Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21: Tu prometido

—¡Joven Lee!

Costó varios llamados para que el castaño escuchará el tono preocupado de su mayordomo, haciendo que saliera de la habitación apresurado, para encontrar al señor en el pasillo, el hombre habló con la respiración agitada de correr.

— El señor Kim Suho, acaba de informar que encontraron a Han Jisung.

Minho alzó las cejas con emoción, le agradeció al hombre y se apresuró a subir las escaleras para el primer piso, donde Bang Chan se hospedaba en uno de los cuartos de invitados, ya que el castaño le había insistido bastante hasta que había aceptado quedarse allí.

Kim Suho, alfa, tan fuerte como su olor a madera y un poco a tabaco, era uno de sus mejores guardias personales, y el que había puesto a cargo para la búsqueda del omega, con ayuda de agentes de policía, habían pasado los días con ellos recorriendo la zona donde más posibilidades tenía de aparecer el chico.

Tocó la puerta firmemente hasta que el pelirrojo abrió, con cara de malhumorado, aunque antes de que pudiera mandarlo a la mierda Minho habló:

— Encontraron a Han Jisung.

Chan tardó un poco por la sorpresa para sonreír, aplaudió, agradeciendo que el omega haya aparecido.

— Suho hyung tiene órdenes de traerlo para acá— dijo Minho—, ¿Quiere esperarlo conmigo abajo? Están en camino.

Chan sólo asintió, haciendo señas para que lo deje pasar, bajando las escaleras detrás de él.

No tardó mucho tiempo para que la entrada de la casa del Lee volviera a llenarse de personas, tanto paparazzi y reporteros, como gente curiosa, y era por esas situaciones que lo hacían preguntar cómo obtenían la información tan rápido y de dónde.

Aunque en cuanto el auto negro, de vidrios oscuros, acompañado por una patrulla policial pasó el portón de la entrada al pequeño parque frontal de la mansión, a pesar de que los flashes de las cámaras dispararon, Minho, Chan y los empleados del joven Lee de olvidaron completamente de ellos.

Primero bajó Kim Suho, del asiento trasero del auto negro, tirando una correa de dónde bajó un lobo blanco, hermoso, casi brillante.

Minho abrió los ojos de más al verlo, algo impresionado, Chan también lo estaba, aunque sonrió con agradecimiento, había conocido al omega, le caía bien y quería que estuviera a salvo

Entraron a la mansióncon el omega en forma de lobo, apresurándose un poco para no estar más expuestos a las cámaras.

— No ha querido cambiar — fue lo primero que dijo Suho, con una mueca.

Minho vió al lobo, sentado con la cabeza gacha junto a su guardia, se acercó, agachándose frente a él, aunque el omega sólo bajó más la cabeza, agachando las orejas, le gruñ+o para que se alejara, mirando hacia un lado.

El olor del omega era muy fuerte, muy dulce y empalagoso, como le habían dicho, a él no le gustaban mucho los olores fuertes así que arrugó su razon un poco.

A Jisung tampoco le gustaba el olor a mar y coco que tenía el castaño, le parecía odioso.

Minho apoyó su mano sobre la cabeza del lobo, acariciando sus orejas, aunque las corrió cuando el omega gruñó otra vez, esta vez mas fuerte, escuchó la risa de Suho.

— Tonto, no es un perrito, es un lobo.

— Es una persona— corrigió Chan, haciendo que la mirada de los presentes se pose en él—, y creo que necesita un poco de privacidad— echó una mirada a todo el personal de Minho que estaba inecesariamente allí, ocasionando que todo se fueran, a excepción de los dos policías y Suho.

Chan se acercó al omega, su postura hizo que Minho se alejara, su olor fuerte incomodó un poco a Suho, pero el olor familiar de pelirrojo logró que Jisung alzara la vista para mirarlo, el pelirrojo sonrió de forma ladeada.

Cambia— ordenó, en tono sumamente tranquilo para usar su voz de alfa.

Jisung pareció resistirse unos segundos, hasta que su cuerpo comenzó a transformarse, cambiando por completo a su versión humana, totalmente avergonzado de su desnudez, con la cabeza gacha, dejando su cabello rubio cálido caer sobre sus ojos, eso había dejado a todos totalmente sorprendidos, murmurando que al final, sí era real.

Chan estiró su mano hacia uno de los oficiales, que cargaban la manta que le habían dado al omega y que había caído de él cuando bajó del auto, cubrió el cuerpo de Jisung con la manta con una sonrisa de suficiencia en el rostro, aunque su expresión cambió un poco al sentir el olor que estaba pegado al cuerpo del omega.

— Creo que la correa no es necesario — dijo, desabrochó la misma del collar sin pedir permiso—. Es un poco pervertido considerado tu desnudez.

Jisung no respondió.

Chan se giró para mirar a Minho, quien parecía que no sabía cómo reaccionar.

— ¿No vas a buscarle ropa a tu prometido?

Esa última palabra hizo que tanto Jisung como Minho lo miraran con confusión y algo de molestia.

— ¿Cómo? — preguntó el castaño, Chan soltó una risa por su expresión, el castaño parecía confundido, cuando todo era tan obvio.

— Después de todo lo que hiciste para que Jisung apareciera, todos los van a querer juntos.

Ninguno de los dos creía esas palabras, cada uno tenía a una persona que no se pondría feliz si eso pasaba.

— ¿No te parece lindo? — continuó Chan—, el joven alfa que buscó por cielo y tierra a su omega perdido, para unirse con él para toda la vida. A la prensa le encantaría— sonrió—. Y a sus padres también.

Minho y Jisung se dedicaron una mirada incómoda, ninguno quería y ambos lo notaron, Chan se irguió de nuevo, sonriendo con suficiencia.

— Apúrate, niño— dijo—. Que Jisung debe tener frío, todo descubierto.

Esas palabras hicieron al castaño reaccionar, volteando para buscar en su cuarto ropa para Jisung.

Chan se giró de regreso hacia Jisung, el omega ahora no lo miraba.

— Tampoco vas a cambiarte aquí, vamos, levántate— dijo, el chico obedeció, Chan tomó su brazo para guiarlo hasta el cuarto de Minho, donde el castaño estaba acomodando ropa sobre su cama que el omega podría usar.

Ambos alfas de voltearon para que Jisung pudiera ponerse la ropa, aunque el omega no dio aviso cuando terminó, la ropa de Minho le quedaba bastante grande, hacía que sus pies se escondieran en la manga de los pantalones, al igual que sus manos en las del buzo.

Chan le hizo una seña a Minho para fuera él hacia el omega, el castaño se acercó con timidez y estiró su mano hacia Jisung, quién no la tomó, Minho hizo como si nada y caminaron por separado hasta la sala de estar, donde Suho y los dos policías seguían allí.

— Ya notifiqué a los padres de Han Jisung que está aquí— dijo el guardia en cuanto los vió entrar.

Minho escuchó a Jisung tragar duro luego de esas palabras.

— Los policías necesitan hacerle unas preguntas a Han — añadió Suho.

Jisung se tensó un poco ante esas palabras, y el castaño, que estaba a su lado, fue el único que se dió cuenta.

— Creo que Jisung quiere descansar— intervino Minho—, no sé qué es por lo que ha pasado, pero merece tranquilizarse un rato— en castaño miró al omega, esperando una confirmación por su parte, Jisung apenas asintió—. Ver a su familia, y cuando de sienta bien...— miró hacia los policías— Hablará de lo que pasó.

Jisung asintió, soltando el aire que sin querer había estada reteniendo, los policías parecieron comprender, irían hasta la comisaría para dar los datos de lo que había pasado esa noche y luego volverían, quedaron en la habitación sólo Minho, Jisung y Suho.

El castaño invitó al omega a sentarse, ponerse cómodo y ordenó a una empleada que le preparara algo para comer, ya eran altas horas de la madrugada y no quería que Jisung pasara hambre, aunque este no tenía, no rechazó lo que la mujer le había cocinado, y fue la única persona a la que le sonrió y agradeció por su comida.

Minho, caminaba nerviosamente alrededor del sillón, en un punto impreciso en su interior, un extraño remordimiento daba vueltas, sabía que ayudar a Jisung no estaba mal, que ofrecerle ropa y comida no estaba mal, que dejarlo estar en su casa no estaba mal, no estaba haciendo algo mal... Después de todo era lo que sus padres querían para él, y como todo el mundo sabía, los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, ¿No?

Pero se sentía mal, desde hacía días que no hablaba con Jeongin, que este no se aparecía en su casa, y muchos más días de su último encuentro en la cama, o simples besos, abrazos o caricias.

Jisung notó lo abrumado que se sentía Minho, pero no preguntó nada, concentrándose en terminar su comida, él tenía sus propios problemas.

Suho se quedó parado en el mismo lugar, había sacado su celular un par de veces para mandar unos mensajes, pero volvía a su postura firme, lo que hizo a Jisung preguntarse si él se quedaba allí para asegurarse que no escapara de nuevo.

Los tres voltearon a las escaleras cuando escucharon los pasos apresurados que venían bajando, viendo a Chan abotonarse su saco, ahora vestido de traje, olvidándose de sus jean oscuros y remera holgada que tenía momento antes.

Hizo una señal para que Minho lo siguiera, el castaño se apresuró para llegar a su lado, pasando al hall de la entrada.

— ¿Va a algún lado? — preguntó Minho con rapidez, algo confundido por el repentino cambio de ropa del mayor.

— ¿Donde encontraron a Han Jisung?— preguntó el pelirrojo en vez de responder.

Minho se confundió un poco más, el alfa sonaba apurado, molesto, hasta ansioso, pero hasta hacía unos minutos estaba normal.

— Contesta— habló, su voz no sonó tan tranquila como cuando le ordenó a Jisung.

— N-No conozco el barrio o las calles de esa parte de la ciudad — Minho no supo muy bien porqué se había apresurado tanto en contestar—. Pero estaba en la zona donde se creía que había más posibilidades, pasando el barrio pesquero, no muy lejos de aquí.

Chan asintió.

— Sí, sí, sé dónde— Chan le dedicó un sonrisa—. Bien, no sé cuando regrese, pero... Hasta entonces.

— Espere, ¿Qué? ¿Porqué? ¿A dónde va?— Minho lo tomó del brazo antes de que pudiera voltearse del todo, Chan miró con el ceño fruncido la mano de Minho sobre su traje, haciendo que el chico la quitara rápidamente.

— ¿Tienes la nariz tapada o algo? — dijo el pelirrojo—. Han Jisung tiene el olor de otro alfa, uno que conozco muy bien— Minho no comprendió del todo—. Apesta a mí hermano, y voy a ir a buscarlo.

— Pero podría ser otro alfa— dijo el castaño, aunque por la mirada que le dedicó Chan hubiera preferido callar.

— Me vale verga lo que digas— dijo con brusquedad—. Desde hace años que no estoy tan cerca de Hyunjin, y voy a buscarlo, y no voy a volver hasta que lo encuentre... A él o a ese hipotético "otro alfa" con su olor del que supones.

Con eso el pelirrojo se volteó, abriendo la puerta listo para irse.

— Adiós.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro