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──── ≪ 02// La pizzería≫ ────
El tío Hyun Sung tiene una pizzería en el centro de la ciudad y como mamá, en una de sus extrañas y locas ideas decidió que era tiempo para trabajar, le pareció que ir a trabajar con él sería bueno para mí.
Obviamente me negué y le rogué para no ir al trabajo de mi tío, pero al final me convenció diciendo que me pagarían y que ahí estaría con JungKook, mi primo, así que con ese chantaje ( y mi necesidad por cambiar de celular) estoy aquí, en Peek-A-Pizza, el hogar de las pizzas caseras y de entrega rápida más cool del lugar, siendo un repartidor, cocinero y hasta cobrador.
Vale, todavía no comienzo con el empleo, pero me puedo imaginar que haré algo parecido en cuanto el autobús llegue a la estación, baje mis maletas y vaya a la casa de la abuela, tendré todo el verano para averiguar si el capital que ganaré alcanza para mi celular nuevo.
Hoy mamá, harta de tenerme en casa, me levantó de la cama a primera hora, me tendió una maleta y un boleto para la ciudad de la abuela, para pasar un verano completo con ellos y para trabajar con su hermano. Por eso estoy ahora aquí, en un autobús, con los audífonos y las ganas enormes de callar al niño llorón del asiento de frente. Vamos Yoongi, no quieres pasar el resto de tus días en una cárcel por maltrato infantil.
Cuando el autobús se detiene en la estación espero para pararme y ponerme los lentes negros que siempre traigo conmigo, bajo mi maleta del porta equipaje y voy hasta la estación.
El lugar no es distinto al de las grandes ciudades, puedes encontrar las mismas cosas; cargadores, baños horribles, tiendas que te sacan un riñón con una compra, personas con carteles enormes llamando a sus familiares. Así como la mía.
"Min Yoongi, aquí estamos la abuela y JungKook", "Bienvenido gatito", la abuela y mi primo sostienen unas pancartas enormes y yo me cubro con mi mochila mientras camino hasta ellos.
— Yoongi — JungKook corre hasta mí, dándome un abrazo — ¿Cuándo será el día que estarás más alto que yo?.
— Jaja que gracioso — le respondo mientras le devuelvo el gesto. JungKook se siente por haber crecido unos centímetros más que yo siendo menor, pero aún tengo la esperanza de que la pubertad me hará justicia divina — mejor pregunta cuándo será el día en que te crezca la masa cerebral.
Cuando se separa de mí, voy hasta la abuela y ella me recibe de la misma manera, sólo que ella me da varios besos en las mejillas y un apretón más fuerte. Su olor a comida casera y vainilla persiste desde que era pequeño en el mismo lugar.
— Que bueno que llegaste sano querido — me suelta y vuelve a colocar su bolsa de mano en el mismo lugar — cuando tu madre nos avisó no lo creíamos, pero aquí estás.
— Yoongi, papá dice que puedes comenzar mañana — JungKook carga mi maleta y comenzamos a caminar, la verdad necesitaba un poco de la hospitalidad de mi familia — ya te dejé un uniforme en el cuarto de invitados de la abuela.
— Claro — contesto — dile al tío Hyun que mañana estaré.
Salimos de la estación y tomamos un taxi hasta para ir a la casa de la abuela, los años en los que no he venido han dejado en claro que todo cambia, la ciudad ha estado en constante cambio y ya no es lo mismo que cuando tenía cinco años.
No me despego del cristal aún cuando JungKook me habla de cosas random y de lo bien que debe sentirse vivir en Seúl. Yo sólo tengo ojos para reconocer todo lo nuevo y lo viejo, después de varios minutos llegamos al privado donde vive la abuela, incluso las casas se ven más viejas y ya no se sienten tan imponentes como antes.
Lo único que parece igual es la casa Velvet, igual de vieja y con la misma valla de manera casi a punto de caerse, pero igual de imponente, misteriosa y totalmente tenebrosa, no puedo creer que no le den mantenimiento a esa pobre casa de años. Ahora sí parece un lugar digno de una película de terror.
— ¿Aún le sigues teniendo miedo? — me pregunta la abuela — JungKook se sigue orinando cada que pasa por allí.
— Oye abue, no tenía que revelar eso— se queja, riendo — no me orino ni me da miedo, casualmente al pasar me sudan los ojos y me dan indicios de Parkinson.
Rio por el chiste y asiento a la abuela.
— La Velvet le da miedo a cualquier persona.
El taxi se detiene y todos bajamos, la abuela se queda pagando mientras ambos vamos dentro, ahí está Yoora, la mamá de JungKook, ella me recibe con un abrazo y me da la bienvenida.
Saludo a todos los demás y voy a la habitación de huéspedes después de comer el plato especial de la abuela, me acuesto en la cama mientras veo el uniforme naranja de Peek-A-Pizza que dejó JungKook.
Puede que sea un buen verano.
••
Hola chicos!
Se habrán dado cuenta de la diferencia de la introducción del capítulo anterior y éste, ¿alguna hipótesis?.
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