07.
Marca.
Al salir de la ducha, Donghyuck todavía seguía en la misma posición, lo que hizo que Mark rodara los ojos.
Se cambió sin vergüenza, ya que parecía que el omega no tenía ganas de asomarse.
Aunque la realidad fue otra.
Donghyuck apenas había asomado sus ojos tras la sábanas, viendo a Mark de espaldas a él.
Y de nuevo, aunque esta vez un poco mejor, pudo ver la marca en el cuello de Mark, confirmando lo que había creído ver el día anterior.
Rápidamente volvió a esconderse tras las sábanas.
Sintió un poco de pena por el chico, pero más que nada, se sintió algo confundido.
Mark parecía otro alfa para él, bueno, no otro alfa, sino su alfa.
Podía sentir su olor, e incluso, por más que el otro no se diera cuenta, tenía actitudes de alfa con él.
Recordó la conversación que habían tenido la noche anterior, cuando él había regresado a su forma humana para confusión de Mark.
Es ese momento Donghyuck pensó que el chico sólo se estaba comportando como un idiota (cosa que no quitaba que él lo fuera realmente), pero ahora que confirmaba que a su alfa lo habían mordido entendía un poco más la actitud.
¿Debería preguntarle qué había pasado? ¿Cómo fué que la habían hecho? ¿Quién?
Aunque tenía más que claro que Mark lo mandaría a la mierda.
Debía esperar un poco más.
— Eh — Un ligero golpe en su espalda hizo que se moviera para asomar sus ojos sobre la sábana, para ver a Mark —, la comida está lista. Cociné para los dos, no me hagas desperdiciarla.
Sin decir nada se fué hacia la cocina, y sin contestar, Donghyuck lo siguió segundos después.
Se sentó enfrentado a Mark en la mesa, con su plato ya servido, tomó los palillos y antes de empezar a comer murmuró un "Gracias" mirando al pelinegro.
Pero en cuanto los ojos de Mark se encontraron con los suyos bajó la vista y llenó su boca con los fideos.
Pasaron unos minutos donde no dijeron nada, hasta que Mark casi había terminado su plato, pero estaba lo bastante satisfecho como para comer más lento e intentar hablar con el omega.
— ¿Vas a contarme qué te estaba pasando cuando llegué?
Donghyuck lo miró unos segundos, Mark no apartó sus ojos de él.
— ¿Estabas sensible? — Aventuró Mark.
— Sí, supongo — Dijo Donghyuck, bajo.
"Este no sabe tratar a un omega" Pensó.
Mark sólo asintió, terminó lo que quedaba en su plato en dos bocados, juntó los palillos sobre el plato vacío y se levantó para dejarlo en el lavado.
— Debes tomar los supresores — Dijo, voltendose para apoyarse sobre la barra de la cocina.
Vió al omega fruncir el ceño y mirarlo con enojo, aunque cambió su expresión rápidamente y continuó comiendo sus fideos.
— No te gusta que te den órdenes — Dijo Mark.
— No es de mis cosas favoritas — Respondió.
Mark asintió, Donghyuck no dijo nada, terminó su plato y volvió a agradecer a Mark por la comida.
Se sobresaltó un poco cuando sintió la mano del chico en su hombro, alzando la vista hacia el rostro de Mark.
— No tienes que ser distante conmigo sólo porque estás sensible.
Donghyuck se sorprendió un poco por las palabras.
— Al contrario, hyung — Dijo —, deberías ser considerado conmigo porque estoy sensible.
— No tengo la culpa de que estés así, así que no actúes como un niño mimado — Dijo, brusco.
Donghyuck no respondió, y su labio inferior comenzó a temblar sin permiso, por lo que corrió la mano de Mark y se levantó de su silla para regresar al cuarto.
Mark suspiró, terminando de retirar la mesa, para lavar los trastes.
Pensó que quizás el omega tenía razón en cómo tenía que tratarlo.
Él no sabía cómo tratar a un omega, no sabía cómo tratar a nadie y punto, por eso no tenía amigos y lo más cercano a ello que tenía era un bibliotecaria que lo despertaba de sus siesta y la nieta de su jefe con la que peleaba todo el tiempo.
Al terminar secó sus manos y apagó la luz de la cocina antes de ir hacia el cuarto, desde la puerta vió el bulto bajo las sábanas y decidió dejar su orgullo de lado para ser mejor con el omega.
Levantó las sábanas para entrar en la cama y cubrirse de nuevo con ellas, Donghyuck estaba de espaldas a él, y a pesar que actuaba como si estuviera dormido para ignorarlo, Mark sabía que no lo estaba.
Recordando cómo había amanecido esa mañana, Mark acomodó un brazo bajo el cuerpo de Donghyuck para terminar de rodearlo con el otro, apoyando su frente sobre la espalda del omega, quien seguía usando el suéter que le había dado el día anterior.
Mark sintió un poco de vergüenza al principio, pero luego fue disminuyendo cando se dió cuenta que se sentía bastante bien.
Donghyuck no mostró objeción.
Había estado sensible todo el día porque se sentía abrumado y preocupado.
Sentía que en cualquier momento alguno de sus guardaespaldas tiraría la puerta abajo y se lo llevaría, tendría que volver a la vida que sus padres querían.
Estaba totalmente asustado y necesitaba de su abuelita, o de su alfa, quién no mentía en cuanto dijo que no estaría en todo el día.
Se sentía sólo y asustado.
Aunque el abrazo por parte de Mark lo dejaba aliviado, al menos en ese momento.
Mas sabía que el pelinegro no era nadie para protegerlo, por eso lloraba.
Y Mark, a pesar de lo pésimo que era su olfato, pudo notar el miedo y la tristeza que comenzaba a hacer más presencia que el olor dulce, propio del omega.
Sintió su lobo interior alzar las orejas con preocupación ante los sentimientos del omega.
A pesar que ya se había acostumbrado un poco más, a Mark le seguía pareciendo raro cómo, por momento, su lobo parecía regresar de entre los muertos para volver a estar en su pecho, pero le parecía más raro que sólo lo hiciera desde la intervención de Donghyuck en su vida.
Sin pensarlo, alzó la cabeza para apoyar el mentón en el hombro de Donghyuck, quedando con los labios sobre la nuca del otro, pero el collar se lo interpuso.
Suspiró, con algo de decepción.
— Perdón por ser tan idiota — Las palabras surgieron de los labios de Mark sin que él lo pensara —, supongo...
Donghyuck soltó una risa penosa que interrumpió ligeramente su llanto.
— Creo que es una característica típica de los alfas — Dijo —, ser idiotas, al menos un poco.
Mark no dijo nada por unos segundos, pensando en la marca en su cuello que lo perseguía desde hacía bastante.
— Donghyuck, yo no-
— Eres un alfa — Lo interrumpió.
— No, Donghyuck, no lo soy.
Antes de responder, el omega se giró, para mirar a Mark a los ojos, algo entre su pecho se encogió al ver aquellos ojos oscuros enrojecidos por las lágrimas, no soltó el abrazo pero aflojó un poco el agarre.
Para su sorpresa, Donghyuck colocó su pequeña mano sobre el pecho de Mark.
— Tu lobo sigue ahí, Mark. Tu lobo sigue siendo un alfa, siempe lo fué. Está con el orgullo dañado y siente vergüenza por la marca en tu cuello.
Mark frunció el ceño, un poco enojado por esas palabras.
— La he visto — Añadió mirando directamente a los ojos del otro.
— Suficiente charla — Dijo Mark, con la voz endurecida, soltó la cintura de Donghyuck y se volteó, dándole la espalda al omega.
El lobo de Donghyuck se sintió abandonado, pero él se enojó, aunque intentó mantener la calma.
Mark se enfureció cuando las manos de Donghyuck bajaron el cuello de su remera, dejando expuesta su marca.
Sin pensarlo, guiado por el enojo, salió de la cama, Donghyuck quiso regresarlo, intentando tomarlo el brazo, pero lo corrió bruscamente, haciendo oídos sordos a las palabras del omega mientras se vestía.
— ¡Hyung! ¡Hyung!
Mark terminó de abrigarse con una chaqueta y tomó una bufanda antes de comenzar a caminar hacia la cocina para salir.
— ¡Entiendo que no quiera hablar de ese tema, hyung!
Escuchó los pasos apresurados de Donghyuck detrás de él, pero eso no lo hizo detenerse.
— ¡Está bien, me disculpo, lo siento!
Donghyuck tomó el brazo de Mark, girandolo con fuerza, pero no logró que el pelinegro se volteara, sólo logró girarlo un poco.
Mark se detuvo a pocos pasos de la puerta para mirar a Donghyuck de reojo.
— Pero no me deje sólo... — El tono de Donghyuck era casi penoso.
El omega parecía que en cualquier momento volvería a llorar.
— Vuelve a la cama y no jodas — Dijo Mark, frío.
Y de nuevo volvió a ignorarlo, abriendo la puerta del departamento, saliendo del lugar.
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