Sunghoon sintió que su corazón había dejado de latir, ese hermoso alfa le había destruido las esperanzas con una sola frase, una sola puta frase.

El mayor tomo asiento al lado de su pareja y comenzó a repartir besos en sus mejillas, si, definitivamente eso lo hacía sentir muy celoso... Y lo dejaba en mal tercio, en serio. En muy mal tercio. Como el típico compañero de apartamento que vive con el protagonista de la historia que abre la puerta sin tocar y encuentra a los personajes principales teniendo sexo, si tan solo pudiese desaparecer, o ser tragado por la tierra y ser escupido en el otro lado del mundo estaba totalmente agradecido con el de arriba.

- ¿Umm? ¿El es tu hermano, Woonie? - Sunoo le miró atento, ¡por Dios! Lo estaba mirando, que nervios...

- No Hyung, el es mi mejor amigo - de alguna forma sentía que la mirada de Sunoo sobre el intentaba ser amenazante, aunque realmente era jodidamente adorable - Se convirtió en mi amigo cuando llegue al instituto - sonreía al lado de su novio.

- Uh, ¿De verás? - El mayor forzó una sonrisa y extendió su mano a Sunghoon - Un placer, eh. Amigo de Jungwon - ¡Oh Dios, Oh Dios! ¡Acababa de tocar la mano de su Crush!

- Sunghoon, el placer es todo mio... - Y sería más placentero metertela en el baño, o en la sala de cómputo, en el salón, el baño de servicio o donde fuera, bombon... Sunghoon rogó porque sus pensamientos sucios se fueran de una vez. -...Kim Sunoo.

- Si, eh... Solo dime Sunoo, no seas tan formal Dios mío, eres el Mejor Amigo de Mí novio - Dijo haciendo énfasis en los roles que jugaban cada uno en la vida del Omega. ¿Acaso pensaba que quería quitarle a Jungwon? Que idiota.

- Tienes razón Sunoo, no hay porque ser tan formales. Bueno, los dejos solos - y así fue como Park solo se despidió de ambos y se fue con una expresión bastante neutral en su rostro... Que ante los ojos de cualquiera podía ser muy intimidante, o eso pensó el Alfa que ahora no paraba de dar besitos en el rostro de Jungwon.

¿Todos los alfas eran así de imbéciles? No, el no era así... Sunghoon era la persona más amable de todas, era amable, tierno, responsable y si la situación lo ameritaba serio y analítico... Pero él no era un alfa.

Él era como esas criaturas mágicas que aparecían en los cuentos que cuentan los padres a sus hijos antes de dormir, o que te narran las abuelas cuando te sientas en sus piernas mientras ellas están en su poltrona dispuestas a contarte... Park Sunghoon, no era un Alfa, ni beta, tampoco era un gama, y ​​menos un Omega.

"El era un Delta"

Los Deltas en su momento significaron gran amenaza para los alfas, pues eran superiores en bastantes aspectos... Tenían su misma fuerza física, y compartían varias similitudes con ellos... Pero había dos cosas que los hacían diferentes.

Primero, los Deltas eran más intimidantes e inteligentes... además de que tenían cierto contacto con su llamado "lobo interno"

Segundo, un Delta podía marcar o ser marcado, esto dependía de la decisión que este tomara sobre si mismo... Y cuando lo hacía, podía llegar a recurrir cambios en el cuerpo de su pareja o en el de el para llegar así a encajar. Pero el problema era que este era un proceso algo doloroso y lento... A pesar de ello, no era algo intolerable.

Pero aún así, por el miedo de ser tratados inferiores, los alfas terminaron exterminando a todos los hombre y mujeres que pertenecían a este género... Era imposible que alguien naciera Delta siendo hijo de un Omega y un alfa, o dos betas.

Pero ahí estaba, Park Sunghoon, el Delta que se hacía pasar por un simple beta bastante alto.