraciones, Chaeyoung se resistió a comenzar a retroceder cuando notó que la distancia entre ambas estaba siendo acortada en demasía por Mina.
Al quedar frente a frente se detuvo un momento, preguntándose qué estaba haciendo.
Pero su duda no duró mucho cuando pasó su vista de los ojos de Chaeyoung, que estaban un poco más abiertos de lo normal, descendiendo hacia el barbijo de tela que cubría su nariz y boca.
Chaeyoung vió todo en cámara lenta, las manos pequeñas y adorablemente gorditas que subieron hacia su rostro, acariciando sus mejillas con unos dedos congelados, conforme iba bajando la mascarilla, deteniéndose un momento bajo su mandíbula cuando Mina se detuvo a ver sus labios.
Vió el rostro de Mina inclinarse sobre ella, rozando sus narices, los ojos oscuros de la omega subieron de nuevo a los ojos de Chaeyoung, con el ceño algo fruncido en una expresión como si pidiera permiso para lo que iba a hacer, con su respiración chocando contra los labios de la otra, llevando una corriente eléctrica recorrer el cuerpo de la pelinegra.
Chaeyoung seguía sin moverse, lo que hizo que Mina continuara.
La vió cerrar los ojos, y separar ligeramente los labios a tiempo que eliminaba la distancia entre ellas, apoyando sus carnosos labios contra los de Chaeyoung un momento, con apenas un movimiento, suave, casi imperceptible, se separó de ella.
Fue apenas un beso, apenas un dulce, tímido y tierno roce.
Chaeyoung no pudo decir nada, su loba volvía a correr en su interiori y sintió su corazón acelerarse.
Al ver cómo su alfa no reaccionaba, cómo había bajado la mirada al suelo, apretando sus labios, Mina no pudo evitar sentir que había hecho mal, ella y su loba dudaron al ver la reaccion de la mayor.
— L-lo siento— se apuró a hablar—, no debí, unnie-
Al escuchar cómo hablaba con vergüenza, Chaeyoung alzó el rostro para mirarla, sin expresión alguna, lo que hizo que la omega no pudiera seguir hablando, Mina sintió los ojos aguados y quiso salir corriendo de allí, bajó la vista y volteó ligeramente el rostro para no mirarla.
Unas manos acunaron su rostro, alzandolo para mirar a Chaeyoung, al ver una pequeña sonrisa en ella, cariñosa y algo tímida, Mina se sintió un poco mejor, pero al sentir los labios de Chaeyoung sobre los suyos la hizo olvidar esa sensación penosa que había quedado en su pecho.
El beso la había tomado por sorpresa, así que le tomó un par de segundos terminar de caer en lo que estaba pasando para cerrar los ojos y dejarse llevar por las sensaciones del beso, sonriendo bajo los labios de su alfa.
Siendo cada tacto, el cómo la nariz de la otra se hundía ligeramente entre su mejilla y nariz, al igual que la suya en Chaeyoung, como las manos, un poco más calientes que antes por estar guardadas en los bolsillos de la campera, aunque con ellas sintió la diferencia de temperatura con sus enrojecidas mejillas, sostenían su rostro por los lados, con delicadeza y cariño, y el cómo los labios de la mayor se movían con ternura sobre los suyos, recorriendo toda su suavidad lentamente.
Jadeó cuando la lengua de su mayor lamió sus labios, antes de entrar en su boca, permitiendo que ella haga mismo con la de Chaeyoung, recorriendo todo, haciendo al beso húmedo.
Chaeyoung se permitió morder un poco, apenas jalar, el labio inferior de Mina al separarse, dejando a ambas tomar aire varias veces, con las frentes juntas y los corazones acelerados, y sus lobas emocionados en sus pechos.
Chaeyoung sonrió, en grande, mostrando sus encías y arrugando ligeramente su nariz, una sonrisa adorable que fue sólo para Mina, quien respondió de la misma forma, la mayor acarició las mejillas abultadas de la omega, que estaban calientes por el rubor.
— Chaeyoung unnie— la llamó Mina, hablando bajo, recibió un "ajam" apenas entendible como respuesta—. ¿Por... Porqué no quiso besarme así anoche?
Chaeyoung detuvo sus caricias con esa pregunta, en aquel tono penoso, miró a Mina a los ojos y sonrió un poco.
— Quería que nuestro primer beso sea un poco más especial— dijo—. Pensé en besarte en ese momento, pero no quería que fuera así... Buscaba algo más especial, que no sea sólo por la... situación en la que estábamos, no quería que pensaras que te besaba sólo por sexo... Te quiero más que por eso, y quería... Que nuestro primer beso sea especial por sí mismo.
Mina sonrió, un sonido de alegria como de bebé surgió de sus labios.
— ¿Como un beso en una terraza que debe ser la mugre bajo toda esta nieve?
Chaeyoung rió un poco.
— Exactamente— dijo, y luego sonrió con confianza—. Pero si lo que tú quieres es que tengamos relaciones mientras te beso todo el rato, eso puede arreglarse.
Mina bajó el rostro con algo de vergüenza, estaba claro que ambas habían disfrutado lo que habían hecho, y que querían más.
— Arreglemos eso, entonces— dijo, con seguridad, haciendo sonreír a Chaeyoung.
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