Capítulo 4.
Taehyung se encontraba en el campus de la facultad mientras buscaba un espacio para sentarse, encontrando un cómodo lugar debajo de un árbol no muy lejos de donde se encontraba. Iba a repasar un par de apuntes, tendría un examen en la siguiente hora y prefería estudiar afuera del aula y entrar justo a la hora antes de pensar en estudiar mientras todos sus compañeros estaban ahí haciendo demasiado ruido para su gusto. Se desconcentraba fácilmenete, por lo que prefería estar afuera antes de pensar intentar prestar atención a sus apuntes, sabía que no lo lograría.
Además, disfrutaba de la soledad en esos días, era la semana de evaluaciones y solo quería pensar en salir bien aquel parcial, y si no fuera mucho, también sus pensamientos se desviaban a un chico en particular.
Sí, el repartidor.
Saber su nombre solo lo había hecho delirar más con él, ¿Cómo podría una persona demasiado apuesta tener un nombre que le quede hecho a la medida? Hasta su nombre parecía combinar con su apariencia, todo en él era atractivo. Después de ahí había pedido en dos ocasiones el especial del restaurante, dándole la referencia del repartidor para seguir con su excusa, esperando que al otro lado de la línea también pudieran creerle. Pero después de ahí, no había seguido pidiendo puesto que se quedaba demasiado tarde estudiando y cumpliendo sus deberes en la biblioteca y en el campus de la universidad, no podía distraerse.
Ah, aquel chico parecía de su edad, ¿Estaría estudiando? O, ¿A lo mejor solo se dedicaba a trabajar? Una nueva pregunta surgió en su mente, queriendo obtener respuesta y olvidando por completo su momento de estudio.
Recargó la cabeza contra el tronco del árbol, cerrando sus ojos mientras disfrutaba de como el viento que corría por la zona despeinaba los mechones que se escapaban de su gorro, cubriendo parte de su rostro mientras solo se dedicaba a repasar mentalmente lo que tenía que hacer el resto de la semana.
Al otro lado del campus, un pelirrojo arrastraba a cierto azabache por todo el lugar, en busca de su compañero de equipo para ponerse de acuerdo con la entrega del trabajo. Lo había visto marcharse por aquella zona, ¿Dónde se suponía que estaba? No podría haber ido muy lejos, solo lo perdió de vista por un par de segundos.
—Basta, quiero ir por algo de beber.—Se quejó el menor, manoteando su agarre.
—Espera, debe de estar por aquí.—El pelirrojo entrecerró los ojos en busca del chico, hasta que vió una particular figura debajo de un árbol.—¡Por ahí!
Jungkook siguió de mala gana a Jimin, siendo arrastrado hasta una pequeña colina donde un chico reposaba bajo un árbol con los ojos cerrados. Se quedó detrás del pelirrojo, esperando a que acabara pronto para poder ir por algo de beber, aquel día había estado un tanto sofocado y solo quería beber algo frío mientras estuviera en su hora libre.
—¡Hola, Kim! Perdón por molestar, solo quería ver si nos poníamos de acuerdo sobre el trabajo que es para la próxima semana, ¿Te parece si nos juntamos después de clases?
—Oh, hola.—Jungkook reconoció por un momento aquella voz, asomándose sobre el costado del pelirrojo con curiosidad.—Claro, ¿Nos podrímos ver después de clases mañana? Estoy aplicando un examen importante para hoy, así que estoy libre después de ello.
—Perfecto, ¿Te parece si me pasa tu número para mandarte mensaje y ver a qué hora nos vemos?
Cuando Taehyung se movió en busca de su celular, fue cuando el azabache lo reconoció de manera inmediata, saliendo detrás de Jimin para saludarlo con sorpresa.
—¿Taehyung?
El mencionado levantó la mirada, sin esperar encontrárselo frente suyo.—¿Jungkook?
Jimin vió el intercambio entrecerrando sus ojos, sorprendido de que se conocieran.—¿Ustedes se conocen?
—Es el chico del pollo picante y el calamar frito.—Contestó con una sonrisa divertida, haciendo que Taehyung se atragantara con su saliva.
—Espera, ¿Eres ese chico...?—Cuando Jimin alcanzó a unir las similitudes, se golpeó la frente.—Carajo, recién te reconozco, es que tu voz suena diferente por llamada. Soy quien toma tus llamadas en todas las ocasiones, yo me encargo de ello, pero jamás se me ocurrió que fueras tú.
Y por alguna razón, Taehyung quería correr de ahí, ¿Por qué se sentía tan apenado? Él solo era un cliente frecuente de su compañero de clase sin haberse dado cuenta y también resultaba haberse encontrado con Jungkook en el campus, ¿Se habrían encontrado en alguna otra ocasión? Aquello le causó intriga mientras sus pensamientos se convertían en todo un lío.
—Hola, soy yo.—Saludó rascando su barbilla, apenado.—Realmente tampoco pensé que se trataba de ti, no presto mucha atención a los detalles.
—Que pequeño es el mundo, ¿Verdad?—Jimin cuestionó aún consternado por la noticia, mientras los dos chicos compartían una mirada significativa.
Sí, el mundo era muy pequeño.
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