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Jungkook entró a su departamento, haciendo silencio al notar que no había ninguna luz encendida, que no se escuchaba ningún ruido.

Miró hacia la cocina para encontrar todo tal como lo había dejado, en la mesa del comedor no había rastro de que alguien la había utilizado.

El lugar estaba tranquilo, demasiado.

— ¿Jimin? — llamó el pelinegro, en su pecho, la idea de que se lo habían llevado, de que lo habían encontrado, creció y se convirtió en miedo.

Arrojó el bolso de la universidad al suelo, lanzando las llaves a la mesa, mientras un 'No' murmurando se repetía en sus labios.

Entró a su cuarto, para, de nuevo encontrar todo tal como lo había dejado, al menos los primeros segundos, hasta notar las sábanas desordenadas y el bulto que de escondía bajo estas.

— Jimin... — se acercó a paso acelerado a la cama, levantando las sábanas con brusquedad.

El olor a tristeza y melancolía, que tapaba el olor propio del chico, lo golpeó como si fuera una cachetada.

El omega se irguió en la cama para intentar tomar las sábanas, pero Jungkook las arrojó al suelo al ver lo que quería.

— ¡Jimin! ¿Qué...? ¿Haz hecho un nido?

El omega no contestó, sin siquiera mirarlo, se volvió a girar para volver abrazar la almohada, dándole la espalda mientras escondía el rostro en la misma.

— Jimin yo...

Jungkook esperaba que el otro dijera algo, no sabía cómo reaccionar.

Dentro de su pecho, su lobo estaba preocupado.

De nuevo, se dió cuenta de cómo Jimin podía hacer volver su subconsciente animal.

Él no sabía cómo actuar, y su lobo interior le pedía tomar el control.

Decidiendo hacerle caso a su lobo, por primera vez en mucho tiempo, tomó a Jimin por la cintura, alzandolo un poco a tiempo que este soltaba la almohada para forcejear con él para que lo liberara.

Jungkook se sentó en la cama, haciendo que Jimin se acomodara sobre su regazo. Quedando frente a frente, Jungkook acomodó al omega para que este apoyara el rostro en su pecho, y él llevara los labios entre el cuello y el hombro del menor, en lugar donde, algún día, habría una marca de mordida.

Aún con el collar entre medio, el gesto logró calmar a Jimin, era un punto bastante sensible para los omegas, donde se conectaba más, de una forma física, a su lobo interior.

Y Jungkook lo había aprendido con el libro de cómo tratar omegas que creía casi inútil.

A pesar de que tenía lo que quería, Jimin no quería disfrutarlo, no quería conformarse con la idea de que eso era sólo momentáneo, y que dentro de un rato, Jungkook volvería a ser el idiota que lo había lastimado horas antes.

Aunque su lobo se sintió un poco más consolado.

— Lo siento, Jimin— dijo Jungkook , apenas despegando los labios de donde estaba—, como siempre, hago las cosas mal.

Jimin no dijo nada.

— Lo único que hice bien fue llevarme un cachorro asustado de un callejón mugriento.

El comentario logró sacar una sonrisa en Jimin.

Jungkook acarició los cabellos, de ese color rubio cálido, casi anaranjado, del omega, notando que estos estaban algo grasosos.

— ¿No te has bañado desde que llegaste, no?

Jimin continuó sin hablar, Jungkook ya sabía la respuesta.

El omega se asustó un poco cuando el pelinegro lo apartó de su pecho, no quería que lo dejara, no tan pronto.

Pero se asustó un poco más al sentir las manos de Jungkook , algo frías, bajo el suéter que llevaba puesto, subiendo de a poco.

El tacto del otro lo hizo dar un brinco, mirando con temor a Jungkook , quien se detuvo automáticamente al ver los ojos oscuros del omega.

Sin pensar, quitó las manos de debajo de la prenda para llevarlas al rostro de Jimin, tomando sus mejillas con suavidad.

— ¿Pasa algo? — musitó, con preocupación.

Jimin miró los ojos de Jungkook , tan adorablemente grandes y brillosos, luego bajó la vista.

— S-solo me tomaste por s-sorpresa— murmuró, su voz sonó ronca.

Jungkook rió un poco.

— cachorro, como si enserio no quisieras que te desnudara— dijo, lo que hizo que Jimin frunciera el ceño y se ruborizara.

El pequeño mohín en los labios de Jimin hizo que Jungkook sonriera de ternura.

Con una ligera caricia de su pulgar en la mejilla de Jimin, volvió a bajar las manos para subir lentamente el suéter, con delicadeza, como si el mismo -o Jimin- fuera a romperse si hacía un movimiento brusco.

Al terminar de pasar la prenda por la cabeza de Jimin, este quedó sólo con la ropa interior, la mirada de Jungkook se distrajo un poco en el cuerpo semi desnudo del omega.

— Ahora vé al baño— dijo, volviendo a mirar el rostro sonrojado del chico—, supongo que sabés cómo funciona una ducha.

Jimin frunció de nuevo el ceño.

— A menos que quieras que te bañe— añadió Jungkook , como una ligera broma, pero por la expresión de Jimin, no le parecía una mala idea—. Bien, escucha, yo no estoy de niñera de nadie, así que no tengo porqué bañarte.

— Ya que empezaste a desvestirme, termina— dijo Jimin, en tono desafiante, con el rostro serio.

Jungkook fué quien se ruborizó esta vez.

— No lo dices en serio...

Jimin alzó una ceja.

— Lo dices en serio...

Jungkook hizo una seña a Jimin para que este se moviera de encima, el omega obedeció, y el mayor fue hacia el baño, abriendo el agua para llenar la bañera.

— ¿No era una ducha? — preguntó Jimin, quien había aparecido detrás suyo.

— Si es una ducha tendré que meterme contigo para bañarte— dijo Jungkook —, y terminaríamos bañándonos juntos— explicó—. Yo estoy hablando de que yo te voy a bañar a tí.

Jimin parecía un poco decepcionado.

— Ahora, quítate mis calzoncillos y métete a la bañera mientras dejo esto para lavar— dijo Jungkook , saliendo del baño.

Jimin obedeció, tampoco quería negarse demasiado, Jungkook podía ser muy explosivo al enojarse, de forma abrupta y fuerte, tal como lo había hecho la noche anterior.

Sentándose de espaldas a la puerta del baño, con el agua llegando sobre su cadera, Jungkook regresó, con un cuenco de plástico en la mano e intentando no mirar la parte inferior del cuerpo de Jimin.

Arrodillándose a un lado de la bañera, Jungkook comenzó a llenar el cuenco con agua para vertir agua sobre el cabello de Jimin, apoyando una mano sobre la frente del omega para que ésta no cayera sobre su rostro y a su vez, echando la cabeza del chico  hacia atrás.

Jimin no podía evitar sentirse algo nervioso, aunque su lobo interior se sentía mimado.

Le costó un momento relajarse, hasta que Jungkook comenzó a lavar su cabello masajeandolo suavemente.

El mayor no pudo evitar sonreír con ternura al sentir que el omega estaba prácticamente ronroneando.

Terminó de enjuagar el shampoo del cabello de Jimin, y este, al sentir que el otro se había detenido, giró un poco para ver a Jungkook por encima de su hombro.

— Te traeré ropa y una toalla— anunció Jungkook , levantándose para salir del baño—. Vacía la bañera— dijo desde el dormitorio.

Jimin suspiró, obedeciendo al pelinegro, quien regresó con lo que había dicho.

— ¿Sabes secarte y vestirte solo, omega bebé?

Jimin frunció un poco el ceño, algo ofendido por ese apodo.

Antes de contestar, el gruñido del estómago de Jimin hizo que este se ruborizara.

Por la expresión en el rostro de Jungkook , parecía que eso le molestó.

— ¿No has comido?

El omega bajó la vista.

— Por la puta, Jimin...

— ¿Qué quieres que haga? — Jimin habló, molesto, prefería enojarse él antes de que Jungkook se enojara primero—. Escapé para llegar aquí contigo, eres un idiota frío y malhumorado que no está en todo el día-

— Jimin...

—¡NO, "JIMIN", NADA... MI LOBO SUFRE Y TE LLAMA Y TU SÓLO LO IGNORAS, Y CUANDO TE LO DIGO YO MISMO, TAMPOCO ME HACES CASO!— sintió sus ojos aguados.

— Jimin, pára...

— ¡ME DEJAS SÓLO TODO EL DÍA Y AYER... TE FUISTE TODA LA NOCHE A... NO SÉ DÓNDE, Y YA DE POR SÍ ESTOY ASUSTADO, ¿CÓMO QUIERES QUE ME SIENTA? TODO LO QUE HICE EN EL DÍA FUE UN NIDO PARA INTENTAR SENTIRME MEJOR Y TÚ LLEGAS Y-

— Jimin, en serio, vístete.

El omega se sintió un poco confundido, hasta que se dió cuenta que, en su descargo hacia el idiota frente a él, había salido de la bañera y se había ido acercando a Jungkook , olvidando su desnudez.

Notó que Jungkook estaba totalmente ruborizado, a pocos centímetros de él.

Jimin se sintió avergonzado de golpe, el mayor dejó lo que cargaba en manos en su pecho, lo tomó y el otro salió rápidamente del baño.

En la cocina, Jungkook intentó concentrarse en respirar, intentando ignorar el dolor que le provocaba su parte inferior.

Además de que había visto el cuerpo totalmente desnudo del chico -que no estaba nada mal-, el olor de Jimin lo había abrumado, el fuerte aroma dulce del omega se había incrementado bastante, y no entendía muy bien porqué le había gustado tanto.

Intentando calmarse, cayó en cuenta de lo qué había pasado.

Jimin había entrado en celo.