09: Hermano
—La noticia de que Myoui Mina está desaparecida ya está comenzando a circular— la mujer, una alfa de caracter fuerte, no se molestó en saludar a su hija cuando entró a su casa.
Jeongyeon suspiró, las ojeras bajo sus ojos y su cabello despeinado eran muestras de su estrés, ya habían pasado cuarenta y ocho horas sin que nadie encontrara a la omega, y a pesar de que tanto la familia Yoo, como la familia Myoui intentaban mantener el tema en secreto, no lo estaban logrando del todo, y ya se escuchaba el rumor de que la omega cambiaformas no estaba en la casa de Jeongyeon para "conocerse mejor", tal como le habían dicho al mundo.
Jeongyeon se había encargado ella misma de mandar a sus guardias personales para ayudar a la policía a buscarla, no habían tenido más éxito que el de haber encontrado un sector donde Myoui Mina tenía más posibilidades de estar.
Sus padres no hacían más que preocuparla, y agradecía que la familia Myoui no hablaba mucho con ella, pero sabía que ellos debían estar pasándolo peor, lo que hacía que no sintiera mejor.
Y sumado a todo el tema, Nayeon se había vuelto a enojar con ella porque le estaba prestando más atención a una omega desaparecida que a ella, y de nuevo volvía a no hablarle.
—¿Yoo Jeongyeon, me estás escuchando, niña?
La castaña alzó la vista para ver a su madre, estaba muy cansada para discutir.
—Si, mamá—respondió sin más.
—¡Estamos en una crisis y sigues sin escucharme!
Jeongyeon no contestó, sabía que en ese estado era mejor no hablar, dejar que su madre le gritara y despues ver qué podía decir.
—¿Qué piensas a hacer con esos rumores, jovencita? Si es que me escuchaste cuando te dije que-
—Diré la verdad— dijo, haciendo que su madre se callara, sorprendida ante la respuesta tan segura de su hija.
— Jeongyeon, piénsalo bien— dijo—, no vas a reducir a la prensa que está afuera o tu estrés por decirlo. Al contrario. No dejarán de molestarte y-
— No, mamá, es lo correcto—la interrumpió de nuevo, algo hartada, llevaba dos dias haciendo lo que sus padres le decían hacer y no había ayudado en nada—. Será como dices, ya lo sé, pero van a abrirse otras puertas que no estás viendo: Quizás alguien la haya visto, quizás alguien la encuentre antes que la policía o los hombres que he enviado.
>> Si damos la noticia al público, de forma oficial, abriendo un caso de búsqueda, que no tiene que ser cien por ciento expuesto, sólo unos datos importantes, caracteristicas fisicas... Dónde la vieron por última vez, ni siquiera tenemos que dar detalles de que ella se escapó, solo diremos que está desaparecida, para que la gente deje de hacer chismes y pueda ayudar un poco.
Su madre no tenía palabras, ella se estaba quedando sin ideas, y su hija parecía demasiado segura de lo que decía.
—Sé que no es una decisión que tenga que tomar sola— continuó Jeongyeon—, tendré que llamar a los Myoui para que me digan si están de acuerdo o no, su familia tendrá la última palabra.
La mujer no dijo nada por un momento, asintiendo varias veces, no sabía en qué momento su hija se había vuelto tan madura para pensar en una decisión así, pero ella la había criado toda su vida, así que seguro era gracias a sus esfuerzos.
Se escuchó a alguien golpeando la puerta del cuarto de Jeongyeon, la castaña supuso que sería su mayordomo, dijo un "Adelante", y el señor abrió la puerta, sin pasar al dormitorio.
— Joven Yoo, hay un muchacho que quiere verle— dijo—. Dice que quiere hablar con usted sobre Myoui Mina.
— No queremos a nadie de ninguna revista, ni diario, ni de la televisión- — la señora Myoui no dejó a su hija hablar.
—No es de ningún medio, señora Yoo— respondió el hombre.
Jeongyeon no dejó que la mujer le dijera nada, y salió de la habitación para dirigirse a la sala de estar.
Típica de una familia millonaria, era muy amplia y los espacios vacíos sobraban, por más muebles modernos, decoraciones o libros que nunca leería que adornaran el lugar.
Aún desde el umbral del pasillo, Jeongyeon pudo sentir el aroma a cerezas y menta de la persona sentada de espaldas a ella en uno de los sillones, se sintió un poco abrumada, su olor no era tan fuerte como el de ese alfa.
Estaba acostumbrada a estar rodeada de alfas que eran más fuertes que ella en muchos aspectos, siempre había sido la menor de la familia, la menor de todos sus primos, y a la que siempre le ganaban en las reuniones familiares cuando se ponian a jugar a las luchas de alfas.
A Jeongyeon no le gustaba su familia, tampoco le gustaba estar rodeado de alfas todo el tiempo, por eso su mejor amiga era Nayeon, una beta que siempre dejaban sola en las reuniones de los amigos de sus padres y sus amigos, por ser una beta, la única beta entre mayoria de alfas y algunos omegas, Nayeon era su escape, su lugar seguro desde que tenía memoria, y pelear con ella siempre le dolía.
—Buenas noches— dijo, haciendo su voz un poco más grave, intentando sonar más fuerte de lo que se sentía, como era costumbre.
La otra persona se levantó del sillón y la rodeó antes de que ella pudiera acercarse mucho más.
A pesar de aquel olor de hacía notar en la sala, el chico frente a ella parecía que no lastimaría ni a una mosca, siendo un poco más alto que Jeongyeon, tenía el pelo de un naranja rojizo bastante chillón, llevaba un traje violeta oscuro que lo dejaba en vergüenza al compararlo con sus jeans y su camisa. Pero era una sonrisa amable, unos lindos hoyuelos adornando sus mejillas lo que se oponía a su presencia.
—No creo que para ti sean tan buenas, Yoo— dijo, a Jeongyeon le pareció raro el informalismo, pero no lo cuestionó.
— ¿Venía a algo? — preguntó, aunque sólo para sonar educada.
— Venía a hablar contigo sobre Myoui Mina, seguro que te lo han dicho— por el tono y la sonrisa, ese pelirrojo parecía un pasivo agresivo, eso la hacía snetirse inquieta y alerta—. Aunque primero he venido a aclarar si el rumor de su desaparición es cierto.
Jeongyeon asintió, se lo esperaba.
— Pido que no digas nada cuando salgas, aún no lo hemos hecho público— el pelirrojo asintió—. Pero sí, Myoui Mina desapareció hace dos días, camino hacia aquí por...
— El arreglo de su prometida— completó el otro—. Sí, lo sé, soy uno de sus candidatos.
Jeongyeon se interesó un poco más en el otro de repente, seguramente sus padres le dirían que aquel chico era su rival, pero en una competencia que ella no quería ganar, ese pelirrojo podría ser más como un aliado.
— Ya que aclaré la realidad— habló el chico—. He venido a ayudarte, a buscarla, y a encontrarla.
Jeongyeon sintió un poco menos de peso en sus hombros ante las palabras del otro.
— Mí hermana, media hermana, en realidad... También desapareció, y si puedo ayudar a que alguien no sufra como mí familia lo hizo, lo haré, esta situacion me hace sentir muy mal por la familia de los Myoui, ya hablé con ellos y me comentaron de que tú estas ayudando a encontrarla, por eso quería colaborar contigo en lo que necesites.
Jeongyeon sonrió un poco.
— Te agradezco— dijo—, sé que los Myoui también lo harán. Pero aún no sé tú nombre.
— Oh, cierto— el pelirrojo rió un poco, estiró su mano hacia el castaño, el castaño estrechó la mano del alfa.—. Soy Son Tae Yong, dime Taeyong directamente.
— Disculpa, pero no he escuchado de nunca de ti, Taeyong— dijo Jeongyeon con una sonrisa amable.
Ella solía ir a reuniones con sus padres de más gente adinerada como ella, y aunque el pelirrojo frente a ella no hubiera ido, su madre le había mencionado otros tantos candidatos para Myoui Mina, y tampoco recordaba su nombre de aquel entonces.
— No me sorprende— dijo Taeyong—, no soy de por aquí, vengo de Daegu. Me esperaba que esta sea la primera vez que escuchas de mí, me alegra en parte.
Jeongyeon quedó un poco sorprendida por el que viniera desde tan lejos, y más por el hecho de que el rumor de la desaparicion de Mina había llegado allí tambien, se sentia en aprietos.
— Supongo que ya sabes mí nombre— dijo, a lo que Taeyong asintió—. Te invito a quedarte a cenar, podemos preparar unas palabras para prensa, ya que también ayudarás a encontrar a Myoui Mina. Pensaba en hacer un pequeño discurso para el público mañana, estaría muy feliz que me acompañes.
Taeyong no se negó, y pasaron el rato que quedaba antes de la cena hablando con la señora Yoo, quien terminó siendo totalmente convencida de dejar que su hija (ahora acompañada por aquel pelirrojo), hablara al público.
Luego llamaron a los padres de Mina, quienes también estuvieron de acuerdo en revelar la desaparición de la omega, confesando que también habían hablado de ello, y agradeciendo que fueran los jóvenes quienes hablaran, ya que todavía estaban bastante afectados.
En la cena, Jeongyeon, su madre y Taeyong hablaron de cosas sin importancia, ya que los dos jóvenes preferían organizar las palabras que dirían más tarde, sin intervención de la señora Yoo.
La cena se resumió en la mujer preguntando a Taeyong por él, Daegu y sobre su hermana, ignorando las indirectas educadas de Jeongyeon de que cerrara la boca.
— No, no, está bien— dijo Taeyong, sonriendo amablemente—. Es una tema difícil, pero no es algo que se deba callar, porque sigue siendo importante... En su tiempo estabamos muy afectados, ahora podemos hablar de ello un poco mejor, ella es mí media hermana en realidad, aunque siempre nos tratamos como hermanos.
>> Compartimos el mismo padre, pero madres distintas, y cada uno tiene el apellido de su madre, ya que no era una relación oficial por cosas legales, nuestro padre es poliamoroso, nunca se casó con mi madre ni con la de mi hermano, por eso no podemos llevar su apellido... larga historia — agitó su mano para restarle importancia.
>> Ambos éramos alfas, aunque ella era más fuerte que yo— Taeyong sonreía con nostalgia—, de alguna manera, ella era más alfa que otros alfas, incluyéndome.
>> Nunca supimos qué pasó, sabíamos que ella tenía algunas juntas extrañas, personas algo... Interesantes, por decirlo de alguna manera. Y un día ella no regresó. Esos tipos no nos dijeron qué pasó, negaron totalmente un asesinato o algo así...— Taeyong hizo un gesto con la mano—, la policía lo confirmó y la dieron sólo por desaparecida, aunque su búsqueda no dió muchos frutos.
>> Fue difícil, su madre sufrió muchísimo, más que el resto, por razones obvias. En palabras de papá, ella era la más prometedora y sólo se había esfumado... Por falta de pruebas su busqueda se cerró, y sólo nos dijeron que debe estar por ahí... Pero no creen que esté con vida de todas formas.
Taeyong no quiso hablar más, terminó su relato tomando un trago de vino en la copa que le habían servido.
— Lo lamento— dijo la señora Yoo, Taeyong asintió—, ¿Hace cuánto fue eso?
— Ya van poco más de dos años— respondió.
Jeongyeon asintió, a pesar de que Taeyong decía que no tenía importancia, no quería que contara algo que pudiera afectarlo, y menos porque su madre le había preguntado, ya que conocía a la mujer, ella no tenía sensibilidad con los sentimientos de los demás.
— ¿Cuál es su nombre? — preguntó Jeongyeon, Taeyong pareció sentirse aliviado porque la castaña había hablado en tiempo presente de su hermana, no como varias personas hacían de hablar en pasado de ella, algo que sí lo molestaba.
— Son Chaeyoung — respondió simplemente.
Avísenme si hay algún error^^
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